Partida Rol por web

[Sombras de Esteren] Loch Varn

1 - Las Ruinas

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28/01/2016, 20:59
Guerrero

Liam maldice cuando tropieza con una piedra al tratar de esconderse, pero la niebla amortigua todos los sonidos y el hombre que se acerca no parece percatarse de su presencia. Cuando pasa a su lado, el chico aguanta la respiración, aferrando con fuerza su espada corta mientras espera pasar desapercibido.

El guerrero parece herido y, cuando llega a su posición mira a los dos arqueros que se han quedado atrás, levantando la espada para atacarles. Liam puede verle con claridad: lleva un curioso brazalete plateado, con un símbolo grabado que no consigue reconocer. Pero lo que sí distingue con facilidad el un emblema Reizhita en su jubón de cuero. ¡Es un mercenario de Reizh! Y, evidentemente, parece dispuesto a atacar al grupo. Pero, ¿qué hace aquí? Y, ¿dónde estáis?

- Tiradas (3)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d10

Dificultad: 4+

Resultado: 1(+1)=2 (Fracaso)

Motivo: Pifia?

Tirada: 1d10

Resultado: 3

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+7)=15

Notas de juego

Vale, Ean y Urvan pueden disparar al recién llegado o a los ballesteros que os atacaron antes. Él tiene que moverse aún hacia vosotros, así que actuará al final independientemente de la iniciativa.

Liam, a ti no te ha visto, probablemente porque las oraciones de Urvan o de Mòr hayan hecho efecto (vamos, que los dados de Umbría son iguales para todo el mundo). Eso implica que no te puede atacar, por si quires adoptar una actitud ofensiva, que actúas antes que él porque sí y que tienes un +2 a tu ataque independientemente de tu actitud...

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29/01/2016, 09:11
Liam

Liam estaba nervioso, las manos le sudaban en la empuñadura del arma y en su cabeza el sonido de su tropiezo resonaba como uno de los aludes en las nieves eternas de las altas montañas. Pero Liam no era alguien que se apresuraba, era alguien que pensaba. Y si bien eso hacía que no tuviese unos buenos reflejos, también significaba que el miedo se encontraba con la barrera de su razón. Y ahora estaba más decidido que nunca a atacar a aquel hombre que llegaba. Seguía sin saber si era su enemigo, pero sabía los nombres de sus acompañantes, recordaba sus peculiaridades y de alguna manera sentía que confiaba en ellos. Liam era abierto, pero no daba su confianza con facilidad. Debía conocerlos, y bien, y sentía que ellos, todos ellos, le gustaban, aunque por distintas razones.

- Anatomía Liam...- se dijo el muchacho en voz apenas perceptible mientras visualizaba la parte blanda entre la cadera y el riñón, una zona vulnerable y que no muchas armaduras (a falta de saber cual portaba su “enemigo” cubrían adecuadamente.

Entonces ve llegar al atacante, un hombre rudo, un hombre de armas sin duda. Y a pesar de que el talento ha fallado a Liam en su emboscada no lo ha hecho su raciocinio. Ante la visión de dos arqueros desprevenidos la mente humana se centra, por natural, en la oportunidad y olvida la cautela. Si, Liam no era de los que reaccionaba rápido, ni siquiera en estas ocasiones, pero eso tenía sus ventajas.

Entre esos pensamientos y el ajustar la posición de su agarre para el impacto Liam no paso por alto el emblema de la muñeca que no pudo ver bien. Eso indicaba que pertenecía a algún tipo de grupo organizado, y los emblemas de plata no estaban precisamente de moda entre bandoleros y bandidos. Más información le dio el emblema de Reizh de su jubón de cuero (una de esas armaduras que si protegían la zona donde pretendía impactar, pero Liam no necesitaba pensar para recordar la anatomía humana ni la manufactura de armaduras, simplemente calculó un impacto más alto y con más fuerza en pleno riñón).

Liam parecía ensimismado, distraído en sus pensamientos o sus temores. Pero la mente de Liam era su mejor arma, y cuando el reizhita se agachó para camuflar su avance hacía sus compañeros el joven se puso en pie lanzando su arma en angulo ascendente. Lo demás era cuestión de física y un cúmulo de variables incognoscibles para Liam a las que la mayoría llamaba suerte.

- Tiradas (3)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+6)=14

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d10

Resultado: 1(+4)=5

Motivo: Pifia Iniciativa

Tirada: 1d10

Resultado: 9(+4)=13

Notas de juego

Si, ya estaba en actitud ofensiva y obviamente sigo. Si mis calculos no fallan sería un +6 al ataque (+2 cuerpo a cuerpo+2 de potencial+2 de bono sorpresa). El daño no lo indico por que me faltaría la defensa del objetivo pero de base si no calculo mal seria 7 (2 de la espada corta y 5 por ataque por sorpresa con arma corta).

La iniciativa por su parte parece que sigue sin ser lo de Liam xD

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29/01/2016, 14:35
Ean

Ean sigue tensado al máximo. Un intento de forma empieza a vislumbrarse entre la niebla. Bien un poquito más... La mujer con su mismo símbolo pasa corriendo a su lado, Arven es una buena guerrera.

Arven eh? Ese es tu nombre... Las formas a través de la niebla empiezan a solidificarse. Vamos enseña la patita lobito...Los músculos de su brazo empiezan a temblar ligeramente...y en ese momento, casi imperceptible, un pie pisa una piedra que es desplazada.

