Partida Rol por web

¡Sabandijas repugnantes! ¡Malditas ratas! ¡Hijos de pu...! 

Y demás improperios se dejaron oír de su boca en el momento que Xeanja dijo esas últimas palabras. 

¡No os vais a ir de rositas!

Y como si recordara algo súbitamente.

¡¿Y vosotros sois pathfinders?! ¡¿Cómo he podido estar tan ciega?! En menudo lío podía haberme metido si no llegáis a aparecer... Aunque, por lo que dijo esa bruja, os iban buscando. Lo que quiere decir... ¡que casi me metéis a mí en el problema!

Por un momento pareció que aquella fachada de confianza se venía abajo. Fue una ilusión.

Bueno, vamos a dejarlo. ¿Sabéis de quien es la culpa? Suya. Y por ello lo pagaran. Y hablando de pagos, negocios y demás... Si vinisteis hasta aquí en un primer momento significa que queréis algo de nuestros almacenes, ¿verdad?

Ignus sonrió al oír los adjetivos que Nobari brindaba a los Aspides.

sí, nos gustaría recoger nuestros productos y largamos de aquí. Esta ciudad apesta a serpiente...

Quieres encargarte de ellos, por cierto? 

Otra exibición del grupo, de momento estaban superando los combates sin mucho esfuerzo, ya poco les iba quedando por hacer.

- La amable Novaria se encargará de las serpientes, mientras nosotros recibimos nuestras mercancías, y así podremos seguir nuestro camino.

Quizá sea demasiado para ti cargar con tanta gente... Repuso Gaster, preocupado Pero nos gustaría terminar cuanto antes nuestro cometido en este pueblo...

Va a ser algo difícil, pero no llevamos años evitando al Consorcio tan solo escondiéndonos de ellos. No os preocupéis, les pondremos en su sitio. Y, además, ahora que el problema de las hormigas está resuelto, nuestras mercancías podrán salir por fin con la fecha acordada. Por supuesto no me he olvidado de vosotros, me encargaré de que todo lo que necesitéis este listo para cuando sea la hora de partir. Pensó. Y a la mitad de precio. Buen negocio, ¿no?

Sonrió y volvió al edificio donde se encontraba durante su discurso.

Voy a ocuparme de los papeles.

Con todos los objetivos cumplidos con creces os dirigís finalmente hacia el norte.

El calor sigue estando presente, pero el caer de la tarde rebaja considerablemente el bochorno que pudisteis sentir por la mañana. No solo habéis liberado a Senzer de sus problemas, ayudado a Scevola con sus deudas y establecido una nuevo contrato comercial con la Casa Cartahegn, sino que además la llave de la puerta que se encuentra en la Cresta Aztlanti continúa en vuestra posesión. 

A las dos horas aproximadamente de camino, el sonido de los pájaros y el de otros animales os resultan extraños a vuestra espalda. Cuando volvéis la mirada observáis que algo se dirige hacia vuestra dirección con una gran fuerza, asustando y desconcertando todo lo que se encuentra a su paso. Lo mejor en estos momentos en seguir con la marcha hacia el campamento y ser raudos, quien sabe lo que se aproxima...

Se me ha hecho muy corto, pues nada aquí dejo los datos y espero que la próxima sea pronto.

Número  278857-1, correro daniel.bad@gmail.com.