Partida Rol por web

La explicación de Énone parece ser suficiente para Maurice, que hace un gesto para que sus dos matones vuelvan a sentarse. Sin embargo, esta vez lo hacen más cerca. Otro gesto de Maurice y estarán encima de Énone en pocos segundos

Así que eres un chico morboso - dice Maurice - Quién lo diría, con esa carita de inocente que tienes. Bueno, si quieres saber más sobre el tema te puedo contar algunas cosas si me compras algo de mercancía. Dime, chaval ¿Qué te pone? ¿PCP? ¿MDMA? ¿Coca? ¿Crack? ¿Éxtasis? Entre eso y lo que te puedo contar tendrás el viaje de tu vida...

¿¡Y A TI QUÉ COÑO TE PASA, ZORRA PRESUMIDA!? - Explota Tamara. Los efectos del perfume desaparecen por completo - ¡Para ti era fácil! ¡Estabas buena, eras popular y los tíos iban detrás de tu chocho como las moscas a la mierda! ¿Y yo? ¿Quién coño era yo? ¡Siempre la "amiga" a la que llevabais con vosotras como una puta mascota! ¡La friki de la que os reíais cuando me daban calabazas!

Guarda la botella con el extraño perfume en su bolso y en su lugar saca un peligroso táser con forma de lápiz de labios rosa con estrellitas. Algo hortera pero peligroso.

¡Te vas a enterar, perra! - el arco voltaico chisporrotea peligrosamente en el extremo de la barra - ¡Te vas a llevar una descarga por cada foto mía que subisteis al Facebook para reíros! ¡Y cuando te estés retorciendo en el suelo te daré una patada en el coño por cada "Me gusta" que conseguisteis! ¡Vas a pagar! ¡POR TODO!

Chillando como una loca Tamara se abalanza sobre Cuddy para intentar darle una descarga...

- Yo o soy todo, mierdecilla, todo lo que puedas insultar y aún más, peor de un solo golpe.- Le espeté, rebajándome a su nivel, mientras repasaba la curva de su nuez con el cuchillo, puede que me la estuviese jugando con las instancias superiores por usar aquel acero divino para algo para lo que no había sido fabricado, pero la cosa había salido así, y a fin de cuentas tanto yo como ella seguíamos siendo herramientas para el bien (O eso me gustaba pensar). Cuando hizo referencia a la hermana de Suzie noté cómo casi ella tomaba el control de nuevo para matarlo de vez, pero el bocazas no podía parar de parlotear y largar, y así fueron surgiendo más nombres. 

- ¿Carmilla, dices? Te voy a dar una opción, sé que no es cómoda ni bonita, pero, si quieres volver a usar tus piernas en esta vida, dime de qué coño estás hablando, si no, recurre a tu oración más rápida, porque no vas a salir vivo de aquí.- Le espeté, haciendole sangre en el cuello y presionándolo contra el tabique, para que quedase claro que iba muy en serio.

Exploté.

Pero al instante, eh. No te puedo narrar como de rápido exploté sin perder el ritmo, como el de verdad. Mucho más caliente que cuando me tocaba con burundanga-éxtasis (era burundanga-éxtasis mágico raro, si lo pienso). Nadie se espera que yo pueda gritar tan fuerte. 

¡UNA MIERDA FÁCIL! ¡ERA LA HUÉRFANA POBRE, IMBÉCILA! ¡Y TUS AMIGOS ME QUERÍAN VIOLAR! Sentencié mi réplica con algo que, la verdad, no tengo claro por qué pareció indignarme más en ese momento que cosas como intentar violarme com burundanga-éxtasis mágica rara, o que me amenacen con un taser: ¡YO NO TENGO FACEBOOOOOOOOK!

Ya está, a la mierda, ya estoy llorando otra vez, quiero mi antigua vida. Quiero mi vida. De repente me vienen los recuerdos felices con Vinny y con cookie, y quiero eso, solo quiero eso, igual que de niña solo quería jugar con ese juego que montas circuitos para una pelotita, y luego la tiras y la ves bajar, y si no llega hasta el final tienes que retocar el circuito, y me enfadaba cuando no me dejaban jugar a eso en la cárcel de niños huérfanos. 