Mierda, otro detrás! Urvan, nuestro paladín particular te encargaras de él? Porqué el manojo de nervios que es Liam no creo que haga nada...espera, es determinación ese tensar de músculos, va a actuar?

Durante un par de segundos duda si girarse a atacar al que les embosca por detrás o seguir con el plan de atacar a los caminantes de la niebla. Este capullo es uno para tres, los otros son cuatro para tres...joder! Que te den!

Ve asomar la cabeza de uno de los ballesteros...la flecha sale dirigida hacía él.

- Tiradas (2)

Motivo: Pum! Pum!

Tirada: 1d10

Dificultad: 13+

Resultado: 1(+10)=11 (Fracaso)

Motivo: joder, en serio? (Pifia))

Tirada: 1d10

Resultado: 3

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29/01/2016, 14:52
Urvan

Todo ocurre demasiado rápido.

Antes de haber podido decidir qué hacer, oigo más que veo a tres de mis compañeros cargando a ciegas bajo una lluvia de saetas, sumergiéndose en la niebla hasta que no son más que meras siluetas en la distancia.

Una gota de sudor desciende por mi frente, me resbala por la nariz y se queda atrapada en la punta, negándose a caer. Maldición, ¿qué pasa aquí? Ojalá no me temblara tanto el pulso…

De repente, se me eriza el vello de la nuca al advertir un sonido mucho más cerca de lo que debería. Me doy la vuelta alarmado para comprobar que un desconocido se aproxima amenazante, espada en ristre. Apenas tengo tiempo de percatarme de que el hombre está herido, lo cual no hace sino agrandar mi desconcierto. Estoy a punto de bajar la ballesta, pero entonces, Liam —sí, por alguna razón inexplicable, recuerdo su nombre— surge de la nada y apuñala violentamente al guerrero, que se retuerce de dolor.

Todo esto es absurdo, incomprensible, casi surrealista.

A mis oídos llega una voz distante —¿Ean? ¿Eres tú?—, pero no alcanzo a comprender las palabras, como si hubieran sido pronunciadas a una velocidad sobrehumana, o como si mi mente estuviese dormida bajo la superficie de un lago helado.

Me debato entre el instinto y la prudencia. Mientras el primero me dicta hacer lo que sea necesario para sobrevivir y disparar al desconocido antes de que tenga ocasión de hacerme daño, la segunda me insta a pensar, a ser sabio. No sé nada de ese hombre. Mi mente no lo recuerda como al resto de mis compañeros. Tal vez no sea de los nuestros, pero eso no lo convierte en uno de ellos. Está herido. Quizá estuviese huyendo de las mismas personas que nos disparan. Es posible que su intención no fuera otra que resguardarse tras el muro de piedra, y que haya desenvainado instintivamente al ver hombres armados al otro lado.

La duda es demasiado grande, y la posibilidad demasiado real. No puedo matar a este hombre.

—¡Alto todo el mundo! ¡Detened esta locura! —Mi voz chillona delata mi nerviosismo. Reprimo el temblor de mi labio inferior y lucho por controlar mi respiración antes de mirar al desconocido directamente a los ojos—. Espero que seas realmente rápido con esa espada tuya, amigo, porque tienes una ballesta apuntándote entre ceja y ceja —Mi voz es mucho más serena ahora, tan glacial que casi me asusta—. Si haces cualquier tontería, estás muerto. Pero no pareces tan estúpido. Suelta el arma, ríndete, y tienes mi palabra de que vivirás.

Miro a Liam durante una fracción de segundo, con la ferviente esperanza de que él también esté dispuesto a dar cumplimiento a mi promesa.

- Tiradas (2)

Motivo: Relaciones

Tirada: 1d10

Resultado: 10(+9)=19

Motivo: Crítico

Tirada: 1d10

Resultado: 9

Notas de juego

Con un 10 en la tirada, puedo superar una dificultad de 20.

Publico solo para el director, para que tú ya si eso pongas en copia a Mr. Sandman y a artemis2.

Editado: Aunque, ahora que lo pienso, el mensaje de Liam ha quedado para todo el mundo... Publico para todos, si te parece bien, y ya si eso haces las correcciones oportunas.

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29/01/2016, 17:39
Guerrero

Para vuestra sorpresa, el hombre se para en seco y, tras lo que parece un momento de duda, deja caer la espada. Baja la cabeza, como si estuviera avergonzado y, lentamente, se gira hacia el chico que le había atacado por la espalda. Durante un momento le observa como si no pudiera creer lo que está sucediendo.

- Me... has... matado...

Sus palabras salen a duras penas por su boca, acompañadas por borbotones de sangre. Ante la mirada atónita de Urvan, que creía haber convencido al guerrero para que se rindiese y el gesto no menos preocupado de Liam, que nunca antes había arrebatado una vida, el hombre se desploma, incapaz de soportar la puñalada del joven con todas las heridas que ya llevaba acumuladas.

Notas de juego

Lástima de 10, Urvan. Llegó muy tarde... Liam, haz una tirada de resistencia mental a dificultad normal (11). A ver qué tal te tomas eso de haber matado a alguien.

