Partida Rol por web

Las manos de Nersha acariciaron las palancas y los botones, intentando averiguar cual sería de todos el que accionaría el desastre.Finalmente, tras trastear un poco consiguió su objetivo.No pudo evitar cubrirse el rostro ante la explosión que produjo aquella caída, pero no era el momento de mostrar debilidad, tenían que acabar con ese obstáculo, esa pequeña piedra en el zapato que molestaba en cada paso al caminar.Tras coger una buena cobertura tras las estanterías, priorizó el acabar con el tipo que vigilaba.No parecía tener mucha mollera y además era el peligro más inminente al estar directamente armado.Apuntó con su bláster y e intentó realizar un disparo limpio para acabar con aquel tipo.

Solo esperaba que sus compañeros actuasen rápido.No tenían mucho tiempo que perder tras esa explosión.

Tras la explosión Wazn salio como un resorte y se abalanzo sobre el mas cercano de los granujas. Con sus manos desnudas trato de golpearlo tras levantarlo del suelo, pero su enemigo se resistió y le hizo fallar el golpe. El pistolero aprovecho su experiencia para usar el golpe fallado y convertilo en una presa.

Gracias a salir primero los otros granujas que aun se arrastraban por el suelo centraron su atención en él, eso daria a sus compañeros más ventaja para soprenderlos.

Wazn usó su potencia física para tratar de golpear a uno de los granujas, pero este, por puro azar, se agachó y se arrastró, alejándose de él hasta que su espalda dio contra una de las cajas. Al principio aterrado, pero luego sonrió y señaló con su mano temblorosa hacia la izquierda.

Nersha desenfundó el bláster, pero antes de realizar su disparo, alguien se le adelantó.

De tras la hilera de cajas en forma de T aparecieron varios miembros del equipo de seguridad armados con carabinas. Sobre una de las cajas había un Ishi tib con un traje de cuadritos, corbata a juego y zapatos caros. Sobre su pico llevaba un elegante y espeso mostacho, que lógicamente era implantado dado que la raza de los Ishi tib eran más reptiles que mamíferos. Tenía un rifle y disparaba al aire.

-Pero qué tenemos aquí. Si son las ratas que han hecho saltar tres veces seguidas el sistema de seguridad silencioso de la torre.

Coruum tenía un puro a un lado de su pico y expulsaba el humo por sus fosas nasales cual chimenea. Luego se quitó el puro de la boca para poder esbozar una ¿"sonrisa"? bajo aquel bigote tan sensual.

-Dejadme deciros que no valéis para ladrones. Ahora podéis elegir entre contarme quién os contrató, para qué estáis aquí. U obtendré las respuestas volviendo a pegar los trozos de vuestros cadáveres jejeje.

El alien volvió a llevarse el puro a un lado del pico y bajó el rifle para apuntar al frente, para enfatizar sus palabras. Eran unos cuatro agentes de seguridad más los contrabandistas, que eran otros tres, aunque ahora estaban algo aturdidos.

Todo iba según lo previsto y salió genial, pero no contaron con la visita que tuvieron a posterior. Por lo que se ve los habían pillado y varias veces, no eran tan sigilosos como creían.. ¿Qué podía hacer ella? Se mordía el labio inferior nerviosa, ella no era tan buena con el blaster, seguro que terminaba hiriendo a uno de los suyos, tenía que pensar y rápido. Miraba a un lado y a otro, y vio de nuevo la grúa. Se le encendió la lucecita en la cabeza y retrocedió despacio, haciendo el menor ruido posible. Despues se movió entre las cajas. con cuidado de que no la vieran hasta llegar a la grúa.

Una vez arriba, sonrió de lado:

- Esto es pan comido.. ahora no falles..

Se dijo para si, dándose ella sola ánimos. Miró hacia donde estaba el grupo de Coruum, miró los mandos y los accionó, primero arrastrando la plataforma para mover las cajas de alrededor y así sembrar el caos. Si eso le sale bien, ya empezaría a aplastar, pero primero tiene que asustarlos y así sus compañeros tendrán ventaja.

Podríamos admitir que el movimiento de Nersha había sido sublime, había creado mucho caos, los contrabandistas estarían confundidos, al menos lo suficiente para que pudiéramos actuar, de detrás de una zona oscura Wazn salió contra uno de los contrabandistas, que se zafó de el con algo de dificultad, y entonces se demostró que todo ese ajetreo quizá no había resultado del todo beneficioso. Antes de que Apple y yo pudiéramos hacer algo, un grupo de personal de seguridad comandados por alguien con ínfulas, entro en escena descubriendo que habíamos sido más torpes que otra cosa.

