Partida Rol por web

Ya es la hora de cenar y Nisa, Rina, Beth, Krats, Albert, Tanauke, Kaito y Erick (es alguien que no conoceis y llega con Beth, Krats y Kaito) han vuelto al gremio (casi a la misma hora).

No hay mucha gente, está el maestro y Eriana cuando llegan.

Beth, que había pasado todo el camino de vuelta sin hablar enfadada consigo misma por haber aceptado al chico en vez de entregarlo y cobrar la gran cantidad de dinero que había de recompensa, tan solo saludó con la cabeza a los demás compañeros que llegaban al mismo tiempo que Krats, Erick, Kaito y ella. Después fue directamente a la barra donde solía estar el maestro.

-Maestro. Traemos a un chico nuevo. Es el supuesto ladrón de bolsos. Es pobre y necesita alimentar a sus hermanos.

Apoyó su cabeza en la mano derecha, gesto muy común en ella, y miró de reojo a los demás. La verdad es que Erick era apuesto, quizás no había hecho del todo mal en traerlo aquí...

Nada más llegar con una sonrisa, Rina se acerca al maestro, levanta dos dedos formando una V.

-¡Misión cumplida maestro!-

Mesiento a su lado, saludando con la mirada a los demás.

-Crero que debo comentarle algo sobre la misión..- añado algo más seria -El libro al parecer lo quería el gremio ilegal "black cats" Pensé que debía decirtelo.- tras ello miro a los demás.

-¿Y vosotros que tal chicos?-

Persant miró al chico y dijo

-Ven conmigo un momento chico, hablemos en privado...

y ambos se fueron a otra habitación... Persant y Erick

Antes de irse, añadió mirando a Rina con una sonrisa

-No te preocupes, luego hablaremos de eso.

Beth observó los enérgicos movimientos de Rina a su lado mientras Erick se iba con el maestro a otro lado. Estaba tan enfadada aún que no le apetecía ni dedicarle una sensual sonrisa al joven. Después escuchó que Rina preguntaba qué tal les había ido. ¿Qué podía decir? ¿Qué se había comportado con una persona no egoísta? Aquello destrozaría en parte su reputación y su egocentrismo. Aunque en cierto modo su egocentrismo había sufrido un duro golpe con aquella decisión:

- No ha ido mal.- Es lo único que se le ocurrió decir mientras miraba a Krats y Kaito en señal de advertencia de que no contasen la historia real.-¿Qué tal en la tuya?- Pensó que quizás si la distraís no volverían al asunto de su misión y la aparición de Erick.

-Pues tengo que aprender a pelear...por si hace falta. Si no llega a ser por Albert...no sé que me habría pasado. Un mago ilegal de Black cats me atrapó justo cuando recuperé el libro. Pero Albert le dio una paliza para salvarme.-

Le doy un húmedo y sonoro beso en la mejilla al joven mago de hielo.

-Pero el resto de la misión no fue dificil, localizamos una entrada secreta, la seguimos escuchamos una conversación...y preparamos una emboscada. aunque la recompensa no era muy alta ganamos algo más entregando al ilegal a las autoridades. Y Albert me ha dejado que me quede con el lápiz. Tengo que aprender como funciona ^^-

Krats entro con paso vivo detrás de los demás, saludo con un gesto de su mano sobre la frente como solía hacer casi siempre, para luego sentarse en la barra un poco alejado. Tenía sed y le apetecía tomar algo. Pero casi al instante recordó que no tenía mucho dinero y tampoco tendría más hasta que no realizara otra misión. Escucho la conversación de Beth y Rina, no pudiendo evitar pensar que le habría sido todo mas fácil si hubieran encontrado un ladro común y corriente, sin escrúpulos ni moral. Pero no ganaría nada lamentándose, debía aprender de esto. Como todo, no había blanco y negro, muchas veces los límites se cruzaban, el bien y el mal convivían con mucha frecuencia.
-Felicidades- le dijo escuetamente con una sonrisa sincera-. ¿Que decía la conversación?- pregunto siempre curioso.

