Partida Rol por web

-Yo tampoco quiero que nos pillen pero estamos dando palos de ciego... Quizás ella sabe, mejor que nosotros, qué está buscando y donde está. No quiero que Minna se ponga en peligro pero su idea no me parece descabellada. Ella podría ir tan separada como fuese posible, solo queremos saber dónde va, no interceptarla ni interferir. Y nosotros podríamos ir varios pasos por detrás, para no llamar la atención los 3 juntos-

Gonzalo sacó el móvil. Advertir a los demás era prioritario 

Wong, la tipa que nos obligó a salir por la puerta de atrás en el local de Cheng está aquí. Y van de discretos, por separado. Tened mucho cuidado.

Gonzalo apoyaba la idea, mi hermana, por el contrario, más prudente, no. Sopesé ambas posibilidades.

-Si no lo hacemos, ahora nos tocará vigilarles a ellos a la vez que buscamos a Phrase. Es solo una intuición, pero tengo la sensación de que mi instinto me ha ayudado en mi vida. En mi vida anterior. -miré a la mujer- Se está alejando.¡Vamos!

Me adelanté unos pasos tras ella.

Mientras el trío decidía qué hacer, el "otro" trío se alejaba por las galerías hacia arriba...

Si iban a actuar, debían de decidir rápidamente.

Finalmente Minna salió detrás de la mujer y los guardaespaldas que le seguían a distancia, mientras que Gonzalo e Ilsa esperaron un momento y luego salieron de su escondrijo siguiendo a Minna...

Aquella combinación podía complicarse. Por suerte, todavía andaban por lugares bastante concurridos, lo que facilitaba la labor de la alemana pero no de aquellos que querían verla...

Asentí con la cabeza, apreté los dientes y finalmente sonreí a ambos -Lo conseguiremos...Si hay problemas...desapareced. Que no nos pillen a todos. 

Encapuchada, caminando con cierta rapidez entre el gentío, pero a distancia de los objetivos no quité ojo de los tipos y de la mujer. Como si fuese a mi rollo, una transeúnte más, una tía cualquiera. 

Me recoloqué bien el auricular, disimulado con la melena. Hice la llamada y me puse en marcha. Tras unos pasos, hablé, no muy alto, con intención de comprobar la recepción - Joder, ando perdida, ¿sería este el nivel? Ah, sí, ya me acuerdo...- Parecía despistada, pero nada más lejos de la realidad.

A mi la idea de seguirlos no me gustaba, pero tampoco era plan de separarse para buscar yo sola o romper la norma de que la mayoria elegia. Es lo que tenia la democracia a veces te venia bien y otras no...

Pero bueno ojala saliera algo bueno de estos y ellos nos llevaran a nuestro destino o a alguna informacion importante.

Una vez tomada la decisión, saliste detrás de aquella mujer.

De forma casi natural, empezaste a moverte de forma casual. Algunos fogonazos te llegaron a la memoria... momentos en los que, más joven, habías tenido que hacer un seguimiento semejante en busca de una buena exclusiva.

Caminar de forma natural, hacer como si estuvieras enfrascada en tus cosas, usar de forma casual a otros peatones, mirar de forma distraida, adecuar el paso a los del objetivo... era impresionante como lo tenía todo interiorizado.

Pero no podías despistarte. Aquella mujer era buena y además estaba apoyada por aquellos dos hombres, aunque parecía que los escoltas estaban más preocupados de cualquier amenaza que pudiera ir contra su "protegida", no tanto de encontrar a nadie.

Al llegar al nivel 138, la mujer se detuvo en un pequeño café llamado "La Fuente". La mujer entró y lo poco que pudo ver es que se dirigía a sentarse con alguien en una de las mesas. Su escolta se distribuyó al lado de la puerta. Uno justo en la entrada y el otro algo más alejado.

Por suerte, pudiste ver una tienda de ropa más o menos en frente donde meterte para disimular...

Minna salió tras la pista de la mujer. Por lo menos tenían el móvil para comunicarse con ella.

Gonzalo e Ilsa tuvieron que aguardar un momento para dejar cierto margen de seguridad. Después de eso, salieron intentando no perder de vista a la alemana.

Gracias a la aguda vista de Ilsa, no perdieron a su compañera. Era impresionante como se mimetizaba con el resto. Parecía una mujer normal que iba "a sus cosas" y que andaba de forma casual. A aquella distancia, les era bastante difícil saber qué ocurría con su "presa" pero era el sacrificio que tenían que hacer por no ser descubiertos.

Sus pasos les llevaron hasta el piso 138, entonces, sin previo aviso, vieron como Minna, a lo lejos, se metía en lo que parecía una tienda...

Cuando Minna se adelantó me quedé observando a la gente alrededor para intentar descubrir si alguien la seguía. 

Escuché como Ilsa indicaba el camino que su hermana había seguido y asentí. 

La seguimos desde lejos. Era impresionante lo bien que sabía pasar desaparecida pese a ser una mujer que destacaba.