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29/01/2016, 17:48
Narrador

La flecha de Ean pasa por encima de vuestras cabezas, pero va demasiado alta como para alcanzar a su objetivo. Escucháis gritos detrás, cuando Urvan parece pedir algo de tranquilidad, pero vuestros adversarios no retienen sus disparos. Sin embargo, algo en el tono del caballero del Templo les hace dudar, porque una de las ballestas falla su disparo contra Arven, mientras que la otra no llega a alcanzarle.

Llegáis junto a vuestros oponentes y los dos guerreros se peparan para atacaros.

- Tiradas (6)

Motivo: Iniciativa Yldiane

Tirada: 1d10

Resultado: 10(+9)=19

Motivo: Iniciativa Ean

Tirada: 1d10

Resultado: 7(+7)=14

Motivo: Iniciativa Mòr

Tirada: 1d10

Resultado: 6(+5)=11

Motivo: Iniciativa Urvan

Tirada: 1d10

Resultado: 7(+6)=13

Motivo: Iniciativa Arven

Tirada: 1d10

Resultado: 6(+8)=14

Motivo: Iniciativa Mercenarios

Tirada: 1d10

Resultado: 7(+6)=13

Notas de juego

Yldiane: 19
Arven: 14
Ean: 14
Urvan: 13
Mercenarios: 13
Mòr: 11
Liam: 5

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29/01/2016, 19:24
Mòr

Da lub shioda shios rid’ leasraich, mhinich, chraicich1 —Cerrando los ojos como dos pesados postigos, continúo murmurando, en una letanía monocorde que tiene como objeto centrar mis pensamientos, que parecen estarse escapando de mi cabeza como si una rueca estuviera tirando de ellos—. Usgannan buidhe agus dolach as gach sath dhiubh2. —Apretando con todas mis fuerzas la empuñadura de mi claymore, creo ver una súbita chispa iluminar el telón negro de mis ojos cerrados, que prende la llama del recuerdo. Los c’maoghs. Los espíritus de la naturaleza. Es a ellos a quienes estoy dirigiendo mi súplica. Los pensamientos se van desenmarañando uno tras otro, y en un goteo constante e imparable, empiezo a recordar los nombres de mis compañeros de batalla, y mi corazón siente una serie de sensaciones asociadas a cada uno de ellos. Casi es como si nuestras almas se reconocieran en el mar de espeso y blanco humo de agua que las rodea. Este repentino momento de lucidez me reconforta, y recobro la calma que, de algún modo, sé que me caracteriza. Abro los ojos—. Agus dolach!3

De un salto, me levanto del parche de hierba mojada y grisácea sobre el que estaba agazapado. Poniendo una de mis manos sobre el muro de piedra, que no me llega más arriba de la cintura, me impulso con fuerza hacia arriba y paso por encima de la construcción derruida. Delante de mí, las pequeñas y esbeltas siluetas de las dos mujeres —Arven, Yldiane— serpentean y recortan entre la niebla, como liebres en el monte. El viento se ve perturbado, y el silencio que precede a la tormenta da paso a una lluvia mortal de hierro y madera. Oigo gritos desarticulados a mis espaldas, y una voz familiar, aparentemente serena, que a duras penas logra contener la emoción bajo la superficie, pero me llegan como exclamaciones desde el otro lado de un valle en mitad de una ventisca. No logro entender nada, y mi mente vuelve a perder el centro. Solo sé que estoy corriendo, oyendo únicamente mis jadeos en mitad de un silencio atronador y del sutil siseo de las serpientes voladoras que muerden la carne con dientes acerados.

«Corre, Mòr. No pares de correr», me habla la voz de mi propia mente, aunque me cuesta comprenderla. Por un momento me siento suspendido en el aire, en el inmenso y ondulante, eterno blanco. El barco está a punto de ser golpeado por el rayo. Y yo nunca había tenido tanto miedo en toda mi vida.

O en lo que recuerdo de ella.

Notas de juego

1 «Dos lazos de seda caen por vuestros miembros, tan suaves, tan tersos».

2 «De cada uno de los montones de vuestras joyas amarillas (¿doradas?) dadme un puñado». Esta es una forma simbólica de pedir fortuna a los dioses (c’maoghs XD).

3 «¡Dadme un puñado!».

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29/01/2016, 20:50
Liam
- Tiradas (1)

Motivo: Resistencia mental

Tirada: 1d10

Resultado: 3(+7)=10

Notas de juego

Y como no, fallo xD

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29/01/2016, 21:14
Yldiane

Y de pronto todo se vuelve frenético. Cuando creo que tengo una ruta segura por la que guiar a Mòr hasta nuestros enemigos, de pronto la otra joven —Arven, es cierto, se llama Arven— sale corriendo, dando al traste con nuestro amago de plan... así que, sin pensármelo dos veces, salgo corriendo tras ella, no sé por qué, pero algo me dice que la conozco y no la voy a dejar sola. Eso sí que no. 

Corro a través de la bruma, rompiendo jirones de niebla en zig-zag, tratando de que no me alcance ninguna de las saetas de la lluvia que veo pasar sobre mi cabeza... en ambas direcciones. Sólo espero que Ean y Urvan —vaya, sus nombres me resultan tan familiares de repente— sepan apuntar bien. Por alguna extraña razón, confío en ellos... de la misma forma que tengo la intuición de que ellos confían en mí para guiarlos, no sé por qué... aún.

