Partida Rol por web

Tanto Meiko como Koba parecían igual de gratamente sorprendidos como tu -"¡Ahí va que chulo! Que bien te ha quedado el campo tita"- dijo contento tu primo mientras que tu madre recibía con orgullo el cumplido.

Quien no parecía tan emocionada era, como bien sospechaste tu, Haki, que miraba el campo con algo de decepción -"Ains... pues menudo chasco. En fin... gracias de todas formas tita"- dijo la chica, que aunque fuera buena en los deportes no es que los practicase con mucha efusividad. Pero tu madre no perdía la sonrisa -Tranquila mi sobri... que tita Chiyo no se ha olvidado de ti- dijo mientras que se un bolsillo del chándal sacaba un libro y lo abría... que en cuanto Haki lo vio se quedó boquiabierta -"Es... ¡Es "La cicatriz que cambio mi vida", del escritor N. Gombei! ¡Y está firmado por el autor... Y DEDICADO! ¡Pero si no sale hasta finales de Julio!"- dijo con un entusiasmo impresionante -Jeje... tu tía tiene sus trucos y contactos ¿sabes?- dijo tu madre encantada de la reacción de Haki -Si ganas el torneo, te lo po~.

"¡YA!"

Interrumpió Haki desde tu lado del campo, habiéndose quitado la falda y quedándose en camisa y la parte de abajo de un bikini negro... fue muy rápido. Casi parecía que la falda seguía cayendo al suelo cuando habló -Vamos Ai... ¡nosotras contra ellos y les machacamos!"- te dijo tu prima quitándose las gafas y dejándolas en un lado.

Desde luego la sonrisa de tu madre era satisfactoria a más no poder y río un poco -Igual que su padre...- dijo para si misma riendo -Entonces los equipos serán compuestos por Haki y Ai, contra Meiko y Kobayashi... ¿estáis conformes con los equipos?- término preguntando la mujer.

Tu padre, viendo como mirabas el móvil y como ibas perdiendo cobertura, no pudo evitar soltar un suspiro -Ains... guarda el teléfono hijo. Que no te he traído para eso- te dijo con un tono de resignación al ver a su hijo con cero interés en la sorpresa que le tenía preparado. Pero sabiendo lo que tenía preparado, el hombre volvió a sonreír -Impaciente... obviamente no está aquí. ¿O tu ves algo?- te preguntó con secretismo.

Luego miro al sol tapándose un poco con la mano -Hoy hace mucho calor... por lo que no os vendría mal un baño ¿no creéis?- dijo tu padre mientras cogía una cesta de mimbre que había detrás de la vespa y la dejo encima del asiento -Aquí podéis guardar todas las cosas que no queráis mojar... luego tendréis que hacer una carrera nadando hasta la otra orilla del lago. Y el primero se llevará un premio. Yo os esperaré ahí ¿os parece bien?- término preguntando -"¡Si señor Mitsurugi!"- exclamó entusiasmado Hikaru ya quitándose la camisa abierta con rapidez y dejando todo en la cesta... para saltar sin pensar en el agua -"Esta... en mucha mejor forma de lo que me esperaba..."- no pudo evitar decir Seiji... quizás un poco acomplejado porque sus otros dos compañeros tenían un cuerpo en envidiable forma física y el uno del montón -"¡Venid! ¡El agua está estupenda!"- gritaba el chico afeminado desde el agua.

Tu padre paso a vuestro lado con la cesta para coger vuestras cosas. Seiji se quitó la camisa algo rojo y la guardo junto a su móvil, y se dirigió hacia el lago... pero se quedó a mitad de camino para esperarte. Tu padre entonces te puso la cesta delante tuya -Se que de momento te aburres... pero confía en mi ¿vale? ¿Cuando te he fallado?- te dijo tu padre... sabiendo que no estarías pasándolo del todo bien -No es sólo una sorpresa para ti, sino algo que tanto yo y los padres de Hikaru hemos estado preparando desde hace mucho... anda, no te hagas de rogar.

