Partida Rol por web

-Es una locura y más con ese metahumano vigilando

James continuó agazapado esperando que ese ser hiciera algo. Si era de los "buenos" intentaría llegar a alguna ventana y escapar. Si era de los "malos"... Entonces confiaría en su látigo que llevaba siempre a todas partes oculto en su costado.

La situación en el interior empezaba a tornarse más y más tensa a cada momento. Un metahumano había hecho acto de presencia pero los hombres no parecían tener ningún miedo a pesar de la extraña apariencia.

Uno de los malos que parece liderar el grupo dice:

- Activad el gas...seguir con el plan. El jefe se encargará del meta...si decide actuar matad rehenes...y activad el plan B...

Podéis escuchar como se amartillan varias armas. Los hombres están decididos y parecen tener un plan B por si hay metahumanos.

─Tú, ven aquí, chulito ─dijo el metahumano extendiendo el brazo hacia el aparente líder de los atracadores mientras activaba sus poderes, causando que el tipo se viera atraido directamente hacia su mano abierta, a la vez que ascendía 1 ó 2 metros en el aire para que si abrían fuego contra él no hiriesen accidentalmente a los rezagados de aquella planta.

─Mira, chavalote, vas a retirar ahora mismo lo del gas, el plan B y toda la mandanga o no voy cortarme de romperte cosas, empezando por tus piernas. A ver, soy inmune a las balas, ¿qué esperas conseguir pataleando como un nene? ¿Que me cabree? Y, por cierto, también soy inmune al gas, pero ni tu ni esos pringados de ahí abajo no, en cuanto me deshaga de sus máscaras (y va a ser rápido) lo van a pasar mal...

El extraño ser atrae hacia sí mismo al líder de los pandilleros. Éste ni se inmuta, no hay atisbo de miedo en su rostro. Incluso sonríe mientras se eleva en el aire agarrado por Vortex. A pesar de la situación permanece totalmente tranquilo, impasible...como si no tuviera sangre en las venas.

- Tú lo serás, pero ellos no. - dice tranquilamente mientras chasquea los dedos. - Comenzar el plan B. Yo me encargaré de esto...

Se lleva las manos a uno de sus bolsillos y se escucha un click. El resto de pandilleros retrasan sus posiciones unos metros como preparándose para una gran explosión.

- Será mejor que me dejes en el suelo con cuidado...he activado una carga explosiva que llevo adosado a mi cuerpo. Yo estoy dispuesto a morir. Pero ellos puede que no...

La gente tiene miedo, se escuchan sollozos. La gente está aterrorizada, y una explosión seguramente causaría heridos. Algo no cuadra porque claramente no son yihadistas, pero les es indiferente morir. 

En sus ojos no ves ninguna emoción, salvo una tranquilidad infinita. Algo o alguien claramente los está controlando. Actúan con agresividad pero no se han dejado llevar por la adrenalina, mataron cuando tuvieron que matar pero no masacraron. Hay alguien tras esto pero no está allí...¿o sí?

- Emergencias. - escuchas al otro lado de la línea tras unos segundos de tensa espera. - ¿En qué podemos ayudarle?

La situación dentro parece que se torna cada vez más peligrosa, aunque escuchas desde fuera lo que está pasando dentro (la acción principalmente está en los accesos del centro comercial parece que hay sucesos que no puedes ver de momento. Aunque sí puedes ver a un extraño ser que parece un agujero negro andante.

Ahora mismo estás a las puertas, puedes ver que los accesos se han cerrado con una especie de cadenas metálicas y unas cajas que posee un imán ya que están pegadas por dentro a la puerta. Te tienen pinta de contener explosivos.

-Estoy en el Centro Comercial de Colimbus Circle. Hay unos tipos encapuchados que han cerrado las puertas con unos imanes; creo, creo que tienen explosivos adosados y hay... hay un tipo muuuu raro. Es como un agujero negro... sí, sí, no estoy loca, un agujero negro... y ha hecho volar hasta él a uno de los encapuchados... - explico lo más rápido que puedo.