Mòr corre también al otro lado, veo a ambos guerreros empuñando sus armas con determinación. Yo no soy una guerrera, soy caminante... no debería guerrear, pero también sé hacerlo y, desde luego, no voy a permitir que nuestro viaje acabe ahí; no en ese lugar, en tan extrañas circunstancias. No. Si voy a guiarlos, el viaje ha de terminar. 

En ese instante llego junto a dos de nuestros atacantes, veloz como una sombra: dos guerreros que empuñan sendas armas, prestas a moverse certeras en dirección a nosotros tres. Sin detenerme a pensar —cosa que suele pasarme bastante a menudo— y sin dudarlo un instante, realizo un giro con la cadera, dando impulso a mis brazos con todo mi cuerpo para poder asestar bien el primer golpe y empuño el Carath con la siniestra, lanzando uno de sus extremos directamente contra la cabeza del enemigo que tengo más cerca, con todas mis fuerzas. 

- Tiradas (1)

Motivo: No te metas con una caminante en sus caminos!

Tirada: 1d10

Dificultad: 10+

Resultado: 9(+7)=16 (Exito)

Notas de juego

Máster, la dif he puesto 10 porque no sé si se aplica el 3 de niebla al estar cuerpo a cuerpo, tú dirás... Y ahora tendría que tirar daño? XD Perdón... prometo dejar de hacer este tipo de preguntas en cuanto me haga a ello XDDD

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29/01/2016, 21:58
Narrador

Notas de juego

No, el daño se calcula directamente de la tirada. Pregunta, ¿qué actitud tomas? Ofensiva, estándard... Si no ponéis nada, asumiré la normal por defecto, pero acordaros de decírmelo, ¿ok?

Liam, ya iré contigo. Mañana, que si no esto se acelera...

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29/01/2016, 22:41
Yldiane
Sólo para el director

Notas de juego

Mmmm... ok XD pues asume la normal supongo porque me lo tengo que mirar aún... XDDD

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31/01/2016, 15:14
Urvan

El guerrero yace en el suelo, muerto. Sus ojos aún conservan la expresión sorprendida y confusa que tenían antes de perder ese brillo que les daba la vida, y por un instante me asalta la duda de si no estarán reflejando mi propia mirada.

Con la ballesta aún en las manos, miro a Liam sin saber muy bien qué decir. Es como si mi reciente arranque de valor me hubiese dejado mudo, y ninguna palabra, ya sea de alabanza o de reprobación, parece querer atreverse a salir de mis labios. Me limito a estar allí de pie, absurdo e incongruente, observando al joven que sujeta una espada manchada de sangre, preguntándome si su alma es merecedora de algún consuelo. De repente, el entrechocar del metal me devuelve al aquí y al ahora, y decido que puedo dejar las cuestiones morales para cuando estemos todos a salvo. Hay tres de los nuestros enfrentándose a quién sabe cuántos enemigos, y ninguna espada sobra.

Cuelgo la ballesta antes de retroceder unos pasos y recoger mi escudo. Ajusto las correas en torno a mi brazo en un ritual que espero me ayude a centrar mi mente, y desenvaino la espada que porto al cinto sin grandes aspavientos.

Dedico una última mirada a Liam, que está allí petrificado, quizá más perdido incluso que yo. Sopeso por unos instantes si debo sacarlo de su ensimismamiento y traerlo aquí conmigo, si debo convencerlo para que luche por nuestros compañeros. No, no tengo ese derecho. Si lucha o huye, debe decidirlo él después de haber lidiado con sus propios sentimientos.

—Voy a salir —digo con una voz plana, casi indiferente, que no hace la más mínima justicia a la angustia que me corroe las entrañas.  Inspiro profundamente y me encomiendo al Uno. Ante mí se abren dos posibilidades, matar o morir en el campo de batalla, y ambas me horrorizan.

Empiezo a correr antes de que mis pensamientos puedan detenerme.

- Tiradas (1)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d10

Resultado: 4(+6)=10

Notas de juego

Actitud de movimiento: mi defensa se eleva a 13 y dedico mi turno a acercarme al adversario. Si el director puede describirme la distribución general de enemigos y aliados para que yo pueda decidir contra quién cargo, se lo agradecería enormemente.

He obtenido una iniciativa total de 10 para mi próximo turno, por si el director decide utilizarla. Si prefiere tirar la iniciativa de todos al inicio del próximo turno, por mí no hay problema en que haga caso omiso a esta tirada.

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31/01/2016, 18:46
Ean

Mientras el hombre sacaba borbotones de sangre tumbado a su lado, Ean se había quedado helado... no podía creérselo. La flecha había pasado por encima de la cabeza de la persona a la que apuntaba.

En serio? He confundido esa roca de detrás con su cabeza? En serio he perdido una de las dos flechas que me quedaban?... En serio...he fallado?!!? Ean podía contar con los dedos de una mano las veces que había fallado en su vida. De hecho podría enumerarlas todas, las tenia grabadas a fuego. Y lo estaría haciendo ahora mismo, si no fuera porqué en estos momentos no las recordaba...el hombre dijo sus ultimas palabras.

Esto de la memoria es una jodienda amigo, una vez acabemos con estos capullos, tendrían que descubrir que coño ha pasado con sus recuerdos. Ah si, y ha muerto el barbudo que teníamos detrás.

Con cuidado, como si de un hijo se tratase, saca la ultima flecha del carcaj. Vamos bonita, no dejes mal a tu papá eh? la besa, y la carga.

