Partida Rol por web

Se giró lentamente para clavar sus ojos en los de Beth, fríos, impasibles, inalcanzables...como siempre. No pudo evitar que una sonrisa desdeñosa acudiera a sus labios. - Pues menudo concepto de compasión más desmesurado que tienes. Guárdate la cortesía para los que la necesiten, Beth, porque cortesía fue que me dieran este traje cuando llegué con un vestido cubierto de fango y a saber que más. Y lo de que ahuyenta los hombres...- una mueca sarcástica cruzó las facciones de Nissa - ¿por qué barrios te has movido tú? Por desgracia, ésto atraería a muchos más hombres que cualquier elegante vestido...otra cosa es que sea el tipo de persona que te gustaría tener cerca. Vete a tu palacio de hielo Beth, y déjame un rato en paz. Francamente, la indiferencia de Beth y sus frías palabras cumplían perfectamente con la función de irritarla.

Beth sentía que estaba comenzando a irritarse de verdad y le estaba costando mantener la compostura. Aún así le divertían las palabras de Nissa pues parecía que tenían conceptos muy distintos sobre las cosas. ¿O quizás es que se parecían demasiado?

- Tienes razón. El problema no es la armadura. -  La miró de arriba a abajo, alzando la ceja derecha y luego volvió a mirarla a los ojos.- Huh...- para Beth ahora estaba siendo una verdadera molestia haber aceptado la copa pues ahora le daba la impresión de que le debía algo. Lo correcto habría sido que Nissa aceptase otro traje y así estarían en paz pero había olvidado que ella era demasiado orgullosa y en eso se parecían. ¿O quizás es que su incompatibilidad con la chica la había hecho decir lo del traje y la historia automáticamente para molestarla?- Como sea... Entonces para devolverte el favor de la copa te daré trabajo en mi palacio de hielo como doncella.

Sintió que lo había vuelto a hacer pero no podía quedarse callada aunque le hubiera dicho que la dejase en paz, pues tenía la manía de ser ella la que terminase las conversaciones. Era ella siempre la que tenía la última palabra.

Nissa soltó una risa sin humor. - Si tan importante es para ti lo de la copa prefiero que me debas un favor. Además, tampoco creo que haya significado tanto. Ni siquiera era de sangre de vírgenes, tal como te debe gustar. La chica soltó esa barbaridad sin pensar, sin perder la sonrisa petulante. - Ahora si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer... como mirar las telarañas de algún rincón. Dicho esto, Nissa se levantó del taburete que ocupaba al lado de Beth.

- Siempre es un placer hablar contigo, Beth.

Con esta frase de despedida acompañada de una mueca burlona, Nissa saludó a los demás y se fue a sentar en una de las mesas de la sala, mirando la pared con expresión de interés mientras esperaba que le sirvieran la cena.

Aquello sin duda había sido un buen golpe. Lo admitía, pero solo para sus adentros, aunque no pudo evitar mirarla con asombro.

Pensó que tal vez se había pasado con lo de nombrarla doncella del palacio ya que agrandaba la herida de la chica por haber perdido su clase alta.

Beth se giró y terminó la última gota de la bebida. Ya que la había tomado no dejaría nada pues sería de mala educación. Cuando escuchó las últimas palabras de Nissa, Beth levantó una mano elegantemente que significaba que para ella también había sido un placer entablar conversación con ella.

Tsk...

Una vez terminó, la verdad es que seguía de muy mal humor, e incluso hablar con Nissa la había hecho enojar bastante más. Se levantó del asiento. Solo había una cosa que podría neutralizar el mal humor.

-Kaito... ¿te apetece cenar conmigo?

Notó en el aire la ironía de las despedidas de las dos mujeres, no había escuchado lo que hablaban pero se imaginaba sobre que derroteros habría derivado eso. Sonrió sacudiendo la cabeza, no importaba de que razas fueran, las mujeres tenían en común una extraña rivalidad que lo intrigaba, eso era un misterio que ni el podría llegar a revelar. Se encogió de hombros pensando que había cosas mas importantes, como comer por ejemplo, sentía suaves gruñidos en su estomago. No había comido nada en todo el día y después de correr por tejados, tantas averiguaciones e internarse en regiones especialmente peligrosas había abierto su apetito.
Cuando vio que Beth le hacia ojitos a Kaito decidió borrarse de ese lugar, dos son compañía, tres multitud. Esperaba que la comida le hiciera olvidar el vacío de sus bolsillos y estomago. Se sentó en una de las mesas más concurridas, esperando escuchar alguna anécdota o historia, siempre era interesante escuchar a los demás, se podía aprender mucho.
-Discúlpenme- dijo cortésmente mientras se sentaba-. Creo que hoy comeré como Kramer, estoy hambriento.

Alexander, Caleb y Andrew terminan su trabajo, entregan al jefe de los bandidos y vuelven al gremio... donde encuentran a Beth, Krats, Nissa, Rina, Albert, Tanauke, Kaito y Eriana. Es la hora de cenar, el ambiente huele a la comida que está preparando Eriana y se habla de comida.

