Partida Rol por web

[Sombras de Esteren] Loch Varn

1 - Las Ruinas

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02/02/2016, 23:45
Liam

Liam corría hacía el conflicto con un más que evidente deseo de evitarlo. Pero el deber era tanto una losa como una máxima que nos definía. Pero todos aquellos pensamientos que murmuraba para relajarse se le olvidaron en cuanto vio a Arven herida. No era grave, aun, pero seguro que lo sería si alguien no echaba una mano a la guerrera.

Si alguien le preguntase por los instantes siguientes no sería capaz de decir la menor palabra. El joven se sintió preso de un gran desasosiego y nerviosismo, y cuando quiso darse cuenta la hoja de su espada volaba hacía el vil tipejo que había herido a Arven. Su mente, todavía aturdida por la perdida de memoria y por su primer asesinato, le jugo una mala pasada y creyó ver el rostro de su victima haciéndole perder el pie. Liam apenas consiguió hacer un ligero corte al hombre, pero esperaba que aquello bastase para llamar su atención y alejarlo de Arven. Pero un vistazo a la joven y a la sangre que se derramaba por el suelo le convenció de que aquello no era suficiente. Y el rostro imaginado de su victima le convenció de que estaba traumatizado por aquello, pero si permitía que Arven muriese se partiría.

- ¿He llamado tu atención gorrióncillo?- Espetó Liam con un acento duro y barriobajero.- Vuelve a tocar una propiedad mía y te aseguro que estarás rogando que te mate antes de que las brasas que te habré metido por el culo comiencen a hacer hervir tu mierda.- Añadió el joven señalando con un gesto posesivo y un tanto despectivo a Arven y dedicando al matón una mirada que había copiado a Ean de cuando perdía a los dados en una taberna.

- Ahora apartaos de mis hombres y explicaos u os juro que cuando acabe con vosotros no habréis muerto, pero vuestras madres vomitarán solo de veros ¿Nos entendemos?

- Tiradas (3)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d10

Dificultad: 10+

Resultado: 6(+5)=11 (Exito)

Motivo: Actuar

Tirada: 1d10

Resultado: 10(+4)=14

Motivo: Critico actuar

Tirada: 1d10

Resultado: 5

Notas de juego

Liam ha atacado en postura ofensiva, aunque guiándome por los cálculos de Mor le hago un misero punto de daño. Así que el joven intenta marcarse un farol.

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03/02/2016, 02:10
Yldiane

¡Arven! —grito al ver que a la aguerrida joven le vuelven a herir en el mismo sitio; el mercenario aquel sabe lo que hace, como siga atacando al mismo sitio, va a terminar seccionándole la femoral y eso no es bueno.

Me he distraído durante un segundo y el enemigo que tengo delante ha intentado atacarme. Está malherido por mi golpe y la flecha del curioso arquero que nos acompaña, así que no ha sido capaz de atacarme demasiado bien, pero esto me ha hecho ponerme de nuevo sobre aviso, aún no hemos acabado. Con el mercenario que tengo al lado malherido, miro alternativamente al último ballestero que queda y al que ataca a Arven... tengo más cerca al ballestero y está disparando a Urvan, es peligroso... pero algo me está diciendo que Arven me importa y mucho. ¿Por qué? No lo tengo del todo claro... Me subo el chal con el que me he cubierto la nariz y la boca, de nuevo, temiendo realmente que aquella niebla pueda tener algo extraño... Miro a ambos unos instantes... No suelo ser una persona de muchos cálculos, pero...*

Notas de juego

*máster, me falta medio post XD pero antes unas dudas: cómo de lejos están Arven y su oponente? cuánto tardo en llegar? y el ballestero?

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03/02/2016, 09:27
Narrador

Notas de juego

Estás justo a su lado, no hay que gastar acción de movimiento.

Mór y el hombre del hacha están a la izquierda del todo. Entre ellos y el muro se encuentran Arven y su oponente, ahora con Liam, que ha sido poseido por algún espíritu maligno y sus palabras hacen llorar al Soustraine niño. Yldiane está justo en el borde del muro, con el ballestero que ahora ataca con una espada corta a su lado. A la derecha del todo, en el otro borde del muro, está el otro ballestero.

Urvan ha llegado el turno anterior, aunque aún no estoy seguro de hacia qué lado ha ido (él dirá) y Ean está a medio camino hacia vosotros desde vuestra posición inicial.

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03/02/2016, 16:36
Yldiane

No suelo ser una persona de muchos cálculos, pero esta vez sí me detengo un momento. No porque no sienta el impulso de saltar hacia algún lado... sino porque no sé hacia qué lado saltar... Miro unos instantes a Urvan que, sin decir nada, clava una mirada momentánea en mí; él también está decidiendo qué hacer. 

Y desde luego, está mucho más entero que Arven. Asiento con la cabeza en su dirección —sabrá ocuparse por este lado, definitivamente— y me giro entonces, dispuesta a moverme en dirección a mi amiga de la infancia —¿Cómo? ¿Por qué? Aún me resulta un poco extraño todo esto... no recuerdo por qué lo sé... simplemente lo sé— para quitarle de encima al hombre que la está atacando. Pero en ese instante llega el muchacho de pelo pajizo, Liam, salido de las brumas, para asestar un golpe —débil, pero golpe al fin y al cabo— con una espada que trae en su mano, ensangrentada, sobre el mercenario que pelea contra Arven. No tengo muy claro que le haya hecho daño, pero al menos ha conseguido llamar su atención... y por si fuera poco, lo que sale en aquellos momentos por su boca me deja totalmente de piedra. ¿Liam? ¿De verdad el que está hablando es Liam? No sólo me resulta extraña su actuación, sino que además, nunca le hubiera creído capaz de soltar por su hasta entonces siempre recatada boca aquella sarta de improperios.

