Partida Rol por web

-¡Woooow, lo conseguimos! -gritó para expulsar la adrenalina a tope. -¡Oh, Dios, sí qué subidón! Volando, esquivando balas, te hemos cogido al vuelo con el látigo y te hemos salvado.

Montana había sufrido tanto que estaba completamente fuera de sí, con las dopaminas a niveles estratosféricos. Estaba tan desatado que cogió las mejillas de la pelirroja y acerco sus labios a los suyos. Tras unos instantes muy largos, el profesor volvió a su estado sereno.

-Ups... Yo... eh... lo siento

─La maga. La jodida embustera esa ha entrado en mi mente y quería utilizarme. No estoy seguro de si era el titiritero u otra cosa, pero está claro que no está con nosotros. Si es que estamos decididos a impedir el robo... Aterrizad en alguna parte y dejadme en el suelo para que pueda volver a ser Vortex, que como me transforme aquí en el aire nos vamos todos para abajo... ─dijo Nacho, el esmirriado humano de acento puertorriqueño en el que se había convertido la entidad gravimétrica.

Casi parecía una broma, el poderoso Vortex, inmune a las balas, enormemente fuerte y de una presencia imponente... era en realidad un portorriqueño delgado y cuarentón. Desde luego no era un Clark Kent, eso estaba claro. Ahora sólo cabía esperar que aquella tormenta y medidas mágicas no le impidieran volver a convertirse en Vortex y así ayudarles una vez más.

Sin tiempo a reaccionar al impulso de Montana (o quizás sin querer reaccionar) dejó que la besara sin oponer resistencia y sonrojándose muy levemente. Cuando se separó sonrió divertida.

- Vaya, no ha estado mal como pago por el paseo volando – le dijo divertida guiñándole un ojo, antes de mirar de arriba abajo Nacho.

- Vaya, vaya, así que eres una persona normal. – le sonrió - ¿Te apetece que nos presentemos otra vez como es debido? – le propuso tendiéndole la mano.

- No creo que ella sea el titiritero. En el centro comercial estuvo haciendo magia mientras luchábamos contra los tipos aquellos. Dudo que pudiera hacer tanto a la vez y habría tenido más sentido que nos parara los pies allí que ahora. Así que la cuestión es, ¿por qué ha cambiado de bando ahora? – reflexionó en voz alta.

Notas que aún resuenan en tu cabeza las palabras de la maga. Poco a poco notas que recuperas tus poderes pero no podrías transformarte aún, parece que debido a que todavía queda poder de la maga en tu mente. Pero sabes que sólo será cuestión de unos minutos que recobres tus poderes. El problema es que empiezas a notar mucho frío y notas un hormigueo bastante considerable en tus extremidades. El frío puede acabar contigo ahora aunque seguramente no antes de que puedas transformarte de nuevo.

Vortex sigue sin poder transformarse de momento, y se nota que tiene frío. Su cuerpo normal no es inmune como lo es siendo Vortex. 

Los hombres veis que se distribuyen de nuevo defendiendo la entrada el edificio y al momento desaparecen, seguramente tras activar sus dispositivos de ocultamiento. Un ataque frontal al perímetro sería un suicido, su potencia de fuego es alta y no sabéis si tienen ayuda metahumana. De no haber parado el ataque habríais muerto todos, eso lo tenéis claro...habíais caído en una emboscada contra un número superior de enemigos y encima mejor armados y preparados que vosotros. La mejor opción es que busquéis una alternativa.

Dudas de que la maga haya cambiado de bando, la ilusión que dibujó con más pena que gloria en los cielos eran los vengadores y no villanos precisamente. Ha detenido a Vortex que estaba rodeado de enemigos y quería seguir luchando y al hacer esto habéis podido salir con vida de allí y pensar en una mejor opción. Lo de hacer que se transformase es una acción muy peligrosa pero ha sido lo que ha parado que continuarais atacando de frente. Cabe la posibilidad de que lo hiciera por vuestro bien...

─¡Joder, qué frío! No creía llegar a decir esto nunca, pero añoro poderme transformar en Vortex...

El latino ya empezaba a temblar por el frío (su forma humana convencional no llevaba puesta mucha ropa, seguramente se había trnasformado en interiores).

─¡Cuando vuelva a transformarme esa puta maga se va a cagar! ¡Se ha metido en mi mente! ¡Le daré tal paliza que no le reconocerá ni su puto marido!

- Ya, bueno – digo un poco insegura – A lo mejor se le ocurrió que así nos ayudaba al forzarnos a retirarnos. Si nos llegamos a quedar allí seguramente nos habrían cepillado a todos y reconoce que no tenías ninguna intención de largarte de allí, y dinos ya un nombre normal por el que llamarte, hombre. – trato de acercarme y hacerle gestos a Montana para que se acerque también para abrazar a exVortex, porque no sé de dónde le voy a sacar ropas para que no se muera de frío, y saco el móvil para llamar a Parkour.

─Y una mierda, a lo mejor estaba protegiendo a su maridito... Nacho, me podéis llamar Nacho. Y, por favor, llevarme a algún sitio caliente antes de que se me congele el culo. Me da la impresión de que si voy al baño me saldrá un témpano en vez de, bueno, ya sabes...

