Partida Rol por web

Darksowman asintió ante las palabras de la Señora Oscura, dando a entender que todo era parte del plan magnífico que había salido de su cabeza, ahí donde normalmente estaba el cerebro de la gente más no el suyo.

Pues sí su malignicencia. Parecía que estaba todo de lo más controlado. Las ovejas zombies asesinas, que creo que eran autóctonas de Segovia porque parecían un poco fumetas, empezaron a eliminar a todos los esbirros de la payasa.
Ya sólo quedaba entrar en su fortaleza inexpugnable, vease bungalow playero, y apoderarnos de la jojoya que nos había pedido. Un juego de niños vamos.
Pero claro, eso para unos niños. Para nosotros era algo más complicado y más dificil.

Estabamos a punto de colarnos por la puerta principal, con dos cojones, cuando Cocó señaló algo. No sabíamos qué podría ser, pero si era lo suficientemente importante para que le distrajera de una misión encargada por su Ocuridad es que debía merecer la pena echar un vistazo.
La rana empezó a saltar toda nerviosa y señalar a unas frutas algo raras. Digo raras porque nunca he visto frutas que se moviesen solas, aparte de los dibujos animados, pero de serlo estos era para mayores de edad. Porque estaban haciendo unas cosas rarísimas. El horror era tal de lo que enseñaban que me tuve que arrancar los ojos, los botones, un rato para no ver aquella monstruosidad. Por lo que no sé qué pasó a continuación. Supongo que la rana sí.

Al menos las ovejas en cuestión parecía que se lo iban a pasar bien, porque a mí desde luego, cada vez que enviaba a los esbirros a hacer alguna cosa, lo único que me pasaba era que me subía la mala hostia. En fin, quizás a la próxima misión debería ir yo, seguro que la cosa funcionaba, pero... ¿para qué carajo quería esclavos entonces?

- En fin...

Siempre estaba pensando que para que no hicieran nada, al menos podía buscar unos esclavos que fueran guapos, pero luego, siempre terminaba encontrando la misma forralla.

Pensando en todas estas cosas, escuché de pasada eso de la fruta y miré a Cocó cuando el muñeco de nieve dijo que se había arrancado los ojos.

- Eso quiero hacer yo para no veros muchas veces...

- Cocó, espero que al menos hicierais una buena macedonia.

En aquel mismísimo momento, Crapcius, que desde luego estaba resultando ser el menos comunicativo de todos, pareció volverse loco. No sabía qué carajo le pasaba a ese esbirro con las frutas, pero parecía estar totalmente traumatizado.

- ¡NOOOOOOO! ¡MÁS FRUTAS NOOOOO!

Se le había ido totalmente la pinza, pues se puso a darse cabezos contra la pared mientras hablaba como si estuviera poseído:

- Pera, manzana, melocotón, melón, mango, pomelo... - Recitaba de carrerilla todas las frutas de las que se iba acordando.

No iba a consentir aquello, así que hice aparecer un martillo gigante detrás de él y directamente, lo dejé convertido en una pegatina.

- Bien, ahora que hemos recuperado el silencio... Cocó, ¿por dónde íbamos?

- por las frutas mi señora - respondió sumiso y cabizbajo por la pérdida de un compañero. Hubiera guardado un minuto de silencio, pero claro, su señora no iba a permitir silencio ante una preginta.

- La idea de las ovejas parecía buena hasta cierto punto. Pero conllevaban un grave problema, en cuanto nos acercábamos para ir a por el objeto de nuestra misión, ¡nos atacaban a nosotros! Era imposible acercarse, así que cuando los esbirros de la payasa esa estaban acabados, tuve que ingeniar un plan npara distraer a las ovejas zombies. En principio pensé en hacer que las ovejas miraran a aquellas frutas "despellejandose", no acabo de entender por que aquellas frutas quitándose con una sonrisa maliciosa la piel desagradaba tanto a mis compañeros, yo solo quería dar un nuevo objetivo a las locas lanosas esas.

Se encogió de hombros no entendiendo el sistema reproductivo frutal - lo extraño es que se giraron las tornas, resulta que esas frutas también eran zombies o algo así, pues se pusieron a perseguir a las ovejas y las segundas comenzaron a huir, tal vez tuvieran alergia frutal o algo, lo importante es que nos dejaron el camino libre y comenzamos a buscar sin estorbos.

Después de haber visto lo que había hecho Crapcius, el hecho de que unas frutas se pusieran a perseguir a unas ovejas no tendría que haberme sorprendido demasiado, pero la verdad es que era una imagen mental muy muy ridícula.

