Partida Rol por web

Kazurh se maravilla ante lo que ve, tal obra de arquitectura en medio del bosque, no está nada mal.

Tras un rato descansando, se fija en los seres de fuego, están allí bailando. Para conseguir el musgo había que seguirlos, así que probablemente...el musgo esté muy cerca de aquí.

-Chicos, fijaros bien, puede que el musgo esté por la zona

Itán intenta comunicarse con los seres de fuego pero éstos se limitan a volar en derredor suyo con una alegre tonadilla pero sin responder a sus palabras. Mientras, el resto miráis en torno buscando el musgo. Por desgracia, no tenéis ni idea de cómo puede ser ese musgo. 

Ya casi estáis desesperados, cuando Morrowir comenta:

- Mirad... los seres de fuego se sumergen en la piscina... allí junto al primer chorro... y no vuelven a aparecer... ¿tal vez hay algo allí abajo?

Por desgracia el agua verdosa y turbia no deja ver nada salvo el débil destello de los seres que se difumina poco a poco junto al primer chorro hasta desaparecer.

Kazurh, ya desesperado, recibe las palabras de Morrowin con alegría. Sin reparar en el cansancio que sentía:

-Vamos, rápido chicos, no queremos perderles la pista, sigámoslos

Y sin mas dilación, Kazurh se metió por debajo de aquel chorro de agua.

Al ver que las criaturas parecian sumergirse tras aquella fuente, pienso un segundo si me convendria quitarme la armadura para proceder. Habia tenido suerte en el pantano, pero no debia tentar a la desgracia.

Sin embargo urgido por las palabras del enano, me decido a tirarme sin más con lo puesto, despues de todo aun no sabiamos con que podiamos enfrentarnos alli a donde fuera que iriamos.

Desconfío y dubito durante unos instantes. Sus compañeros se lanzan al agua sin dilación alguna. Por otra parte pensaba que aquellas criatura nos había llevado a aquel lugar por algo. Reflexiono durante unos instantes.

La precaución y la posibilidad de quedarme con Lilith a solas me paralizan por un momento, pero la seguridad de saber que tengo los días contados me anima a seguir a Kazurh y Morrowir, por si seguir las cada vez más tenues luces bajo el agua fuese la única posibilidad que tengo de seguir vivo en este mundo.

Sin pensármelo dos veces, me deshago de lo que me estorbe más para nadar, y llevo únicamente conmigo una daga y el saco para recoger musgo anudado a mi ropa, tras lo que me zambullo intentando alcanzar a mis compañeros y a las luces que se alejan bajo el agua.

El enano, se mete en el agua. Por suerte, no se ha lanzado ya que el fondo está erizado de rocas. Se sumerge, pero el agua está demasiado turbia para ver nada, la tenue luz de los seres se pierde poco a poco y al cabo de un momento está rodeado de agua oscura. Intenta tantear buscando un camino bajo el agua pero no encuentra ninguno. Sus pulmones arden y tiene que salir a la superficie a aspirar el ansiado aire. 

Mientras, Morrowir, con todo su equipo se sumerge junto al enano. Parece tener más suerte y desaparece bajo la superficie...

Itán, que ha estado quitándose la ropa, se mete y mientras el enano recupera el aire, se sumerge, saco en mano. Parece haber encontrado el camino pues no reaparece...

Desde la orilla, Artros y Lilith miran preocupados la superficie.

Te sumerges y ves las tenues luces moverse. Parecen perderse en la oscuridad del agua. Con dificultad las sigues. Espera. ¡Las has perdido! No, ahí están de nuevo. Conteniendo el aire, palpas en derredor mientras las sigues. Aquello parece una especie de túnel de manufactura no natural. Con dificultad por tus armas y armaduras, intentas seguir las luces pero es difícil. Aún así, avanzas por el túnel y con las últimas bocanadas asciendes tras las luces y sales a la superficie...

Te sumerges y ves las tenues luces moverse. Parecen perderse en la oscuridad del agua. Con dificultad las sigues. Espera. ¡Las has perdido! Conteniendo el aire, palpas en derredor con desesperación. Tus manos, tocan una oquedad. Aquello parece una especie de túnel de manufactura no natural. Con dificultad por la falta de aire, te metes en el túnel confiando que no sea muy largo. Avanzas por el túnel y con el corazón latiendo con fuerza y el pecho ardiendo, asciendes tras las luces que ahora ves brillar sin problemas. Sales a la superficie...

Morrowir primero y luego Itán, aparecen en la superficie de un pequeño lago encerrado en una gruta de alto techo y aspecto aparentemente circular. Miles de seres de fuego revolotean por encima de vosotros cantando una canción que parece de miedo...

Entre unas cuantas de cosas, lo que menos se me apetece es tenerme que meter en agua turbia llena de bichos de fuego.

A ver cómo los sacamos de ahí si les pasa algo, yo no se nadar.....

Miro el agua con aire de preocupación

- Esperemos a ver - respondo con el rostro fruncido - parece que esas criaturas no han llevado a este lugar y es probable que ese sea el camino, pero no estoy segura.
Respondo. Pienso que se han precipitado al tirarse al agua pero son sus decisiones.
- Si hay salida tendremos que resignarnos a mojarnos de agua sucia - respondo acercándome al borde y pregunto: - ¿Va todo bien?
Con el corazón palpitante sino esperando a ver que ocurre.

Jadeando por el esfuerzo y la falta de aire, me quedo en la orilla recuperandome a bocanadas. Miro en derredor y me sorprendo de unicamente encontrarme a Itan. Sabia que el enano habia sumergido primero, más evidentemente le habia sido dificil hacer aquel peligroso tramo. Solo esperaba que ninguno sufriera accidentes o quedara atrapado bajo el agua.
Miro a Itan y luego a las criaturas de fuego, examino la situacion detenidamente antes de tragar saliva y hablar a duras penas.
-Desearia que Lilith estuviera aqui para hacerse cargo del asunto, tu habla yo te apoyo.
Concluyo con dificultad. No podiamos perder mucho tiempo, necesitabamos el musgo y regresar cuanto antes al pueblo.

-Mierda mierda mierda, no encuentro el puto camino- dijo el enano con suma preocupación - Espero que esos dos no perdieran la pista.

Era tal al obcecación del enano, que pese a darsele mal el agua, y no haber encontrado ruta alguna en la anterior zambullida...cogiendo una gran bocanada de aire, volvió a desaparecer entre las turbias aguas.

Asiento tras las palabras de Morrowir, y captando su mirada preocupada le tranquilizo:

- Kazurh emergió cuando estaba terminando de quitarme la ropa... Está bien.

El guerrero se muestra dispuesto a apoyarme, así que hablo para tratar de darle una guía.

¿Yo al mando? Por mí bien... aunque creo que es la primera vez.

A la vez que valoro mi entorno y la extraordinaria fuerza que debe tener este humano para conseguir pasar bajo el agua con todo su equipo, le sugiero un curso inmediato de acción.

- Morrowir, esto me da mala espina. Estos cánticos no presagian nada bueno... Antes de hacer nada, vamos a intentar aprender más sobre donde estamos, mira bien a tu alrededor por si ves algún detalle que te llame la atención. No quiero meter la pata con estos seres diminutos... Igual estamos en un lugar sagrado o algo así, y si pisamos sus mini-huertos, o sus mini-reliquias, o alguna de sus extrañas mini-cosas, quizá se vuelvan contra nosotros...

Cuando termino de parlotear, examino cuidadosamente mi entorno, intentando ocultar la ansiedad que mueve mis ojos en busca del ansiado musgo que podría suponer mi salvación.