-Muy bien colega, dales donde más les duele.- Responde a Urvan.

Otra vez coge aire, se concentra, se aísla de la realidad. Solo existe él, su rival y la flecha que los unirá a ambos.

Dispara.

Y esta vez si que impacta en la cabeza de uno de los ballesteros!

-Si joder si!!- Se gira y mira con alegría a Liam. -Has visto socio? Le he...- Su sonrisa se va desvaneciendo cuando ve el estado de este. Guarda el arco y saca la espada corta.

-Tranquilo colega, si te sirve de consuelo, ya estaba medio muerto. Mejor deja de preocuparte por él, no puedes hacer nada. Pero si puedes hacerlo por el resto de camaradas que están en peligro. Y aquí sentado no les seras de mucha utilidad. -Podía sonar duro e insensible, pero esperaba que reaccionase. Agarra la empuñadura de la espada con fuerza, y se dispone a salir corriendo.

- Tiradas (1)

Motivo: Esta vez sí eh, daditos? :D

Tirada: 1d10

Dificultad: 13+

Resultado: 5(+10)=15 (Exito)

Notas de juego

Impacto!^^

Daño del arco corto 2.

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31/01/2016, 18:56
Narrador

El hombre se vuelve hacia ti, asegurando que le has matado antes de caer al suelo. Durante un momento te quedas paralizado, mirando tus manos manchadas de sangre. Como la mayor parte de la gente de Taol-Kaer has recibido cierta instrucción militar, aunque siempre creiste que la utilizarías contra los feondas y no contra otro ser humano, por mucho que sea un espía de Reizh.

Aprietas los dientes, algo mareado. He quitado una vida, piensas observando el cadaver en el suelo. Incapaz de creértelo completamente, ni siquiera te planteas lo débil que puede llegar a ser la anatomía humana, ni piensas en cómo la gente ha gastado tanto esfuerzo en desarrollar armas que estén tan optimizadas para matar a otros con la única excusa de defenderse a sí mismos y a los suyos. Una vida...

Te sientes ligeramente acongojado, incómodo al pensar en la magnitud de tu acción, y más aún sabiendo que no estás en condiciones de evaluar el impacto que puede tener la muerte de este desconocido. Sin embargo, las palabras de Ean te devuelven a la realidad. El cadáver que yace a tus pies no es el único de vuestros oponentes, y unos metros más allá, prácticamente ocultos en la niebla, los ballesteros no tardarán en volver a disparar sobre vosotros.

Notas de juego

Seguro que te había acojonado, pero no es para tanto. Después de todo, sólo has matado a un desconocido que pretendía atacaros de todas formas...

Ganas un punto de trauma (te lo apunto yo directamente en la ficha), pero puedes actuar normalmente. De paso, te ganas algunos recuerdos más: estais en Taol-Kaer y el hombre parece un espía de Reizh.

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31/01/2016, 19:30
Mercenario

Los dos ballesteros se apoyan contra un muro derruido, muy similar al vuestro. Arven llega por su izquierda, pero al ver a los dos guerreros un poco más atrás se para bruscamente, embrazando escudo y espada mientras se encara con uno de ellos. El luchador de la espada se acerca y lanza una rápida estocada por debajo de su escudo, produciéndole un profundo corte en el muslo.

Yldiane llega poco después y, a pesar de que los dos hombres se acercan a ella, golpea al ballestero que tiene más cerca sin pararse a pensar quién puede ser más peligroso a esta distancia. Su movimiento, sin embargo, puede ser de gran ayuda para que el resto del grupo pueda acercarse, ya que el hombre, con el brazo sangrando por el tajo de la chica, suelta la ballesta y desenvaina una espada corta, lanzando un tajo horizontal en el mismo movimiento. Sin embargo la Varigal se retira ligeramente hacia atrás, esquivando el ataque con facilidad. El guerrero maldice, y sus palabras se convierten en una blasfemia cuando la última flecha de Ean se clava en su costado, haciéndole trastabillar alejándose del muro.

Más a la derecha, el otro ballestero ve cómo su compañero a duras penas se mantiene en pie. Durante un momento duda si girarse para disparar a la chica pelirroja, pero cuando Urvan aparece entre la niebla intenta acabar con él antes de que pueda unirse al resto. Su momento de duda le sale caro, pues el virote pasa de largo, atravesando el aire justo detrás del guerrero del templo.

Al otro lado del grupo, el guerrrero del hacha observa la situación. Su compañero parece tener algo de ventaja sobre la guerrera rubia y, con Urvan aún bastante alejado, los otros dos deberían poder enfrentarse a la chica pelirroja. Sin embargo una enorme figura se acerca por su lado y podría desestabilizar el combate con facilidad. Mostrando el arrojo digno de un guerrero que ha sobrevivido a más de dos batallas, lanza un grito de guerra mientras salta sobre Mòr hacha en mano. Pese al arrojo del desconocido, el gigantón aprovecha la velocidad de su carrera para echarse a un lado evitando la pesada hoja del hacha.