Aquello me hace frenarme de nuevo. Bueno... Arven ya tiene ayuda, por mucho que me pese, y Mòr está cerca, aunque ahora mismo se encuentre enredado con otro enemigo... Ean aún no ha llegado y Urvan está a punto de encontrarse con dos él solo. Así que la decisión está tomada; piso con el talón en el suelo en el mismo movimiento que había empezado para avanzar hacia un lado y, en ese preciso instante, el paso de los segundos por el mundo —que se ha distendido en este preciso momento para mí— vuelve a la normalidad; giro el tobillo, me doy la vuelta y levanto el Carath, agarrándolo fuertemente con ambas manos, mientras doy un salto hacia el mercenario que aún sujeta la ballesta y que antes no ha acertado a Urvan por los pelos. Trato de asestarle un fuerte golpe en las muñecas y en las manos, para que deje caer la ballesta que es, en esos momentos, lo que considero más peligroso...

Sin embargo, las apenas décimas de segundo utilizadas para decidir a dónde acudía han logrado distraerme lo suficiente como para que el ballestero salga de mi alcance y mi golpe falle por unos centímetros... Pero ¿cómo habrá sido posible?

- Tiradas (2)

Motivo: Koté!*

Tirada: 1d10

Dificultad: 10+

Resultado: 1(+7)=8 (Fracaso)

Motivo: Pifia...? :S

Tirada: 1d10

Dificultad: 10+

Resultado: 2 (Fracaso)

Notas de juego

*Perdón por llamarlo así XD no he podido evitarlo... me estaba imaginando una escena de kendo totalmente atacando a las muñecas para que se le caiga el arma... y lo de llevar un palo (si alguno me escucha llamarlo así, me mata XD) no ha ayudado mucho a que pueda separar en mi cabeza XDDD U sea se: ataque

Ups... XD máster, no sé con qué se confirma la pifia, tú dirás... XD 

Y... visto lo visto, tira tú la iniciativa... XDDD

Hala Micaelian, ya puedes :P

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03/02/2016, 17:54
Urvan

Corro a toda prisa con el escudo alzado, apenas atreviéndome a asomar la cabeza para ver por dónde voy. Con la mirada fija en el suelo, me concentro en el frescor del aire y el ritmo de mis pisadas, tratando de hallar cualquier cosa mínimamente agradable que me distraiga de mi propio temor. Algo se estrella dolorosamente contra mi costado, sacándome el aire de los pulmones y casi haciéndome girar en redondo, pero logro mantener el equilibrio a duras penas. Deduzco que debe de tratarse del proyectil de un ballestero, y aunque no me ha causado heridas graves, llego a la conclusión de que no llegaré muy lejos corriendo a ciegas por el campo de batalla. Alzo la vista e inspiro profundamente mientras mis ojos se mueven frenéticamente en sus cuencas, tratando de absorber todos los detalles de la situación en el mínimo tiempo posible.

Arven lo está pasando mal contra su adversario, a juzgar por las manchas carmesíes que afloran bajo su sobrevesta. Sus ojos me recuerdan a los de una loba herida: intensos y brillantes a causa del dolor, pero decididos a luchar hasta el último aliento.

Considero acudir en su ayuda, pero Liam se me adelanta. El chico distrae al mercenario con su espada y su lengua, y me queda claro que la segunda es mucho más afilada que la primera. No puedo por menos de preguntarme en qué burdel habrá aprendido semejante retahíla de ofensas.

Miro de reojo al gigantesco Mòr, que parece haber dado buena cuenta de su enemigo con un brutal movimiento de su espada. Suspiro aliviado: parece que Arven tiene posibilidades, después de todo.

Sin embargo, Yldiane está sola contra los dos ballesteros. Uno de ellos está herido y ha soltado la ballesta para empuñar una espada corta, pero el otro está dando más problemas. Mientras quede uno de ellos en pie, razono, Arven estará en peligro, ya que sus ballestas les permitirían alcanzar a cualquiera de nosotros en el caos de la batalla. De repente, Yldiane erra su acometida y queda vulnerable frente a su oponente, que la apunta a la cabeza a apenas un metro de distancia con una fea sonrisa que deja al descubierto unos dientes podridos.

—¡No! —Cubro a grandes zancadas el terreno que nos separa y lanzo un tajo descendente que se estrella en el codo del ballestero, haciendo temblar mi espada hasta la empuñadura.

Cuando veo manar la sangre, comprendo que el combate ha empezado.

- Tiradas (2)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+5)=13

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d10

Resultado: 6(+6)=12

Notas de juego

Actitud estándar.

Margen de éxito en el ataque 3 + Daño espada larga 3 = 6 puntos de daño final (menos Protección del adversario).

Iniciativa para el siguiente turno: 12.

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04/02/2016, 00:50
Arven

De nuevo la espada encontró hueco en la carne de Arven, y esta vez, dejó escapar un sonoro alarido, mientras cojeaba un par de pasos hacia atrás, con los dientes apretados y la cara compungida por el dolor y la furia. Perlas de sudor se arremolinaban en su azorada frente.