Y quería que esa gilipollas que lo peor que le ha pasado en la vida es ser mediocre y con eso ya le bastó para transformarse en esta basura de infrapersona se enterara: que me entendiera. Así que no solo lloré, sino que no agaché la cabeza, y lloré en el mismísimo centro de sus pupilas, le clavé toda la rabia y la frustración en la córnea, con una mueca feísima que espero se acuerde toda su vida. Porque yo me la quería cargar y no lo hacía, porque no me la quería cargar, así que me aguantaba y lloraba, y quería que lo entendiera.

No estaba actuando así porque creyera que me lo merecía, ni porque lo necesitase, sino porque creía que podía. A mi me estaban viniendo flashes de aquella vez con Ayden... y era todo muy confuso. Pero no perdí la consciencia ni nada, todo lo contrario: yo estube especialmente lúcida, especialmente receptiva mientras Tamara se me abalanzó. Quizá si fuera una persona muy lista que va a la universidad habría aprovechado para pensar, pero la verdad es que lo único que hice fue calentarme de frustración, cansancio, tristeza y muerte.

Me dio igual todo, y yo también me abalancé contra ella, sin sacar armas ni mierda, esta burundanguera no las merece. Yo vi como un efecto túnel hasta su cara de imbécila, y me dolió el puño de la tensión que le estaba metiendo, y el puño me guió el cuerpo por el túnel, y te juro que me dolió un ovario de las ganas que le puse.

Y le grité como en dragon ball Z: ¡AAAAAAH!

Y ya me podía taserear todo lo que quisiera, que yo la iba a dejar más guapa que a la mona lisa.

—Los callados son los peores —Bromeó Énone tratando de  no demostrar lo nervioso que estaba. Jamás había probado nada de lo que Maurice le sugería, la mitad de esas cosas ni siquiera las reconocía por el nombre... Podía intentar disimular que la consumía, pero ni siquiera sabía "cómo" se consumían. Creía recordar que había algo que se llamaba polvo de ángel que se podía diluir y beber, pero con todos ellos mirando. Armó su plan, compraría algo, pero no lo consumiría, aludiendo a qué quería recordar lo que el camello le iba a contar y que se guardaría el resto para después. 

—Oye, tu eres el experto aquí, dame algo que luego me haga soñar con todo lo que me vas a contar —esbozó lo que imaginó fuese una sonrisa morbosa— Un par de dosis, para luego repetir en la casa. 

cruzó los dedos mentalmente mientras sacaba la cartera de su bolsillo esperando que el farol diera resultado.

Ella es mucho más de lo que tú nunca podrás llegar a ser, negrata de mierda - escupe Alex - Está tan buena que a su lado todos los chochitos parecéis túneles de alcantarilla. Te arrancará esa navajita tan chula con el resto del brazo y te lo meterá todo por el culo...

¡Que te crees tú que me voy a tragar esa mierda! - escupe Tamara chillando a su vez - ¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!...

Al final resulta que no era tan difícil. Sólo era cuestión de ser sutil y hacer las preguntas adecuadas (1). Poco a poco va sonsacando información a Maurice y a Blank sobre el mal que acecha en la Súcubo. Por lo que le cuentan se trata de algún tipo de criatura vampírica, pero no es de ningún tipo del que Énone haya oído hablar. La discoteca es su territorio de caza pues se encuentra justo encima de los túneles que la criatura usa como guarida. Normalmente es más sutil, pero por lo visto hace dos noches se le fue la mano. Ni Maurice ni Blank saben por qué...

Tratando de evitar poner cara de asco ante la admiración que Maurice parecía profesar por la criatura del averno. Énone agradeció el gesto y guardó las.drogas en el bolsillo, no sin darle un teatral beso en la bolsa antes de hacerlo. 