-Lo se. - respondió Tatsuya en un susurro comprensivo a Seiji. Él también había pasado por aquello. - El tío es algo más alto que yo y está algo más en forma que yo, - no podía simplemente decir que era "más alto" y estaba "más en forma", por supuesto. - pero no liga nada por su cara y sus maneras de chica. Supongo que no se puede tener todo en la vida. - concluyó.

Tatsuya comenzó a quitarse la camisa cuando su padre se acercó a ellos con la cesta en la que debían depositar sus cosas, y lo miró con una mezcla de extrañeza e incredulidad cuando le dijo aquellas palabras. Sin embargo, al final, soltó un pequeño suspiro y sonrió a su padre.

-Confío en ti, papá. - dijo mientras dejaba su teléfono junto a su ropa. Después de todo, su padre había preparado lo que quiera que fuese aquella sorpresa con toda su ilusión. - Espero la sorpresa con ganas. - dijo y, tras eso, se acercó a la orilla del lago a grandes zancadas. - ¡Carrera hasta la otra orilla! - declaró con un grito mientras se lanzaba al agua de cabeza.

Tu padre sonrió cuando te oyó hablar -"Gracias hijo... te prometo que no te decepcionará"- te dijo contento mientras te veía ir, sonriendo aún más cuando te oyó gritar con ganas lo de la carrera. Seiji se unió a ti cuando saltaste al agua, algo contento de verte animado. Un minuto viendo como os preparabais para la carrera, el hombre se montó en la vespa y tomó rumbo al otro lado de la orilla, rodeando el lago por el camino.

Una vez en el agua, os fuisteis preparando para hacer la carrera que os había propuesto Ryoga. Ya todos en sus puestos, usaron la vespa como señal, y cuando salió... ¡fue vuestro pistoletazo de salida!

La carrera empezó muy clara: tu e Hikaru a la cabeza, con este último por encima por su altura... y Seiji quedándose atrás, intentándolo. El trecho era largo y cansado... y mantener vuestros cuerpazos a flote era un esfuerzo extra que Seiji no sabia hacer... o al menos esa era una explicación. Porque por algún motivo, Seiji consiguió dar un sprint que ls adelantó a los dos... y aunque fuera por poco... ¡ganó el!. Jadeando en el agua... el chico vio con sorpresa como llegabais tras el -He... ¡¿he ganado?!- dijo con sorpresa. Desde luego... hoy era el día de las sorpresas para el chico.

Al ver que Haki no se apuntaba me decepcionó un poco. Pero mi madre sabía como enganchar a todo el mundo y como ella había dicho, tiene sus trucos para todo. - A saber a cuanta gente conoce Mama. Es increible. Y encima son famosos... o eso creo. Haki lo conoce así que eso parece. - Estaba pensando mientras veia como Haki estaba ilusionada, hasta que en practicamente en un segundo, se puso a mi lado con la falda por los pies. Con una cara de sorpresa con toda la energía que había sacado de repente, le señalé la falda para que la apartara

-Guau... - ¿Como es que no se ha apuntado a ningun deporte con la energía que tiene? - pensaba para mi mientras veia como seguía quitandose las gafas - Esto... Haki ¿Verás bien el balón? - Si las necesitaba era mejor llevarlas puesta. Pero entonces habló mi madre haciendo la pregunta estrella - Conforme. Haki, sabes jugar ¿Verdad? Intenta colocarme todas las pelotas que salve. Te prometo que ganaremos. ¿Quién saca? - Pregunté para ya empezar.

-S-Seiji... - dijo Tatsuya, habiendo llegado ya a la otra orilla después de su amigo, con los ojos abiertos por la sorpresa y la boca también abierta mientras jadeaba por la fatiga de cruzar tan rápido el lago a nado. - ¿No será que... en realidad... eres... secretamente... un prodigio en la natación...? - preguntó, y luego sacudió la cabeza para eliminar algo del agua que mojaba sus cabellos. Finalmente, tras algo de descanso, caminó para salir del agua. - ¡Bueno! Aquí estamos.

