Partida Rol por web

Por fin dejaban atrás toda esa locura de monstruos salidos de las peores pesadillas y de ese hospital infernal. Harry casi empezaba a relajarse de copiloto.

Sara...esa mujer era tan parecida a Sally...espero que este bien me gustaría preguntarle tantas cosas...Cuando de repente un golpe en el crista le devuelve a la realidad. Escucha blasfemar al conductor. Harry se gira rápidamente para ver una araña gigante enganchada en el cristal de atrás. Espacio cerrado, luger mejor que tommy, piensa mientras saca la pistola. Pero con las tres personas de atrás, le es imposible tener un blanco claro.

-Vamos chicos! Sáquenla del coche! Harry! Tome!- Dice pasandole la Luger.

Evelyn se estaba empezando a relajar, empezaba a ir todo bien. Habian entrado al coche y habian escapado. Apoyó la cabeza en el metal, intentando apaciguar su terror y el dolor de sus hombros, con brazos que le costaba horriblemente mover. Se sentia de nuevo sucia y pegajosa por la sangre que la recorria. Pero la paz no estaba con ellos. El vapor y el humo del coche inundó todo, habian sido dañados y para colmo, un golpe pesado sonó en la parte de atrás del coche. No quiso voltearse a mirar lo que era, suficiente tuvo con los rostros de terror de sus compañeros. Se escurrio del asiento, acurrucandose en la parte de los pies, entre el sofá de delante y donde estaba sentada, abrazandose a si misma, llevada por el terror. - Por favor... no quiero morir, no quiero... - lo susurró para si misma, comenzando a rezar, pese a que nunca habia sido una verdadera creyente. Dejo su espacio libre para que el que tuviera la pistola pudiera disparar desde delante o detrás, escondida contra el asiento del Harry delantero. No habia orgullo, no habia valor. Estaba siendo reducida puñalada a puñalada a una version mucho mas humana de ella misma. ¿Pero, seria suficiente?

¡Mierda! Gritó Harry sobresaltado por la araña. Al mirarla, frunció el ceño. Cuando fue a girarse hacia su tocayo, éste ya le estaba pasando una pistola... Una Luger. En fin, también mataría.

Insecticida en cápsulas, bicharraco.

El traqueteo del coche hace saltar al soldado en el asiento, pero finalmente logra apuntarle a la cara a la criatura. Si va a romper el cristal, que al menos sea para matarla, no para dejarla herida y que entre...

James coge de nuevo su barra de hierro. A pesar de que está temblando por el estrés y el horror que le genera la situación. Es consciente que su mejor oportunidad es atacar cuando la araña haya roto el cristal por completo, cosa que sabe, no tardará en ocurrir, con lo que se queda esperando a que llegue el momento para intentar ensartarla, visto que con los otros bichos le funcionó bien.

Harry dispara con el arma germana justo cuando Krebs golpea una figura humanoide que había salido de la nada. La niebla hacia de las suyas y el peligro era evidente.

El proyectil además de dar en el blanco hace algo más. El agujero de bala termina de de agrietar el vidrio trasero del Vauxhall para que la aberración arácnida terminase el trabajo. Por si fuera poco el disparo dentro del coche deja a todos un poco aturdidos, con el clásico zumbido en los oídos.

Con un agujero lo suficientemente grande para que la Viuda Gris entrase, primero ataca a los ocupantes del automóvil con su escupitajo acido emanado de sus horripilantes fauces. El chorro de inmundicia golpea el asiento del acompañante de Krebs, que de inmediato comienza a burbujear y deshacerse.

Los Pecadores deberán hacer algo pronto antes que el monstruo ingrese al vehículo y los devore sin piedad.