—Oye Maurice, ¿Y si necesito más? ¿Cómo te pillo nuevamente? —preguntó tras beber su cerveza y ponerse lentamente de pie. Los gorilas del camello (vaya zoológico) seguían atentos a sus movimientos.Tras su respuesta, fuese la que fuese, cogió sus cosas y se alejó, con lo que él suponía era una mezcla entre caminar y bailar, por medio de la pista de baile. Preguntándose cuántas de estas personas sabrían que estaban divirtiéndose sobre el coto de caza de un depredador. Recorrió sus caras mientras trataba de adivinar cuál sería la entrada a guarida de la bestaia. Tras mirar algunos de sus rostros entendió que quizás precisamente por eso es que estaban ahí. 

Ya se hubiera alejado algo de Maurice comenzó a buscar a Suzie, la última vez que la había visto parecía estar a punto de caer en una especie de trance. ¿Pero dónde?

Mantenía la punta de la daga pegada a donde ya había abierto herida.

- Pues para ser tan poderosa parece una zorra cobarde ¿No? Si necesita a una escoria como tú para hacerle el trabajo sucio ¿Dónde te esconde el arenero de la caca, media mierda?

La voz de Suzie se había sumado a la mía, tratando de hacer más severa y real mi amenaza de matarlo... Tanto fue así que al conseguir una respuesta, mi montura tomó el control y remató lo que yo dudaba en hacer, acabando con aquel subhumano asqueroso.

La cosa no fue del todo mal...

Cuanda la burundanguera esta vio que yo iba a dejarle los piños listos pal dentista, le salió el instinto de protegerse y todo eso. Se puso en lo que ella pensaría que era una guardia con el taser en la mano, y yo fui a por su mano. Y entonces me dio toda la descarga, y...

La electricidad es curiosa. Una vez PopCorn me contó que hay gente adicta a las descargas eléctricas, y que se quedan sin cejas. En parte lo entiendo... primero notas un calambre de todo el cuerpo, y es doloroso como cuando te da una rampa, pero en todo el cuerpo. Luego ves el color blanco, y eso te nubla todos los sentidos, y hasta pierdes el sentido del equilibrio. Así que tienes que mantenerte en pie a base de pura intuición. No te notas el cuerpo, y no oyes ni ves nada, y no tienes claro cuanto tiempo ha pasado, así que tienes que haber calculado de antemano cosas como la posición de tu mano, para cuando te de el calambrazo, que no sueltes nada importante, o que no te quedes en una posición en la que no puedes soltar la fuente de electricidad.

En este caso, como yo estaba tocando a Tamara, sabía que cuando me diera el calambrazo, se lo pasaría un poco a ella. Y la hija de madre esta no era como yo... lo soltaría enseguida. Supongo que no habían pasado muchos segundos desde la descarga. Primero noté un pitido que se fue transformando en los sonidos normales, y como paralelamente a eso, el blanco empezó a brillar todavía más que la luz, hasta que se transformó en los colores habituales con puntitos blancos paseándose por mis retinas. Tamara me seguía matando con la mirada, y yo nada más ver que el taser estaba en el suelo, lo pisé con el pie, y me agaché a pillarlo. No veas lo que dolió. Luego pegué un grito contenido por lo mucho que me dolió agacharme y levantarme. ¡AH! Ovarios puntiagudos.

Debo tener el pelo hecho una mierda... La imbécila esta estaba haciendo todo lo posible por joderme la autoestima. Me guardé el taser, pa Énone. Y no solo me lo guardé, sino que le mostré como me lo guardaba, exageradamente, con cara de cabreada, como si se lo estuviera requisando por usarlo mal (¡es que era el caso!). Y todavía acalambrada, doliéndome te juro que cada palmo de articulación y cada tendón mientras me movía, con un cansancio en la mirada que esta burundanguera victimista no conocía, la señalé con el dedo, y le dije: Y dame el frasco.