Estaba mal, ella lo sabía perfectamente, había empezado con toda aquella locura, cargando a través de la niebla, y este era el resultado. Una más que probable derrota.

El mercenario, preso de la ira por la estocada recibida, avanzó con cautela hacia ella, acechando como un lobo a su presa moribunda, incluso pareció pasar por alto a ¿Liam? aquel muchacho rubio que la estaba ayudando.

El gigantón ¿Mor? también dio cuenta de su oponente, y seguramente se dirigiría hacia ella.

Vas a perder, sea lo que sea que hagas, si te defiendes, los demás obtendran el premio matando a tu oponente y quedarás como una débil.

Si atacas y no acabas con el enemigo, te matará, y fin de todas las cosas. Ni gloria, ni héroes, ni hazañas que perduren por siempre. Darás con tus frios y jóvenes huesos en el barro, muerta por un don nadie.

¿Que harían aquellos grandes héroes pasados, con sus nombres grabados por siempre en los libros de historia?

Atacar, acabar con todo enemigo que esté delante, y luego reirse de las heridas y las cicatrices sufridas. Pues solo así se alcanza la gloria...

...Pero ahora mismo se sentía insignificante, siendo machacada por un cualquiera, aún así, no estaba dispuesta a tirar la toalla. Jamás.

Afianzó su escudo, con las pocas fuerzas que todavía no se le habían escapado por aquella terrible herida, hizo un amago de golpeo con el mismo, y lanzó un tajo por el lado herido de su contrincante.

Fue un impacto, no muy claro ni fuerte, o eso pensó ella. Los ojos se le nublaron un poco, y no vio bien el estado actual de su oponente. Ahora mismo solo se centró en aguantar el próximo golpe...

- Tiradas (1)

Motivo: defensiva

Tirada: 1d10

Dificultad: 13+

Resultado: 6(+7)=13 (Exito)

Notas de juego

Aquí hay que darlo todo for god!

Justito un 13 ;D

Mi defensa aumenta en 2

Daño: 3+3-2= 4 (Espero haberlo hecho bien esta vez, he aplicado los penalizadores por heridas y la posición de combate al daño, repito, me lia mucho el tema del daño xD)

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04/02/2016, 16:54
Mercenario

El tremendo golpe de Mòr acaba con el hombre del hacha en el suelo, completamente inmóvil. Si no está muerto ya, no tardará en estarlo, porque difícilmente va a sobrevivir al tajo que recorre su cuerpo de arriba a abajo. La advertencia del inmenso chico habría parecido una sorna de no haberla dicho con el tono sincero y tranquilo que caracteriza al ionnthèn.

Liam, viendo con desesperación cómo Arven es severamente herida por su oponente, intenta amedrantarle soltando improperios que avergonzarían a su Dàmàthair. Sus amenazas hubieran sido mucho más creibles de haber estado acompañadas por un golpe más preciso, pero, dada su experiencia prácticamente nula como luchador, al menos llega a arañar el brazo de su oponente.

Yldiane, viendo que Arven ya está recibiendo ayuda y que su actual oponente a penas se encuentra en condiciones de luchar contra ella, se dirige hacia el ballestero que estaba más separado. Sin embargo, un momento de duda le da al hombre tiempo suficiente para evitar su ataque. Urvan no tarda en acudir en su ayuda y las horas pasadas entrenando bajo las órdenes de un exigente sargento de los Filos del Templo le llevan a golpear a su enemigo, aunque sin causar heridas significativas a su oponente.

Mientras Ean corre hacia el grupo desenvainando su espada corta, Arven continúa con el toma y daca de golpes con su oponente. A pesar de sus heridas, adopta una posición más defensiva, manteniendo la guardia con el escudo, pero eso no impide que una nueva estocada alcance a su enemigo, debilitándole un poco más.

Durante un segundo todo parece mantenerse en silencio. Observáis a vuestros desconocidos oponentes que, a su vez, os miran planteándose su curso de acción. Cuando la lucha está a punto de reiniciar, el ballestero herido aprovecha que Yldiane se encara con su compañero para darse la vuelta y correr hacia la niebla. Tal vez por las amenazas de Liam, o por ver a su compañero caer bajo los golpes de Mòr que ahora se vuelve hacia él, o por la determinación que ve en los ojos de Arven a pesar de sus heridas, o sencillamente porque se sabe en una inferioridad numérica que a duras penas le permitiría resistir una nueva acometida, el hombre de la espada intenta seguir a su compañero, moviendo su arma al aire para tratar de alejarse de vosotros. El ballestero restante, mirando alternativamente a Yldiane y Urvan, recula unos pasos con evidente intención de unirse a sus compañeros en la huida

- Tiradas (6)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d10

Resultado: 7(+7)=14

Motivo: Iniciativa Arven

Tirada: 1d10

Resultado: 9(+5)=14

Motivo: Iniciativa Yldiane

Tirada: 1d10

Resultado: 4(+9)=13

Motivo: Iniciativa Liam

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+4)=12

Motivo: Iniciativa Ean

Tirada: 1d10

Resultado: 3(+7)=10

Tirada oculta

Motivo: Proezas

Tirada: 1d10

Resultado: 9(+7)=16

Notas de juego

Mercenarios: 14
Arven: 14
Yldiane: 13
Mòr: 13
Urvan: 12
Liam: 12
Ean: 10

Pensándolo ahora, no tenía que haber hecho la tirada de Feats oculta. La dificultad para impactarles mientras se retiran es 16 y, obviamente, están en actitud de movimiento.

