Partida Rol por web

Las puertas se abrieron y con ello gran parte del agua, soltando una sonrisa de alivio mientras veía cómo descendía. No sabía nadar y aun así estaba orgullosa de haber aguantado, dejándome guiar por el piloto encendido de supervivencia que se había activado en mi mente antes que por el pánico inmediato. Estamos a salvo.- Pero no, canté victoria demasiado pronto.

Rhazes era el monstruo marino que nos estaba esperando, resonando sus pasos por el agua mientras se acercaba a nosotras. ¿Cómo había llegado tan rápido? ¿Acaso estaba todo perdido? No me dio tiempo a reaccionar cuando cogió de rehén a Sarah, quedándome en ese momento quita con las manos en alto.

- Tranquilos todos.- Miré a Megan, quien había recibido un empujón y esperaba que estuviera bien, y después a Briss, quien rezaba mentalmente que no se lanzara al ataque desesperado.- Cámbiala por mí, Rhazes.- Me pasé la lengua por los secos labios, nerviosa, soltando frases al vuelo que ni había llegado a procesar.- Ambos sabemos que ella no es un buen salvoconducto. ¿Dónde llegarás con una niña a la que han abandonado en primera? – Señalé a Sarah mientras me acercaba un único paso, negando con la cabeza.- Llévame a mí. Sabes que soy más valiosa, y tengo gente en ambos vagones.- Respiré hondo intentando mostrar la seguridad que no tenía, pensando en mi amado, y haciendo lo posible para frenar el paso de Rhazes.

Mi cerebro está completamente embotado por el sonido agudo de las balas volando por todo el vagón, impactando muy cerca de mí, o rebotando en el casco de metal del tren para alcanzar a alguien por la espalda. Para cuando el humo se despeja, y los sensores anti incendios se apagan, a nuestro alrededor sólo hay un campo de cadáveres, y pequeños charcos de agua formados en las depresiones del suelo viejo. 

Completamente empapada y aturdida, me sostengo el hombro, avanzando hacia Kaidan.

-Buen trabajo -le palmeo la espalda con la mano sana, pero el movimiento me hace trastabillar hacia adelante, y me vuelvo a sostener el hombro herido, con una mueca. Joder. 

Supongo que no esperaba que me hirieran tan pronto. Supongo que, por obra y gracia de la Máquina, no esperaba que  me hirieran en absoluto. Y aquí estoy yo, como una gilipollas, mirándome un agujero en el brazo y caminando sin rumbo hacia el siguiente vagón, pegada contra la pared para esquivar a aquellos que corren buscando a Rhazes.
No me puedo creer que, con todos los que han caído, él siga con vida. 

Antes de cruzar de un vagón a otro, sin embargo, me vuelvo para comprobar los compañeros que todavía siguen conmigo, y esbozo una vaga sonrisa de alivio.

-Sólo un poco más... -murmuro, más para mí que para ellos.

Kaidan consiguió lanzar esa bomba ... aquello fue la mejor idea sin ninguna duda ... habiamos evitado mas derramamiento de sangre para los de la 3 ... aunque habíamos acabado con todos aquellos infelices ... para nuestra desgracia, matar no era la idea ... sino acabar con todo aquello lo antes posible, pero ese hijo de puta no iba a rendirse al tener su poder sobre todos ...

- Bien echo Kaidan ... has echo lo que has debido ... y Joder ... - miro la herida de mi pierna, arranco un trozo de tela para taponar la herida y apretar para evitar que la sangre saliera de forma forzada , me levanto con dificultad, y mi moviliad no era mala ... pero si que no podria correr durante mucho tiempo, con peligro de abrir la herida.

tenemos que avanzar ... me da igual morir, tengo que ... proteger .... cof cof ... proteger a la gente ... vamos ... solo quedad el final JODER ... ELAINEEEE - grito el nombre de mi amada , con la esperanza de que me escuchara y supiera que yo estaba buscandola ... deseando protegerla y recuperarla.

Avanzo hacia el siguiente vagon ... con paso tranquilo y con mi enorme llave inglesa en mi mano, tambaleando. 