Evelyn grita cuando aquella cosa finalmente tiene la via libre para pasar. Y no hace sino escupir un chorro extraño hacia el asiento del copiloto, estando ella escondida en el suelo del coche entre los de los asientos traseros. En cuanto nota que esa baba comienza a deshacer el asiento, grita, moviendose hacia el hueco de detrás de Krebs, palpando por debajo del asiento en busqueda de alguna palanca o algo que pudiera servirle para defenderse, en caso de que los hombres fallaran en su intento. Estaba aturdida y asustada, pero la adrenalina impedia que sintiera el dolor de sus heridas, solo que todo aquello era mero producto del cerebro, estaba debil y ensangrentada y sin atencion medica, solo podria ir a peor. 

James se hace a un lado cuando ese nauseabundo fluido surge de las fauces de la gigantesca araña. A pesar de estar horrorizado por tener a ese ser asqueroso tan cerca, amenazándoles, consigue hacer acopio de fuerzas y lanzar un preciso ataque justo en ese punto, que se le antoja como su punto más débil

¡James! ¡El poste! Gritó a su compañero.

La criatura estaba entrando. Por suerte, el cristal aguantaba y no se había hecho simplemente añicos. Si James podía estorbarla con el poste, daría más tiempo.

¡Evelyn! La Colt, a Harry!

No estaba seguro de si la mujer entendería la orden. Cualquiera en su unidad la habría entendido a la primera, pero estaba trabajando con civiles, y ésta civil en concreto estaba aterrorizada. La pistola personal del teniente estaba tirada en el suelo del coche, sin balas. Si ella podía alcanzársela al detective, podría cargarla con munición de la Thompson y echar una mano.

Miró fijamente a los ojos compuestos de la criatura y volvió a apuntar

¡Doble dosis entonces!

Otra bala nazi salió disparada, y de nuevo atravesó a aquella criatura.

Pese a todo, la mujer lograba contener sus emociones y el miedo. El interes de que aquella cosa saliera del coche estaba por encima de todo. El instinto de supervivencia. Gracias a su facilidad para fijarse en todo, pudo atrapar del suelo la pistola abandonada, pasandosela con rapidez a Harry, buscando que no le temblaran las manos. Dispararla, no creia poder, ademas de que era muy pesada. Por eso nisiquiera perdio tiempo intentando apuntar a un blanco con el que si se equivocaba, podria incluso volarle la cabeza a algunos de sus acompañantes. 

A Evelyn cada vez le es más difícil encontrar cobertura contra la amenazante criatura que busca irrumpir dentro de Vauxhall y todos los intentos de sus acompañantes masculinos son en vano. El monstruo es más resistente de lo esperado.

James golpea a la araña con todas sus fuerzas para descubrir que la horripilante criatura posee una coraza bastante dura. Tal vez si tomase impulso con su improvisado garrote pueda quebrantar la protección natural de la araña.

Harry Wood vuelve a disparar con éxito, en esta ocasión perforando por ambos lados el cuerpo quitinoso. Sin embargo la criatura chorrea líquido corrosivo por sus heridas pero sus fuerzas apenas flaquean.

Mientras tanto...

El lujoso vehículo escapa a toda velocidad por la única avenida del pueblo, sorteando postes y árboles caídos junto a algunas obstrucciones poco usuales, como por ejemplo un piano, una pila de libros incendiados junto a un poste, carritos de bebe y enormes grietas en el asfalto. Poco tiempo antes Krebs atropelló una figura humana y sin decir anda continuó a toda velocidad más preocupado por la araña que por evitar accidentes con transeúntes extraños.

Por ende la velocidad es un peligro junto a la espesa niebla que al menor despiste puede provocar una colisión contra algún obstáculo. 

Mientras el coche abandona el pueblo, la carretera (que hasta ahora no estaba mal) se vuelve menos lisa y peor señalizada. Los baches y agujeros ponen a prueba la suspensión del Vauxhall. Mientras Krebs lucha por mantener el coche en ruta, los Pecadores ven unas cuantas casas aisladas, casi pegadas a ambos lados de la carretera, reunidas en grupos de tres o cuatro. En torno a las casas hay tierras de cultivo. Debido al pequeño tamaño de estos terrenos, parece que se usan sólo para producir alimento para cubrir las necesidades de la familia.

