Partida Rol por web

- ¿Quizás este explorando o asegurando la zona?- Sugirió Liam a Yldiane ya que ella sabría cuales eran los metodos habituales de su gremio, pero tambien para animarla a pensar racionalmente. La confusión de Mòr los estaba alterando a todos.

- Mòr tranquilo, seguramente no sea más que una contusión.- Dijo Liam acercandose para explorar al grandullón.- Sobre los sueños reconozco que he tenido uno pesado, seguramente una pesadilla, pero son procesos absolutamente normales.

- ¿Alguien más tiene problemas de memoria?- Volvió a preguntar el joven mientras empezaba a revisar el estado de salud de Mòr.

—Me temo que Mòr no es el único. Yo también tengo problemas para recordar —digo pausadamente mientras vuelvo a ponerme la parte superior de la túnica—. Todo está bastante confuso. Albergo vagos recuerdos sobre una misión, una especie de peregrinaje de fe ordenado por el Templo, pero por extraño que parezca, las memorias de los acontecimientos más recientes me rehúyen. —Hago una pausa para sentarme junto a mis compañeros—. Liam, parece que a ti no te ha afectado esta... amnesia. Dime, ¿cuánto hace que nos conocemos? ¿Qué estamos haciendo aquí ahora? —Me obligo a mí mismo a detenerme. No quiero apabullar a mi amigo con demasiadas preguntas, y al mismo tiempo, siento que necesito replantear mis dudas para expresarlas de manera ordenada—. Y ese sueño que todos mencionáis… ¿Tenía que ver con unas ruinas en las que éramos atacados por un grupo de reizhitas, y donde finalmente éramos descuartizados por un ciempiés monstruoso?

Casi deseo que no sepan de lo que estoy hablando y que me tomen por loco, ya que la alternativa, que seis soñadores hayan compartido un mismo sueño sin motivo aparente, es mucho peor.

Pero tengo un mal presentimiento.

—No —le respondo al muchacho con calma, tras valorar unos segundos aquella opción—; un Varigal nunca abandona a su grupo, ni aunque haya otro con ellos siquiera. 

Luego me vuelvo hacia el grandullón y le sonrío tratando de calmarlo, me cae bien. 

—Yo también he tenido una curiosa pesadilla —les cuento—, pero no me apetece mucho recordarla. 

Entonces me levanto y, sin alejarme demasiado del campamento y siempre sin perderlos de vista a ellos, me dedico a buscar a Jearon por los alrededores, siempre atenta a la conversación que mantienen mis compañeros de viaje. 

-Pues sí, aquí otro más con problemas mentales...-Dice el arquero acercándose a Mòr y poniéndole una mano en la espalda.

-Sobre los sueños...he soñado algo sí. Pero son cosas personales, del pasado...

Entonces Urvan se pone a hablar y cuando nombra al ciempiés gigante, Ean se lleva automáticamente una mano al costado, como si le doliese todo.

-Yo...la verdad no se como explicarlo. Tengo una sensación...como si hubiera muerto. No se si es un recuerdo, un sueño, una realidad...no se explicarlo. Pero me está rondando desde que hemos despertado.

Luego se gira hacia Liam.

-Tú eres el listo...¿Qué nos pasa? Y por qué no recuerdas nada?

Liam estuvo unos instantes pensando si valía la pena explicar la diferencia entre culto y listo. Pero algo le dijo que aquel tipo rudo, Ean, no iba a apreciar los comentarios sobre semantica en estos momentos (y puede que en ninguno).

- Yo lo recuerdo todo, excepto la pesadilla si es a lo que te refieres y eso es bastante habitual.

- Pero tranquilos. Urvan dice haber soñado con ruinas ciempies gigantes y descuartizamientos. Ean ha soñado que moria en una rememoración del pasado. E Yldiane ha dicho que no quería recordarlo y sin indagar más diría que no tiene que ver con lo de Urvan o lo habría indicado. No son sueños relacionados, así que no os obcequeis en entelequias y pensamientos mágicos.