Justo cuando Caleb y Alexander entraban, la palabra rayo se formó delante de Rina, saliendo del cuaderno que tenia entre sus manos y ¡la palabra estaba hecha con electricidad! tras florar un par de segundos en frente de esta... la palabra perdió su forma y saltó hacia Rina (que por desgracia estaba demasiado cerca de la palabra) electrocutandola unos segundos y poniendole todo el pelo de punta...

Mire a toda la sala y sonrei, mientras buscaba a mi hermana para darle un abrazo -¿¿Que tal hermanita??, ¿¿todo bien??.- mire fijamente a Krast unos segundos mientras la abrazaba -El gato no te habra echo nada ¿verdad?.- dije mientras le lanzaba una mirada de odio algo comica.

Justo cuando estaba empleando sus dotes de seducción con Kaito que parecía tardar en contestar, Caleb llegó hasta ella preguntándole por el día:

- Estaba intentando mejorarlo y no, Krats y Kaito han sido muy amables conmigo. En caso contrario habrían desaparecido en menos de diez segundos.- volvió a mirar a Kaito con voz melosa y mirada dulce.- ¿y bien? ¿qué me dices de la cena, Kaito?

-¡Anda! ¿Habeis visto eso?-

Sale humo de mi pelo, todo encrespado ahora, pero no me importa.

-¡Ya sé como funciona! Aunque tengo que practicarlo más....-

Rina rie contenta.

-¡Tenemos hambre Eriana!-

Alza la voz para "meter presión" desde el cariño. Está aún más contenta ahora que sabe como usar su recién adquirido lápiz.

Krats apretó la mandibula para acallar una contestacion hacia Caleb. Odiaba con toda su alma que lo llamaran "gato", es como si alguien dijera a Kramer estúpido. Asi que sonrio mostrando unos afilados y agudos dientes volviendo su atencion a la mesa en la que estaba sentado.

Justo a tiempo vió como Rina era victima de su propio artefacto, el katano se levanto rapidamente, pensando que ella estaba herida. Pero solo tenia un peinado diferente y algo humeante. Ella parecia estar bien, bastante emocionada con su descubrimiento. Krats no pudo evitar sonreir, olvidando su anterior enojo.

-Deberias haber probado con la palabra agua- dijo suavemente, riendo con elegancia.

Kaito... al cual le pilló la oferta de Beth por sorpresa, tardó un poco en contestar, finalmente, lo hizo

-Esto.. si claro, podemos cenar juntos, claro... como quieras.

añadió con una sonrisa mirando a Beth finalmente

Satisfecha con la contestación de Kaito le agarró suavemente la mano y lo llevó con ella hacia una de las mesas. Sin duda el día estaba mejorando. Mientras estaba sentada escuchó el comentario de Krats en una mesa cercana y no pudo evitar sonreir ante los pensamientos que se le venían.

¿Usar la palabra "agua" en un gato? Esa reacción sí que habría sido curiosa.

Después miró a los ojos a Kaito con interés mientras apoyaba la barbilla en sus dos manos entrelazadas. Él era un posible candidato a acompañante en la próxima fiesta que hubiese. Realmente le había impresionado su actuación durante la persecución del ladrón.

- Cuéntame, Kaito. ¿Cómo te gusto más?

Kaito, se dejó llevar sorprendido por la chica... y cuando se sentaron en una mesa y esta le pregunto que como le gustaba mas le pilló por sorpresa...

-Lo siento pero, no se a que te refieres la verdad

contestó algo perdido, como si se hubiese unido tarde a una conversación

Mire a Kaito fijamente unos segundos -Esto Kaito ... pequeño ... ¿seguro que no quieres decir que a mi hermana te gusta solo, y repito SOLO, como amiga y nada mas, verdad?- le dije con un tono amenazante y una mirada que mataria hasta al mismisimo diablo, mientras abrazo mas fuerte a mi hermana y la llevo un poco para atras como si hiciera un gesto de, es mia y solo mia.

Tras guardar mi  lápiz para hacer más pruebas en el futuro, y "relajar" mi pelo, veo y escucho como Caleb está molestando a Beth.

Me acerco a ellos.

-Vamos Caleb deja a Beth...¿No quieres venirte conmigo un rato? Seguro que tienes una buena historia sobre tu misión...-

Hablo seductora, acariciandole el brazo con la mano, y la mejilla con la cola.

Los juegos de seducción de Beth se vieron interrumpidos por Caleb, tal y como solía pasar. Éste la abrazó y ella se dejó apartar de la mesa en la que cenaba con Kaito guiñándole un ojo sin que su hermano se diese cuenta. Al final se sentó en la mesa de su hermano, sin comentar nada al respecto de lo que acababa de suceder. Si se hubiese tratado de la misma situación pero sin que fuese Caleb, Beth habría defendido sus ganas de tontear con Kaito, pero hacia su hermano tenía una especie de admiración y afecto que en cierto modo le impedían tratarlo mal. Le dio un beso fraternal en la mejilla antes de entablar conversación con él.

- ¿Qué tal tu misión, hermanito? Por cierto, solo por hoy te permitiré el honor de invitarme a cenar.