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05/02/2016, 11:03
Mòr

La tensión de mi cuerpo se relaja cuando comprendo que mi adversario no va a volver a ponerse en pie. Es entonces cuando advierto un hormigueo en toda mi cara, especialmente en mis labios, y la sensación de que mis brazos y piernas fuesen a estallar, comprimidos por mi armadura de cuero, como si se hubieran vuelto más grandes, más gruesos. Recuerdo que alguien me contó una vez que, en situaciones de vida o muerte, la sangre de todo el cuerpo corre a las extremidades, para darles vigor en esos momentos de necesidad. Dejando caer la hoja del claymore a un lado de mi cuerpo, miro extrañado una de mis manos, que está contraída y paralizada como la garra de un cuervo. Debo de estar experimentando ese curioso fenómeno.

Los ruidos que me rodean son los de una escaramuza sangrienta que está tocando a su fin. Me giro en derredor para ver la situación. Al menos dos de nuestros tres oponentes están heridos. El pánico se refleja en sus ojos oscuros, clavados en rostros blancos como el yeso. A la mínima oportunidad, el ballestero herido se bate en retirada, y los otros claramente están deseosos de hacerlo.

Dejad que se vayan. No somos unos asesinos —digo, con una expresión seria, aunque sin la intención de humillar innecesariamente a nuestros desconocidos enemigos—. Si saben lo que les conviene, no volverán a atacarnos.

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05/02/2016, 14:27
Liam

 Liam suelta su arma con algo similar al asco y se acerca a Arven sacando sus enseres médicos.

- Arven, siento mucho eso que he dicho, solo pretendía distraerlo de ti.- Dijo el muchacho compungido y cayendo en que no sabía cuanto recordaba Arven, esperaba que lo suficiente como para no atravesarlo con la espada.- Pero ahora tienes que dejar que me ocupe de tus heridas. Por favor.

- Tiradas (1)

Motivo: Primeros auxilios

Tirada: 1d10

Dificultad: 14+

Resultado: 8(+9)=17 (Exito)

Notas de juego

Liam suelta el arma y se desentiende de la sangría centrándose en las heridas de Arven :p

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05/02/2016, 19:08
Urvan

No puede ser…

Intento conservar la serenidad, pero no logro disimular mi expresión, a medio camino entre la sorpresa y el alivio, mientras observo incrédulo como nuestros asaltantes se baten en retirada.

Se ha acabado.

Envaino la espada como si pesase una tonelada mientras suelto una profunda exhalación, y miro a mi compañera Yldiane, que está ligeramente ruborizada por el esfuerzo de la lucha.

—¿Estás bien? —digo más por deferencia que por auténtica preocupación; la joven ha combatido  con una fiereza encomiable.

Me vuelvo para comprobar cómo está Arven, pero veo que Liam ya está atendiendo sus heridas. Sonrío. El muchacho parece saber bien lo que se hace.

Tal vez…

—Coge esa ballesta —le digo a Yldiane, señalando el arma que dejó caer uno de nuestros atacantes y que ahora descansa en el suelo—. Ojalá me equivoque, pero creo que la necesitaremos.

Sin mirar a la chica, salgo corriendo hacia el centro del campo de batalla, donde Mòr se alza sobre el cuerpo de un combatiente caído. Casi no puedo distinguir sus rasgos, totalmente enmascarados por la sangre que lo cubre. Me acuclillo sobre él, tratando de averiguar si sigue con vida.

—Tal vez sepa algo —digo, con la voz ahogada por la desesperación—. ¿Puedes ayudarme?

Me vuelvo hacia los demás con gesto implorante.

—¿Alguien puede ayudarme?

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d10

Resultado: 6(+5)=11

Notas de juego

He hecho una tirada de Percepción por si resulta necesaria para detectar señales vitales. No me atrevo a aplicarle primeros auxilios, ya que mi puntuación en Ciencia da bastante pena...

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05/02/2016, 19:28
Narrador

Urvan señala la ballesta que probablemente le sería de más utilidad a Ean que a Yldiane, ya que en su precipitada huida, su anterior dueño ha dejado caer al suelo un par de virotes que podrían llegar a dispararse, pero ciertamente es posible que os sea útil en algún momento.

Sin embargo, pronto se da la vuelta y corre hacia el guerrero que Mòr dejó malherido en el suelo. Su corazón aún late, pero eso sólo consigue que borbotones de sangre salgan a un ritmo irregular de la tremenda herida que le recorre el pecho. Con algo de tiempo podríais estabilizarle, seguramente, pero ni siquiera eso aseguraría su supervivencia, sobre todo si os planteáis moverle por estas ruinas para llegar a un lugar seguro.

Urvan no es un experto en medicina y no recuerda haber estado en ninguna batalla, pero sí está bastante seguro de que, en estas condiciones, ese hombre no sobrevivirá mucho tiempo.

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06/02/2016, 18:57
Ean

Ean llega corriendo espada en mano, pero ve como el resto de compañeros decide tirar la toalla y dejarlos marchar. Eso le enerva.

-Hijos de una perra infectada!- Dice mientras llega al lado de sus compañeros, coge una piedra y la lanza hacia los enemigos. Aunque con la inercia de la carrera no atina demasiado.