El chico se quedó un rato en el agua pensando en tus palabras; sobretodo porque tu boca abierta indicaba que lo decías en serio -Pues... no lo se... es la primera vez que ganó algo- dijo Seiji pensándolo seriamente. Estaba concentrado dudando de si realmente había encontrado su talento oculto, que se sorprendió cuando Hikaru le tomo por los hombros -"¡Felicidades colega! Tio eres una flecha en el agua... ¡buena carrera!"- le felicito con efusividad, a lo que Seiji se quedó algo rojo, asintiendo agradecido -Gracias Hikaru... la verdad... es que ha molado- término diciendo, sonriendo levemente.

Al final los tres salisteis a tu señal del agua... ahora sin duda estabais refrescados y el calor ya no os afectaba nada. Oisteis llegar a tu padre escuchando el motor de la vespa de tu padre, que os vio contento como habíais llegado antes que el -Que rápidos chicos, felicidades al ganador- dijo mientras sacaba de la cesta lo que parecía ser un paquete pequeño envuelto -Pues bueno. ¿Quien se llevara el premio?- dijo con misterio mientras sostenía el paquete y lo iba tendiendo a los tres.

-El premio se lo lleva Seiji. - dijo Tatsuya, dándole una palmada en la espalda al susodicho para que diese un paso al frente. Sonreía, satisfecho de que su amigo destacase en algo por primera vez. - Nos ha ganado a los dos. - añadió. Tenía curiosidad por saber qué contenía aquel paquete, pero lo justo era que se lo llevase su amigo... aunque esperaba que fuese algo para los tres, realmente.

La chica entendió tu gesto con la cara, y apartó con las piernas su falda del campo, y asintió a tu pregunta -Tranquila prima, las gafas son principalmente para leer... y claro que se jugar ¡vamos a ganar!- dijo la chica con decisión... ¡nada parecía poder apartarla de el libro la victoria!.

Por su lado, Koba y Mei se miraron un poco con miedo de ver tan decidida a Haki... pero después asintieron con una mirada más decidida -"Nosotros también estamos satisfechos tita. ¡Os vamos a machacar!"- término diciendo Koba contento chocandola con su compañera.

Entonces tu madre se colocó a un lado del campo para arbitrar -"¡Pues que comience el partido entre Ueki-Kiseki contra Mitsurugi-Hamashida!".

El hombre no pudo evitar sorprenderse con la revelación de que Seiji había ganado la carrera, sabiendo lo capaces que erais tu y Hikaru. Pero pronto sonrió y le tendió el paquete -Aquí tienes. Abrelo- le dijo mientras que Seiji lo cogía. Al abrirlo había... tres llaveros. Tenían la forma de la primera letra de vuestro nombre: S, T y H. Ante la sorpresa, el hombre no perdió tiempo y avanzó, habiendoos dado antes una toalla para secaros -Seguidme chicos- indicó Ryoga mientras que os llevaba hasta la cabaña abandonada de alquiler de lanchas. Vuestros padres nunca os dejaban acercaros por decir que era peligroso y haber muchas cosas con la que haceros daño... pero no parecía así. De hecho, la cerradura era nuevecita -Como premio Seiji, puedes abrir tu la sorpresa- dijo el hombre mientras dejaba espacio sonriendo. Seiji os miro con cierta expectación y confusión, introduciendo la llave en la cerradura... y al abrirla... los tres flipasteis.

-¿Llaveros con letras occidentales? - preguntó Mitsurugi mientras se secaba con la toalla que le había dado su padre. Por un momento alzó una ceja, incrédulo. ¿Esto es la gran sorpresa? ¿Unos llaveros?, pensó, pero parecía que no iba a ser sólo aquello. Su padre los hizo acercarse a la cabaña abandonada del lago y pidió a Seiji que abriese la puerta con la llave que acababa de recibir. Tatsuya entró junto a los demás en la cabaña abandonada mientras observaba su llavero... y descubrió que aquel lugar no estaba tan abandonado como había creído. - ¿Uh? - murmuró, parpadeando. - ¿Pero esta cabaña no estaba... abandonada? - murmuró después, pronunciando sus pensamientos en voz alta.