Con aquel fuego se desató el infierno, hombres quemados, tanto enemigos como amigos, los alaridos de dolor mientras la carne ardía junto con la ropa de abrigo sintética eran ensordecedores, John al final cayó y yo conseguí echarme a un lado antes de ser acribillado, conseguí apartarme de la línea de fuego que menguaba a pasos agigantados hasta que fue sustituida por un buen puñado de cuerpos calcinados y una peste a carne quemada que echaba para atrás, los aspersores de agua apagaron las llamas y el cabrón de Rhazes seguía vivo, pero era una serpiente, tenía una pistola en la mano que disparaba a cualquiera que osase acercarse. Me había quedado sin munición y no podía dispararle pero ese cabrón no iba a salir vivo de allí, así que me puse de pié apretándome la herida del hombro y le miré-No saldrás vivo de aquí bastardo esa pistola no tiene balas infinitas-gruñí, pero en ese momento la puerta trás él se abrió y escapó al siguiente vagón, el depósito de agua-Hijo de perra-mascullé tirando la ametralladora descargada al suelo y mientras caminaba hacia la salida arranqué un trozo de tela de mi camisa e hice un vendaje improvisado cubriendo la herida y como si fuera un ariete pasé al siguiente vagón.

John había hecho lo posible pero no aun así todos tenían sus heridas de guerra. Que se les escapara el cabronazo principal era un problema pero al menos podian seguir adelante.

-¿Carol?.- pregunto buscandola con la vista. No oia muy bie por un lado, una bala le había volado media oreja y la sangre le caia como una cascada por ese lado. Lo peor era que al pasar tan cerca del oido tenía metido una especie de pitido continuo dentro.

Lo unico importante era averiguar como estaba ella.

-Adelante, no podemos parar ahora... ahora nos temen.-aseguro John queriendo dar animos a los supervivientes mientras se abria paso buscandola a ella.

Ojala mis palabras hubieran hecho volver a algunos de primera en contra de Rhazes. Pero era inutil. Estaban tan ciegos que apenas si veian que tenían delante. Por ello el movimiento de Kaidan fue el decisivo, sin duda alguna, Kaidan podía defenderse solo y sabía que cuando llegara el momento haría lo mejor para todos.

Las balas se detuvieron al menos por la mayoría de primera, salvo por Rhazes - No todos los de primera son iguales... pero parece que eso se aplica solo a una pequeña minoría. - Mascullé al ver como Rhazes salía ileso y los de primera yacian en el suelo - Vamos. - Dije para ir en contra de Rhazes de nuevo. Esto no podía acabar ahí, ya le dí un disparo, ahora teniamos que cogerlo y acabar con todo

Pero al llegar al siguiente vagón era demasiado tarde. Rhazes había huido y nosotros, por desgracia también estabamos heridos. Darnos unos segundos nos vendría bien, pero darselos a Rhazes... poco importaba ya. Ahora nos tenía miedo como bien había dicho John - Para John... Necesitamos recuperarnos un poco. No llegaremos a ningún lado si seguimos recibiendo disparos. Además tenemos que barajar otra forma de llegar hasta Rhazes... - Mostré el arma que portaba tirando su cargador al suelo - Ya no quedan balas.

Deseaba destripar a ese cerdo con mis propias manos por lo que nos había hecho a todos y a todas, pero Alan tenía razón debíamos detenernos unos segundos, lamernos las heridas y continuar, seguramente Rhazes buscaría refuerzos, si es que los había y nosotros nos quedábamos sin opciones, sin munición habíamos perdido nuestra mejor baza y ellos no iban a dejarse vencer fácilmente, al igual que nosotros-Ti-tienes razón-la furia de mis ojos se fue mitigando poco a poco y miré a mi alrededor.

Cuerpos quemados, otros achicharrados, cuerpos tendidos en el suelo sin moverse, nuestra gente muerta, su gente muerta y nosotros aún sobrevivíamos en aquella masacre-Miremos los cuerpos de los soldados caídos con suerte alguno tendrá cargadores sin usar ydebemos curarnos-dije mirando mi hombro dolorido, el pequeño trozo de tela estaba empapado de sangre, miré unos metros más allá y estana Olya, también herida a quien Kaidan ayudaba. Así caminé hacia ellos-¿Necesitas ayuda amigo?-le pregunté mirándole y a Olya, estaba resultando especialmente dañada tanto física como emocionalmente-Olya..debemos seguir, no hay otra opción. Descansaremos unos pocos minutos-miré a Alan de nuevo-Y seguiremos avanzando-sentencié mientras arrancaba otro pedazo de tela de mi camisa para usarlo como nuevo vendaje.

Ambientación

El tren tenía su propio depósito de agua autónomo y de purificación.

Una pasarela central bajo un "Rio" artificial, que era el depósito principal, era lo que mas llamaba la atención del lugar. Una serie de tuberías llegaban de todos los los mamparos de los dos vagones que ocupaba esta sección, vertiendo el agua hasta el rio. De ahí otras cañerías, junto con una bomba automática, llevaban el agua a un cilindro metálico de gran tamaño, que tenía la función de purificar el agua.