-Mierda!- chilla enfadado, se gira y mira a la mole humana -En serio Mòr? Nosotros no matamos a nadie?-Dice mientras envaina la espada corta- Claro les damos un pam pam al culete y hala pa casita. Un enemigo que huye hoy, es un enemigo más el próximo combate... que pasará cuando vuelvan recuperados de sus heridas y con más amigotes eh? Lo habéis pensado? Bah, da igual...

Ean se acerca a una roca y se sienta, recuperando el aliento. Esto le recordaba a ese equipo de guerreros del templo, que eran cuatro, los llamaban el equipo A porque los cuatro empezaban su nombre por A. Que eran tan buenos que nunca mataban a nadie, les daban una toñina pero los dejaban vivir...bah, paparruchas para vender lo buenos que son.

-Por cierto! No se vayan sin recoger sus tiquets de dos por uno para la siguiente sesión!-Dice levantando la mano-No se preocupen, los machacamos un poco y luego pueden ir a recuperarse! Recuerden! Dos por uno traigan a todos sus amigos les po...-Su frase se queda a la mitad cuando ve a la ultima componente del grupo, la única en la que aun no se había fijado en el fragor de la batalla...Yldiane...

Lo que más le llama la atención fue aquella increíble melena pelirroja. Le encanta el color pelirrojo en una mujer...le daba fuerza, carácter...la observa con atención, ...Yldiane era su nombre. Entonces Ve como se agachaba a coger la ballesta.

-Cuidado nena, eso en malas manos puede ser peligroso-dice mientras se levanta-déjamela a mi, creo que soy el que mejor puntería tiene.-No lo creía, estaba seguro.

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06/02/2016, 19:52
Yldiane

Mi primer impuso es salir corriendo detrás del ballestero cuando éste se da la vuelta y huye y, de hecho, lo hago; pero me detengo nada más dar un par de pasos, al escuchar la voz de Mòr en la lejanía. "Tiene razón" pienso "no somos unos asesinos... ni siquiera sé por qué nos han atacado...". Sacudo la cabeza, tratando de despejar la bruma que puebla mi mente, sutil reflejo de los densos jirones que revolotean a nuestro alrededor, enrollando sus etéreas garras en torno a nuestras piernas. Me acerco a la ballesta que me ha señalado Urvan y la cojo, junto con los virotes que hay, abandonados con ella. También busco alrededor para ver si puedo encontrar más virotes útiles o alguna de las flechas de Ean. Luego me doy la vuelta, con la cabeza en otra parte, intentando recordar, mientras me muevo como una autómata, con la idea de llevárselas al arquero de oscura mirada; pero entonces me percato de que él ya viene hacia mí, con la misma intención, diciéndome que él es el que mejor puntería tiene. Bueno, eso debería ser lo lógico, ¿no? Ladeo la cabeza mientras lo observo. Es curioso, me recuerda a una historia que leí una vez... Acerca de un asesino de monstruos de pelo níveo, que tuvo que aprender a distinguir a sus enemigos para no convertirse en uno de ellos... No sé nada del arquero, como tampoco de ninguno de los demás, salvo tal vez de Arven. Y, sin embargo, estoy convencida de que lo conozco, al igual que al resto, sin saber por qué. 

Aquí tienes, nene —respondo dándole énfasis a esa palabra—; ten cuidado, arquero, no te vayas a pinchar —le advierto entonces, acercándome a su rostro descaradamente con media sonrisa sesgada mientras le deposito la ballesta y los proyectiles en los brazos y me quedo en esa posición unos segundos, clavando la mirada en sus ojos del color del ópalo—; a veces no es bueno tentar al destino con palabras y más vale cuidar la lengua, cuando los sucesos no acompañan al orgullo... tu flecha le ha pasado al ballestero que ha huido por encima de la cabeza, ¿recuerdas? 

También recuerdo que la otra ha alcanzado al que peleaba conmigo, pero en este momento, eso es irrelevante. Recuerdo al arquero y puedo percibir el muro de descaro e insolencia que ha erigido alrededor de... ¿de qué? No lo sé... No lo recuerdo. 

¿Qué recuerdo? Tan sólo que conozco a todos mis compañeros, sí, eso lo recuerdo... seguramente los estoy guiando a algún lugar, los estoy conduciendo por algún camino. Pero esas ruinas siguen teniendo algo extraño que no consigo identificar, algo no encaja en la composición general, aunque no recuerde muy bien qué es... Pero tampoco recuerdo mucho más, salvo... ¡Arven! Al pensar en ella, un sentimiento de vieja amistad embarga mi corazón. Termino de depositar las cosas en los brazos del tirador de mirada azabache y salgo corriendo hacia donde está Liam, curándole la herida a la mujer. 

¿Cómo está? ¿Es grave? —pregunto enseguida— ¿Hay algo que pueda hacer? ¿Cómo estás, Arven?

Entonces me vuelvo hacia Urvan cuando pide ayuda con el enemigo caído, mirándolo con expresión serena. 

Amigo mío, lo mejor que puedes hacer en estos momentos es terminar con su sufrimiento, me temo...

Me duele decir aquellas palabras tan duras, pero es la verdad y alguien tiene que decirlo... Miro al joven caballero, admiro sus intenciones y, de hecho, yo habría intentado lo mismo; pero viendo la situación, sé que, en el fondo, él también sabe que lo mejor para aquel hombre en estos momentos es lo más duro de hacer. 

 

- Tiradas (3)

Motivo: buscando flechas y virotes (perc.)