La tensión se respiraba en el ambiente, yo esperaba que alguien actuase, que hiciera el primer clic, en una posición de defensa, esperando que alguien se despistase lo suficiente como para pillarlo desprevenido.

En ese momento, una grúa se movió miré a la cabina y vi a Apple accionar los mandos, cambié el set de mi arma a daño letal, y me preparé para abrir fuego.

Wazn paseaba su mirada furtiva por los nuevos enemigos que habían hecho su aparición. No tenia ninguna intensión de responder ninguna pregunta, sabia que traicionar a sus jefes seria peor que la muerte que podría encontrar en aquel almacén, pero no estaba en sus planes morir, confiaba en su habilidad y su puntería para superar este nuevo “contratiempo”.

No pudo realizar su disparo pues otro blaster intervino en la escena.Se mantuvo al margen por el momento, estudiando la situación desde las sombras y protegida tras las estanterías.Parecía que ese Ishi tib se creía la gran cosa, pero no lo era, otro fanfarrón más en aquel corral de peleas, donde los fuertes sobrevivían, y los débiles que intentaban hinchar pecho, desaparecían.

-Es más valioso tu bigote que tus sucias palabras.¿Quieres respuestas? Mi blaster te responderá- se preparó para la pelea, pues con casi total seguridad, sería intensa.

Y entonces todo se convirtió en un caos, Apple empezó a mover el brazo de la grúa sin ton ni son, arrastrando cajas, cacharros y todo lo que cogía por delante. La tensión de antes de un tiroteo, hasta hace un segundo contenida, ahora se liberaba como un geiser. Los disparos de los bláster empezaron a iluminar la sala y dándole al sitio un aspecto más propio de una guerra que de un almacén.

La premisa ante tal caos era sencilla, colocarse en algún sitio parapetada y abrir fuego contra el enemigo. Eché mi cuerpo contra unas cajas cercanas a donde estaba, y por encima de ellas saqué mi cabeza y la carabina. No podía pensar demasiado, Wazn estaba junto a los contrabandistas que tenían pensado llevarse la mercancía, disparar contra el podría llegar a ser problemático, cuanto menos, la mejor ventaja la tendría al disparar contra los vigilantes o contra el importante Ishi Tib.

Pensé, tan rápido como pude que quizá sin los vigilantes, su jefe se achantaría un poco, así que apunté y abrí fuego contra el grupito que escoltaba al Ishi Tib.

Sin duda la aparición sorpresa de los vigilantes comandados por "El bigotes" me había trastocado, y abrir fuego entre el caos generado por nuestra piloto lo empeoraba aún más, no acerté en el blanco. No obstante, el haz de luz acabó golpeando una pequeña viga que soportaba unas cajas, que cayeron a la espalda de los vigilantes, quizá aquello les confundiera todavía más de lo que estaban.

El tiroteo comenzó en el escenario.No tardó en lanzarse a una mejor cobertura de la que tenía, lanzándose en plancha por el suelo, deslizándose hasta colocarse tras una montón de cajas de metálicas.Su mirada se deslizaba por los estrechos huecos que había entre las cajas que la protegían, buscando un objetivo para batir.Una vez lo localizó, colocó suavemente su dedo sobre el disparador, asomó levemente su cuerpo durante un segundo con el arma encañonada hacia el contrabandista, y disparó a matar sin reparo.

Wazn reaccionó al primer sonido de blaster. Rápidamente desenfundo su arma y tuvo claro su objetivo. Aquel ser de característico bigote debía morir, era el líder o eso parecía y se había equivocado al darles la oportunidad de reaccionar.

En ser pronto estuvo en el punto de mira del pistolero, que ni siquiera de molesto en cubrirse. Cuando disparo estaba seguro de acertar, pero no, había fallado y ahora debía esperar la replica.

Nersha se encontraba de frente con uno de los contrabandistas que estaba en el suelo, estaba con la espalda apoyada en las cajas que antes transportaba, el fulano pareció darse cuenta de que su adversaria estaba parapetada tras unas cajas, él se movió rápido pero torpemente, intentando sacar el bláster de la funda a toda prisa, sus piernas parecian los tentáculos de un pulpo del desierto retorciéndose en los puestos de comida de mos eisley, pero no fue tan hábil como para esquivar el disparo de la Twi´lek. El contrabandista se quedó en el sitio, con un agujero humeante saliéndole del pecho después de un tiro letal.