Los tres chicos estaban impresionados con la cabaña "abandonada" que no lo estaba tanto -"Es cierto, mi madre me decía que estaba abandonada... y si me acercaba, ella me pillaba y collejón"- añadió Hikaru, mientras que Ryôga se reía bastante satisfecho -Bueno, pues la sorpresa es que no era tan abandonado...- dijo mientras avanzaba hacia el interior de la cabaña dejandoos entrar y maravillaros un poco con la gran estancia que era -Esta cabaña era donde jugábamos yo y los padres de Hikaru de chicos... y también más mayores, cuando a su madre se le ocurrió reformarla- fue explicándoos.

Desde el centro, podíais ver muchas cosas interesantes. Aunque la que más destacaba era una foto de tu padre de pequeño junto a los padres de Hikari y con un hombre mayor, el cual era tu bisabuelo por lo que sabías de él -Cuando empezamos a formar nuestras familias, prometimos trabajar en ella para dejarsela a nuestros hijos cuando tuvieran la edad con la que lo inauguramos... y aquí la tenéis- terminó diciendo con una sonrisa -Es vuestra, para los tres... aunque me debes prometer que cuando Ai cumpla tu edad se lo enseñaras, ¿vale?.

Tu madre te lanzó la pelota a tus manos, para que tu lo cogieras entre tus manos, dando comienzo al partido -¡Vamos Ai! ¡Saca para que te podamos ganar!- te terminó diciendo con una sonrisa confiada.

Agarré el balón con las manos cuando mama me lo pasó mirando sorprendida como nos daba la ventaja de primer saque. Luego mi mirada fue a Meiko la cual miré con tranquilidad para luego expresar el reto en mi cara y mirada la cual parecía echar fuego - Te recuerdo que seguimos empate en nuestras competiciones. Esta vez perderás tu - Me fuí atrás señalando a la parte delantera a Haki.

-Allá voy. - Lancé el balón al aire para coger carrerilla y golpearlo fuerte apuntando a Koba a posta. - Si falla el recibirla será un buen punto directo, si la recibe bien Mei no rematará. Es demasiado arriesgado sin tenerla colocada. - Pensaba al golpear el balón

Tu amiga hinchó los morros -¿Que dices empate si sabes que te he ganado la carrera?- te preguntó Meiko, a quien le habías encendido la llama de la competición -¡Pues ahora tendré que ganarte dos veces hoy para que reconozcas mis victorias! ¡Adelante Koba!- dijo preparándose para la recepción de tu pelota.

Le dirigiste el disparo contra Koba, el cual no se esperaba que empezase por el, por lo que empezó lento y se le escapó el punto -¡Jo Koba! ¡Que esa era fácil!- le dijo la chica a tu primo -¡Vamos, que la próxima vez lo remataremos!- asintió la chica, intentando mentalizar a Ueki para que estuviera más atento.

- Vaya. - Dejó escapar Tatsuya en voz baja mientras se paseaba por el interior de la cabaña observando lo que había allí. Era normal que su padre tuviese un lugar especial en el pueblo en el que se había criado, pero no esperaba que fuese tan asombroso. Por un momento había pensado que las llaves podrían ser de unas motos de agua, y aunque esa idea tan fantasiosa al final no se correspondía con la realidad, tampoco estaba decepcionado con la sorpresa.

- Claro que se la enseñaré. - Respondió a su padre. Siempre y cuando pueda disfrutarla yo solo un tiempo. Pensó, agradeciendo los privilegios de ser el mayor. Heredar las cosas buenas.

No tardó mucho en fijarse en una foto que había en la sala. Se acercó para cogerla y mirar quienes estaban retratados en ella. Reconoció rápidamente a su padre y los que estaban a su lado debían ser los padres de Hikaru de jóvenes. El adulto que estaba a su lado debía ser el bisabuelo de Tatsuya.