- Seguramente inhalamos algún tipo de vapor o residuo del refinado de flujo con efectos psicotropicos. Al estar tan diluido seguramente no nos haya llegado a afectar con fuerza, pero nuestros subconscientes si lo captaron y durante la fase de sueño profundo han descargado esas escenas tan vividas.

- Si recordais yo tome precauciones al respecto así que es normal que no me afectase tanto.- Indicó el joven sin añadir que ellos ignoraron sus advertencias.

- Ahora bien la amnesia es más problematica y podria indicar varias sintomatologias. Pero casi seguro que es algo pasajero.- Dijo el joven tratando de sonar tranquilizador.

- Kavan ¿Has visto a Jearon?- Preguntó el joven antes de volverse hacia Urvan.

- Nos conocimos hace poco, en Melwan decidieron organizar un grupo para comprobar que todo fuese bien con la atalaya del paso de Dohag ¿Os suena algo de eso?

—Yo he soñado exactamente lo mismo —digo de repente, con un estremecimiento de terror—. Las ruinas daedemorthys, inundadas de una niebla que nos había arrebatado los recuerdos. El ataque de los reizhitas… Nos enfrentábamos a una planta monstruosa gigante que casi le arrancaba la pierna a Ean. Y al final, un ciempiés colosal acababa con todos nosotros. Urvan, ¿recuerdas también el campamento? —pregunto, con un tembloroso entusiasmo en la voz—. Cuando llegamos junto a la hoguera, dentro de las ruinas. Había dos guerreros y un anciano. Ahora que lo pienso, creo que uno de los guerreros era Kavan, aunque no estoy seguro…

Me veo obligado a detenerme; tengo la boca horriblemente seca, lo que me hace tragar ruidosamente. No puede ser una coincidencia. Dos personas no pueden soñar lo mismo. Y si no ha sido un sueño… ¿Qué ha sido?

El guerrero se vuelve hacia Liam y asiente.

- Se fue hace horas - comenta. - Antes de que os echáseis a dormir... Lo que me recuerda que ¡es hora de recoger el campamento! Tenemos que movernos hacia esas ruinas, por poco que nos guste.

Con un silbido llama a sus hombres, que no tardan en reunirse junto al fuego y empezar a recoger sus cosas, mientras os instan a que hagáis lo mismo. Mientras lo hacen, os fijáis en sus atuendos, a pesar de no pertenecer a ninguna milicia organizada, todos ellos llevan ropas similares, tal vez proporcionadas por el propio consejo de Varn. Dos de ellos van armados con sendas ballestas y hojas cortas, mientras que los otros dos parecen preferir armas más largas de cuerpo a cuerpo.

En pocos minutos han recogido todo y os esperan mientras Kavan echa arena al fuego para apagarlo sin generar una humareda que llamaría la atención en kilómetros a la redonda.

- ¿Estáis preparados? - pregunta.

Os adentráis en las ruinas guiados por Kavan y sus hombres. Sin embargo, el lugar es un auténtico laberinto y, a pesar de ver la fábrica magientífica a varios cientos de metros de vosotros, sois incapaces de hallar el mejor camino hacia ella.

Uno de los guerreros se para de repente y le comunica a su líder que ha visto algo. Frunciendo el ceño, Kavan le pide a sus hombres que investiguen mientras vosotros preparáis un nuevo campamento. Yldiane dice haber visto un buen sitio para montar un campamento y abre el camino.

- ¡Rápido, no os retraséis! - dice. Arven, que va apenas a un paso por detrás, asiente esforzándose por mantener el ritmo. Liam, en último lugar ayudado por Mòr, suspira cansado esforzándose por no separarse del grupo.

Finalmente llegáis a un pequeño claro entre los escombros, donde hay unos muros que parecen algo más sólidos que los demás. La varigal sonríe y señala que es una posición fácilmente defendible, además de que puede proporcionar algo de abrigo de los elementos si el tiempo empeora. Dejáis vuestros petates y acumuláis la poca leña que habéis cargado para preparar una pequeña hoguera.