Tanto a un lado como a otro, numerosas válvulas, con sus artilugios de medida y presión, se dejaban ver. Debido al paso del tiempo, había muchas reparaciones en las cañerías. Algunas de una manera mas profesional que otras reparadas. Era deducible cuando el tren empezó a quedarse sin repuestos, haciendo uso de trapos y otros inventos para mantener la presión del agua.

Pese a todo, era un lugar húmedo, y de algunos sitios, juntas sobre todo, el agua caía gota a gota, de nuevo, hasta el rio bajo la diminuta pasarela.

Aunque tanto Roland como John parecen más que dispuestos a seguir adelante, yo necesito apoyarme contra uno de los bidones de agua, recuperando el aliento, recuperando el oído y, más importante, tratando de recuperar el sentido común. 

Tenemos que hacer recuento de bajas, recuperar munición y recargar baterías. Tenemos que hidratarnos, tenemos que organizarnos. Hay tanto trabajo para tan poco tiempo. Como bien ha expresado el guardia, ahora nos temen, no podemos perder esa baza. Pero tampoco podemos corretear por el tren a tontas y a locas.

Hago una forma cóncava con la mano para recoger algo de agua que brota de un depósito agujereado por las balas. Mientras bebo un poco, Kaidan se aproxima, sorprendentemente ileso, y sin preguntar comienza a examinarme el hombro. Entrecierro los ojos cuando presiona la herida con un trozo de tela, pero contengo las ganas de darle un manotazo para quitármelo de encima.

Kaidan: Lo siento

Niego con la cabeza, como diciendo "lo que sea, pero acaba ya".

 Mientras el muchacho termina de vendarme el hombro, Alan pone en palabras todos mis pensamientos. Ojalá fuera más rápida para estas cosas. Por algo no soy la líder...

Para John... Necesitamos recuperarnos un poco. No llegaremos a ningún lado si seguimos recibiendo disparos. Además tenemos que barajar otra forma de llegar hasta Rhazes... Ya no quedan balas.

 Para mi alivio, Jake parece calmarse.

Jake: Olya..debemos seguir, no hay otra opción. 

 Alzo las cejas, frotándome el hombro adolorido en cuanto Kaidan deja de juguetear con él.

-Lo sé -nunca he dicho lo contrario-. Sólo tenemos que reabastecernos. Somos pocos, pero ellos también son menos. Y sus balas tampoco son infinitas. Kaidan, ¿no puedes preparar más bombas incendiarias? Puede que ahora se las esperen, pero siguen siendo nuestra mejor baza.

La gente empezó a entrar en el depósito del agua.

Los que venían de 3º tenían bastante mal aspecto. Muchos heridos. Algunos mas graves que otros. CJ por su parte estaba bastante cansada y apenas podía andar. Una bala la había atravesado el muslo de lado a lado. era un herida limpia pero dolorosa. El gran corte en su espalda no había mas que empeorar la situación. Si antes incorporarse era doloroso, ponerse de pie era un suplicio.

Cj se dejó caer al suelo, de rodillas, cansada  y tosiendo por efecto del humo que se había concentrado el el vagón anterior.

- E-estoy bien.- Suspiró cuando John se le acercó.- John, t-tu cara!- Dijo intentando acariciar sin tocar el rostro del gigante. Una bala le había rozado el pómulo y destrozado, en su salida, la oreja. CJ rasgó de su camisa un jirón y, mojándolo en los charcos que había en el suelo, intentaba limpiar la herida de la cara de John.- Ahora estas mas guapo, ¿sabes?- Susurró con dulzura al guardia.- Sigue, yo me vendaré la pierna y ... tengo que ayudar al resto

Para la sorpresa de los que iban entrando, el olor de la humedad del recinto, que parecía que habría sufrido una inundación reciente, se fundía con el del olor a humo y carne quemada proveniente del vagón de 3º.

En un extremo los heridos entraban y se iban amontonando ante la escena. En medio del vagón, justo en la mitad de la pasarela, estaban Megan, Briss y Liz, completamente mojadas. Megan parecía que re reincorporaba del suelo como si alguien la hubiera empujado. Y Briss Tenia una herida fea en el hombro por la que perdía sangre y la hacía que estuviera mas en el otro mundo que en este.

Y para sorpresa de los recién llegados, Rhazes.

El maldito cabrón estaba herido en el otro extremo del vagón y de la pasarela, justo en la puerta que llevaba a los vagones de primera. Y por si fuera poco, mantenía a Sarah, la hija de Alan como Rehen. La agarraba con fuerza desde atrás y la apuntaba a la cabeza con la pistola.

