Partida Rol por web

Aunque se podría decir que al viejo detective ya era un experto en ese infierno, el oscuro lugar aún conseguía sorprenderle.

-Sally yo…

¿Cómo le podía explicar que estaba muerta? Si es que era realmente ella, y no una retorcida sombra de las que el mal moldeaba en silent hill constantemente. Aunque no podía arriesgarse a actuar de mala manera contra ella, si cabía la posibilidad de que fuera la real, no se merecia eso.

-Sally, estas personas son…amigos. Están atrapados aquí, cómo nosotros. Lo único que quieren es salir de aquí. Ya no estamos en el automóvil –no sabía cómo decírselo- ni podemos volver a casa. ¿No te acuerdas? Hubo…discutimos en el coche, la furia me cegó y hubo un accidente… lo siento mucho.

¿Pero seguro que no era el lugar oscuro que le estaba jugando una mala pasado otra vez? Eso ya lo habían hablado.

-Pero de esto ya hablamos, ¿no te acuerdas? Hace tiempo, en Bar Harbour, te lo explique todo y tú lo entendiste… y me perdonaste.

Sophie miraba a los tres indiviudos que parecían estar encadenados con cierta aprensión, no se fiaba de nada de lo que aparecía en ese sitio y menos después de haber visto como el padre de Jane se había precipitado al vacío, podía ser perfectamente una trampa, por lo que se concentró en observar desde su posición.

-¡Si, claro que tengo una y bastante grande!¡No te jode!

Ante ese comentario, Sophie que era una chica de bien no pudo evitar sonrojarse hasta que las orejas le ardieron, sin embargo tenía tanto miedo que prefirió mantenerse aferrada al brazo del deslenguado.

-¿Cabeza de pirámide? je, je, je, me hubiera gustado ver eso...

- Yo creo... que no te hubiera gustado- le contesto en un tono igualmente bajo- creo que es una especie de monstruo... como todo lo que hay en este sitio.

creo que es una especie de monstruo... como todo lo que hay en este sitio.

-Bueno, no todo son monstruos- Respondió a sophie con una extraña mirada que mezclaba ternura y lujuria, esperaba que la chica tomara eso como un rebuscado piropo.

James se dirigió a si viña pasando si mano sobre el hombro de la muchacha.

-Será menor intentar salir de aquí antes de nada. Jules hija, ¿crees que serias capaz de libres a Sarah de los grilletes con tu katana sin causarle daño?

Sara asintió a James, intentando buscar el punto más débil de la cadena para decírseloa la joven, sin embargo no hizo falta, ya que la habilidad con la espada de ella era superior a cualquier otra que hubiese visto antes. En menos de lo que pudo advertir, Jules ya la había liberado de la pared que la retenía y Sara ya podía moverse con libertad. Asintió a la joven a modo de agradecimiento y dio unos pasos tambaleantes... Cuánto hacía que no caminaba? Flexionó las piernas, se estiró un poco y continuó mirando fijamente a Sally, intentando averiguar sus intenciones pero avanzando hacia ella lentamente, paso a paso. Por alguna razón, aquella chica perdida, aunque la asustaba al mismo tiempo, le hacía sentir triste, tenía ganas de consolarla, de... Abrazarla.

- Puedo intentarlo Padre. -  responde al acercarse, sin saber a ciencia cierta si el acero de su katana puede cortar las cadenas. 

Y tras acomodarse calculando el espacio que le permita desenvolverse con soltura, le indica a Sara que se mantenga en su lugar sin moverse, cuestión de ser contraria podría rebanarle la pierna muy rápidamente. Así que tras realizar un corto, pero limpio movimiento de Katana, Jules intenta eliminar de las ataduras a la madre de su hermana. 

Cuando Jules finalmente liberó a mi madre, esta se levantó y empezó a andar… hacia alguien de cuya presencia no me había percatado hasta ahora, centrada como estaba en la aparición… o resurrección más bien de Sara y Harry. La mujer me resultaba familiar, tanto, que tardé unos segundos en percatarme del motivo.