- ¿Y qué hacíais aquí para matar el tiempo? - Preguntó girándose hacia su padre, aún con la foto en su mano. Aunque más bien la pregunta era qué cosas podía usar él para divertirse en aquel sitio. Dudaba que tuviesen un ordenador, y si lo tenían debía tener más años que él mismo.

El partido fue intenso, ninguno de los dos equipos quería perder. Tu no querías perder contra Meiko, Meiko no quería perder contra ti, Haki quería conseguir el libro que su tía le había prometido, y Kobayashi... bueno, el intentaba que Meiko no le gritase demasiado.

El partido estuvo reñido hasta el final, momento en el que el último punto decidió de quien era la victoria. Tu madre pegó un pitido marcando el final del partido -¡Piiiiiiiiiii! Y las ganadoras son... ¡Haki y Ai!- terminó diciendo contenta mientras alzaba la mano en dirección de los ganadores. Se acercó a Haki, y le regaló el libro que tanto anhelaba -Espero que lo disfrutes, estoy segura de que la historia no te decepcionará- dijo con una sonrisa agradable mientras Haki cogía el libro y lo abrazaba... no había nada que le gustase más que un libro nuevo al que engancharse -Y todos, ya hayan salido de mi barriga, sean amigas del fruto de mi barriga, o sean fruto de la barriga de la mujer de mi hermano o mi hermana de otra familia... ¡se ganan una ración de galletas y zumo para recuperar energías!- dijo contenta con los brazos en jarra, invitando a todos a dentro para disfrutar de un reconstituyente.

Todos entrasteis en casa. Y al pasar por el salón, la tele de este se encendió... cosa que molestó a tu madre -Ains, este cacharro cada vez funciona peor- dijo mientras se acercaba a apagarlo... al menos hasta que empezó a dar imagen.

Las pantallas se encendieron de golpe, los contenidos de las pantallas tuvieron interferencias,... y poco a poco en la borrosa y glicheada imagen que se estaba retransmitiendo ahora se iba tornando en la imagen de lo que parecía ser un hombre joven enmascarado, vestido de negro y con lo que parecía ser una extraña máscara, que después de uno o dos minutos en silencio, comenzó a hablar con una voz fría y carente de emociones.

¡Shamanes y shamanas del mundo!- empezó diciendo el sujeto -Todos habéis visto mi señal en el cielo, todos sabéis que significa… y aquellos que no lo sepáis yo mismo os lo mostraré ahora- dijo con una seriedad casi robotizada mientras se echaba para detrás y dejaba ver lo que se encontraba al fondo. Lo que veíamos, era a lo que parecía un joven, vestido con kimono rojo y de largos pelos castaños… y un aspecto deplorable, apresado por cientos de cadenas que lo tenían inmovilizados contra una pared de piedra. Tenía toda la cara ensangrentada, los brazos y piernas cubiertos de moretones, y se notaba que a duras penas podía mantener la conciencia mientras trataba de mirar a la cámara desorientado.

Después de aquella dantesca imagen, el enmascarado volvió al plano -¡Yo, Darkmoon, he derrotado a nuestro ahora ex-Shaman King, Hao Asakura! ¡Lo que significa que ahora yo tengo el poder que antes le pertenecía!- sentenció con voz firme y amenazante -Y ese poder… será usado para purgar este mundo de los débiles…- dijo alzando la mano, como si fuera a chasquear los dedos sin llegar a hacerlo -Decidiré quienes serán dignos de sobrevivir con un torneo, respetando la tradición de los shamanes… por lo que espero tener a los shamanes más fuertes contra mi. Quienes luego quieran ir contra en mi presencia… se atendrán a las consecuencias llegado el momento…- terminó de explicar -Mis enviados irán a buscaros... y decidirán si sois dignos. Pero de momento… decid adiós a aquellos sin potencial que no harían más que perder mi tiempo- y chasqueó.

Las pantallas se apagaron de golpe, las conexiones volvieron y los canales recuperaron la emisión… nada sucedió... hasta al cabo de unos segundos. Todos notasteis como una fuerte sacudida os pasaba de largo a gran velocidad, casi al punto de tiraros al suelo.

