Partida Rol por web

Sonrió por la pregunta y se azoró un poco.

-Si, bueno. Al parecer no vamos a tener problemas con el posible rechazo del órgano y la reparación del teji... de la cirrosis -tenía que hablar para gente con un nivel de estudios COU- Algo relacionado con las celulas madre, por que... mmm... bueno.

Confidencialidad que llamaba a la puerta.

-Todavía tenemos que confirmarlo, claro. Pero parece que hay buenas espectativas de recuperación. En un rato se despertarán éstas dos.

Iban subiendo a la Kimberly con la polea para ingresarla en planta. Su abuela iba detrás.

La ráfaga del Cagaprisas tumbó al primero. Y lo tumbó por que uno de los tres disparos le dió en la puta cabeza. Estaba acostumbrado a matar apollardados, y la verdad es que para matar a gente normal venía bien. Si les revientas el cerebro también se suelen morir en el acto, aunque estén vivos.

Sus compañeros no se quedaron quietos. Aunque los negros se habían quedado atrás, con los coches, Pacó avanzó apuntando con la escopeta. El Zeky salió de detrás del muro y disparó primero. Fue un tiro que le entró por el chaleco antibalas que llevaba aquel tío, sin llegarle a hacer mucho daño. El escopetazo de Paco fue poco más o menos, pero en plan suma y sigue. Aunque no penetraran, las balas hacían un buen hematoma detrás, comparable a una buena hostia con un bate de baseball o similar.

El chino corrió para colar una granada por la portilla del blindado, cerrándola luego.

Le habían pegado un par de buenas coces que le hicieron retroceder con grandes zancadas hasta que su espalda dió contra el muro. Instintivamente sacó las pistolas y disparó sobre el blanco más claro, que era el chino tirando la granada. El primer disparó le atravesó el brazo de parte a parte, y el segundo le jodió bastante en el pie.

Intentaba retirarse hacia el interior de la cafetería.

-¡NOH ATACAN, A LA ARMA! -bramó.

Dentro del tanque, sonó un grito de horror, el intentar abrir una compuerta y como la granada explotó dentro, terminando con el grito.

Qué huevos el chino, a lo grande. El Zeky le pegó al tío ese un buen par de tiros. Pero no era suficiente. Así que le apuntó y volvió a disparar con las mismas ganas de reventalo tó que antes.

-¡Muere cabrón!

El chino gritaba un poco por el dolor, y el Zeky lo arrastró hasta ponerlo a cubierto tras el murete. Llevaba su arma encima, con la correa, así que la arrastraron también con él. Un mp5 más majo que todas las cosas.

-Aaaaaahhhh -dijo cosas en cantonés, incomprensibles- HIJO PUTAS. ¡¡YO MATALÉ VOSOTRO!!

Pacó llegó y se situó protegido tras el blindado, apuntando a la puerta. Echaba una ojeada a sus compañeros.

-Mierda Cagaprisa. Hay que matálo ante de que escapen o satrincheren.

Se tuvo que agachar por que dispararon contra el vehículo por la ventana del local, gastando balas a tostrozo con el fusil de asalto en modo automático.

-HABÉI MATAO AL RUBIO JOSDEPUTAAAAAAA -decían desde dentro.

El rubio había caído reventado por los disparos del Cagaprisas, y boqueaba aire más muerto que vivo, perdiendo sangre a lo grande con la ahorta rota.

!Boh! Menuda movida. Arrastré al chino como pude, aunque el hijoputa no pesaba mucho. Se estaba liando parda, asin que solo se me ocurría liarme la manta a la cabezar y liarla mas parda todavía.

- Ay Wu, ¿y si le tiramoh otra grana dentro? ¿hay mah? - le pregunto al chino. Lisiao que también iba el pobre.

El chino no tenía más granadas, pero desde ahí veía donde podía haber más. Así que se arrastró como en una peli de guerra, tiró del brazo del pelopo y lo arrastró hasta sus líneas. De ese modo además ganaron su munición y el G36. El Zeky ya tenía su fusil de asalto.

-Este tiene, si.

Vieron que del chaleco del muerto, concretamente en sus bolsillos, había granadas de lanzagranadas para fusil, que es lo que llevaba el arma debajo del cañón. La mayoría eran de fragmentación, pero había dos HE. El Zeky no sabía mucho de inglés pero "High explosive" quería decir lo que quería decir: un explotío muy gordo.

El Capaprisas se agachó tras el murete con las balas silbándole por encima de la cabeza.