¿Me estaba vengando? ¿Estaba pensando en que el frasco lo haía hecho un monstruo, con hormonas o algo así? ¿Estaba pensando en que podrían haber usado un frasco como este en el caso que nos atañe, o que el monstruo que hace esos perfumes podría ser el mismo que buscamos? ¿Estaba pensando en que como el taser era para Énone, también tenía que llevar algo para Suzie? ¿Era puro aprovechar la situación para ser yo la que abusa de alguien? Pues... pfff...

No me hagas repetir, Tamara.

Me dio un tic, y dolió que te cagas.

Ten cojones de decírselo tú misma a la cara, cara de albóndiga - la maldice el tipo - En la despensa, detrás del bidón negro hay una trampilla que lleva a unas alcantarillas donde ella vive - Sonríe con expresión sádica - Venga, ve a buscarla ahí abajo si te atreves. Seguro que te deja más seca que la última putilla que se le puso chula y... ¡Uuurrgh!

Un barboteo de sangre le inunda la garganta y la boca en una regurgitación que mancha el rostro y las manos de Suzie. Liel mira hacia abajo y ve la Daga de Miguel enterrada hasta la empuñadura en su garganta de forma que la punta asoma por la nuca del matón. Se escucha un grito femenino, la puerta de los aseos cerrándose y luego pasos de alguien acercándose a mirar. Se trata de Ayden, que mira el cuerpo musculado del matón con cara de aburrimiento.

Tsk, tsk, tsk - Chasquea la Lengua - Menudo desperdicio. A éste me lo dejas cinco minutos y lo tengo comiéndome... - se da cuenta de la furiosa mirada de Liel y levanta las manos - Eh, eh, tranquila, Lili. Sólo quería decir que no podemos ir por ahí dejando un rastro de cadáveres detrás de nosotros. Bueno ¿Te ha dicho algo interesante antes de que le montases el numerito a lo Jason Voorhees? Porque la chica con la que venía, a la que por cierto has espantado, me ha contado un par de cositas y me la traía aquí para "pagarle" y ver si le podía sacar algo más...

Tamara mira el táser. Luego la expresión de Cuddy. De nuevo al táser y vuelta a ella. Y entonces utiliza su último recurso.

Dejarse llevar por la histeria.

¡SOCORROOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡CUDDY-DUDDY ES UN TÍOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡ME QUIERE VIOLAAAAAAAAAAAR!

Y echa a correr hacia la puerta chillando como una demente...

Solemos estar por aquí cuando no estamos pillando nueva mercancía - le dice Maurice despidiéndose - Disfruta del viaje, tipo duro.

Énone no tarda en darse cuenta de que localizar a alguien en medio de este follón es poco menos que imposible y Liel no es que tenga precisamente mucho manejo del móvil. Pero los baños son un buen sitio para hacer interrogatorios, así que Énone se dirige hacia allá.

Su intuición resulta ser acertada: al entrar en el pasillo de los servicios ve de refilón a Ayden entrando en los servicios de hombres con una chica despampanante a la que lleva bien agarrada del culo. Momentos después la chica sale huyendo del baño con el rostro lívido de miedo y tirando hacia abajo de la minifalda de su vestido.

Al mismo tiempo, una voz histérica de mujer se escucha débilmente a pesar del estruendo de la música procedente del baño de mujeres.

¡SOCORROOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡CUDDY-DUDDY ES UN TÍOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡ME QUIERE VIOLAAAAAAAAAAAR!...

Llegó a los baños públicos y se quedó de pie dudando que hacer, si gritar el nombre de Suzie o simplemente entrar y llevarse una reprimenda cuando Aiden pasó a su lado... Siendo Aiden. El chico meneó la cabeza, pero cuando vio salir a la chica con  el miedo en el rostro decidió que debía tener una charla con el súcubo. Sin embargo todos sus planes (y dudas) se fueron por el excusado cuando escuchó aquel grito. No analizó el contexto de la situación, el grito llevaba el nombre de Cuddy, eso era permiso suficiente, así que sin pensarlo dos veces entro de una carrera al baño de mujeres. La mano automáticamente en el puño de la cimitarra pero son sacarla de su escondite.