Wazn tiró de raza y de experiencia para quitar de en medio a su bigotudo adversario, pero lo subestimó, y cuando aquellos ojos claros vieron que un tipo bastante alto embutido en una armadura, que ni se cubría y que le apuntaba con un cañón enorme, acabó tirándose tras el parapeto, dejando a un lado su épica pose y también su apego por el estado de su elegante traje. El disparo el pistolero erró el tiro, algo extraño en él, que unido al estrés del momento le produjo bastante frustración //Wazn apúntate los puntos de Tensión sobre el nick, como siempre, si no están actualizados, hazlo pls//

Pero el extraño tipejo aún no estaba a salvo, pues Irella empezó a acosarle con disparos, a él y a su equipo de seguridad. Todos agacharon la cabeza tras el parapeto. La cazarecompensas falló, o tal vez su intención era deliberadamente tirar sobre sus rivales una pila de cajas tras ellos, provocando un ruido estridente. Las cajas se abrieron, derramando una extraña gelatina verde encima de ellos, que no era otra cosa que un cargamento de una exquisita sopa que gustaba a los Aqualish (y solo a ellos) con un hedor pestilente.

-¡Me cago en la puta! 

Masculló Coruum, tratando de quitarse aquella guarrería de los pantalones y los zapatos. Sin éxito, claro.

-Se acabó. ¡No seáis cobardes! disparad a la grúa. A la grúa.

Ordenó a viva voz, saltando por encima de las cajas, cual conquistador.

-YAKKK ¡Toma esto, enana coñona!

El álien avanzaba con un chute de adrenalina brutal, mientras gritaba y bramaba como un poseso, descargando el fuego sobre Apple, que no lo esperaba. La chica trató de apartarse, pero la grúa acabó lleno de agujeros, y la joven piloto también. Su muslo empezó a sangrar, así como su brazo derecho. //8 de daño Apple, si tus heridas no están actualizadas hazlo por fa// Sin embargo, aquel ataque de locura, le llevó a salir de la cobertura, sin pensar que tenía adversarios cerca.

Los vigilantes trataron de llevar de nuevo a la cobertura a su jefe, pero fue imposible, así que trataron de cubrirlo, haciendo caer una lluvia de lásers contra Irella, que tuvo que agachar la cabeza para no ser alcanzada, aunque ninguno acertó en el blanco.

Lo único que pudieron hacer los dos contrabandistas restantes fue desenfundar los bláster y esconderse tras el deslizador, que empezaba a arder...pero no había una cobertura mejor cercana, así que había que aguantar.

No había logrado del todo mi objetivo, el equipo de seguridad continuaba intacto, aunque me había dado otra oportunidad de abrir fuego contra ellos y evitar sus disparos tras el parapeto que me había agenciado.

El estruendo de la grúa se había detenido y todo comenzaba a volver a la normalidad, mi mente comenzaba a acostumbrarse al ajetreo del combate.

Ignoré a los contrabandistas que se fueron a esconder tras el speeder, volví a asomar la cabeza, apunté contra el cuerpo de vigilancia del Ishi Tib y abrí fuego de nuevo. El disparo de mi carabina acertó directamente contra unos controles de una de las cajas que había cerca de los guardias del bigotudo, las chispas saltaron sobre sus caras, eso me daría una ventaja adicional para cuando ellos volvieran a abrir fuego sobre mí.

Tras su certero disparo se volvió a esconder, murmurando de manera fría...

-Uno menos- sus ojos no tardaron en localizar al siguiente objetivo, esta era Coruum, expuesto al fuego enemigo por culpa de descontrolada personalidad.

-Esto te va a costar muy caro, bigotitos....- dijo con una sonrisilla pícara.Al percibir que los vigilantes estaban centrándose en Irella, aprovechó la oportunidad para volver a asomarse y disparar de nuevo, esta vez a Coruum, que permanecía expuesto al fuego, un objetivo a priori sencillo de alcanzar.

-Bang...- susurró lenta y sensualmente mientras parecía activar un mecanismo de su arma con cierta pericia.

Estaba muy metida en su trabajo de mover la grúa que ni los vió venir. Sus ojos se abrieron como platos cuando sintió como le atravesaba algo muy caliente el brazo y el muslo, se miró la pierna y vió como de ahí empezaba a brotar sangre sin parar del agujero negro y humeante. Intentó tapársela, pero el disparo en el hombro es como si la hiciera perder el equilibrio y cayó al suelo de la cabina de la grúa, parecía como si le costara reaccionar, saber que hacer. En su cabeza no hacía más que repetir: no..no..no.. esto no está pasando.. como si con eso la sensación de dolor y quemazón que tiene fuera a desaparecer, pero no es así. Por suerte, recordó llevar un inyectable encima. Lo sacó de su bolsillo, le quitó la tapa con la boca escupiéndola a un lado, y se lo clava en el vientre, quejándose aún más al sentir como el liquido la recorría por todo su cuerpo, con una sensación de como si le quemara por dentro.