...hay que acabá ehto, Selui... Imaginó que los negros habrían escuchado los tiros. La cafetería estaba cerca, la zona estaba en silencio, no había tráfico... estaba seguro de que no tardarían en llegar como apoyo. Lo que no podían permitir es que escaparan por detrás ¿había puerta trasera? Jose Luis había estado en ese bar un montón de veces. Unas papas bravas bastante decentes pero el café más diarreico del mundo. No podía recordar ahora si había o no una salida por detrás, pero era bastante lógico pensar que sí. Había que retener a esa gente, darles matarile y conservar vivo a uno. Había que sacar información, y el tiempo corría en contra con el chino perdiendo sangre.

-¡Loh de dentro! ¡Alto el fuego! ¡Vuehtro jefe ha caío! ¡No tenéi líde! ¿Senterái? ¡El Rubio sa metío con quien no debía! ¡Y mirá cómo ha acabao el mu lihto! ¡Ni cinco segundo han durao ehtos treh y el blindao inutilisao! ¿Queréih acabá iguá o qué? ¡Asín que tol mundo por la puerta con lah mano en arto y no habrá má muerto! ¡De lo contrario la vai a cagá! ¡Que tenemo máh graná y bala pa cosero el culo a plomo!

Parpadeó, que mania con hablarle como si fuera idiota! Arqueó la ceja de ese modo tan de "la Castaño" y clavó la mirada en el comandante. Sí no hablaba ella lo haría él.

El Zeky cogió el fusil y apuntó, esperando. Hubo discusión dentro del bar entre los cacos, y escucharon pasos. Luego una voz dijo. "Me cago en Dios, esto no tiene salida trasera" y fue bien audible. Unos momentos después, una mano se asomó por la puerta.

-Vamos a salir, no disparéis, troncos.

Las armas salieron volando por la ventana, aterrizando en el suelo. Era otro G36 y una escopeta franchi SPS 350. Además dos pistolas de 9mm y un machete. Se lo quitaron todo. Salieron dos tíos con aspecto de jandarria. Uno un gitanaco de la leche, feo de cojones, con el pelo tintado de rubio. El otro parecía un macarra madrileño de los bajos fondos, 30 y pocos años. Les miraban sin entender muy bien. Nunca se habían topado con una resistencia de ese calibre.

Jose Luis se levantó apuntándoles.

-Mu bien, chavale, bien pensao. Despacico y sin movemientoh raro que sus frío. Contra la pared, despaldas y de rodilla ya mihmo. Os vai a quitá el calzao... no me ponga esa cara, dehcalsos loh doh. ¡Paco! Coge loh cordoneh de loh sapato y los sinturone y átaloh bien ataos, y vosotro quietesicoh que a la primera tontería os reviento. ¡Fumanchú! ¿Cómo tah?
 

El chino se cogió la herida del brazo, la más puñetera y sangrante.

-Aguanto Cagaprisa. Aguanto. No pleocupal, tengo botiquín en fulgoneta.

Paco les encañonó mientras el Zeky se ponía manos a la obra. Se fueron descalzando, habituados a que les ordenaran cosas denigrantes. Después de todo, eran presos. El gitano habló con las apoyadas en la pared.

-Sos vais a cagá cuando os pillen. No sabéi lo que sos viene encima, payos. Vai a cascala todos como en la Guerra Civí los rojo.

Paco le metió un viaje en la cabeza con la culata de la escopeta.

-Calla animá, que entavía te reviento yo a ti ante.

-Callaíco tah máh guapo, cabrón. Que una cosa éh no matarte y otra no pegarte un tiro en lah rodilla por guhto. Y otro a tu amigo de rebote -le dijo apretándole el cañón en la sien-. ¡A vé! Lo primero, quiene soih y qué haséi aquí. Medí lah palabra. ¡Fumanchú! ¡Coge el walki y avisa a loh negro que vengan con los vehículo pero yah!

Me puse con el tema de los cordones y pollas. Como me hubiera gustao volar el local con el fusil, con ellos dentro. Luego el puto gitano se puso a amenazar.

- !La vin! ¿Porque no leh pegamo un tiro y a tomar poh culo? Un hachaso, cohoneh...Muerto er perro, sacabó la rabia - le miro serio - ¿Pero que tah disiendo? ¿Queh tah disiendo? ¿Que se noh viene de que?- un poco bravo por mi parte, pero estaba hasta los cojones de esta gentuza que quería hacer daño a la gente de bien. Los rajaba a tos.