- ¡Oh mira! ¡Una fresa! ¡Sálvese quien pueda! - Ridículo.

Al menos, todo aquello tenía algo bueno y era que fuera como fuera, absurdamente y todo, se había quedado libre el camino y tenían mi medallón más cerca. Sí, vale, no lo habían traído, pero quería escuchar hasta la última letra del porqué de tanta inutilidad.

- Vale. Entonces fuisteis en aquel momento a por el medallón de comandar esbirros competentes? - Lo que estaba claro que no eran ellos.

En aquel momento me di cuenta de que igual no lo había traído para tener trabajo, pero bueno, los iba a poder a limpiar letrinas por toda la eternidad y además, ya serían esqueletos, fantasmas o cualquier otra cosa que se me ocurriera.

- Todo iba genial, llegamos hasta la sala en la que debía estar el medallón, con una caja fuerte croc de grande como ninguna, por lo menos de medio metro de ancho y largo y diez centímetros de profundidad, la medimos para buscar por internet como abrirla, hasta que caímos en que ninguno tenía internet.

La rana se llevo el anca a la cara, pero no frenó ahí - por suerte o por desgracia la caja estaba abierta, y dentro había la foto de un señor autografiada y con una dedicatoria que decía... - la rana sacó una foto del bolsillo de su flotador y leyó textualmente - "como me pedistes te he ayudado a robar el medallón, como el trato decía que a cambio podía quedarme lo que hubiera en la caja fuerte, me quedo también el medallón, suerte en tu desventura Karumune".

Cocó le acercó la foto dedicada a su señora - al parecer se trataba del rey de los ladrones, y tomó el pelo descaradamente a Date, aquel problema nos complicó muchísimo la misión, y lo único bueno que sacamos era que la payada ya no disponía de él.

Al escuchar aquello de que ninguno tenía internet, estuve a punto de preguntar cómo se podía ser tan de las cavernas como ellos, pero luego quise imaginarme que en aquel lugar no habría cobertura o lo que fuera.

Escuché las explicaciones del Cocó, pero claro, cuando después escuché a quién mencionaba mis ojos se posaron en Date al instante.

- Así que conocías a ese tipo ¿no? Interesante. - Fue todo lo que dije mientras duda en arrancarle la cabeza o dejársela pegada al cuerpo un ratillo más.

- Más te vale que me expliques a qué venía esa nota y quién era ese soplagaitas de la coronita de Barbie...

Y así, pasé olímpicamente de la rana para centrarme en Date y en aquel giro de la historia que no me había gustado un pelo.

Eso. ¿Qué anda haciendo Date?

Pues no sabemos exactamente el qué. Solamente sabemos que estaba sentado de rodillas frente a la estampita de Crapcius. ¿Le estaría rezando?

-POOR Crapicius. Tenías un cierto aire a uno de los aliados del malvado Oni Akumaga, Toyotomi Hidegunoru. Pero me resultaste un PARTNER respetable. Lamento igualmente que hayas muerto en el DISHONOR por haberte dejado llevar por tu COWARDNESS.

Pero el luto por un mono cabeza-hueca llegó a su fin cuando salió otra pedazo de metedura de pata del Daimyo este del tres al cuarto.

-El ladrón... DAMN IT. Discúlpeme por no haber sido yo quien confesase este error, MY AWESOME YET RUTLESS MISTRESS. Sé que no resultará creíble pero... De veras creí que dicho ladrón era de fiar. Me hizo creer que era un antiguo conocido del mundo del que vengo: El mismísimo Ishikawa Koborudomon, el rey de los ladrones de Gobin-Moto, que apunto estuvo de robarle al mismísimo Oni Akumaga pero acabó escaldado. De hecho, tengo RECORDED la conversación que tuve con él.

Y haciendo un uso sorprendente de su conocimiento sobre tecnologías de la información, hizo sonar parte de dicha conversación.

-Grabación movil: Sí, Sí, Yo Boris amigo tuyo, digooo, Ichigaga Cojoludomon ese mariquita. Sí, sí. Yo amigo tuyo siempre. Yo robar Payasa esa y luego follar. Porque yo muy machote y ligarme todas tías, Sí, sí. Yo Rey de los Ladrones sí. Tú creerme ¿Sí amigo? Tú tranquilo. Nosotros buen negocio porque amigos ¿Sí? Tú dar señal y yo robar. No problema, todo salir bien porque amigo tuyo ¿Sí?

Yyyyy tras sonar semejante mamarrachada se guardó el móvil.

