Partida Rol por web

Sobre aguas oscuras

001.- En algún lugar del Caribe...

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01/10/2007, 20:52
Director

Notas de juego

Oye, me encanta como escribes, pero no puedo responderte demasiado porque vas demasiado rápido para las acciones de tus compañeros. Me refiero a que ellos están hablando en la taberna (con lo que ha pasado poco tiempo), mientras que tu ya has narrado casi por completo tu noche.

Te lo aviso por si no te respondo tan a menudo.

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01/10/2007, 21:07
Santiago Caballero Negro

Santiago da un sorbo y justo después de apartar la jarra se limpia el bigote poco disimuladamente. Su voz aspera y sinuosa parece salir de un lugar a medio camino entre su cuello y la pared del fondo:
-De veras el Arcana es un nombre extraño. Muy extraño para gente tan supersticiosa como los marineros... ¿Nuestro capitán se cree un mago o hechicero capaz de dominar lo sobrenatural?-
Baja su tono y se acerca a sus contertulios, buscando que solo le escuchen ellos, y solo ellos.
-No creo en historias de viejas, pero un hombre loco que se pierde en estas es de veras peligroso. Puede conducirnos a una muerte segura.-

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01/10/2007, 21:11
Ekao Mogamba

Notas de juego

Gracias Jefe.

Ya me imaginaba que mis compañeros iban a ir más despacio (seguro que hablan de mujeres, las cosas no cambian tanto en el rol). Yo ya no iba a escribir más, hasta que dijeras que todos estamos reunidos en el puerto y listos para embarcar. Por lo tanto, espero tu señal :D

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02/10/2007, 14:10
William O´Linch

Saludo rápidamente con la cabeza a Berenguer mientras escucho al "Escocés" con interés.

- Creo que ninguno de nosotros ha sabido administrar los botines, pagas y fortunas que les ha brindado el mar, aunque creo que es algo inherente al marino, simplemente nos damos una escusa para volver a jugarnos la vida sobre la cubierta de un barco, cuando nuestra única motivación es la indescriptible sensación de libertad.

Sacudiendo la cabeza dejo de lado los pensamientos propios de un romántico, tras un largo trago oigo como mencionan a nuestro capitán. Es probable que únicamente los portadores de los peniques conozcamos el objetivo del tesoro, cuantos menos lo sepan mejor.

Con los brazo agarró los hombros de Robert y Santiago y con una mirada invitó a Berenguer a acercarse un poco. Casi con un susurro difícil de oír William contó lo que había escuchado sobre su enigmático capitán, o al menos así quería hacerle creer al "Escocés".

- Lo que yo he oído es poco, pero muy interesante.- O´Linch guardó silencio mientras observaba que nadie más les escuchaba. - Creo que aciertas en hablar de él como un noble europeo, al parecer fue degradado y perdió todo por culpa de un arrogante inglés. Ahora solo busca venganza y nosotros debemos ayudarle. Puede que controle los vientos o haya vendido su alma para perseguir a su enemigo, pero eso son sólo rumores.

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02/10/2007, 23:19
Berenguer Alstrà

Berenguer estaba en silencio mientras oía las historias de sus compañeros, ante los mirada de William se acerco un poco más para poder escuchar sus palabras,
parecía que ninguno de los otros dos quería contar demasiados detalles sobre la información que Jack les había dado y en lo que se refería a él no tenía demasiada idea.

- Ya sea por venganza o por locura lo único que importa es el botin final y lo que nos cueste llegar hasta él, a veces los caminos más extraños acaban en gran éxtio... o en toda una tripulación muerta. - Berenguer sabía que la última opción ya había sucedido antes, en su primer viaje los otros marineros le contaron algunas historias, decían que era para no repetir los errores de otros.

- Por cierto Robert, mi nombre es Berenguer Alstrà.- Un poco más y casi olvidaba presentarse ante el nuevo compañero. - Despues de presentarse Berenguer cogió de nuevo la jarra y bebió un poco.

Notas de juego

William has mandado el mensaje a todos los jugadores, no serás un español infiltrado que quiere jodernos bien no? XD

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05/10/2007, 01:09
Director

Munrow se da una vuelta por cubierta, aparentando estirar las piernas antes de echarse a dormir. Pronto llega a la conclusión de que seguramente le sería relativamente fácil bajar del barco sin ser visto, pero que volver a subir sería harina de otro costal, y bastante complicado.

