Partida Rol por web

Maldita sea! Sedrik!!!

En cuanto entro en la habitación intento fulminar al escarabajo con mis llamas

El escarabajo recibe un impacto de las llamas! Luego, decidido a defender su territorio, se abalanza sobre Ignus pero no consigue morderle

Saladino escucha el sonido del combate en la lejanía, da un salto sobre sus compañeros y se aventura a toda velocidad hacia la sala. En cuanto llega, al ver que lleva demasiada inercia, derrapa en el suelo para quedar en una posición favorable contra el insecto.

Faysal avanza e intenta golpear, pero el poco espacio le hace dar un mal ataque, en cambio Amanecer deja marcados sus dientes en el bicho.

Desconcertada, corrió hacia donde se estaba librando el combate.

Hay demasiada gente rodeando al insecto, no puedo apuntar con claridad entre tanto movimiento.

Pese a la preparación, la flecha salió dirigida en la dirección equivocada. 

¡¡No soy capaz de acertarle!!! ¡Que alguien lo saque de ahí!
 

Después del ataque por sorpresa recibido del escarabajo gigante, no me encuentro con energías para continuar el combate cuerpo a cuerpo. Asique tambaleándome doy un paso atrás y le arrojo la daga...

Muere endemoniada alimaña... no volverás a poner tus infestas patas sobre mi!!!

El escarabajo, acorralado, exhala de su cuerpo un vapor viscoso. Faysal, Amanecer e Ignus tratan de evitar que les roce, pues se trata de un vapor cáustico...

Ignus se aparta con un floreo, pero recibe parte del daño...

Aunque amanecer evita casi todo el daño, Faysal recibe un impacto directo! Grita de dolor mientras su piel empieza a deshacerse a causa del ácido...

La ficha de amanecer lleva en notas desde el principio de los tiempos....

Saladino, aprobechando el ángulo y el poco impulso que le quedaba se zambuye hacia delante para evitar la nube de ácido. Una vez al lado del escarabajo y con el perfíl bajo lanza una salva de puñetazos.

Jajaja acabo de verla, no me dio por mirar en notas

Saladino golpéa al escarabajo y lo envía al otro extremo de la habitación, matándolo. Los puños de saladino humean brevemente, pero el ácido no parece afectarle.

El cadaver está en muy mal estado, con huevos de escarabajo en las entrañas... Y una llave en el bolsillo.

Ha sido un combate duro, por fin podéis pararos a respirar.

Reponiéndose, se acercó al cuerpo del desafortunado Roldare con la esperanza de que éste diera alguna seña. Se percibían pequeños movimientos, al menos a primera vista. No obstante, si se observaban detenidamente, estos seguramente fueran provocados por su sistema nervioso tras una muerte tan repentina. Con cada espasmo, sangre y un líquido amarillento supuraban para combinarse finalmente en el abrupto piso de la habitación.

Definitivamente esto es muy interesante. Decía mientras sacaba un pequeño bloc de notas y una plumilla de un bolsillo de la camisa. No esperaba que una muerte podía llegar a ser tan violenta en la vida real. A medida que escribía se acercaba más y más a la vez que asentía.

Pobre Roldare, al final fue corroído. Eso se me olvidó mencionarselo... Golpeó el cuaderno con la punta de la pluma para remarcar el punto y final y se dirigió hacia Saladino.

Perdona que sea tan directa, pero creo que necesitamos esa varita tuya de nuevo.

Roldare aparece detras de Pasifae, tembloroso

No... no me des por muerto tan pronto... He oido gritos, estáis bien?- Se fija en el cadaver de la habitación - Oh... Korrin. No sé por qué pero no me sorprende, creo que ya me había hecho a la idea de que había... bueno. -Su cara se pone pálida. Se fija en vuestras heridas...  Me... me vuelvo a la habitación... volveré a poner la barricada por si no podéis venir a buscarme vivos... y decidís hacerlo después de muertos... - Se retira, con aire derrotado y deprimente.

Saladino tras mirar sus los restos del escarabajo y mirar sus propios puños durante unos momentos sale de su ensimismamiento

-La varita... ah sí, usarla sin problemas.

Saca de su cinturón la varita y se la da a Pasifae.

-Señor, si va a encerrarse ¿podríamos quedar de acuerdo en una palabra clave para no tener que ...? ¿Señor?

Faysal se duele de las heridas mientras intenta aguantar estoicamente, tiene que practicar más su monta, Amanecer aún puede moverse mucho y llegar a tirarle.

- Bueno cuando podáis no me vendría mal algo de curación, ya sabéis por el ácido y esas cosas... - mientras el pobre hombre vuelve a esconderse - tranquilo Saladino seguro que está mejor cuando volvamos a por él.

A mi tampoco me vendría mal algo de sanación. La picadura de ese bicho a escocido bastante. Mientras vais curando a Faysal voy a echar un vistazo por la habitación a ver si encuentro algo que nos pueda ser de utilidad entre los restos del campamento de los aldeanos o algo que nos de alguna pista de la hermana de Roldare

Moviéndome despacio no por sigilo sino por el escozor de la picadura del escarabajo rebusco a conciencia entre todas las pertenencias de los aldeanos y a ver si encuentro algún rastro que me pueda orientar de contra que nos vamos a enfrentar mas adelante. El que haya muertos vivientes esta claro. Pero el porqué de su existencia me tiene en ascuas...

Una vez que haya buscado/encontrado lo que sea, espero a que Pasifae utilice la sanación conmigo antes de seguir para adelante

Antes de comenzar a barricar la puerta, Roldaire acuerda con vosotros una palabra de paso.

Sedrik averigua que el pobre aldeano que está en el suelo entro por su propio pie, ya que hay marcas de sangre desde el laberinto hasta el lugar donde yace. No hay señales de que los "Huesos Furiosos" pasaran por esta habitación, suponéis que tras intentar echar abajo la puerta de Roldaire volvieron a su posible guarida por otro camino.

Aparte de la puerta por la que habéis entrado, hay otra en el lado sur de la habitación y no está bloqueada.
 

Saladino empieza a pensar entre las opciones posibles: Tengo curiosidad por la puerta cerrada, pero...

-Yo creo que es mejor que sigamos por esta puerta, la otra parece bien cerrada y me perocupa que salgan enemigos desde esta puerta y nos ataquen por la espalda.

Jeje, que táctico ha sonado piensa el monje sonriendo para sus adentros.