- Vaya... ¿aun os quedan fuerzas?- Preguntó cansado. Su vista se endureció y miró a Liz. - Si, claro, un intercambio. La verdad es que me gustaría mas follarte a ti pero... ella me es mas valiosa que tu, cielo. Ahora que Senia está muerta... puede que adopte a Sarah. - Rió entre dientes abriendo la compuerta y dando un paso atrás.

Miró al frente y su sonrisa de amplió mas aún cuando vió a Alan entrar.

- Ademas, seguro que papi no hará ninguna locura, ¿verdad Sarah? Venga, Díselo...-

- Papá!!!- Gritó Sarah desesperada al ver a su padre, agarrada al brazo de Rhazes que la sostenía por el cuello.

- Nos vemos en la maquina, Alan. Ven a por ella. Tengo que hacer una última visita a un par de personas... Creo que Elaine estará lista...- dijo mirando a Roland mientras se pasaba la lengua por los labios.- Seguro que el señor Dmitry Lébedev estará encantado de ver quien le va a sustituir los próximos... 20? ¿30 años?

Pasos detrás de mí, creyendo que serían algunos temerosos de primero pero, para mi sorpresa, no había ninguna cara conocida en el grupo. Un rápido vistazo para comprobar tanto por sus ropas como por sus miradas que eran los ocupantes de tercera, buscando entre ellos al único que necesitaba ver.

- Jake.- Un susurro junto con un suspiro, aliviada al comprobar que estaba vivo, que había llegado a tiempo. Sólo necesitaba verle una última vez para rememorar los breves momentos juntos, las caricias que todavía sentía sobre mi piel o los cálidos besos de sus labios. Me giré para encarar de nuevo a Rahzes mientras levantaba la palma de la mano en dirección al nuevo grupo, instando a que esperaran aunque sabía que no podría calmar a la masa demasiado tiempo.- Te equivocas de nuevo, Rhazes. Elaine no está, tu súbdito te traicionó al ver en qué te has convertido.- Bajé la mano lentamente mientras respiraba hondo.- Sin mí nunca la encontrarás, está bien escondida, así que te lo diré una última vez. Deja a Sarah, y te diré lo que quieras.

Ni un poco. Ni un jodido minuto de descanso podíamos tener antes de que el cabrón de Rhazes siguiera apretándonos las tuercas. Conforme avanzamos en el interior del vagón, descubrimos toda una escena: el mamón ese rodeado de mujeres, a cada cual más maltrecha, y entre sus brazos...

-¡Sarah! -Exclamo, dando un paso hacia adelante, sin atreverme a moverme más por miedo a incitar a Rhazes a dispararle- ¡Cabrón! Eres tan cobarde que ni siquiera te atreves con alguien de tu tamaño...

Rhazes: Nos vemos en la maquina, Alan. Ven a por ella. Tengo que hacer una última visita a un par de personas... Creo que Elaine estará lista...

-No caigáis en la trampa -advierto a mis compañeros, cogiendo del brazo a Roland, que muy capaz le veo de lanzarse de cabeza contra él, tan herido como está, simplemente para acabar acribillado a mitad camino-, sólo nos está provoc...

Rhazes: Seguro que el señor Dmitry Lébedev estará encantado de ver quien le va a sustituir los próximos... 20? ¿30 años?

Siento un nudo de angustia en el estómago, pero se disuelve rápidamente. Capullo, ¿crees que me vas a picar con eso? Ahora sé que mi padre sigue vivo. Ahora sé que aún tengo tiempo para meterte esa pistola por sitios que no están diseñados para que entre nada.

Una de las mujeres junto a Rhazes, quien parece conocer a Jake -y pensábamos que trabajaba cuando le llamaban para ir a Primera. Vaya con el mecanicucho...-, trata de defender a Sarah.

Liz: Te equivocas de nuevo, Rhazes. Elaine no está, tu súbdito te traicionó al ver en qué te has convertido. Sin mí nunca la encontrarás, está bien escondida, así que te lo diré una última vez. Deja a Sarah, y te diré lo que quieras.

Ante sus palabras, suelto el brazo de Roland. Ya sabe que está segura, espero que mantenga la cabeza lo suficientemente fría como para no cometer ninguna locura. Y por dios, que Rhazes le haga caso a esa chica tan bonita y suelte a Sarah. Tensa, aprieto los labios, esperando una respuesta. 

Kaidan, ¿no puedes preparar más bombas incendiarias? Puede que ahora se las esperen, pero siguen siendo nuestra mejor baza.