Era como Sara, como mi madre, solo que más joven, como cuando ella era tan solo una simple niña… aunque no sabía si era igual o solo parecida. ¿Quién era? ¿De dónde había aparecido? No lo sabía, pero en aquel lugar, todo, o casi todo, me inspiraba desconfianza… sin embargo, estaba demasiado débil como para levantarme y evitar que mi madre se acercarse a ella.

¿Mama?- dije, intentando agarrarla del brazo para intentar detenerla -¿Qué pasa? ¿Quién es esa?- le pregunté con la voz cargada de una evidente mezcla de cansancio, dolor y debilidad… así como de miedo.

Examinar a Sally provoca en Sara una oleada de sentimientos ajenos, que desconoce por el simple motivo de no ser propios de ella. Los años anteriores a la isla, a Bar Harbor, son un misterio para la ama de casa y madre de Jane. Incluso Harry en todos estos años poco se ha pronunciado al respecto y Sara decidió llenar su vida con las cosas que vivieron a lo largo de los años sin mirar atrás.

Puede ser un cliché típico pero en el caso de Harry y Sara es por razones de fuerza mayor.

Ahora, con Sally frente a ella, Sara advierte un vórtice, un agujero negro, algo dentro de ella que succiona toda su vida familiar, volviendo sus recuerdos en hojas marchitas de otoño.

Entonces las memorias reales comienzan a cubrir las de Sara, dejando noches de peleas hogareñas, alcohol y engaños, mentiras y emociones que distan de todo lo que Sara recuerda.

Incluso Sally, por muy irreal que sea, es tan autentica como Sara en este momento...

Sally al escuchar las palabras de Harry por un momento parece comprender y aceptar con resignación su destino, sea cual sea.

Los demás son simples participes, poco mas que testigos de algo que jamas podría suceder pero que aquí, en el pueblo maldito, todo es posible. Incluso las peores pesadillas y todo lo que ninguno desea afrontar. Ella se acerca más y más al investigador. Cada palabras es un imán para su destruida mente.

- ¿Accidente, cual accidente? - la pregunta con fuerza de negación es decorada por lagrimas en Sally, quien aprieta con fuerza sus puños al intentar mantener dentro suyo algo poderoso a punto de estallar. Algo que ni las pastillas para dormir ni la bebida pudo calmar en su debido momento.

- ¿Que hablamos y te perdone? ¿Como podría hacer eso, luego de tantas noches de...? ¡Como podría! ¡Nunca! ¡Jamas! ¡Jamas! - responde alzando la voz y tirando con fuerza de las ropas de Harry cuando las lagrimas de la mujer comienzan a bajar raudamente por sus mejillas.

En un principio el leve sonido de la radio, y su chillido sin sintonía aparente, es acallado por los gritos y llanto de la mujer, solo pudiendo ser percibido por Trevor y Sophie.

Al principio parecía que las palabras del detective estaban calmando a su ex mujer. Harry se alegraba, ella no se merecía sufrir más, su intención no era hacerle más daño.

Pero de repente Sally le empezó a tirar con rabia de la ropa, diciendo que no recordaba esa conversación y que no le perdonaba. ¿Cómo podía no recordarlo? Gracias a eso Harry consiguió salir de Bar Harbour. Cuando asumió su pecado, cuando lo reconoció delante de ella, aceptando el castigo que ella quisiera darle fue cuando sintió una paz interior. Más aún cuando ella acepto sus palabras y le perdono. Eso le dio la fuerza para saber que su mujer por fin descansaba en paz y que él podía seguir adelante.

¿Entonces como es que ella no lo recordaba?

Esa no era la Sally que él conocía, este lugar volvía a jugar con él. Entonces le apreció escuchar el sonido de la radio, era leve y con los llantos de Sally casi no se escuchaba. Pero Harry se había acostumbrado a aquella radio, y sobre todo a hacerle caso cuando sonaba.

Eso significaba una cosa, peligro.

Así que Harry se separó de Sally y fue andando de espaldas hasta juntarse con su Mujer e hija, su familia.

-Lo siento Sally…

Dijo mientras ponía todos sus sentidos en acción, como buen policía, atento a los acontecimientos.