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05/10/2007, 01:23
Robert McMaster

McMaster se echa hacia atrás, lanza alguna ojeada a su alrededor y vuelve a acercarse:

- He oído algunos rumores que dicen que sí, español. Rumores de lenguajes extraños hablados por el capitán o quien quiera que estuviese en su camarote, a altas horas de la noche. Y de enfermedades, y de locura. También se dice que hay un fantasma en el barco, una sombra, o varias. Ninguno de los marineros que navegarán con nosotros lo ha hecho antes con él. ¿Qué ha pasado con los que han traído el barco aquí? ¿Por qué no aceptan volver a navegar con su capitán?

Luego, escucha con atención la información de William.

- Venganza... Eso puedo entenderlo, y me tranquiliza. Mientras la paga o el botín sea buenos, estoy dispuesto. Pero me sentiré más tranquilo cuando vea a nuestro capitán. Que controle los vientos lo soportaría.

McMaster vuelve a beber de su jarra, casi vacía ya.

- Es un placer, Berenguer Alstrá. Parece que todos somos extranjeros aquí...

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05/10/2007, 09:59
Berenguer Alstrà

Las palabras de Robert entraron lentamente en la cabeza de Berenguer, se empezaba a preguntar si éste viaje habría sido una buena elección, aun no habian embarcado en el barco y los rumores sobre el capitán y su antigua tripulación ya empezaban a surgir.

- Robert, como sabes que ningún tripulante repite? llevaís mucho tiempo esperando en la Isla para embarcar? - las palabras de Berenguer salieron de su boca en un tono tranquilo, como si sus preguntas fueran lo más normal del mundo.

Mientras esperaba la respuesta de Robert por la mente de Berenguer solo pasaba una cosa, la noche en que conocieron a Jack en las ruinas, las palabras de Robert sobre extrañas sombras por el barco recordaban el momento en que llego y desapareció sin dejar rastro. Para quitarse esos pensamientos y centrarse en los últimos momentos en tierra firme Berenguer tomó un buen sorbo de su jarra.

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05/10/2007, 13:52
William O´Linch

William sacudió la cabeza con una medio sonrisa en su rostro, todo lo que estaba oyendo no era la primera vez, aunque en aquella ocasión ciertas coincidencias hacían que algo se revolviera en su mente.

- Bueno ahora si que tengo ganas de embarcar y conocer al capitán, sin duda esto será una gran aventura si sólo la mitad de los rumores se hacen ciertos. He oido cantar a las sirenas, barcos desaparecer en medio de la noche, pero nunca embarqué con un capitán como el que comentas, ni en un barco embrujado.

Además de una bruja a bordo como Ekao, el viaje sería cuanto menos interesante.

-Por un viaje lleno de fortunas y que nosotros las disfrutemos.- Digo levantando mi jarra hacia mis compañeros de mesa, mientras instintivamente busco debajo de mi camisa un colgante.

Notas de juego

Berenguer me has descubierto, mi odio hacia los españoles es una estratagema para parecer lo que no soy, o lo que quizás sea pero no soy... algo así. ;)

Un despiste.

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05/10/2007, 15:22
Munrow

Notas de juego

Bueno, ya pensaré después en cómo subir. Ahora ¡Abajo se ha dicho! :D

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09/10/2007, 01:58
Robert McMaster

- Llevo aquí casi una semana y créeme, no he oído de nadie que haya navegado antes en el Arcana. Creí que iba a verlo, porque, por lo que oyó Francois, el contramaestre esperaba a algunos tripulantes especiales... Supongo que se habrán cansado de esperar. Me alegro, creo que la espera estaba poniendo nerviosos a los hombres. ¡Estar aquí parados oyendo historias de fantasmas no es bueno para la moral!

Al brindis de William, Robert alza su jarra:

- ¡Que las disfrutemos! -y la vacía.

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09/10/2007, 02:01
Director

Munrow deambula por cubierta, aparentando buscar un lugar cómodo en el que dormir. Una vez que ha comprobado dónde se encuentran los tripulantes, en lo que espera que sea un punto ciego, se descuelga por la borda y se agarra a una de las sogas que unen el Arcana con el puerto. Con la agilidad de un mono, Munrow cuelga hasta poner los pies en la madera del puerto lo más silenciosamente posible. No se oye ningún grito ni alarma.