-MY PLAN era que El Rey de los Ladrones actuase como LAST RESORT y nos robase el Medallón en caso de que nos fuese COMPLETELY IMPOSSIBLE reclamar el artefacto... BUT SADLY, HE FOOLED ME. Actuó sin que yo le dijese nada y lo tomó antes que nosotros. Si MY HIGHNESS cree que merezco ser castigado por tal error con una muerte igual que la que le dio a mi fiel Katakura Cocodrilo o la que le dio a Crapcius IT'S FINE. MY LIFE BELONGS TO YOU MY MISTRESS. Morir a sus manos limpiará el deshonor de mis errores.

... Y después de echarse un farol enorme (¿No lo dice en serio verdad? ¡Es un goblin! ¡Ni de coña puede tener semejante mentalidad de samurai el andoba este!) añadió un comentario más.

-Ah cierto. THE REASON por la que no teníamos Internet es que ninguno habíamos contratado tarifa. Por lo que estuvimos intentando robarle el Wi-Fi a THE CLOWN-SHE sin éxito.

Cocó miró al suelo, no le parecía que hubiera justificado su error, más ese no era el más importante...

- Disculpadme mi señora, pero no entendí del todo el método que utilizó para enmendar dicho error, puede que me equivo1ue, pero destruir el mundo podría causar ligeros problemas a su eminencia oscura. Cuando se dio cuenta del engaño dijo algo como "que ya no había solución, y que no moriría solo, así que contrató a un gato psicópata para que disparara tropecientos misiles nucleares por todo el mundo. Que por suerte, creo que olvidó de armar.

El ataque felino prometía ser increíble, y serían sus primeros y últimos fuegos artificiales de ese calibre, y eso de que algo fuera primera y última no molaba, por lo que se alegraba del fallo.

- gritó algo así como "CATATTACK" y aquel gato psicópata lanzó los misiles con un simple gesto de pata, como si fuera el dueño villano más malo y preciso de la historia, mientras que en realidad era un simple mandado que hasta se volvió inútil tras su deplorable actuación psigatopatuna o como se llame a los gatos psicópatas...

Definitivamente me había perdido entre tantas explicaciones. Pude comprender eso del ladrón, aunque bueno, para eso lo hubiera mandado yo y me los hubiera ahorrado a ellos ¿no? Eso sí, no me gustó un pelo esa forma en la que Date se estaba disculpando, pues seguro que si se estaba disculpando por ello, debajo habría trescientas cosas más por las que tendrían que pedir disculpas.

- ¿Para qué querías a ese gato? - Necesitaba la explicación sobre esto, pues la verdad es que me habían dejado totalmente descolocada con los del gato lanzador de misiles. Cualquiera aguantaba al gato en cuestión como quisiera afilarse las uñas...

Por supuesto que no me gustaba absolutamente nada que intentaran destruir lo que sólo tenía derecho a destruir yo, por lo que como el felino en cuestión hubiera ocasionado algún destrozo y siguiera vivo, se las iba a tener que ver conmigo. Le iba a buscar una playa desierta y a retenerlo en ella, así tendrá arenero incluido.

En ese momento me vino a la cabeza una isla sobre la que había leído:

Sí, esa isla sería el mejor lugar para que un gato durara 0.02 segundos siendo generosa.

- Dame una buena explicación o te puedo asegurar que te va a esperar el mismo final que tengo pensado para ese gato... ¿sigue vivo?

Y cuando tuvo la oportunidad de hablar...

-DAMN YOU! TREACHEROUS FROG!!!

... Le puso un churro playero en la garganta a Coco. Uh, mazo amenazante. Me hacen eso a mí y se me ponen los pelos como escarpias, oiga...

-No necesito que expliques esa parte, y mucho menos de esa manera tan tergiversada... ANYWAY, THE TRUTH WILL PREVAIL.

Así que "enfundó" el churro y siguió explicando... Aunque no parecía tenerlas todas con él...

-WELL, YOU SEE MY HIGHNESS... Me temo que mi CATATTACK!!! sigue con vida... En su momento fue una de mis unidades especiales en mis tiempos de daimyo. Pero que en contra de lo que dice Coco no lo usé para causar caos y destrucción arbitrarios. Lo hice para que eliminase al tal Rey de los Ladrones con la mayor efectividad posible. Comprendo que le parezca un completo OVERKILL y que hice correr peligro al medallón. Pero era lo mejor que podía hacer y si no lo iba a tener usted entonces era mejor que no lo tuviese nadie. Y de hecho sus misiles iban directos al traicionero ladrón... Pero se salvó por culpa de alguien que ya ha pagado por su fallo: Crapcius apareció con un SPORTS CAR pintado de rojo, blanco y mucho azul y paró delante del traicionero ladrón. Los misiles de mi CATATTACK!!! cayeron de pleno en dicho coche y... De alguna forma, ni le arañaron la pintura. Era como si estuviese hecho de un metal especial... ¡Y encima Crapcius le dejó montar en los asientos de pasajero! Entonces creí que se debió a que Crapcius estaba histérico por culpa de THE NUDIST FRUITS pero... Empiezo a preguntarme si no estaría compinchado con alguien... Lo único que pude oír cuando se Crapcius se dio a la fuga junto al ladrón fue... Alguien... Eructando... No... Era alguien croando...