- Tiradas (4)

Motivo: Espada larga vs Arven

Tirada: 1d10

Dificultad: 11+

Resultado: 9(+8)=17 (Exito)

Motivo: Espada corta vs Yldiane

Tirada: 1d10

Dificultad: 12+

Resultado: 2(+6)=8 (Fracaso)

Motivo: Ballesta vs Urvan

Tirada: 1d10

Dificultad: 13+

Resultado: 4(+8)=12 (Fracaso)

Motivo: Hacha vs Mòr

Tirada: 1d10

Dificultad: 14+

Resultado: 2(+8)=10 (Fracaso)

Notas de juego

Arven al retrasar la acción (por mantener el ritmo en la partida) mantiene el +2 a defensa, pero aún así se lleva un buen tajo: 5 de daño, lo que impone un -1 a todas sus acciones. Ariakan, te lo apunto en la ficha.

Los demás fallan vilmente, así que estáis de suerte. Urvan, dime si entiendes la disposición o si necesitas algo más de descripción. Los dos ballesteros por detrás del muro, el grupo que llega por la derecha y otros dos guerreros que avanzan para enfrentarse a ellos mientras Yldiane se encara con el ballestero que está más cerca de ella.

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31/01/2016, 21:28
Mòr

De repente, sin previo aviso, la niebla se aparta silenciosamente para revelar un muro de piedra de escasa altura, tras el que se enclavan nuestros atacantes. La surreal escena adquiere de golpe una cualidad de inmediatez. A medida que mi reducida avanzadilla va rodeando el muro, acercándose de manera inexorable hacia el conflicto, puedo oír las entrecortadas exclamaciones con las que los hombres tratan de organizarse, sus jadeos y sus sonoras maldiciones. Y llego a la conclusión de que tienen tanto miedo como nosotros.

Dos ballesteros apuntan por encima del muro, tratando de decidir a qué blanco disparar, mientras otros dos hombres armados se acercan para interceptarnos el paso. Uno de ellos porta una espada de buen tamaño, aunque no tan grande como la mía, y el otro esgrime amenazadoramente una recia hacha. Soy capaz de advertir todos estos detalles en apenas un latido de mi frenético corazón, mientras corro con el viento helando mi cara y revolviéndome el pelo. Con cada paso que doy, mi respiración deja escapar una nube de vaho que huye rápidamente a esconderse entre la niebla blanca y quieta que lo rodea todo, como en un sueño.

Mientras mis manos aprietan la empuñadura de mi claymore, un único pensamiento asalta mi mente:

«No quiero hacerlo».

Esta idea sigue resonando en mi cabeza cuando Arven, que va a la cabeza, entra en combate con el hombre de la espada. Sus armas se encuentran. El filo enemigo resbala contra el escudo de mi amiga. Dolor, y rojo contra blanco. La sangre vuela un segundo eterno en el aire albino de niebla, para acabar regando la tierra gris. Muy despacio, mis ojos aciertan a ver a la intrépida Yldiane. Sus rizos de cobre se sacuden a un lado y a otro mientras evita al primer hombre y agrede, rauda como una víbora, a uno de los ballesteros, que un instante después recibe una flecha. Tardo una eternidad en deducir que el certero proyectil debe de haber volado desde el arco de Ean, tan lejos…

Pero no puedo seguir prestando atención a los detalles. Mientras me acerco a toda velocidad a socorrer a mis dos amigas, el guerrero del hacha se planta delante de mí, cortándome el paso, una figura hierática bordada en un inmenso tapiz parado en el tiempo, que está a punto de ser decorado con hilo escarlata.

Tambores en mis oídos.

Doy un ligero traspiés cuando el hombre arremete contra mí, hacha en mano. Cada vez que sus pies se clavan en el suelo, la tierra salta, arrojando cascos negros al aire. Sigo retrocediendo, con los ojos muy abiertos, conteniendo la respiración mientras el guerrero rasga el aire con el hierro. Boqueo como un pez, tratando de gritar algo, tratando de pensar algo, pero lo único que puedo hacer es adelantar mi hombro izquierdo, desplazar el peso a mi pierna atrasada y girar sobre mí mismo, dando la espalda momentáneamente a mi enemigo, esperando recibir de un momento a otro un hachazo en la columna.

El dolor no llega. Pero el acero llama al acero.

Continúo con mi giro, sin llegar a detenerme en ningún momento, sin pensar apenas en lo que estoy haciendo. Cambio mi pie izquierdo de posición, y la espada está ahora en mi mano derecha, venciendo la resistencia del aire en un amplio giro. Todo parece estar sucediendo muy despacio, aunque en realidad solo transcurre una fracción de segundo. Mi pie derecho abandona el lugar en el que estaba para encarar de nuevo a mi oponente, y extiendo totalmente el brazo que sostiene la pesada arma, completando el arco y lanzando la hoja en dirección al hombre. Con un chasquido, mi espada corta a través de la figura al tiempo que termino de girar sobre mí mismo. Sé que lo he alcanzado, aunque aún no conozco la gravedad del impacto.

¡Detente! —exhalo en una bocanada—. ¡No quiero hacerte daño, pero lo haré si me obligas!

Levanto de nuevo el espadón, ligeramente desorientado, preparándome ante la probable respuesta sin palabras.

- Tiradas (2)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d10

Dificultad: 10+

Resultado: 4(+8)=12 (Exito)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d10

Resultado: 6(+5)=11

Notas de juego

Actitud estándar (sin modificaciones). Acierto al enemigo: 12 contra su Defensa de 10, así que añado 2 al daño del claymore (4), para un daño total de 6 (menos la Protección que lleve).

Iniciativa para el siguiente turno: 11.