-Hablaba sobre dónde se realizaría el intercambio del libro y a que hora. Lamentablemente no pudimos atrapar a quién robó el libro pero creo que era un simple contratado. El de Black cats se lo debio ordenar y pagarle.-

Saco el lápiz.

-¿Alguien sabe como funciona esto?-*

Nissa saludó a sus compañeros y se sentó a su lado, escuchando sin mucha atención el relato de Rina y observando el lápiz que les mostraba. Qué ganas tengo de bañarme y quitarme ésta sensación de suciedad de encima...

Krats asintio lentamente a las palabras de Rina, se acaricio la barbilla pensativo. Era todo un misterio que querrian los del otro gremio con ese libro, pero estaba seguro que el maestro sabria mas sobre todo este asunto. Asi que decidio quedarse alli y averiguar mas, tal vez se entere de algo interesante. Le gustaban los misterios.

Beth sacó el cuaderno de anotaciones que solía llevar siempre y se lo pasó a Rina.

- Ten, puedes probarlo aquí.

La verdad es que estaba bastante interesada en aquel artefacto y tenía ganas de saber lo que lo hacía tan especial. Justo en aquel momento pasó Nissa por allí y fue así cuando descubrió la ropa que le habían dejado. No pudo evitar sonreír divertida y tosió un poco para disimular la risa, ya que acostumbraba a no dejar que la viesen reír. Mientras atendía el efecto del artefacto le susurró a Nissa sin que nadie pudiese escuchar su conversación.

- Bonito traje.- La miró mientras se lo decía, apoyando la barbilla en su mano derecha y mostrando una media sonrisa.- Resalta... tus facciones. Pero a pesar de ello tienes mala cara, ¿qué te ha ocurrido? - de alguna manera le consolaba que alguien más pareciese tener un mal día y Nissa, con aquella especie de armadura, se le había puesto a tiro con suma facilidad.

Tomo el cuaderno y dibujo en él  una mariposilla aleteando. También escribo "trueno".

¿Se harn reales las cosas que escriba?

Estoy concentrada, por que dibujar no es lo que mejor se me da.

La muchacha fulminó con la mirada a Beth, a pesar de todo, esbozó una coqueta sonrisa, totalmente falsa. - ¿Te gusta? - con una mano, acarició las placas que componían la falda - Puedes quedártelo - sabía que la chica no había hecho ningún comentario malintencionado, pero haber tenido que llevar durante todo el día ese traje ya era suficiente tortura. Aún así, en un intento de retractarse, suavizó el tono de voz -. Imagino por tu cara que tu día ha sido peor que el mío. Hemos cumplido la misión - comentó con voz neutra -. Cogimos al asesino de una cría. Es sólo que ver tanta sangre y pobreza...- Nissa sacudió la cabeza con una ligera sensación de tristeza que no lograba entender -. Da igual. ¿Y tú qué? ¿Por qué demonios salvasteis a ese chico?

Beth sonrió aún más, divertida ante la mirada que Nissa le había dedicado y las primeras palabras que le dirigió. Luego escuchó su historia, atenta, aunque no le sorprendió que Nissa hubiese cogido al asesino. Aquella chica era demasiado inteligente, la única de los presentes de los que pensaba que podría hacer sombra a la propia inteligencia de Beth, aunque aquello nunca lo admitiría en público. Luego le preguntó sobre Erick y la misión. La sonrisa desapareció del rostro de la chica. Si a Beth no le gustaba que nadie supiese que tenía un "lado humano", menos quería que Nissa se enterase. Respondió, si, con voz pausada y suave, pues casi nunca levantaba la voz.

- Encontramos al ladrón de bolsos. - Lo habría dejado ahí, con una sencilla frase, pero si no continuaba su compañera adivinaría enseguida que ocultaba algo. Carraspeó. Se sentía incómoda tratando aquel asunto y no se le ocurría una manera mejor de explicar el porqué de su mal humor sin que dijese la verdad.- Es un chico pobre y tiene dos hermanos. Nos pidió que le trajésemos en vez de entregarle.