Tirada: 1d10

Resultado: 10(+7)=17

Motivo: buscando flechas y virotes (rep. 10)

Tirada: 1d10

Resultado: 7

Motivo: buscando flechas y virotes (rep. 10)

Tirada: 1d10

Resultado: 10

Notas de juego

Vale XD me ha tirado dos veces la repetición XDDD lástima que la segunda no valga jajaja maldito dado! XDDD

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07/02/2016, 14:59
Liam

 Liam era consciente de los movimientos (y gritos) de sus compañeros a pesar de su concentración. Siempre se le había dado bien hacer varias cosas a la vez, lo que se le daba mal era hacer solo una. El joven obligó a Arven a recostarse en el suelo y tras limpiarle las heridas con agua de su cantimplora decidió que lo primero sería desinfectarlas y que después tocaría coser.

Liam estaba aplicando la segunda dosis de su desinfectante (compuesto de vino aguado, alcohol destilado de alta graduación, aceite de citronela y orégano y raspadura de abedul) cuando escuchó a Yliane a su espalda. A punto estuvo de dar un salto y dejar caer lo que tenía en las manos, pero simplemente de envaró de forma visible. Aquella muchacha le ponía nervioso, mucho. Se dijo Liam en un murmuro mientras seguía limpiando las dos heridas de Arven y palpaba su muslo para asegurarse de que no hubiesen objetos extraños en la herida o que un vaso sanguíneo importante estuviese afectado. Curiosamente para aquello el joven no mostraba ningún nervio, fuese una mujer o un hombre un sanador solo se centra en la anatomía.

- ¿Grave? No, gracias a los astros menores. Un poco más profundo o más a la derecha y podía haber afectado a la arteria cincunfleja femoral lateral a la obturatriz o incluso a los músculos abductores. Aun así son dos buenos tajos, ha perdido sangre y habrá que coser.- Explicó el joven con tono sereno y profesional antes de caer en algo y levantar la vista hacía Arven.- Posiblemente quede cicatriz, si puedes mantener la pierna en reposo unos días, aplico suficientes hierbas cicatrizante y antiinflamatorias y consigo realizar puntadas pequeñas podría reducirse. Pero... haré lo que pueda.

- Yliane, Arven, no se que recordáis, pero creo que deberíamos interrumpir el juego de los chicos y replegarnos a las ruinas. Arven necesita un sitio tranquilo y nosotros necesitamos recordar. Y es posible que el hombre que... he asesinado... allí nos de alguna pista, era un espía reizhiano.

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07/02/2016, 15:53
Yldiane

Asiento, con calma, escuchando toda su explicación, mientras envaino la espada que, sin darme cuenta, aún llevo en la mano y la sujeto con las cintas de seguridad. El chico es listo y a mí siempre me ha gustado aprender. Además, la forma en que se maneja con las heridas metódicamente mientras habla me ofrece confianza. Me agacho al otro lado de Arven y le pongo la mano en el hombro.

Todo va a ir bien, amiga mía —le digo, sonriendo—; Liam sabe lo que se hace. En cuento estés, nos moveremos y podrás descansar en un sitio seguro. 

Entonces escucho el resto de la idea del joven y vuelvo a asentir. Piensa fríamente, incluso en estas circunstancias, probablemente sea de las personas más inteligentes que he conocido. 

Tienes razón —corroboro, antes de ponerme en pie de nuevo—; hay algo en esas ruinas que no me termina de encajar... deberíamos buscar pistas. Me adelantaré con alguno de ellos, que los otros dos os esperen, volved en cuanto tengas listas sus heridas... ¡Argh! ¡Maldita niebla!

Me levanto tras aquello y me dispongo a darme la vuelta, pero algo me impulsa a detenerme. No puedo evitar empatizar con la emoción que he sentido en la voz quebrada del joven al pronunciar su última frase. Así que me vuelvo otra vez, me agacho y le pongo una mano en el hombro.

Eh —le digo con suavidad, tratando de esbozar una sonrisa que signifique "tranquilo"—, ¿ha sido tu primera muerte, Liam? Sé lo que es verte obligado a matar a alguien por salvar tu vida o la de otra persona. Y también entiendo lo que puedes estar sintiendo por dentro ahora mismo. Pero es importante que no te culpes. Es duro y nunca se te va a olvidar, no te voy a engañar. Asimílalo como parte de tu historia y de tu aprendizaje. Pero, lo más importante: camina tranquilo, porque el hecho de que te estés sintiendo así, es lo que te hacer conservar tu humanidad. Yo sólo me empezaría a preocupar cuando dejes de sentir remordimientos por matar... 

En ese momento miro de reojo a los demás compañeros, preguntándome si ellos lo verían igual. ¿Sería fácil para ellos matar? Creo tener bastante claro lo que opina Mòr, ya lo ha demostrado. y Urvan, bueno, al fin y al cabo, es un caballero del Templo, también puedo entenderlo. Y a Arven... pero Ean... ese arquero es un misterio. Si me pregunto por él, realmente no sabría qué contestar. 

En ese preciso instante me percato de que llevo un rato observando en dirección a los demás con una expresión de gravedad dibujada en el rostro, así que carraspeo, me levanto y me dirijo a los tres con un rostro más afable. 

Voy a volver a las ruinas mientras Liam termina con las heridas de Arven. Quiero investigarlas un poco para ver qué no me encaja, tratar de averiguar algo de ese espía reizhiano que dice Liam y buscar un sitio medianamente seguro donde podamos descansar. Arven no va a poder moverse mucho en un futuro próximo y todos necesitamos descansar y recordar qué puñetas pasa... Si os parece bien, me gustaría que uno de vosotros viniese conmigo y los otros dos se quedaran a esperarlos a ellos. 

