Partida Rol por web

La idea de usar un fusil no le gustaba... y no sabía usarlo.

- ¿Alguien tiene una granada? ¿Ettin? Con eso nos quitábamos un problema de los gordos... -

- ¿Granada? - Ettin sonó escéptico. Luego hizo un rápido barrido por los objetivos disponibles para comprobar la telemetría del enlace inteligente. - Los blancos más cercanos están a unos doscientos metros. ¿Qué pretendes hacer con una granada a esa distancia?

Acto seguido, volvió a apuntar el cañón hacia la moto de agua, espiró lentamente, se concentró y volvió a disparar al vehículo.

- ¿Qué parte de "se acercan dos objetivos más, flanco derecho, lanchas sigilosas" te hace creer que piensan seguir a 200 metros cuando vamos de frente a impactar contra ellas? -

Suponía que el Troll estaba tan concentrado en el fuego que no le había escuchado...

- Salvo que estén a menos de cuarenta metros y la colisión sea inminente, una granada es inútil en estos momentos. A no ser que hayas traído un lanzagranadas y no lo hayamos visto. En cualquier caso, yo sólo llevo destellos.

A aquellas distancias, el proyectil recién disparado tardaría unas décimas de segundo en alcanzar el blanco (si lo hacía), pero el troll ya estaba ajustando el arma para el siguiente disparo mientras informaba a Ironskin al respecto de su solicitud.

Estaba claro que estaban muy lejos, pero parecía que Null Credit tenía un rifle y no iba a usarlo mientras pilotaba la lancha. Estaba claro que a esta distancia venía mejor que mi pistola.

Esperé un poco por si los dos que no tenía (o no estaban usando) armas a distancia la querían usar. Pero a ver que no, me acerqué yo a por el rifle. -Lo cojo yo. Toma esto por si se acercan.- Dije dejándole mi pistola en un lugar accesible, por si podía usarla con una mano mientras pilotaba.

Con el rifle en la mano me puse otra vez en posición para disparar.

Como Grimgor había predicho, dos lanchas aparecieron por vuestra derecha a poca distancia, barriendo la cubierta con una lluvia de balas.

Las balas de bajo calibre impactaron en la blindada cubierta, en el agua y en el cristal de la cabina. Algunas silbaron alrededor vuestro desplazando el aire y avisando de aquello para lo que habían sido creadas.

Arena, protegida por el cristal, comprobó que de no ser por él posiblemente su cabeza ahora dispondría de dos agujeros de ventilación. El conjuro de confusión que había conjurado fue un éxito, tanto que los pandilleros habían quedado enbobados sin reaccionar y ahora la lancha  vagaba por el puget sin control.
Ettin siguió concentrado en los perseguidores, que aceleraron la velocidad al comprobar que la "trampa" había surtido efecto. Las balas pasaron cerca del troll encaramado al techo de la cabina sin que se molestara siquiera en ver quien las había disparado. Eso produjo malestar en el orgullo de algún pandillero, que lanzó insultos al troll y sus antepasados. Tras exalar el aire lentamente, el troll apretó el gatillo confiando en las lecturas digitales que le proporcionaba su implante. ¡Baumm!
El estruendo producido por el calibre .50 de la Barret dejó miradas incrédulas en los pandilleros de las lanchas cercanas, y una moto de agua menos en la persecución.

Pero no todos los disparos fueron en vano. K recibió varios impactos en su abrigo blindado que dejaron bonitos agujeros, muy a la moda de las sombras de Seattle, al no poder disponer de toda la cobertura. Algunas otras impactaron contra el cargamento, agujereando la lona y haciendo saltar astillas de las cajas que cubría.    

Grimgor observaba agazapado, murmurando, mientras veía que todavía estaban demasiado lejos para abordarles. 

Ettin gruñó cuando varias balas silbaron cerca, pero no se molestó por el momento en apartar la mirada de la óptica de su arma. Supuso que serían los boggies de los que Grimgor avisara.

- Parece que empieza a llover. Espero que amaine antes de que coja la ametralladora o más de uno va a acabar lamentado el mal tiempo que están dejando para esta noche.