- Tendría que volver al vagón de cola donde están los materiales - respondió a Olya mientras terminaba de asegurar el vendaje y se apartaba un poco - y ahora mismo... - recordó la puerta cerrada sobre el cuerpo de Raffaello -  es imposible. Todavía me quedan un par de botellas listas, pero no creo que... 

No llegó a acabar la frase, puesto que entonces se dio cuenta de quién se encontraba en medio del vagón. La amiga que había hecho Sarah y que había traído a tercera, Megan. Junto a dos otras mujeres que por sus ropas debían de ser también de primera, aunque no parecían en mucho mejor estado que ellos. Y Rhazes... llevando a la hija de Alan atrapada bajo su brazo, y amenazándola con una pistola. A pesar de la seguridad que trataba de exhibir, se lo notaba cansado, la bala de Alan debía de haberlo herido de verdad. Que se jodiera.

- ¡Hijo de...! - exclamó, dando un paso hacia adelante, pero se detuvo al ver que Rhazes ponía la pistola junto a la cabeza de la niña - ¡¿Te has quedado sin secuaces que lanzarnos, que tienes que recurrir a niños?! - no era el único que le gritaba ni que no quería hacer otra cosa que abalanzarse sobre Rhazes para acabar con él de una vez por todas y hacerle pagar por todo lo que les había arrebatado.

La situación no pintaba nada bien para el jefe de seguridad, aquella debía de ser la última carta que le quedaba por ugar, pero... ¿Para qué? Hasta las de primera parecían renegar de él. Herido y sin refuerzos, era imposible que volviera a tomar el control del tren. Era cuestión de tiempo que llegaran hasta la cabeza y pusieran fin a todo, incluyendo a la vida de aquél malnacido. Lo único le quedaba por hacer era joderlos lo más que pudiera antes de que ajustaran cuentas, morir matando. Lo cual, conociendo a Rhazes, concordaba bastante, desgraciadamente.

Al fin todos parecíamos volver a estar de acuerdo en algo, recobrarnos y descansar lo poco que pudieramos. Era un alivio ver como CJ volvía a recuperar a los demás y como Kaidan trataba de taponar las heridas de Olya. Yo también estaba herido, como Jake y Roland, pero quizás solo debiamos descansar. Nuestras situaciones eran criticas a veces también.

Y todo parecía estar en calma, darnos un respiro de todo el caos, hasta que de nuevo por la puerta del siguiente vagón, apareció él. Estabamos igualados a heridas, y nosotros teniamos la situación de todo el tren cogida, pero ahora quizás había un giro dramatico a los acontecimientos - Megan - dije primero al verla a ella caer para luego ver a Sarah entre sus brazos - ¡SARAH! - grité yendome un poco de los nervios.

Si bien estaba volviendo a aquella ira que acumulé en el balazo que le di, los demás que respondían a mi alrededor tenían razón en dos cosas. La primera era que... aunque fuera mi hija la que tuviera en brazos, no debería perder la calma y la segunda... Agarré el hombro de Kaidan justo cuando terminó de hablar - Rhazes, has caido en lo más hondo. Creia que eras solo un cobarde, pero eres peor que eso - me adelanté un paso para ponerme delante de Kaidan mientras le miraba con una sonrisa y mientras así ocultaba mis labios decirle algo apenas sin sonido para luego encararme a Rhazes. - Sarah, hija mia, no te preocupes, papa te salvará te lo prometo. - haciendo aquella primera frase la más tranquilizadora para ella

-Deja a mi hija. Si eres de verdad un hombre, deja a mi hija ir y deja en paz a los demás, los de primera y los de tercera. Si lo haces iré contigo sin represalias ni defenderme. Ella no tiene nada de lo que puedas sacar provecho, aunque pienses que solo me harás daño llevandotela hasta que llegue a la máquina, no conseguirás sacar nada de ella. Sin embargo... - Y aquí venía el momento limite, de nuevo lo que diría, pondría de nuevo a los mios en mi contra... pero era el único as que conocía para dar la vuelta a la tortilla... y sin embargo era tan dificil mentir de nuevo, aunque esta vez, la mentira fuera para Rhazes - ...aún soy el único de tercera que sabe el mayor secreto de este tren y el cual podría destruir todo lo que conoces dentro de este. ¿Te arriesgarías a que el resto lo supiese? Llevame a mi y me callaré

Al pasar junto a el le dije muy bajito con mis labios - _{Dame fuego -} y trás ponerme delante de el dejé mi mano derecha orientada hacia arriba y atras para que me diera lo que sea con lo que prendió los cocteles de antes.