—Cuddy?! ¡¿Estás bien?! ¡¿Estás...

Me tenía frita la tipa esta. Osea, literalmente un poco, pero sobretodo metafóricamente frita. Así que mi cerebro fue como a full por hora a buscar lo que más daño le hiciera a la burundanguera esta mientras la perseguía con dolor y sufrimiento. Yo me estaba pariendo, te juro.

¡NUNCA ME CAÍSTE BIEN! ¡SOLO ME DABAS PENA! Y suspiré de alivio. Por fin se lo dije. Con la cara todavía acalambrada sonreí mientras rompía escarcha, te juro que rompía fucking escarcha en los músculos mientras me movía. Así que así como para desentumecerme le grité (esto ya era más por mí que por hacerle daño a ella, eh): ¡HIJA DE MADRE! Ah, hola conito. Eso último se lo dije a Énone, claro, aunque todavía estaba señalando a la tipa. ¡El perfume, conito! Entonces me di cuenta de que el conito me tenía que venir a rescatar a mi de una burundanguera, y uuuuuh mi autoestima, uuuuuffff seguro que se quedó contenta la burundanguera. Porque entonces lloré y mientras lloraba dije: Ahora soy el cono mayoooooooor... 

¿Pero te crees que dejé de perseguirla? Y un churro, llorando a por ella.

Diablos, aquel podría haber sido el lugar, peor definitivamente no era el momento. Miré a Aiden mordiéndome el labio, peor poco tenía que ver con lo que para él solía significar aquello, seguro que había sido el primer gesto de aquella cría que había salido en desbandada: morderse el labio y ser arrastrada a aquel asqueroso urinario, todo era empezar, pero ahora, lo que estaba lamentando con toda mi alma, es el no haberme asegurado de que la puerta estaba cerrada tras nosotros y aquella mujer me haya visto con las manos en la masa. Y ahora el problema era tratar de deshacernos de aquel cuerpo o salir por patas aprovechando algún plan que se resistía a acudir a mi cabeza.

- Pues me ha dado a entender que era el asesino de Tasia, o uno de varios, y que trabajan para una tal Carmilla que parece ser el big boss del lugar, y a la que se puede acceder descendiendo al inframundo, usando una trampilla que hay tras un bidón negro que hay en la despensa. ¿Qué te ha dicho la corderita a tí? ¿Y qué coño hacemos ahora? Espero que tu amiguita no se ponga a cantar como una cotorra o estamos jodidos ¿Algún plan, hellion?

Mientras hablaba, limpié la daga en la camiseta del imbécil que me había arrastrado a aquel lugar, poco le iba a importar ya.

Según entraba Enone en el baño, tropezó con una chica con gafas que salía corriendo y que se frenó en su huida con aquel tropezón.

¡Déjame, terrorista de Al Qaeda! - dijo para apartarlo de su camino

La puerta del baño se cerró, dejando a Tamara mezclándose entre la gente mientras que en el baño, se mitigaba la música del exterior y Cuddy, que pretendía alcanzarla al menos en su mente, sentía un fuerte pinchazo en la cabeza, el cual dejó su cuerpo rígido y la hizo caer al suelo, tensa.

El dolor era intenso y se propagaba por todo el sistema nervioso, hasta la punta de los dedos, pero donde más dolía era en el cerebro. Sentía como si la estuviesen "taseando" de nuevo, pero esta vez no había causa externa que produjese el efecto. Lo peor quizás en ese momento para Cuddy fue pensar en el estado del suelo, lleno de pisadas húmedas, sin duda a causa del orín al salpicar fuera por no sentarse en la taza. Además era bien sabido que se practicaba sexo en los baños, así que podía estar retozando sobre semen y orina en aquel momento, algo que asquearía hasta a la misma PopCorn con solo pensarlo.