Aprovechando la oscuridad, el inglés se acerca al pueblo. A su derecha se encontraría la taberna donde ha oído que se encuentran sus compañeros. Al frente y a la izquierda se apilan un conjunto de casuchas silenciosas. Parece ser el único paseante.

Notas de juego

¡Allá vamos!

He hecho la tirada a la vista, se me ha pasado. Sería "Habilidades Atléticas + Agilidad". En total, 4+2=6. Suficiente.

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10/10/2007, 15:27
Munrow

Con una expresión cenicienta y sendos ojos blacks, la máscara de su cascarón vacío, el maldito se aleja a veloces y calculadamente mullidas zancadas del Arcana. Sólo mira hacia atrás para cerciorarse de que nadie le ha descubierto, y hace lo propio en cada mundana dirección que es capaz de distinguir como peligrosa. Admite silenciosamente que la taberna era una posibilidad, una posibilidad que se vuelve escurridiza tras avistar el prieto poblado de caballas como de cuento.

Hacia allí se dirige, brutalmente silencioso y rápido.

Notas de juego

Yo la verdad es que prefiero que hagas mis tiradas a la vista, al menos las que toquen. Me dan una idea más exacta de lo que está ocurriendo.

Una opinión que comparto en lo que respecta a los combates. Aunque aquí admito que pueden existir particularidades.

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11/10/2007, 10:14
Ekao Mogamba

Regresando al barco, en el camino de vuelta, el mercado parece haber recobrado milagrosamente la vida.

La fantasmal apariencia de la noche anterior, dio paso a un lugar palpitante y lleno de bromas y señas con todo lujo de detalles sobre temas maritales.

A Ekao siempre le gustaron esas bromas picantes, pero su cara estaba seria y distante. Ella diría, simplemente, que estaba concentrada. Y en verdad lo estaba, por eso se asustó un poco cuando vió algo raro con el rabillo del ojo.

Había un mono, gris y de cara extrañada, mirándola desde el tejado de uno de los puestos, regido por... sí, eran chinos-uno de esos puestos típicos donde venden pescado crudo o poco hecho, apestosos pero extrañamente limpios. El puesto en sí, es una ventana con un pequeño mostrador, que da directamente a la cocina, dentro de la casa-.

El dueño, gracioso pero muy enfadado, agitaba el palo de una escoba para espantar al monito. No cabía duda: quería hacerle daño.

Ekao iba a continuar su camino -de hecho ya había empezado a andar- cuando el mono peludo y maloliente se abalanzó sobre ella, tapándole la cara y agarrándose al pañuelo blanco que le anudaba el pelo.

Ella tenía la impresión de que medio mundo sabía de su desgracia y mala suerte para con los animales. No se llevaban bien. En absoluto. Por eso se alegraba de poder soltar pedazos muertos de toda clase de fauna en sus aventureros encantamientos, su particular forma de vengarse por el mal trato recibido durante años. De todas formas, siempre le hubiera gustado tener un animalito que dependiera de ella, para comer y dormir. Desde niña tuvo esa idea, pero no se acercaban a ella ni las cabras, ni las vacas, ni las gallinas. Y si era ella quien se acercaba, para ordeñar al ganado, por ejemplo, no pasaría ni un minuto sin que el mastodonte de la manada fuera a por ella.

En eso estaba pensando, cuando el mono, histérico y asustado, comenzó a enredarle la melena.

-Eso sí que no! -bufó Ekao.

Cogió al animal de una pata, y estiró el brazo. El mono parecía ausente de repente. Se quedó tieso como un muerto.

El chino corrió hacia ella. Se bajó los anteojos, un par de veces, para luego exclamar:

-Usted es negra! -sus ojos diminutos miraban, parapetados detrás de las gafas.

Ekao puso los ojos en blanco. -Qué quiere?

-Ese... mono es.. suyo?

El mono seguía sin moverse. Ekao notaba un corazón pequeño y frenético que bombeaba sangre hasta sus diminutos pies, pero el mono seguía inmóvil.

-Supongo que no es de nadie ya. Este mono está muerto -mintió, sin saber de dónde diablos vino aquello.

Sacudió un poco la mano, y el bicho ahi siguió.