Pero no podía quedarse allí, tenía que seguir ayudando al grupo. Desenfundó su arma y disparó contra el grupo de contrabandistas, para darle al que le pillara más cerca, ya no había otra opción, había que salir de allí a tiros. Y eso hizo, disparó hacia uno de los contrabandistas que intentaban proteger a Coorum, pero ella está visto que no está hecha para eso. La bala de energía, o como queráis llamarlo, pasó de largo de los contrabandistas, fue rebotando de un lado a otro hasta dar contra el arma de Coorum y apartándola de su mano. Al final.. algo había conseguido hacer, aunque no de forma intencionada.

Wazn avanzaba a través del campo de batalla en el que se había convertido el almacén. Camino uno pasos y disparo de nuevo su arma, esta vez contra los vigilantes. Su disparo esta vez dio en el blanco.

Su actitud era temeraria, pero que puede temer quien ha estado a las puertas de la muerte y ha perdido su razón de vivir. Esa adrenalina que ahora siente, eso es lo único que le mantiene “cuerdo”. Dentro de su casco resonaba una carcajada.

Coruum iba embalado, no tenía ni idea de disparar, pero con un fusil en las manos en modo automático lo podría hacer hasta un ciego, además, el frenesí le hacía creerse un dios. El cañón de su arma no paraba de escupir luces rojas que impactaban sin parar contra la maltrecha grúa, haciendo saltar una lluvia de chispas, mientras gritaba e insultaba a la nada en estado casi Berserker.

Pero de la nada apareció un fugaz rayo de luz que impactó contra el armazón del maltrecho deslizador primero, luego en la puerta reforzada y por último en el fusil de Coruum, que, con una maldición, se encogió y soltó el arma, que ahora tenía un agujero humeante en medio y estaba partida en dos. Apple había hecho un disparo digno de un jedi...sin pretenderlo, pues su objetivo era un contrabandista que se había quedado con cara de idiota mirando el recorrido del disparo.

-Como coñ...iggggg

Lo siguiente que sintió el empresario corrupto fue un pulso que le hizo caer al suelo, los pelos implantados en su pico volaron casi todos por el golpe, dejándolo prácticamente k.o. Nersha había dado de frente contra él. Aún así, la sabandija trató de volverse para ir a gatas tras una cobertura, como bien podía. 

Algo más allá, el constante intercambio de tiros se producía a cara de perro entre los mercenarios y el equipo de seguridad de Coruum. Irella volvió a sacar a la luz su excelente entrenamiento: el primero de los disparos golpeó de lleno en el costado de uno de los vigilantes, haciéndolo caer al suelo, de costado. Otro de ellos fue a recogerle para devolverlo a la cobertura, pero solo consiguió que Irella le atravesara el pecho con un certero disparo. La cazarecompensas presionó más a los dos restantes, destruyendo un control de mando, haciendo saltar las chispas hacia ellos, que no dudaron en agachar las cabezas tras las cajas.

Lo siguiente que vieron fue una sombra que se levantaba por encima de sus cabezas. Los vigilantes acertaron a soltar las armas pero demasiado tarde, porque Wanz acabó por tirotearlos hasta que su bláster se quedó sin munición, con la punta del cañón expulsando humo/Aplico aquí las amenazas/

-!Nos rendimos!

Dijo la pareja de contrabandista que quedaba, alzando las manos.

-Cobardes de mierda...

Masculló Coruum, mientras se arrastraba torpemente, como un gusano.

Al fin parecía que los vigilantes y los contrabandistas se habían dado por vencidos, el bigotes no estaba contento con ello, de ahí la queja e insulto a sus hombres.

Viendo que Wazn ya estaba junto a los guardias de seguridad, giré mi arma apuntando a los contrabandistas.

- Acercadme las armas - dije alternando la punta de la carabina de uno a otro respectivamente -. Abrid esas cajas y decidnos quien os ha provisto de esa mercancía...

Preferí no moverme del parapeto, salir al descubierto con un jefazo cabreado con sus empleados, aunque su arma preferida estuviera hecha trizas por el disparo de nuestra piloto nunca era buena idea, aunque quizá mis compañeros le parasen los pies.