Tranqui, Lili - dice el íncubo sonriendo - Estás hablando con el ¿Cómo lo has llamado? con el Big Boss de las relaciones públicas. Sólo tengo que llamar a Rose, hablar con ella un rato y será como si nunca hubiera visto nada aquí. Eso sí, ayudaría deshacerse del cuerpo por si a la poli le da por aparecer por aquí. Dos veces en una semana sería un récord para ellos ¡Ja! En cuanto a Rose, por lo que me contó sobre aquella noche la chica, que por cierto también estaba como un quesito, fue atacada por una especie de criatura vampírica rara. La vació de sangre, pero todavía no tengo claro el tema de los ovarios. En fin, que aquello me hizo acordarme de una noche que me lo monté con dos vampiras gemelas bisexuales y entre un revolcón y otro estuvimos hablando de nuestras cosas ¿Sabes qué? Lo de la cruz y el ajo no sirven para nada. Utilizarán la cruz para clavártela en un ojo y el ajo para sazonar tu sangre. En cambio lo del fuego, cortar la cabeza y la luz del sol sí que es verdad. Aunque lo del fuego no lo termino de hacer claro, porque mira que "ardimos" aquella noche ¿Eh? ¿Lo pillas?

Viendo que a Liel no parecen hacerle mucha gracias su broma se agacha junto al cadáver y suelta un silbido de admiración.

Como dicen en "Forjado a fuego", eso mata - comenta con sorna - Los ángeles siempre tenéis las armas más chulas. Si no fuérais tan jodidamente santurrones ángeles y demonios podríamos aprovechar que el Creador está en paradero desconocido desde Él sabrá cuándo y pasárnoslo bien sin todo ese rollo de matarnos entre nosotros - La desaparición del Creador es un asunto que preocupa, y mucho en el Cielo. Los ángeles se sienten abandonados mientras que en el Infierno hay rumores de que Lucifer ha sido depuesto y sustituido por una diablesa llamada Rowena.

Pues sí que estaba bueno, sí - dice observando el cuerpo - ¿Has visto esos abdominales? Joder, estoy seguro de que podría preparar un plato de sushi sobre ellos y luego... - mira de reojo a Liel - Vale, mejor no sigo - Se pasa el brazo del cadáver por los hombros y tira de él para levantarlo - ¡Uf! Mejor me echas una mano. Todo ese músculo pesa bastante...

Sus comentarios soeces terminaban de animarme a hacer lo que se me había pedido, más tras aquellos delirios sobre vampiras y el que se pusiese a babear por este tipo repugnante. - Si, por cómo hablaba, creo que este es de tu club de perros en celo, yo personalmente no comería nada que hubiese tocado su piel, pero es tu estómago, hellion.

Tomé al cadáver por el otro brazo y lo levanté, echando una mano a Aiden, para bien o para mal, por ahora lo necesitaba. Procuraba mirarlo lo menos posible, sabía que estaba colorada y no estaba seguro sobre por qué motivo, exactamente. Aproveché para tratar de revisarle los bolsillos.

- Dejando a un lado a Rose ¿Tienes algún otro truco para deshacernos de este? Tal vez lo de llevarlo a la despensa y dejarlo al cuidado de la tal Carmilla sea una opción, peor no sé cómo podríamos hacer para llevarlo hasta allí. ¿Un Weekend at Bernie's¹ te parece viable o tienes algún truco de esos que apestan a azufre?

Sus comentarios sobre la desaparición del altísimo, con todas las implicaciones que esto conllevaba para el infierno, hicieron que me estremeciese. Su comentario dejaba a las claras que sabía lo que había y que, por mucho que hubiésemos trabajado juntos en el pasado, las maldiciones bíblicas eran las maldiciones bíblicas, he íbamos a terminar como unos Caín y Abel alados, enfrentados, pero hermanos en un primer momento, el tema era ver cómo terminaban las tornas, quién sería el hermano cruel que se elevase sobre los restos de aquel esculpido por un mismo padre.