Y haciéndose el dramático, dejó a todos en vilo mientras se giraba de nuevo a Coco. Y entonces volvió a desenvainar el churro en dirección de este, de gratis.

-YOU BASTARD TOAD! ¡Por eso el ladrón se subió al asiento de pasajeros! ¡Tú estabas en el de co-piloto! Claro. No quise decir nada pero... ¡Por eso Crapcius me pasó el contacto del ladrón! ¡Estabais compinchados para traicionar a HIS HIGHNESS! GODDAMN IT YOU FUCKING FROOOOOG!!! MY HIGHNESS! ¡Déjeme que ejecute a este traidor aquí y ahora para que no tenga que mancharse con su deplorable sangre!

- Espera, espera, espera... - Dije cuando Date terminó de hablar, pues había partes en aquella narración con las que no estaba demasiado contenta. - ¿Qué es eso de que si yo no tengo el medallón es mejor destruirlo para que no lo tenga nadie...? - Yo no había dado esa orden y estaba claro que estos esbirros hacían lo que les daba la gana.

- ¿Y se puede saber de dónde sacaste esa brillante idea? Porque vamos, si lo tiene otro Señor Oscuro siempre se lo puedo robar, o arrancárselo de su cadáver, pero si lo destruyes...

Ya estaba un poco harta de que este grupo de esbirros pensara más de lo que actuara y encima, pensando en cosas que ni siquiera tenía que pensar, por lo que iba a empezar a repartir lecciones, pues increíblemente, había mostrado una paciencia increíble hasta ese mismo momento.

Me parecía que le habían gustado los gatos, así que le saqué unos pequeños seres peculiares, tal que así:

Aparecieron como una docena a su alrededor, pues eran muy pequeños, pero antes de que se diera cuenta, todos saltaban encima de Date intentando arrancarle un cacho de carne.

Así, Para cuando terminaron con él, le faltaban algunos cachos y lo habían dejado un poco arañado.

- Seguro que así la próxima vez te ciñes a la misión... - Pensé satisfecha.

Claro que el resto de las palabras del goblin las había escuchado así que centré mi atención en la rana, quien por un momento estuve pensando en convertir también en comida para mis animalitos.

- Cocó... ni qué decir tiene que como la explicación de esto no sea buena, no vas a salir de aquí entero. - Me haría una brocheta de rana.

Cocó asintió a su señora - tal como le decía mi eminencia, creí que aquellos misiles estaban armados y tuve que robar haciéndole el puente al único coche que creí que podía aguantar aquel ataque, tal vez si me hacía pasar por su salvador podría acercarme lo suficiente como para robarle el amuleto yo a él. Fue duro, porque tuve que depender de Crapcius para conducir, pero por suerte colaboró conmigo sin rehusarse. Juntó las ancas como un rezo por Crapcius - lamentablemente cuando dejé al ladrón amordazado y atado con la única cubierta de unos píxeles en los que ponía "censured", vi desanimado como el medallón no estaba entre sus posesiones, y con saliva batracia en mano, le di unas cuantas ostias hasta que con su cara ligeramente más hinchada que la mía aceptó confesar el lugar en el que había dejado el medallón. Al parecer se lo había vendido a una secta que quería invocar a un poderoso demonio a cambio de que le dejaran participar en su próximo aquelarre de todo el mundo sin píxeles de censored, por lo que tuve que salivar unas cuantas ostias venenosas más hasta que nos dijera donde estaba esa secta. - cuando sin ser capaz de ver confundió a Crapcius con "su mamá" nos lo dijo todo, estaría orgullosa de nuestro excompañero mi señora, tras tener todos los datos, atropelló adelante y hacia atrás al ladrón por llamarle "mami", y después eliminó las pruebas dándose cuenta que el freno se había estropeado y dejándolo caer con ladrón incluido por un barranco. Tras ello nos pusimos todos en camino hacia el bosque playerito en el que se supone que estaba la secta esa.