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01/02/2016, 09:33
Liam

Liam mira el cadáver a sus pies, consciente de que cada instante que pasa allí es un instante en que no ayuda a nadie, pero aun así no puede evitarlo. Ve el cadáver a sus pies, pero sabe que lo que ha muerto con ese reizhiano es parte de él. No volverá a sufrir del mismo modo con la siguiente muerte por que esa parte de él ya habrá muerto ¿Como podía la gente vivir así? ¿Como podían matar a sus semejantes como algo cotidiano? ¿Como podían vivir con tanto muerto dentro de ellos?

Pero Ean, el siempre duro, cínico y pragmático Ean. El amigable y siempre fiel Ean lo saca de sus cavilaciones con sus típicas declaraciones insensibles. Y Liam suspira, expulsando aire pero introduciendo las lágrimas que amenazaban con aflorar tan adentro que se le clavan en el cerebro como un recuerdo pernicioso e imborrable.. Su mente dolorida recupera algunos recuerdos para acallar su conciencia, al menos temporalmente, pues esa parte de él no ha muerto. El joven se arrodilla y cierra los ojos del muerto.

- Es todo lo que puedo hacer por ti ahora. Siento no haber podido encontrar otra solución. Pero el camino lo elegiste tu.- Dijo el joven más para si que para el cadáver.

Tras tres, respetuosos latidos de corazón Liam se levanta espada en mano y sigue la ruta de Ean, esperando que aun siga despejada. Ha perdido tiempo, y sus compañeros están en peligro. Pero el joven solo puede pensar que ojala no tenga que morir otra parte de él, no hoy.

Notas de juego

Uso una actitud de movimiento para acercarme a apoyar, si puedo desde el lado de Arven, pero si me deja muy expuesto desde el de Yldiane. La defensa me quedaría en 15.

Como he dicho antes dejo la iniciativa en manos de nuestro glorioso y bienamado master ^^

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01/02/2016, 23:11
Arven

El golpe atravesó las defensas de la alocada joven, la cual no calculó bien al interponer su escudo frente a la espada del enemigo, debido a la carrera.  Aulló de dolor cuando el acero mordió su carne blanda y la sangre impregnó la espada enemiga, la tela alrededor de su ropa, con salpicaduras en el suelo.

Tuvo que dar un paso atrás por la acometida enemiga, resoplando y jadeando por culpa del dolor y la fatiga.

Tuvo que hacer de tripas corazón, apretar los dientes y apoyar con fuerza los pies en el suelo, con el izquierdo más adelantado. Su oponente parecía reirse, había impactado muy fácilmente en la joven, y seguro que aquello le daba confianza.

Maldita sea, la carrera me ha salido cara, pero si este bastardo cree que me tiene en sus manos, está muy confundido, le enseñaré mi verdadera fuerza.

Antes de que el enemigo se recompusiese, Arven, que estaba centrada en el combate y no veía a nadie más a su alrededor, se lanzó hacia el guerrero con gran velocidad, obviando a base de voluntad el dolor que le producía el corte anterior.

El mercenario fue cogido por sorpresa, y la punta de la espada se clavó en su hombro izquierdo. Le encantaba ese ataque, rápido, efectivo y potente, como una cobra picando a su presa.

-Ahora estamos en paz- Le dijo con un tono frío como la húmeda niebla que había traspasado con anterioridad..

Aunque el resultado final no fue todo lo satisfactorio que quiso, pues a pesar de la furibunda estocada, el oponente seguía en pie, dolorido como ella, pero en pie. Aquello no acababa más que empezar, y Arven había perdido la posición con ese ataque que esperaba final.

Su oponente tendría una ligera ventaja en su siguiente golpe. No se preocupó, vencería si o si.

- Tiradas (2)

Motivo: ataquerrrl

Tirada: 1d10

Resultado: 4

Motivo: daño

Tirada: 1d10

Resultado: 1

Notas de juego

actitud ofensiva +2 ataque -2 defensa (potencial 2)
 

ataque (1d10) 4 + 1 (potencial - penalizador)+ 11 (habilidad) = 16 éxito

Daño: 11+3+1-10 = 

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02/02/2016, 19:49
Mercenario

El guerrero del hacha escucha a Mòr con gesto sorprendido, como si no entendiese las palabras que el ionnthén le dedica.

- ¡No trates de confundirme, gigante! - le impreca. - Te enviaré de vuelta con los feondas que te han traido hasta aquí - grita mientras vuelve a lanzarse sobre él. Sin embargo, la fuerza parece escapársele por la boca, y el joven Mòr no tiene dificultades para echarse a un lado, evitando su torpe golpe vertical.

Mientras tanto, el guerrero de la espada sufre la estocada de represalia de Arven. A pesar de que Liam se acerca a ellos con su espada ensangrentada en la mano, el hombre está completamente concentrado en su duelo contra la guerrera y trata de aprovechar su apertura para devolverle el golpe. Sobreponiéndose al dolor en el hombro izquierdo, aprovecha el movimiento que instintivamente le obliga a retirar su lado herido del filo de su oponente para dar más fuerza al tajo horizontal que lanza por debajo del escudo de la guerrera. La hoja de su espada muerde una vez más el muslo de la chica, que ahoga un grito de dolor mientras su sangre salpica el suelo de las ruinas.