Sophie, que no sabía de que iba el cuento y algo confundida por la mirada que le había echado Trevor, incapaz de interpretarla... se quedó paralizada unos segundos cuando le pareció escuchar un sonido proveniente de la mochila de Trevor...

- Esa... esa mochila- le dijo al hombre- era de Steve... ¿Donde la has encontrado?... ¿es la radio lo que suena?- se quedó blanca como la cera, consciente de lo que eso podía significar, visiblemente alterada.

James observaba la escena con deteminimiento intentando encontrar una lógica. Tenía la sensación de que aquel sitio estaba poniendo a prueba a Harry y que, o bien Sarah o bien esa tal Sally, que parecía ser su hermana, no eran lo que parecían. Y que Harry debería escoger cuál era la verdadera. Aún cuando supiese que Sarah había muerto hace apenas unas horas, sabía que en aquel lugar la vida y la muerte eran relativas y acabó por decidir que era Sally la impostora.

Parecía que Harry se había dado cuenta de lo que sucedía y había elegido, seguún James pensaba, correctamente.

Se acercó a Sarah mientras Harry discutía con Sally

-¿Cómo se encuentra?-dijo en voz baja-.

Ante las palabras de Harry, aquella mujer, tan parecida a como era mi madre años atrás, se iba alterando cada vez más, gritando y tirando de las ropas de este, el cual, en lugar de intentar calmarla o detenerla, simplemente se separó de ella para acercarse hasta donde mi madre y yo estábamos… mi madre, que parecía haberse detenido, tal vez por mi desesperado agarre, o tal vez por la actitud que aquella mujer mostraba.

¿Mamá?- repetí, tirando de ella débilmente a causa de las escasas fuerzas que tenía en aquel momento -¿Quién es esa mujer?- le volví a preguntar -¿Qué está pasando?- añadí, esta vez dirigiéndome a todos, pues por si no fuese suficiente con aquella mujer, ahora Sophie decía algo de una mochila… o una radio, y fuese lo que fuese, en aquel lugar no podía ser nada bueno.

Mamá… pa… Harry…- dije, casi llamando papá a Harry de lo alterada que estaba por su regreso -Tenemos que irnos… tenemos que volver… a casa- les dije. Era lo único de lo que estaba segura, aquella isla, los monstruos, la niña que los había recibido… ahora que había recuperado a mi familia, nada de eso me importaba. Tenían que alejarse de aquello antes de que los volviese a perder.

Jules sigue sin confiar en aquella copia de Sara, no cuando el mismo Silent Hill ofrece un círculo tóxico de redención, uno que en el que todos caen sin redención ni perdón. Cuestión que a la rubia le preocupa al ver como Harry se enfrenta a su otra cara de la situación, al igual que su hermana mientras guarda su katana y se mantiene a un costado de toda la situación, vigilando los alrededores por si aparece alguien. 

- Padre. ¿Por dónde avanzamos? -  pregunta directamente, ya con toda la intención de seguir el camino. 

Trevor sacó la radio al oír que estaba emitiendo algo. Al tenerla entre sus manos oyó a Sophie preguntando pero no la escuchaba por un momento se concentró en el pequeño aparato y giro las ruedecillas buscando alguna señal.

Miró a Sophie que tenía gesto preocupado.

-Disculpa ¿que?, ¡ah!, pues estaba ahí atrás tirada.- Contestó a la chica sin darle mas importancia.

- Padre. ¿Por dónde avanzamos? -  pregunta directamente,

Lo cierto es que ya llevaban ahí parados bastante rato, Trevor quería salir de ahí cuanto antes, además, si no se ponían en movimiento podrían recibir otro ataque.

Miró a los lados buscando un camino, tratando de orientarse y pensar hacia donde seguir.

-¡Cierto! estoy conmovido por el bonito encuentro familiar pero será mejor que sigamos moviéndonos.- Miró al viejo a quien había tomado por el cabecilla esperando que estuviera también de acuerdo.

Sophie desesperada al ver que Trevor no le hacía ni caso, lo agarró nuevamente por el brazo con un evidente inicio de ansiedad.