Los demás esbirros no dijeron nada. Así que deduje que aquello que contaba la rana había sucedido de aquella manera, aunque era una especie de historia tierna y a la vez un poco sádica.

- Bien. ¿Entonces encontrasteis a aquella secta?

Imaginaba que localizar algo así no podía ser tan difícil ¿no? Aunque bueno, seamos sinceros, sabiendo lo que eran mis esbirros, podían perder una ciudad delante de sus narices.

Me quedé pensando en que una vez vi una película en la que había una secta que vivía en una mansión tipo Beberly Hills, pero claro, seguro que los que encontraban estos eran más un poblado de amish o algo por el estilo.

Cocó pensó en lo ocurrido, aquel humilló tenía algo raro y le nubló los recuerdos referentes a la secta.

- fue fácil de localizar mi señora, estaban cerca, aunque más que bosque era una pequeña arboleda a pie de playa, ahí había un grupo rodeado de humo, con un montón de velas susurrando algo como "peace and love peace and love y a invocar al devoradooor tioooo", yo no domino esos modismos comunes de los que se creen jóvenes de hoy en día, pero estaban muy raros todos, tanto que por el simple hecho de acercarnos, era como si nos multiplicáramos, y veía 4 Crapcius, 4 darksnowman y 4 date, ellos decían que habían también cuatro Cocó, pero se debían esconder de mi los otros tres puesto que yo no los veía, además ya eran muchos reunidos en aquel lugar, pero encima llegaron unas tres veces las personas que ya habían, todos con sus felices cuatrillizos, pidiendo a un tal devorador que apareciera y devorara a los impuros y que les diera más pasta, sexo, alcohol y drogas. Incluso llegué a creer que me habían metido algo raro en la bebida, pero como no recordaba haber bebido nada, supuse que eran imaginaciones mías.

Cocó se restregaba los ojos solo con pensar en aquello, pero siguió contando sobre aquella poderosísima secta - mi señora eran una secta tan poderosa, que incluso crearon otros tres amuletos como el que usted nos pedía, y si soy sincero, pensé que sería fácil, me acerqué y fui a cogerlo, pero uno tras otro se desvanecían ante mí, como si fueran hologramas eran imposibles de sujetar, la gente alrededor solo reía y yo cada vez entendía menos que pasaba allí.

Había sido un auténtico horror para una rana que no sabía lo que eran las drogas, más allá de lo que había escuchado en la televisión - para mi alivio, Darksnowman riendo me dijo que el sabía cual de los cuatro era el auténtico y que lo cogería él, pero después de una hora seguía riendo intentando coger los hologramas.

- Lelos y drogados. - Vamos que esto cada vez se ponía más interesante, aunque fuera más interesante para el bando contrario, que al menos, se debieron reír con esta panda de esbirros incompetentes.

- ¡Qué he hecho yo para merecerme esto!

Así, volví la vista hacia el muñeco de nieve, que como precisamente era de nieve, era de lo más inexpresivo.

- Bien. ¿Qué paso después de esa hora perdiendo el tiempo?

No es que estuviera demasiado contenta con eso, pero bueno, aún me duraba el contento en el cuerpo después de haber podido torturar un poco a mis esbirros. Eso sí, como bien sabían ellos, aquello no duraría demasiado.

Lo cierto es que Darksnowman tenía pocos recuerdos de aquella parada en particular. Tan solo la neblina extraña que había en aquella arboleda, y debía ser muy muy extraña para que le afectase a alguien con su robusta constitución. Constitución debida a una buena dieta como se podía comprobar fácilmente.

Verá usted su malignificencia. Es cierto que tuvimos que seguir a la rana a aquel lugar tan extraño, aunque lo de invocar al devorador me parecía a mi que más bien llamaban a su repartidor favorito del TeleDonaldsHat. Y no usaban precisamente un teléfono, creo que lo intentaban con señales de humo. Y que éstas se les fue de las manos.

El caso es que allí estábamos colocándonos, porque había poco sitio para observar y había que sentarse bien. Y como dice el batracio calvo estuve tratando de coger el medallón un buen rato, pero es que estaba al lado del fuego del ritual ese, y claro cada vez que lo intentaba se me derretía la mano y la quitaba. Así que tuve que esperar a que se apagara el fuego para cogerlo.

Y así fue. Una vez apagado logré coger el medallon , lo que al darle la vuelta vi que ponía por detrás "Bazar Taupei, 1 Leuro". Y me sospeché algo raro. Allí había algo que olía a chamusquina, y no era el tipo que habían sacrificado antes. Me parecía que era una falsificación.

Despues de la explicación se quedó callado. Como si no hiciera falta añadir nada más.