-Lástima
-dijo el chino. -Una verdadera lástima. Si está muerto, no me sirve -siguió murmurando. -Al animal hay que cocerlo vivo, porque así...

Ekao echó a andar, dejando al cocinero nipón ensimismado. Cuando estuvo lo suficientemente lejos, dejó al animal en el suelo. Abrió un ojo. Luego el otro. ASí un rato.

Hasta que volvió a saltarle a la cara.

-No! Maldita sea! Quítate de encima, maldito mono apestoso!

-Ñiii, Ñiii!!! -gritaba el mono. De pronto, se dió cuenta de que su "dueño" había desaparecido. Fue entonces cuando se puso de pie encima de la cabeza de Ekao, y comenzó a bailar.

Ya estaba haciéndose tarde. Ekao no tenía tiempo para monerías. Cogió al mono por el gaznate, y le dejó en el suelo.

-No vuelvas a meterte en lios. Por aquí, la sopa de mono parece muy apreciada.

De pronto se sintió estúpida por hablarle a un animal... no, no era estupidez. Realmente el mono parecía entender. Ahora estaba callado, con las manos juntas, y miraba los enormes ojos verdes de Ekao con curiosidad.

Ella suspiró. Tenía emociones contradictorias en aquel momento. No sabía muy bien qué era lo correcto, ni cómo actuar.

-Gran Basha, por favor, ayúdame... -murmuraba-.Qué debo hacer?

-Ladrona Mentirosa! -gritó alguien, al fondo. -El mono no está muerto! Hoy habrá sopa!

-Corre, mono estúpido, corre! -gritó Ekao, corriendo en dirección al puerto. -El barco debe estar apunto de levar anclas!

Notas de juego

aunque dije que no iba a escribir más... xD tenía mono!

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11/10/2007, 12:20
William O´Linch

Tras aquel brindi y algunas palabras más William decidió salir a tomar un poco el aire antes de embarcar.

-Señores voy a tomar un poco el aire y despedirme de tierra firme antes de embarcar, nos veremos en el arcana.

Con paso tranquilo el marino salió de la taberna a la suave noche, quizás hubiera demasiada humedad, incluso calor, pero para alguien de mar siempre que no hubiera tormenta o calma chicha, cualquier tiempo le parecía bueno.

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11/10/2007, 12:32
William O´Linch

William se tomaba más en serio que el resto los rumores sobre el capitán, su relación con las supersticiones, rumores y leyendas era demasiado cercana como para hacer oidos sordos a las palabras del Escocés. Quizás fuera buena idea buscar alguien dispuesto a pagar su deuda antes de que partieran, sería más sencillo encontrar algún borracho con pocas dotes para la natación, que no una vez embarcado.

De todas formas, aunque lo intentó alguna que otra vez, O´Linch hasta el momento nunca había sido capaz de ahogar a un hombre que no se lo mereciera, en esta ocasión sucedió lo mismo de siempre. Se cruzó, o mejor dicho, se tropezó con un zaparrastroso personaje que se encontraba medio tendido en el suelo enchando hasta la primera papilla mientras aún sujetaba una botella de alcohol. Aquella era su oportunidad, le ayudó a incorporarse y habló con el desdichado, mientras este farfullaba incoherencias sobre, su vida, mujer y desigual fortuna. Al llegar cerca del puerto en una zona donde nadie los reconocería más que por un par de borrachos, William dejó al borracho de espaldas al mar, un empujón y caería, pero quizás mejor golpearlo para que perdiera el conocimiento y no gritara.

Al subir a la cubierta del barco, la cara de O´Linch era de resignación, con una rápida mirada vió como su ofrenda a los dioses del mar seguía sentada cerca del espigón, borracho completamente. Si el destino era irónico, algo que no dudaba, seguramente aquel estúpido se caería el solo y se ahogaría, pero eso ya no era problema de William, tendría que esperar a algún tipo de refriega, abordaje o similar donde encontrara su oportunidad.

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11/10/2007, 13:31
Santiago Caballero Negro

Santiago se sentía cómodo en una lugar atestado como este, sus días como infantería le habían acostumbrado a verse rodeado constantemente de hombres rudos y curtidos, muchas veces empapados en alcohol y su propio sudor, que trataban de pasar el tiempo mientras no llegaba la batalla.