Entonces, en ese momento... todos visteis como de vuestro grupo, Meiko se desvanecía y parecía caer al suelo. Aunque por suerte, Haki muy rápidamente consiguió echarse bajo ella y cogerla para que no cayera directamente sobre el suelo -"¡Ey chica! Despierta, ¿estas bien?"- dijo intentando espabilar a la rubia deportista, que por mucho que lo intentara no se despertaba.

"El lugar es flipante, ¡asi normal que mi madre no me dejase entrar a verlo!"- exclamó Hikaru contento, mientras entraba en el sitio y miraba las cosas, parándose en la foto que habías cogido. En ella, salian los tres con seis o siete años: al padre de Hikaru le habían pillado asustado de una abeja, tu padre salía con una postura firme posando serio aunque mirando de reojo a la madre de Hikaru, la cual salía descojonandose por haberte puesto los cuernos en la fotografía, y de fondo, tu bisabuelo, con los brazos a la espalda y sonriendo por ver a los niños divertirse.

Tu padre asintió contento cuando le dijiste que la enseñarías, y también vio la foto que teníais, aunque el con nostalgia -Bueno, para divertiros, creo que tu madre compró una vieja videoconsola además de poner tele por satélite... aquí se verán más canales que en nuestra casa del pueblo- dijo riendo tu padre. Entonces, al hablar de la tele, esta se encendió extrañando a todos... hasta que empezó a dar imagen.

Las pantallas se encendieron de golpe, los contenidos de las pantallas tuvieron interferencias,... y poco a poco en la borrosa y glicheada imagen que se estaba retransmitiendo ahora se iba tornando en la imagen de lo que parecía ser un hombre joven enmascarado, vestido de negro y con lo que parecía ser una extraña máscara, que después de uno o dos minutos en silencio, comenzó a hablar con una voz fría y carente de emociones.

¡Shamanes y shamanas del mundo!- empezó diciendo el sujeto -Todos habéis visto mi señal en el cielo, todos sabéis que significa… y aquellos que no lo sepáis yo mismo os lo mostraré ahora- dijo con una seriedad casi robotizada mientras se echaba para detrás y dejaba ver lo que se encontraba al fondo. Lo que veíamos, era a lo que parecía un joven, vestido con kimono rojo y de largos pelos castaños… y un aspecto deplorable, apresado por cientos de cadenas que lo tenían inmovilizados contra una pared de piedra. Tenía toda la cara ensangrentada, los brazos y piernas cubiertos de moretones, y se notaba que a duras penas podía mantener la conciencia mientras trataba de mirar a la cámara desorientado.

Después de aquella dantesca imagen, el enmascarado volvió al plano -¡Yo, Darkmoon, he derrotado a nuestro ahora ex-Shaman King, Hao Asakura! ¡Lo que significa que ahora yo tengo el poder que antes le pertenecía!- sentenció con voz firme y amenazante -Y ese poder… será usado para purgar este mundo de los débiles…- dijo alzando la mano, como si fuera a chasquear los dedos sin llegar a hacerlo -Decidiré quienes serán dignos de sobrevivir con un torneo, respetando la tradición de los shamanes… por lo que espero tener a los shamanes más fuertes contra mi. Quienes luego quieran ir contra en mi presencia… se atendrán a las consecuencias llegado el momento…- terminó de explicar -Mis enviados irán a buscaros... y decidirán si sois dignos. Pero de momento… decid adiós a aquellos sin potencial que no harían más que perder mi tiempo- y chasqueó.

Las pantallas se apagaron de golpe, las conexiones volvieron y los canales recuperaron la emisión… nada sucedió... hasta al cabo de unos segundos. Todos notasteis como una fuerte sacudida os pasaba de largo a gran velocidad, casi al punto de tiraros al suelo.

Entonces, con el chasquido... todos lo aguantasteis menos una persona: tu padre. Hikaru y tu pudisteis coger a tu padre cuando este cayó desmayado, pero os hizo soltar la foto. La cual cayó al suelo, y se rompió el cristal del marco.