- La radio... La radio suena cuando los monstruos vienen... - la respiración de la pelirroja se aceleró mientras miraba al del mostacho con angustia y temor- Tenemos que irnos... - comenzó a agitar las manos como si quisiera aplaudir pero no pudiera- Jo... Jo... ¡JOPETAS! -era su mayor insulto, no estaba acostumbrada a decir tacos- Los monstruos... ¡Vienen los monstruos! - esta vez se dirigió a todos elevando la voz, no quería ni pensar lo que se les podía venir encima

La radio continua en su tarea espeluznante, sonando cada vez más alto hasta alcanzar el mismo volumen que en la estación gasolinera cuando Harry y James dieron lucha contra el monstruo que torturaba al dependiente de la tienda.

Y no es para menos cuando Harry se aleja de Sally. En ese momento el sufrimiento de la difunta mujer se hace presente cuando la misma comienza a sufrir espasmos hasta caer de rodillas y comenzar a vomitar litros y litros de agua, la misma agua y algas de su lecho de muerte cuando buscando respirar solo obtuvo el terrible liquido que la llevo a la muerte luego que el automóvil se perdió por el barranco.

Finalmente los espasmos se convierten en temblores imposibles de controlar que acaban en brutales golpes procedentes desde su interior. El horrendo espectáculo es decorado por retazos de Sally, arrojados por esa fuerza invisible hacia todos lados.

Sangre, huesos y trozos de carne son la alfonbra de bienvenida para el renacimiento de Sally, aquella que una vez murió y ahora vuelve por venganza, a diferencia de Sara que representa la parte superada del Harry de antaño.

- Haaarryyyy…- aúlla la nueva manifestación de Sally, repleta de indescriptible odio.

Su apariencia, libre de toda humanidad, es de una criatura despellejada, con la mayoría de sus huesos fracturados y expuestos, que se mueve sobre sus extremidades quebradas, generando horripilantes sonidos de huesos partidos al moverse. Sus brazos y piernas se han estirado, acabando en pezuñas y filosas garras junto a otro par adicional de afilados brazos.

- Haaarryyyy…- vocifera nuevamente al avanzar hacia los Slaughter.

James acariciaba el gatillo de su revólver mientras esperaba a ver cómo se desarrollaba la escena. Harry y Sally se miraban. Sarah no contestaba. Y algo en el ambiente, le advertía del peligro erizándole los pelos de la nuca. 

Ni los sollozos de Jane, ni las dudas de Jules, ni la perorata de Trevor consiguieron distraerlo. Quizá fue por aquello, porque ya se lo esperaba, porque ya había visto cómo actuaban aquellas cosas y porque siempre había tenido una alta capacidad para controlar sus instintos, que ver "cambiar" a Sally en "aquello" no le cogió por sorpresa. Se diría incluso que apenas le había afectado, aunque ver algo semejante a aquello necesariamente tenía que afectar a cualquiera que estuviese en su sano juicio. Quizá esa y no otra era la cuestión. 

-¿Y quién dice que no estamos avanzando?-dijo James levantando el arma para abrir fuego sobre la criatura. 

Aquello ya era demasiado... y mira que lo había estado viendo venir... bueno lo de que al tía rara sin gusto ninguno por la moda, se fuera a convertir en bicho, no... pero que iba a salir algo muy feo si. Pero la abominación era tan espeluznante y tan... asquerosa, que la pelirroja no pudo evitar hacer un sólo de DO cinco tonos elevados o diez, el caso es que en chillidos se estaba haciendo una experta.

- ¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!- gritó parapetándose detrás de Trevor como si se estuviera haciendo pis deseosa de salir por patas de allí

Sally...

¿Cuantas veces iba a verla morir?

Por suerte los instintos de detective no le fallaron y ya tenía el revolver en la mano preparado para disparar cuando esta empezó  cambiar. Se veía tentado a dedicarle unas palabras pero no lo hizo, esa no era Sally. Sally había muerto hacía mucho tiempo ya. Este lugar podía ser de lo más cruel.

Apretó el gatillo, mientras se ponía delante de su familia.