Sin esperar respuesta, pues realmente yo voy a ir, venga alguno o no, me doy la vuelta y me dirijo a buen paso en dirección a las ruinas, de vuelta al lugar donde mi cabeza ha despertado, acompañando mi ritmo con el sempiterno tam-tam que para mí ya es una extensión más de mí misma. 

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07/02/2016, 18:24
Mòr

Inspiro profundamente por nariz y boca el aire frío y denso, cargado de humedad, al tiempo que el tambor de mis oídos va disminuyendo en intensidad, reduciéndose y alejándose hasta que solo es un eco distante, pero sin llegar a desvanecerse completamente. A mis pies yace bocabajo el cuerpo desmadejado de quien hace solo unos instantes amenazaba mi vida, y la tierra a su alrededor se oscurece y se hincha, sedienta, bebiéndose su sangre. Me lo quedo mirando con una extraña sensación, sin saber muy bien cómo sentirme. Arrebatar una vida nunca me ha reportado ningún placer, pero aun así, he salvado la mía. ¿Por qué entonces no siento alivio, o euforia, o júbilo incluso? No, yo no quería que esto terminase así… De pronto, la aguda y juvenil voz de Urvan llega a mí, y yo giro mi cabeza para mirarlo. Me quedo completamente inmóvil, como una gran estatua esculpida en la piedra gris de las ruinas, con la cabeza girada y los ojos inexpresivos, salvo por una arruga indescifrable en mi frente, y casi pareciera como si no hubiese entendido las palabras del acólito. Urvan trata de mover al caído, y entonces queda a la vista la espantosa herida que, como un cañón de un color rojo como el vino, parte su cuerpo por la mitad, expulsando su sangre espesa en rápidos y vigorosos pulsos. Ese hombre está muerto.

Entonces, hablo:

Lo siento —digo con solemnidad, en un tono de voz que solo refleja superficialmente mi aprensión, de un modo que solo los más perspicaces podrían notar—. Su cuerpo está fuera de nuestro alcance. Dejemos que su alma parta. —Entonces, la enérgica Yldiane se nos aproxima, sugiriendo «poner fin a su sufrimiento», a lo que me apresuro a responder—: No será necesario perturbar más su cuerpo. Ahora duerme. No está sufriendo. Será mejor dejar simplemente que se vaya… —Mi mirada vuelve a caer sobre Urvan, que está agazapado sobre el cadáver, y me compadezco de él—. Lo siento.

Ean, por su parte, vocifera airadamente al ver cómo nuestros atacantes escapan. Puedo entender su descontento, pero no así aplaudir su disposición a la violencia. Espero que los años le hagan aprender que todas las cosas vivas merecen respeto, y hay que reservar las armas para quien esgrima las suyas. Si un enemigo se da la vuelta y huye, no estaríamos defendiéndonos: estaríamos cazándolo. Y el hombre no caza al hombre.

Me alegra comprobar que Liam está haciendo un gran trabajo al tratar las heridas que la valerosa Arven ha sufrido por nosotros. Sus métodos me resultan de lo más extraño, y me cuesta entender cómo hace lo que hace, aunque tiempo ha que aprendí que caminos distintos pueden confluir en un mismo destino, o dicho de otro modo, hay muchas maneras de abordar un mismo problema. Asiento satisfecho al ver que el joven tiene el control de las circunstancias.

Yldiane empieza a organizar la situación en voz alta, dándonos a todos una sensación de seguridad, de que podemos confiar en ella, y de algún modo sé que es lo que acostumbra a hacer: es alguien acostumbrada a orientar a los demás por las sendas más oscuras y tortuosas, de índoles muy diversas. Sin embargo, tuerzo la boca cuando sugiere la idea de separarnos. No me gusta. Debilitaría al grupo, y por mucho que lo lamente, la posibilidad de que nuestros atacantes se reagrupen y nos embosquen de nuevo en el lugar más inesperado es muy real.

¿Estás segura? —inquiero, dubitativo—. Tal y como están las cosas, con nuestra mejor guerrera herida, puede que sea imprudente separarnos. Yo podría acompañarte, pero temo que eso dejaría a los demás desprotegidos. —Giro la cabeza hacia mis compañeros, esperando que mis palabras no les den la impresión de que desdeño su habilidad marcial, pues sus corazones son tan valientes como el mío—. Creo que lo mejor sería esperar a que Liam termine de vendar las heridas de Arven, y luego movernos todos juntos. Iremos más despacio, pero al menos estaremos mejor defendidos. —Suspiro—. Aunque pareces saber lo que hacer en estas situaciones, así que confiaré en lo que decidas, Yldiane.

Mi vista se levanta hacia las ruinas de más allá, que resultan casi invisibles entre la niebla que va y viene. Hay algo en el aire. Algo que no me gusta, como el presagio de un peligro que está a punto de echársenos encima en cualquier momento.

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07/02/2016, 18:44
Liam

 - No es solo por que descanse Arven, también podríamos parapetarnos allí. Ean tiene parte de razón en que podrían volver. Los bandidos no suelen atacar ruinas antiguas a menos que tengan algo en mente.- Dijo el muchacho mientras comenzaba a moler equinacea, aristoloquia y gentiana para aplicar un emplasto preventivo en la pierna de Arven antes de replicar.- Aunque lo de matar a todo el mundo no es una solución, es una rendición.