-Nunca he estado en Escocia ni en Irlanda, pero tengo entendido que en esos lugares siguen siendo fieles al catolicismo... a pesar de las presiones de los ingleses. ¿Es un lugar frío y húmedo como dicen?-

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11/10/2007, 14:21
Berenguer Alstrà

Mientras William salía de la taberna Berenguer se lo quedo mirando un rato mientras se acababa su jarra, era un tipo extraño pero su actitud le gustaba, además parecía que tenía una gran experiencia sobre un barco.

Berenguer prefería quedarse tomando una última jarra con sus compañeros, se levantó al no ver en ese momento al posadero. - Voy a coger otra jarra, alguno de vosotros tiene la suya vacía? - Sin esperar respuesta Berenguer se dirigió a la barra.

Mientras esperaba las tres jarras se fijo en las cortinas que había al otro lado de la habitación, si había algo de suerte allí estarían las mujeres, aunque no le gustaba demasiado obtener esos servicios en tiempos de necesidad no había otra posibilidad. De momento estaría un rato más con los otros.

Notas de juego

Desmarco a William al haber salido.
y una dudita xD
como vamos de dinero? que depende de como tocará dejar de beber y olvidar las chicas :(

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18/10/2007, 23:58
Director

El pueblo no es muy grande, y a estas horas de la noche se encuentra en completo silencio. Ya no se oyen los cantos de los esclavos que, cuando el grupo aún estaba a algunas decenas de metros de la costa, se oían entre los árboles. El inglés, a largas zancadas, pasea por las desiertas callejuelas. Las puertas de las chozas y casas no serían problema alguno si quisiese entrar utilizando la fuerza, aunque seguramente tampoco pretenda llamar la atención. Y sería fácil que un grito despertase a los vecinos adyacentes.

Quizá en el mismo bosque... Munrow recuerda la dirección en la que hace poco ardía un fuego y bullía en cantos tribales. ¿Han terminado ahora? Alguien estará allí, todavía...

Notas de juego

Aquí tus opciones.

Voy a darle caña a esta escena para que termine (no quiero que toda la partida sea en este puerto, y hay jugadores que, por haber narrado casi toda la noche, ya no pueden escribir), así que elige tu opción y narra (no tiene por qué ser muy largo, si no quieres) tu actuación, asumiendo que tienes el éxito que desees en las tiradas que deberías hacer (dentro del sentido común de lo que es tu personaje). Puedes dejarlo justo antes de subir al barco de nuevo, y tirar los mismos dados (recuerda que puedes añadir Dados de Emergencia). Me reservo el derecho, de acuerdo con lo que narres, de añadir "efectos secundarios" a tus acciones (gente que se despierte, etc...)

Voy a escribir a los otros, a ver si hacemos que la aventura empiece de una vez.

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19/10/2007, 00:10
Director

William sube al fin al barco. Un fanal deja en penumbra la cubierta, haciendo visibles a cuatro marineros que esperan a los que llegan. No hay nada que los distinga de tantos otros: no parece que el capitán o Jack Dew hayan buscado lo mejor o lo peor de los puertos.

Un marinero, casi un enano, se acerca a William. Parece cansado. Los otros tres recogen la pasarela en un gesto de inusual desconfianza.

- Tó el mundo está durmiendo ahora. Tós. Así que esta noche no hay hamaca. Pués dormir sobre una maroma, si quiés. - informa el enano, y William tiene la sensación de que eso exactamente era lo que estaba haciéndo el que le habla.

Bajo las velas se encuentran dos botes, colocados a ambos lados de cubierta. Tanto cerca del castillo de popa como del de proa hay maromas enrolladas, y sobre alguna de ellas asoman cuerpos de marinos durmientes. Del interior del castillo de popa surge una sinfonía de ronquidos que deja claro dónde se encuentra la habitación comunal de la tripulación.

Notas de juego

Perfecto. Me gusta mucho la escena que has narrado, así que añádete un Dado de Emergencia. Para ti, doy tu escena por terminada. Voy a intentar que termine la de todos para continuar, no quiero alargar esta escena mucho más.

En breves minutos (tan pocos como pueda conseguir) tendrás a tu disposición un mapa de la cubierta en la sección de mapas.

EDITADO

Ahí lo tienes. Las partes interiores de los castillos no puedes verlas, por supuesto, pero como pronto conocereis el barco de pe a pa no tiene sentido quitarlas.