Parece que la persona de sexo indefinido que te atiende al otro lado de la línea parece dudar entre derivar tu llamada a un servicio de psiquiatría o hacerte caso. De todas formas parece que ya está al tanto de la situación y te contesta:

- Si usted está a salvo, por favor, aléjese del centro comercial. Ahora mismo se dirigen hacia allí unidades de la Policía y el SERU. Por favor, no se haga la valiente y aléjese. Agradecemos su información.

Al momento escuchas varias sirenas de coches de policía, bomberos y ambulancias entremezclados. Estás fuera pero el centro comercial es amplio y tiene muchos puntos accesibles, el tejado es uno de ellos y no sabes si está vigilado.

-Si tan poderoso eres, podrás protegerme -se autoconvenció Montana mientras cogía el látigo y se acercaba agazapado a un punto des del que usarlo. Puedo tumbar a varios antes de que activen nada, solo espero que el meta me proteja antes de que me cosan a balas -pensó con el corazón a mil por hora.

- Claro, sí, eso haré – contesté antes de colgar.

Claro.

Ya estaba dando la vuelta al centro comercial para dirigirme a una de las calles aledañas que tuviera menos gente y no llamara la atención que volara hasta el techo… No me gustaba la idea, pero pasar desapercibida se le daba mejor a la “otra”, así que tras mirar a ambos lados para asegurarme de que nadie me veía, me concentré en cambiar mi aspecto a Fenix y desafiar a la gravedad para subir hasta el techo del centro comercial. A ver si aquello no estaba protegido y podía entrar para ayudar a los más que probables heridos; aquella cosa de oscuridad no parecía que fuera a tener mucho cuidado con que no hubiera daños colaterales…

─¿Así que vas a activar tu chaleco de explosivos, eh, chico listo? Ajá. ─pensó para sí el metahumano. Sonrió, pero al no decir nada y dado el extraño aspecto de su rostro, poco o nada pudo intuirse de lo que pensaba sobre lo que decía el líder del grupo terrorista.

Vortex tuvo que concentrarse, cerrando los ojos por un instante y las energías fluyeron a través suyo. Mantuvo el contacto con su interlocutor ya sin necesidad de poderes y dejó que el agujero de gusano le envolviera también a él. En sólo unos segundos Vortex y su acompañante recorrieron lo que en avión se tardaban cerca de 20 horas. Aquel lugar era una isla en medio del pacífico donde el concepto de teléfono móvil resultaba todavía remoto, tan remoto como su propia localización. Sin darle tiempo a reaccionar, Vortex volvió a activar su poder y fue de regreso al centro comercial, exactamente donde había estado previamente. El líder se quedó tan solo acompañado por un moai.

Cuando te teletransportas notas como la bomba del hombre estalla. Es una gran explosión, demasiado grande para un simple explosivo. Al aparecer en la isla de Pascua sales disparado a casi doscientos metros de donde querías aparecer...del cuerpo del pandillero no queda apenas.

La explosión ha sido impresionante, no solo porque la carga parecía ir dirigida hacia delante sino por la cantidad de metralla que ves reflejada en las caras de los moais de la isla. La explosión ha destrozado a varios aunque no te has aparecido al momento...si todos los pandilleros llevan un explosivo así será una matanza de personas sin lugar a dudas. Los trajes de los TEDAX de la NYPD no serían capaces de soportarlo, tú lo lograste porque tu dureza es impresionante pero ellos no...

Otra cosa llama tu atención mientras intentas desaturdirte. El chico no dudó, no sintió emoción, ni miedo, ni alegría...o son fanáticos o alguien controla por completo sus mentes. Y ambos casos son peligrosos.

Vortex desaparece con el pandillero pero el resto quedáis ahí. Los pandilleros parecen seguir tranquilos y aprovechando ese momento "Montana" James se lanza a desarmar a uno de ellos. Saca un látigo de debajo de su chaleco y lo lanza contra el que tiene más cerca.