Al menos aquí la niebla no parece ser tan espesa, a contrario del pueblo…

Harry intentó no tocar el asiento que se estaba deshaciendo con el escupitajo de la araña esa. No entendía que coño estaba pasando... arañas gigantes? Zombies nazis? Matones italianos? Doctores locos? Esto parecía sacado de una de esas pelis malas de ciencia ficción...y encima una mujer clavada a su esposa...estaría muerto y eso era el infierno?

Mucho tiempo no tenia para pensar, vio como la pobre mujer que iba moviéndose arrastrándose por el coche le acercaba la colt de su tocayo.

Rápidamente le puso un par de balas para no perder el tiempo, la levanto y disparo al horror que tenían en el coche.

El disparo de Slaugther hace diana en el horripilante monstruo terminando con su inexplicable existencia. La araña comienza a retorcer y agitar su cuerpo durante unos breves segundos antes de perder agarre y caer por el costado del vehículo en movimiento.

Tan solo sus chillidos son lo último que los Pecadores perciben de la Viuda Gris, para luego perderse en la niebla…

Ahora el Vauxhall comienza a ascender una colina y pronto llegará a su destino. La visibilidad es apenas un poco mayor que en el pueblo pero aun así el paisaje no deja de ser desalentador.

James forcejeaba torpemente con su barra de hierro intentando sin éxito causarle daño a la araña. Los nervios le estaban jugando una mala pasada. Estaba al borde del colapso. Entonces un nuevo disparo sonó dentro del vehículo. El tiempo se ralentizó en su mente mientras la bala cruzaba el escaso metro y medio que distaban desde su origen; la pistola de Slaughter, hasta las fauces de la araña que comienza a retorcerse y bambolearse mientras chillaba hasta que al final cayó inerte al suelo. El Vauxan se aleja dejándola atrás. En pocos segundos la niebla se traga todo lo que queda de ella. Todo salvo aquel líquido negruzco y maloliente que se esparcía por toda la parte trasera del coche.  James tira a un lado la barra de hierro y se encoge intentando relajarse. Su ritmo cardíaco va descendiendo al fin. No dice nada. No hay nada que decir. Había sido una estupidez quedarse allí. Él lo sabía, el resto de sus compañeros lo sabían y Krebs lo sabía. Si la situación fuese al revés y fuese él quien recogiese a Krebs, probablemente se estaría riendo por dentro. Pero aquel hombre parecía tener un sentido del humor extraño, si es que lo tenía. Claro que por otro lado, el coche había quedado en un estado lamentable. A lo mejor eso no le hacía tanta gracia.

En silencio, se dedicó a ver el paisaje, como si al otro lado del cristal, el mundo no fuese el lugar gris y deprimente que era. ¿Qué había pasado?¿Todo se había ido a la mierda en tan solo un mes?¿Todo?¿Quizá solo Maine?¿Quizá Estados Unidos?¿El Mundo?¿Hasta dónde llegaba aquella pesadilla? Y sobre todo, ¿por qué?. Esperaba obtener respuestas. Quizá esa persona que estaba tan interesada en verles, las tuviera. Respuestas. No estaban de más, pero nada de lo que les pudiesen decir iba a cambiar el hecho de que Bar Harbour y posiblemente el mundo entero, se habían convertido en un lugar inhóspito lleno de monstruos horribles que campaban a sus anchas por las calles vacías, mientras la gente se escondía en casas abandonadas luchando por vivir un día más. Nada de aquello que algún día había formado parte de su vida parecía tener ahora el menor sentido.