No quiso decir más pues Nissa lo pillaría enseguida. Ahora solo tendría que contar hasta tres para escuchar la sorna salir de la boca de Nissa. Quizás una risa o un comentario o quizás incluso las dos cosas. Si hubiera cobrado el dinero de la misión ahora podría invitarla a tomar algo para acallar sus próximos comentarios que directamente la atacarían, pero no tenía nada. 50.000 de los grandes echados a perder por hacer una buena acción...

Tsk...

Las cejas de Nissa se alzaron con incredulidad. ¿Beth, compasiva? Eso es algo nuevo.... Una parte de ella pensaba en la estupidez de renunciar a semejante cantidad de dinero por ayudar a un ladrón. Pero..., ¿qué hubiera hecho ella en esa situación? No lo sabía. Otra vez más, su anhelo por recuperar la posición que le correspondía y su conciencia se peleaban en su interior. Casi podía sentir como se retorcía su estómago por esa causa. Pero, en vez de decirle lo que pensaba a Beth, se limitó a ladear la cabeza, apoyando la barbilla en la palma de su mano para mirarla directamente. - Idiota... - dicho esto, se giró hacia quién en ese momento estaba detrás de la barra -. Sírvele lo que quiera a Beth, hoy se lo merece. Invito yo.

Evitó mirar su expresión de incredulidad ladeando un poco la cabeza y fijando la vista en una botella a la izquierda de Nissa. ¿Qué estaría pensando en esos momentos? ¿Quizás algo ingenioso? ¿O tal vez se estaba aclarando la garganta para contarlo en voz alta?

"Idiota". Fue lo único que le dijo y Beth no sabía si sonreír o meterse de nuevo con su traje. 

Tiene razón. He sido una idiota.

Decidió no responderle y le esquivó la mirada aún con rostro serio y el ceño fruncido, pasando de la botella al vaso que le acababan de servir. La verdad es que necesitaba algo para beber. Quizás centrándose en ello olvidaría la estupidez que había cometido.

- Huh...- suspiró antes de beber un poco de la bebida que le acababan de poner.- Lo adecuado sería darte las gracias, pero ambas sabemos que no lo haré. Aún así te devolveré el favor. En mi habitación tengo un par de trajes más...elegantes. Escoge el que quieras como pago de la bebida. Quizás tu día mejore... aunque con mi historia creo que ya lo ha hecho.

La frialdad de apoderó de todos los rasgos de la chica ante las últimas palabras de Beth. - Te crees más importante de lo que eres, Beth, o quizás tu sistema ético es muy pobre si crees que una historia que para ti es una desgracia me va a alegrar o hacer mejorar el día. Y guárdate los vestidos para ti, no te he invitado esperando nada a cambio ni para que me lo agradezcas con compasión. Notó como una fría ira le inundaba el cuerpo, pero no se movió de su sitio, se quedó con la mirada clavada en algún punto delante de ella, con la barbilla alzada, orgullosa. Quizás era cierto que aceptaba los regalos de otros, pero nunca lo haría si se compadecían de ella. No si la consideraban inferior o digna de sentir lástima hasta tal punto.

Beth dio el último trago a la bebida mientras escuchaba las frías palabras de Nissa. Su comportamiento no le extrañaba y en el fondo le divertía verla así. La miró a los ojos.

- No se trata de compasión, sino de cortesía. Compasión hubiera sido si te hubiese regalado todo mi espléndido armario con solo verte pasar con ésta especie de... bañador ahuyenta-hombres. - Su tono no había cambiado, hablaba con la misma seriedad e indiferencia como lo soía hacer.- En cuanto a lo primero que dijiste...- le hubiera gustado decirle que sí era más importante que ella, pues con solo enviar una notificación a su casa Nissa y su familia podrían recuperar las propiedades perdidas y regresar a la clase alta, pero claro, su estatus era realmente un secreto y si se identificaba ya no podría continuar en el gremio, pues quería lograr la fama por sí sola.- pensé que sí que te alegraría pues... desgracia de muchos, consuelo de tontos.