Redirigió la mira del fusil hacia la otra moto de agua mientras farfullaba algo sobre "a ver si ahora captan el mensaje". Se concentró, se tomó un par de segundos para alinear con calma el disparo y volvió a apretar el gatillo.

Ante el paso cercano de las lanchas, Grimgor dudó de si sería posible saltar y abordar una de ellas. Al fin y al cabo, ese tema de dispararse desde lejos... no era su estilo. Para nada

La enana sonrió, satisfecha a pesar del cansancio experimentado por el lanzamiento, al ver la lancha central retroceder y tomar un rumbo errático, se dispuso a manipular de nuevo el karma para afectar a más de sus perseguidores, pero pareció pensarlo mejor y cogió su Uzi, asegurándose de tenerla cerca antes de dejarla a mano.

Seguidamente revisó como estaban haciéndolo sus compañeros, en caso de ser más necesaria en otro frente.

Una vez hechas ambas acciones, se centró en volver a reunir el karma necesario para un nuevo conjuro de Caos.

Las dos lanchas aparecieron de la nada. Como esperaba el primer grupo quería dirigirnos hacia otro enemigo. Dispararon sobre nosotros, dándome de lleno.

Por suerte, el resto de los ataques no dieron a nadie.

—Eh, Grimgor, prepárate que te voy a acercar a una de las motos.

Calculo la posición de la moto y freno de repente para acercarme lo máximo posible, intentando que quede por el lado más cercano al orko.

Al parecer los tipos iban en serio. Los agujeros en el abrigo reforzado de K lo confirmaban, y parecía que no iban a darse por vencidos.

Null de repente, tras un breve aviso que os permitió afianzaros, deceleró tan bruscamente que parecía hubiese pisado el freno en un vehículo que carecía de ellos. Vuestra lancha, mas grande que las "barquitas" a motor de vuestros perseguidores, os puso en ventaja por dos motivos; una posición elevada, y el factor sorpresa reflejado en la cara de los pandilleros, al dejaros entre ambas lanchas.

La repentina maniobra del elfo casi le lanzó por la borda. Ettin logró afianzarse por los pelos y comprobó el estado el arma mediante el enlace inteligente; aquellas armas, a pesar de su potencia de fuego, eran herramientas delicadas, perfectamente calibradas para lograr la mejor precisión, y los golpes y ajetreos no se llevaban muy bien con ellas. Desconectó todos los cables con que unía el sistema inteligente de armamento y extendió el fusil hacia el interior de la cabina.

- Guardad esto. Es muy sensible y no me gustaría que acabase por el suelo y siendo pisoteado.

Iba siendo hora de ponerse serios y enviarles a aquellos pandilleros un mensaje alto, claro... y ruidoso. Pero ellos lo habían querido al jugar con subfusiles. Ahora les tocaba aprender sobre las ligas automáticas para adultos.

Grimgor tenía lo que quería.

Null había hecho una maniobra excepcional, y ahora estaban a su alcance... tocaba abordar. Y, por fin, la cosa se ponía divertida.

- ¡Yipi kay yei, bastardos! -

La cara del orko mezclaba la alegría con una pizca de locura, lo que mezclado con el movimiento del elfo tuvo que hacer que al menos una de las lanchas dudase.

Saltó a la lancha y golpeó al tipo que llevaba el arma. El piloto, ahora mismo, le importaba menos.

La enana se recuperó del aturdimiento producido por su hechizo, preparándose como estaba para volver a manipular el karma para afectar a otra de las lanchas grandes, cuando una repentina y brusca deceleración, si bien avisada, la hizo perder el equilibrio y caer al suelo.

El aviso le llegó tarde, volvió a incorporarse, lista para la acción, procurando afianzar sus pies mejor esta vez.

-¡Agh!- gruñí al recibir el disparo. Por suerte no había sido para tanto. Era el momento de devolver el fuego. Ya tenía el rifle de Null, era hora de usarlo. Las lanchas que estaban más cerca parecían al alcance de mis compañeros, así que decidí acabar con la moto que quedaba.

Las maniobras de Null casi hacen que me caiga al suelo, pero pude mantener el equilibrio, así que apunté y disparé el rifle de Null a la moto de agua.