Todavia acurrucada entre el asiento del conductor y las piernas de alguno de los hombres, no pudo sino echarse a llorar cuando por fin la bestia fue derrotada, ocultó la cara en la rodilla del hombre y comenzo a sollozar en voz baja, aunque de forma descontrolada. No podia entender por que todo aquello les estaba pasando, por que tanto dolor, tanta sangre y tanto terror. Empezó a pensar que todo aquello era obra del demonio. Que todos realmente ya estaban muertos. Eso explicaria por que seguia viendo a su hija. Que de verdad estuviera en el purgatorio, pagando por sus pecados. Le parecia mas logico que realmente seguir loca. Porque aquel mundo y aquellas personas jamas podrian haber salido de su imaginacion, todo debia tener una explicacion. Simplemente, no la encontraba. Se abrazo las piernas, intentando hacerse un poco mas pequeña y solamente, esperar a que el viaje terminara. O que fuera su vida y dolor la que lo hiciera. 

Harry se sentó lo mejor que pudo sin tocar aquella cosa ácida que había escupido la araña.

Parece que el escupitajo de ácido se ha puesto de moda entre la fauna.. Murmura más para sí que para nadie. Finalmente encuentra una pose algo más cómoda, y toma algo de aire. Han atropellado a alguien, pero ya debe estar muy lejos. A Wood se le pasa por la cabeza proponer regresar a por esa persona, pero aunque pudiera ser, no tienen espacio en el coche (Algo salvable) y el resto de la gente no parece que vaya a estar por la labor.

Si me permiten organizar esto un poco... Propone Wood, con más experiencia en combate. Tocayo... Me he pasado los últimos cinco años abrazado a una de esas. Dice refiriéndose a la Tommy Gun Quizá pueda ahorrar más munición. Aunque había defendido a los civiles, esas ráfagas que oyó le parecieron un desperdicio de munición que debería evitarse tanto como fuera posible.
Compartimos munición, te dejo mi pistola con el cargador lleno, y unas cuantas más para recargar... y la Luger para James Dice poniéndole el seguro. Mira al magnate y toma aire.

Tendrá que aprender, señor. Espere a que el blanco esté cerca, use las dos manos, y apalanque los codos para evitar el retroceso. 

Luego mira a Evelyn, y le ofrece la mano para ayudarla a sentarse.

Señorita, yo la protegeré... pero visto lo visto, no sé cuanto tiempo podré hacerlo Admite con cierta angustia. Le buscaremos un arma, y si tenemos un respiro, intentaré enseñarle a usarla. Sonríe con caballerosidad A Dios rogando, y con el mazo dando, recuerda...? También tenemos que ayudarnos a nosotros mismos, y desgraciadamente eso no la excluye a usted...

Finalmente habían conseguido quitarse a la araña mutante de encima. Se relajo durante unos segundos en el asiento, observando las calles grises y llenas de neblina que recorrían con el coche. Es que esta neblina no cesara nunca?

Entonces escucho hablar al militar. La idea de dejar la Tommy no le hacía ninguna gracia, se sentía seguro con ella...a la par que poderoso. -Creo que he defendido bien a los civiles antes...- Pero en el fondo, tenia razón, el tenia más experiencia con una de esas, Harry solo la había usado un par de veces-...pero tienes razón amigo. Toma- Dice dándole la Tommy y los cargadores, luego coge su pistola.

Harry se queda un momento en silencio, luego se vuelve a dirigir a su tocayo.

-Tu que crees Harry que está pasando? Algún experimento del gobierno? Del ejercito? Algún país rival enviándonos mutaciones genéticas? Esto es tan raro...- Se vuelve a recostar en el asiento, observando al horizonte aunque sin mirar nada realmente, solo necesita relajarse...

Harry hace el intercambio, y cuando su tocayo le pregunta, se recuesta un poco y lo piensa.

Verás... Dice mientras comprueba el arma. Empiezo a estar bastante convencido de que todo esto es... realmente algo sobrenatural. A pesar de todo lo que se dice sobre los experimentos de los nazis, nada se acercaba siquiera a ésto.

Tomó aire. Una cosa es... que creen criaturas monstruosas, y otra cosa es que el mundo se deshaga y se monte solo cada hora...