Cuando entró en la tienda le hice una seña a Ilsa para que esperasemos. No sabíamos qué había dentro y no queríamos descubrirla.

-Si tienes problemas, tose o estornuda y entramos- le comenté al teléfono

-Ha entrado en un café. "La Fuente". Se ha sentado con alguien, los dos armarios en la puerta. -dije, en voz baja, mientras miraba distraída la ropa de la tienda. No sospechaban que nadie les siguiese. Debía tomar una decisión, desde aquí apenas la veía, más bien nada. El corazón golpeaba mi pecho inyectándome adrenalina, miedo, excitación, deseo de saber más.

-Voy al café. 

Salí de la tienda. Todavía con la capucha puesta, como cualquier otra persona que pasease por la calle, con la mochila a cuestas, y hablando por teléfono, sonriendo, riéndome.  Como si nada. Para el café que me fui, con intención de entrar, pedirme algo en la barra, y mirar con todo el disimulo del mundo. Pero sin sentarme por ahora, no quería que, en un futuro, se acordasen de mí. Era, simplemente, otra clienta más que ha entrado a tomarse algo calentito. 

Esto me pone muy nerviosa... Le dije a Gonzalo. Era mi hermana la que estaba sumiendo este enorme riesgo que esperaba que valiera la pena aunque no las tenia todas conmigo la verdad.

Al menos parecia que mi hermana sabia bastante bien lo que hacia y se movia con una gracia que quedaba totalmente descartada para mi que parecia que era un pinguino andando sobre hielo a su lado.

Ahora solo podiamos esperar aunque seguia mirando por todas partes por si venia algun dron .

Desde una prudente distancia, guarecidos de las miradas de los dos guardaespaldas, Gonzalo e Ilsa pudieron ver como Minna cruzaba la calle y se metía en el café tras una mirada profesional por parte de los dos hombres...

Entraste en el café bajo la atenta mirada profesional de los dos guardaespaldas. Desde luego, aquellos dos tipos nada tenían que ver con los matones griegos de la Andragarthia. Te parecieron más del tipo de individuos que trabajarían para una organización más profesional ¿Ciria? ¿Algún Sindicato del Crimen?

Apenas entraste en el local, pudiste ver de reojo como la mujer se levantaba del asiento, pasaba una credicard por encima de la de su contertulio -un tipo vestido con una sudadera de capucha que llevaba puesta- parecían despedirse y se disponía a marchar.

En tu experiencia, estaba claro que la mujer había ido al café para hablar con un informador -el tipo de la capucha- le había pagado de forma discreta y ahora que ya tenía lo que quería, seguramente se marcharía. De hecho, tuviste que hacer un pequeño gesto para no cruzarte directamente con ella... Fuera lo que fuera, parecía haber decisión en su mirada, como si hubiera conseguido lo que quería.

Pedí un café para llevar, pagué, le di un sorbo disimulando mientras miraba sin realmente hacerlo la pantalla con noticias. El corazón se me salía por la boca y todavía trataba de recuperarme del intenso momento en el cual me crucé con la mujer 

Lo extraño era como mi cuerpo y mi mente reaccionaban ante todo aquello, la cierta frialdad innata, o adquirida, que, de forma natural, guiaba mis pasos 

No podía perderla de vista. Excitada, salí tras ella al poco, jugando mi baza de que no me conocía ni podía imaginarse que nadie los siguiese.

Y menos que lo hiciesen sus presas. 

-Ya sale. Me da que se ha reunido con un informador. Sigo tras ella. La pista es buena.

Era consciente del grave peligro que corría pero, igual que si oliese y persiguiera una noticia sumamente importante o trascendental, no podía quedarme quieta ni al margen.

Me daba la impresión que mi "otra" yo, o mi yo anterior, me poseía.

Tal y como había dicho Minna por el teléfono, la mujer había salido sólo unos momentos después de que Minna entrara... lo cual podía significar que se habían cruzado... y también podía ser una buena señal, porque significaba que no habían reconocido a Minna.

Desde la distancia prudencial, pudieron ver como la mujer parecía hacer una señal a los dos hombres y se ponía en camino. Minna no tardó en salir con un café en la mano.

Esperaron un momento y salieron en pos de no perderles...

Por suerte, el tipo del café fue rápido y te sirvió a tiempo como para que no perdieras a tu presa.

Saliste de "La Fuente" y seguiste a la mujer y sus guardaespaldas hacia los pisos superiores. La velocidad se había incrementado, estaba claro que querían llegar lo antes posible.

Un segundo, solo me despisté un segundo. El tiempo que tarde en girarme para que la tipa aquella y sus matones no nos viesen. Estabamos lejos, quizás ni era necesario, no nos habrían visto... Pero yo era muy reconocible y no quería correr riesgos.

Y, de repente, no localizaba a Minna. Me dio un escalofrío

-¿La ves, Ilsa? Dime que la ves, por favor-