Nada sutil con las palabras. Tal vez era el frío, tal vez la adrenalina, o la frustración. O un efecto secundario de transformarse, quién sabe. La verdad es que simplemente podía ser un bocazas. O un amargado. Siendo un latino en Nueva York seguramente habría tenido que aguantar bastantes cosas desagradables a lo largo de su vida.

- Vamos a ver si podemos abrir esa puerta. ¿Alguno sabe forzar cerraduras? – les pregunté dirigiéndome al portal del edificio más cercano, mientras seguía llamando a Parkour.

- Ya, Nacho, dime que de no haber tenido que transformarte no te habrías quedado allí a luchar contra todos aquellos tipos armados hasta los dientes, aunque a Montana y a mí nos podrían haber hecho papilla.

Parkour coge el teléfono, lo escuchas jadear. Te dice de manera rápida:

- ¿Qué tal por ahí? Por aquí jodidos... - se escuchan disparos y un par de explosiones - ...Ese estuvo cerca...

- Ostias, ¿qué dices? ¿Os están atacando los Vengadores o los malos? Nosotros hemos escapado de puto milagro. Había un monton de soldados con equipo de última tecnología, carros blindados, lanzacohetes, ropa de camuflaje y no se que ostias más...

- Los malos...una especie de mercenarios. Estaban intentando robar algo pero hemos hecho saltar las alarmas... - te comenta - ...no se lo han tomado bien y no paran de dispararnos, he noqueado a dos y Seven a siete pero aún quedan unos cuantos...¿camuflaje? ¿tanques? Joder...si eso venid para aquí con vosotros podemos acabar con ellos...

Se escuchan más disparos y un par de explosiones lejanas. Parkour parece dirigirse a su amiga:

- Lánzales una puta bola de fuego a esos cabrones de mi parte... - luego te vuelve a decir por el móvil - Venid para aquí si podéis...

El tiempo empieza a empeorar y sigue nevando cada vez con más fuerza. Vortex sigue todavía en su forma humana y aún le cuesta transformarse, aunque nota como sus poderes empiezan a responder ya. Pero necesita una fuente de calor ya que está tiritando y sus labios empiezan a colorearse de un color azulado.

- Osti, osti, sí, vamos volando, pero tengo que encontrar algo con lo que envolver a Vortex o se nos va a quedar hecho un carámbano de aquí a allí… la maga se metió en su cabeza y le obligó a transformarse en su yo normal… y, bueno, ahora mismo no tenemos claro en que bando juega la maga. Si la veis, andaos con cuidado. – contestó al teléfono mientras llegaba delante de la puerta del edificio más cercano.

Viendo que ninguno de los dos parecía de utilidad para abrir la puerta, suspiró, extendió  la mano y le dio un “empujoncito” a la puerta para abrirla a lo bruto.

Montana está abrazando al metahumano, intentando darle un poco de calor humano. Mientras escucha a la joven hablar por teléfono.

-¡Blam! -escuchó el arqueólogo. Fenix había abierto una puerta con solo un gesto.

-Muy bien colega, para adentro -dijo a Vortex mientras se lo cargaba a cuello.

Lográis entrar en un edificio, la diferencia de temperatura se hace notable y Vortex en su forma humana deja de tiritar. En un par de minutos nota como sus poderes regresan al irse la influencia de la maga, pero un miedo se asoma en la mente de Vortex...¿y si ha implantado alguna orden en algún lugar de su mente? Kristjana ha demostrado tener un control mental bastante poderoso para poder acceder a la mente de Vortex, y también poco sentido común sabiendo las consecuencias que podría tener hacer eso.

Vortex en breve podrá volver a transformarme y ahora os queda pensar en vuestra próxima acción. En la Torre Stark la situación está complicada pero es asequible ya que de momento Parkour y Seven siguen vivos y luchando. Pero en la fábrica donde queman el dinero la situación no lo es tanto, se nota que es el objetivo principal de su plan y están fuertemente armados. No parece que vayan a finalizar hoy con la tarea que tienen. Intentáis recordar si habéis visto algo que os pueda ayudar en esa parte...algo que hayáis pasado por alto o no le prestaseis atención.

─Maldita cabrona, creo que ya me puedo volver a transformar, pero ¿y si me ha dejado un regalito en mi mente y la lío parda al transformarme? Así no sirvo de nada, así que tengo que intentarlo... Vale, me transformo y vemos si hago alguna tontería. No me volveré hiper-pesado, así que si notáis que lo hago sin avisar, dadme fuerte y cuanto antes, porque al final del proceso soy inmune a las balas...

Muy bien, Nacho iba a volver a convertirse en Vortex, que era mucho más útil en una situación como esa, salvo que no lo fuera. ¿Se le puede coger manía más rápido a una maga?

En lo poco que has podido fijarte recuerdas que no viste camiones ni vehículos pesados para transportar nada, recuerdas que en el EROC hay una cámara blindada automatizada donde se suelen guardar 60 billones de dólares para emergencias, y por ejemplo una tormenta como esta podría ser una de esas causas. Además también es una reserva de moneda electrónica, una de las tres que posee el país con cifras desconocidas. Además se procesan cheques (1.39 millones de ellos al año, con un valor medio de 300 billones de dólares). Hay muchas opciones de sacar dinero, tanto en metálico como virtual. Pero no has visto ningún vehículo para moverlo...y eso significa que o llegará en el último momento o que tienen algún plan alternativo de huida.