Liam se había serenado y mientras murmuraba para sí los vasos sanguíneos y sus ramificaciones se sentía un poco más contento consigo mismo. Y sin embargo cuando volvió a hablar la muchacha volvió a afectarle de nuevo y se sintió enrojecer hasta la base del cabello. Suerte que ella no podía verle la cara y Arven apenas.

- Si, es la primera vida que siego.- Reconoció finalmente Liam con un suspiro.- Y por supuesto que me siento culpable de haber estado más centrado o ser más hábil habría encontrado otra solución. Pero gracias por interesarte Yliane. Te lo agradezco.- Dijo el joven girándose el tiempo suficiente como para dedicarle una sonrisa antes de volverse a moler las hierbas mientras canturreaba la taxonomía de lo que iba introduciendo en su mortero de herbalista.

Concentración Liam, tienes una herida ante ti, deja a las pelirrojas inquietantes para la luz de hoguera.

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07/02/2016, 19:14
Ean

Me ha llamado nene? Ean miraba a la pelirroja muy sorprendido. -Que me voy a pinchar? Ja! No sabes con quien...- Pero la pelirroja ya se había girado para hablar con Liam. En serio? Me deja con la palabra a medias?-No he fallado, soy el mejor tirador de todo este lugar de mierda! Pero la niebla, y la confusión...

Bah da igual. Ean cogió la ballesta y las flechas que Yldiane le había dado y se las guardó. Evidentemente prefería su arco, pero de momento el arco estaba seco. Una ballesta eras más automática, más fría. Pero un arco tenías que calcular la fuerza, saber aguantar hasta el momento oportuno... era más como una extensión de sus brazos.

Luego escuchó como la pelirroja descarada se ofrecía para volver a las ruinas para investigar, Ean se levantó de la roca donde estaba.

-Yo te acompaño- dijo con tono seco.- Y lo siento chicos, pero me jode que estos capullos puedan volver con refuerzos en la situación en la que estábamos.- Ean se acercó a Liam y le puso una mano en el hombro. Todo y que fuera un blandengue, Ean sentía que ese hombre le caía bien, que sentía...aprecio? Por él, aunque no lo entendiera.

-Siento lo de antes, solo quería que reaccionases.- Muchas más disculpas no escucharía de su boca.- Tu sé fuerte eh?

Finalmente sé puso a seguir a Yldiane.

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07/02/2016, 19:54
Liam

- Tranquilo Ean, lo entiendo.- Respondió el muchacho con sinceridad. Suponía que no podía culparles por que le creyeran sensible.

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08/02/2016, 15:19
Urvan

Las palabras de Mòr me golpean como un mazo. Hay algo en el tono impasible de su voz que me desconcierta y me hiere profundamente. ¿De verdad no vamos a intentarlo siquiera? ¿Es eso lo que vale una vida?

Levanto una mirada de ojos enrojecidos hacia el gigante y abro la boca para protestar, pero todo lo que escapa a mis labios es un gemido entrecortado.

Tiene razón.

Sin embargo, cuando vuelvo a bajar la vista hacia el moribundo, soy incapaz de ver a un asesino despiadado ni a un mercenario sin escrúpulos. En mis brazos solo hay un hombre nacido del vientre de una madre, como yo. Un hombre cuya vida será irremediablemente segada demasiado pronto por haber tenido la desgracia de encontrarse en el extremo equivocado de una espada.

Intento no prestar atención al gorgoteo líquido de la dolorosa respiración del hombre mientras busco a tientas en el fondo de mi mochila, pero mis oídos se llenan igualmente de esa macabra letanía. Mis dedos reconocen la forma del odre de agua, y me apresuro en abrirlo para lavar la cara del moribundo y humedecer cuidadosamente sus labios.

—No tengas miedo —murmuro, tan quedamente que incluso a mí me cuesta oírlo—. El lugar al que vas es un reino de infinita bondad, donde ya no habrá dolor ni sufrimiento. En ese lugar solo conocerás amor y piedad, y tu espíritu volará feliz y libre sobre sus inabarcables pastos, de un verde tan brillante y cegador, que tu propio corazón resplandecerá. ¿Puedes verlo? Ya casi estás en casa…

Trago saliva, luchando por deshacer el nudo que se me ha formado en la garganta. Ojalá esta pobre alma desdichada crea mis palabras, aun cuando yo mismo albergo dudas que me atormentan. ¿Puede un hombre sin verdadera fe inspirarla en otra persona?

Espero que sí.

Con los ojos mirando al infinito, inspiro lentamente y entreabro los labios. Lo que sale de ellos, sin embargo, no es ningún lamento, sino una dulce canción largo tiempo olvidada:

No temas más y descansa,

Descansa en paz ya por fin.

Ningún peligro te aguarda,

Ya solo queda dormir.

El Uno te está esperando,

Ve la bondad que hay en ti.

¿No lo oyes, susurrando?

¿A qué esperas para ir?

Siento cómo la respiración del hombre se vuelve más débil e irregular, y acuno su cabeza en mi regazo.

Pronto acabará todo.

- Tiradas (2)

Motivo: Actuar

Tirada: 1d10

Resultado: 1(+10)=11

Motivo: Pifia

Tirada: 1d10

Resultado: 10

Notas de juego

Resultado de la tirada de Actuar: 11 (dificultad Normal). :'(