Las cosas son muy diferentes para Yldiane que para su amiga de la infancia. "¿Amiga de la infancia?", piensa distrayéndose por un momento al ver a Arven pasarlo mal contra su oponente, pero sin llegar a recordar nada más de su pasado. Sin embargo esa distracción no le supone ningún problema mayor, ya que el hombre está malherido tras haberle atacado con la espada y haber recibido una flecha de Ean y a penas es capaz de lanzar un torpe tajo contra ella.

El último de vuestros oponentes recarga la ballesta mientras Urvan se une al grupo. Apuntándole con cuidado, el perno sale disparado hacia él. Un chirrido metálico se escucha cuando la punta roza la cota de malla, pero no llega a perforarla y el aprendiz de caballero a penas pierde la respiración por culpa del impacto.

- Tiradas (10)

Motivo: Iniciativa Arven

Tirada: 1d10

Resultado: 5(+7)=12

Motivo: Iniciativa Ean

Tirada: 1d10

Resultado: 9(+7)=16

Motivo: Iniciativa Liam

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+4)=12

Motivo: Iniciativa Yldiane

Tirada: 1d10

Resultado: 1(+9)=10

Motivo: Iniciativa Mercenarios

Tirada: 1d10

Resultado: 7(+7)=14

Motivo: Hacha vs Mòr

Tirada: 1d10

Dificultad: 11+

Resultado: 1(+8)=9 (Fracaso)

Motivo: Pifia?

Tirada: 1d10

Resultado: 3

Motivo: Espada vs Arven

Tirada: 1d10

Dificultad: 7+

Resultado: 8(+7)=15 (Exito)

Motivo: Espada corta vs Yldiane

Tirada: 1d10

Dificultad: 12+

Resultado: 5(+4)=9 (Fracaso)

Motivo: Ballesta vs Urvan

Tirada: 1d10

Dificultad: 13+

Resultado: 8(+8)=16 (Exito)

Notas de juego

Ean: 16
Mercenarios: 14
Arven: 12
Liam: 12
Mòr: 11
Urvan: 10
Yldiane: 9

Dado que Ean está separado y sin flechas, me adelanto.

Arven, cuidado con las actitudes ofensivas, porque te dejan bastante vendida a una respuesta (sobre todo con las tiradas que estáis haciendo). Tienes bastante armadura, pero recibes otros 7 puntos de daño y estás con un penalizador de -2 (puedes mirar la salud en tu ficha, que ya está actualizada). De hecho, con otro golpe así te vas al otro barrio a la menor...

Urvan, tú también vas blindado con escudo y cota de malla, y sigues en actitud de movimiento con la defensa mejorada, así que el disparo a penas te causa un punto de daño (apuntado).

Vuestro turno (en cualquier orden).

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02/02/2016, 22:22
Mòr

Las palabras con las que me responde mi adversario me dejan anonadado. Feondas… Ese vocablo, aunque ahora no logro recordar su significado, abre una ventana de profunda inquietud en mi mente, por la que parece entrar una oscuridad supurante.

«¿Qué estamos haciendo aquí?»

¿Que me han traído hasta…? ¿Qué quieres decir? ¡Espera! —exclamo, alzando una mano. Sin embargo, el hombre no tiene ninguna intención de detenerse, y vuelve a levantar su hacha contra mí, con clara intención asesina. El instinto me muerde como una serpiente venenosa, inundándome con la ponzoña que acrecienta mis reflejos y la energía de mi cuerpo. Mi vista se aclara repentinamente, y mi oído se vuelve mucho más agudo. Rápidamente, me hago a un lado, evitando el golpe del guerrero al tiempo que procuro mantenerme lo más cerca posible de él. Apoyo el filo de mi inmenso espadón en el torso del hombre, desprotegido tras su ataque errado. Mis ojos se encuentran con los suyos durante un brevísimo instante, en esa mirada que se dedican los guerreros cuando uno sabe que el otro lo ha vencido. O tal vez solo necesite asegurarme de que afronta su muerte con valor…

Entonces, desplazo todo mi peso hacia delante al tiempo que tiro de la espada con toda la fuerza que me permite la sincronía perfecta de mi pesada y desarrollada musculatura. Mi arma apenas encuentra resistencia, y la hoja emerge ante mí derramando sangre en todas direcciones, y otra cosa, una especie de cordones gruesos y oscuros. No sé si son cinchas de su armadura destrozada o algo que ha salido de su interior. Instantes después, oigo a mis espaldas un chapoteo, y algo caliente y pegajoso salpica una de mis piernas. Me doy la vuelta hacia el hombre malherido, y aunque mi mirada refleja una profunda consternación, me asombro al oír que mi voz suena fría y grave cuando digo:

Túmbate y no te levantes.

- Tiradas (3)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d10

Dificultad: 10+

Resultado: 10(+8)=18 (Exito)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+5)=13

Motivo: Confirmación crítico

Tirada: 1d10

Dificultad: 10+

Resultado: 4 (Fracaso)

Notas de juego

Me mantengo en actitud estándar. ¡Wuhuuu! ¡Saco un 10*! Eso hace que alcance una dificultad de 20, superando su Defensa por 10 y endiñándole 14 puntos de daño. Presumiendo que su Protección sea 2 (como la del otro) le hago 12 puntos de daño.

Mi iniciativa para el turno siguiente es 13.

*Se me había olvidado tirar por la confirmación de un posible golpe crítico, así que he tirado después de la iniciativa. He sacado un 4, así que da igual. Es un 10 normal.