El resto de personas parecen mantenerse todavía al margen, sin querer arriesgar sus vidas aunque un chico al que antes Vortex examinó parece acompañar la acción de Montana y lanzarse a por uno de los que están en las puertas. Con una corta carrera se lanza a uno y tras un corto salto le da un rodillazo volador en la cara haciendo que el pobre pandillero atraviese el cristal que tienen las puertas y gracias al cielo sin activar ninguna carga explosiva. Es un acceso bastante grande para que pueda salir la gente. Pero abriendo alguno más podrán salir y hay muchos cristales (cinco puertas).

Subes al tejado, te sorprende que hay un par de pandilleros vigilando la zona. Contabas que no hubiera ninguno pero no deberías tener problemas con ellos. Hace frío y no están muy atentos así que podrías lanzarte a por ellos fácilmente. Parecen estar concentrados en vigilar una zona en particular (un gran tragaluz que da al centro comercial, seguramente a través de él entra luz natural). Te parece lógico ya que es la mejor zona para entrar al menos para los agentes de policía de la ciudad.

De pronto escuchas un sonido y te parece ver una sombra en un edificio cercano...

Los nervios le jugaron una mala pasada y su latigazo apenas tuvo la fuerza esperada.

─¡Si será cabrón! ¡No me ha escuchado ni un poquitín! ¡Vaya falta de consideración! ¡Y menos mal que con esta forma no podía pringarme, porque, qué asco, joder! ─comenzó a maldecir a gritos el metahumano, recuperando estabilidad en el aire─ ¡Puto chalado de mierda! ¡Ese tío estaba loco... o controlado! ¡Joder, joder, joder!

Si todos los pandilleros llevaban un explosivo de este calibre iban a reducir el centro comercial a escombros. Sería una matanza en toda regla. Y no iban a dudar a hacerlo, maldición, aquella gente no regía sus propios destinos, algún desalmado estaba controlándoles. Tenía que volver allí cuanto antes.

Vortex volvió a concentrarse y dejar que su poder de agujero de gusano tirase de él hasta reaparecer en el centro comercial.

─Vale, no tenéis culpa de estar haciendo esto, pero no estoy teniendo muy buen día, así que acabemos rápidito con todo esto. Podéis empezar disparándome, venga, que no se diga que no juego limpio.

Ok. 2 tipos. 1 tragaluz. No quería tener que enfrentarme en un combate directo así que… me concentré para empujar psíquicamente a ambos en la dirección del tragaluz confiando en que fuese suficiente para que cayeran por ahí. No iba a ser tan discreto como quería, pero mejor que llegar al cuerpo a cuerpo…

Montana logra desarmar a uno aunque tiene que ser más rápido la próxima vez ya que estuvo a punto de no lograrlo. Vortex vuelve a aparecer e incita al resto de asaltantes a disparar contra él:

─Vale, no tenéis culpa de estar haciendo esto, pero no estoy teniendo muy buen día, así que acabemos rápidito con todo esto. Podéis empezar disparándome, venga, que no se diga que no juego limpio.

Pero mientras dice eso se escucha un estruendo gigantesco y dos pandilleros caen por el tragaluz principal muriendo al golpearse contra el suelo en un golpe seco. Parece que en la azotea hay fiesta...

Parkour aprovecha el momento para noquear a otro tipo con un puñetazo en salto y lo aleja de la entrada por lo que algunas personas pueden pasar a través de las puertas sin cristales. 

Los pandilleros no reaccionan de momento, se mantienen apuntando a los rehenes como si no fuera la cosa con ellos. Hasta que uno de ellos avanza y parece indicar que es el nuevo líder:

- Hagamos un trato...soltaremos a casi todos los rehenes si tú y los que estáis causando problemas os vais con ellos. Incluyendo a los que estén en la azotea...si os vais podréis salir tranquilamente. Si no...empezaremos a matar rehenes en un minuto.

Montana calló y miró al meta. Él debería tener la última palabra porque era el único que parecía capaz de frenar aquella locura.