Partida Rol por web

La vuelta del pájarraco, graznando como si no hubiera nadie que pudiera escucharles y de esa manera revelar su posición -véase la ironía- atrajo su atención de inmediato, haciéndola regresar de nuevo hasta el grupo. No había recorrido muchos metros, así que fue difícil ni un problema. 

Una vez allí miró al druida con ojo crítico, ladeando la cabeza en dirección hacia el ave, y simplemente esperó, con el brillo de la duda ardiendo en sus ojos, sin saber a qué venía la actitud del ave de presa.

El druida razonaba lo que habían visto sus compañeras.  Si tienen cotas de malla entonces no son forjados.  No son del Señor de los Filos.  Son de otros buscadores, y seguro no nuestros amigos.  Y si son 16 caballos y ven ustedes 7 en el campamento, el resto han de estar explorando el interior de las ruinas. 

¿En el mapa, sabemos cual es nuestra entrada al lugar que buscamos?

¿Failin, tu tienes alguna idea de entradas subterráneas al sitio?

Luego llegó el zopilote.  El druida miró preocupado a Ch'om.  Lo había entrenado para que mostrara la dirección aproximada del peligro, y que distinguiera entre tipos de peligro.  Como perro de caza que dobla la pata y apunta con su nariz hacia un pato.  O que ladra si es un oso.  Como una abeja que circula mostrando dirección y distancia a las flores. 

Trataría de distinguir la naturaleza del peligro por el movimiento de Ch'om.  Si no pudiera hacerlo, usaría el hechizo de "comunicarse con animales" para hablar directamente con él.   Creo que hay otro peligro en la cantera.  No creo que sea un ser inteligente por su reacción.  Podría ser uno de los monstruos de las Tierras Enlutadas, o no-muertos.  Denme unos momentos con él para saber. 

El semielfo se rascó la barba unos segundos dubidativo. Poco o nada sabía él de explorar en terreno abierto, y prefería dejarle el trabajo a sus compañeros más expertos. Entre la exploradora, la cazarrecompensas, y el druida metálico harían un buen trabajo.

Oteó el mismo la distancia, intentando descifrar algo. No podía ni quería competir con las habilidades de sus compañeros, pero Finn era también un hombre de conocimiento y podría sacar algo de información de sus estudios heráldicos. - ¿Veis algún penacho ondeando o algún escudo que me podáis describir? Podría darnos información de la facción...

- Bien, parece que tendremos que decidir si ir a su encuentro directamente.. Podemos dormir a un par si no son forjados para interrogarlos... O aprovechar la cobertura de la noche para buscar otro camino por el que evitarlos...- Añade dejando la pregunta en el aire.

Apostaría las barbas de Alfrik a que lo que puso nervioso al pajarraco es que el fuego del campamento es un elimental. Un elimental de fuego. Lo usarán pa derretir el hielo y poder bajar pa bajo.

Cuando Finn preguntó por penachos y escudos, Daisy Sue se encogió de hombros. La visión en la oscuridad de los semiorcos es en blanco y negro, y no podrían diferenciar un campo de gules de un fondo sinople en una noche estrellada como aquella.

Los escudos eran escudos tirando a normal... en color gris, Flaco. Además, la patrona tiene tantos amigos como enemigos dentro de su propia casa, ¿así que qué más da?

Skully estaba esencialmente de acuerdo en aquel punto. Si por esa cabeza pelona fuese, volverían a hablar de matar primero, preguntar después... y de la apuesta de la barba de Alfrik, que quedaría estupenda como peluca sobre la calva de la señorita McBones.

Si queréis saber mi opinión... y si alguno no quiere, puede meterse las orejas por la raja del culo... deberíamos acampar aquí, en las afueras de Cantera Carmesí, en tierra no helada. De noche, cualquier acercamiento amistoso parecería un asalto. Hagámoslo bien, y por la mañana enviemos al Flaco a negociar la colaboración amistosa entre los dos grupos. Y en cuanto los tenga distraídos con su palabriría, ¡ZAS! Caemos sobre ellos como un cerdo macho intentando montar a una cerda hembra.

Eso es lo que yo haría... Formemos los turnos de vigilancia.

Aunque en esencia estaba de acuerdo con la cazarrecompensas -pese a que la semiorca había logrado formar una imagen en su cabeza relacionada con gorrinos que no quería tener-, no estaba de acuerdo en esperar a la mañana siguiente. Ellos estaban descansados, contaban con el factor sorpresa y, en las sombras de la noche, serían un blanco más difícil para los miembros del campamento. Si atacaban ahora, tendrían una importante ventaja táctica a su favor, además de que si los otros volvían, el número de sus posibles enemigos crecería hasta ser imposible vencer.

A sabiendas de que supondría otro punto menos en su relación con Daisy -si es que le quedaba alguno-, decidió dar su opinión y llevar la contraria a la mujer

- Creo que hacer eso sería perder una valiosa oportundiad - Sentenció, para después exponer los mismos argumentos que acababa de pensar -. Deberíamos atacar ahora al amparo de la noche - Propuso sólo por si acaso, para dejar clara su postura.

-No, desconozco si hay alguna forma subterránea de acercarse- contesta Failin a Powaqqatsi-. Bueno...Veo que tenéis trabajo que hacer. En cualquier caso yo me quedaré por aquí. No puedo arriesgar ni mi carreta ni mi vida- Le veis mirar alrededor buscando algo-. Estaré tras esta misma colina para cuando terminéis. No os preocupéis, que no voy a dejaros tirados. Ya os lo dije, habéis contratado el mejor transporte de Darguun.

Ch'om está tan alterado que Powaqqatsi no termina de interpretar que es aquello que intenta decirle. Veis como el druida susurra unas palabras al ave y, de repente, empieza a gorgotear. Poco a poco el ave se va calmando...

Finn intenta deducir alguna infromación extra de los detalles que le han pasado pero son aún insuficientes. Si tan sólo pudiesen ver algún tipo de símbolo o de escudo podría saber más sobre ellos y, tal vez, la forma de enfrentarse a ellos.

No hay causa natural que explique la presencia de hielo en esa villa. Debe tratarse de algo más allá...

Finalmente no tienes más remedio que lanzar tu conjuro para comprender el mensaje de Ch'om. Su gorgoteo es incesante pero su significado es claro...y aterrador.

"¡Muertos que caminan!¡Fuego no ir!¡Muertos que caminan!¡Fuego no ir!¡Muertos que caminan!"

Ch'om parece ser de la firme opinión de no acercarse, bajo ningún concepto, a ese campamento.

"Amigos míos,

El objeto que recuperasteis para mí de las ruinas bajo Sharn es un esquema, un pedazo de un patrón mayor empleado para crear objetos mundanos y mágicos. He sabido que había otro esquema relacionado con este patrón, que estaba siendo estudiado en un laboratorio secreto de la casa Cannith en Cyre, llamado Albohogar. Me pregunto si esas investigaciones están relacionadas con el día del Luto...

Algunas facciones de mi propia familia desean este patrón para sus propios fines maléficos y no sé en quien confiar. Por eso acudo a vosotros. Necesito que viajéis a Cyre, encontréis el laboratorio y recuperéis el segundo esquema.

La ubicación de ese laboratorio era un secreto bien guardado que se perdió cuando el patriarca de la casa Cannith murió en la destrucción de Cyre en el Día del Luto. Pero existe una facción de la casa Cannith en el pueblo de Cantera Carmesí , en Darguun. Allí podréis recuperar un registro de todos los laboratorios secretos de los Cannith.

Buscad  a un hombre llamado Failin en el mercado Sangriento de Rhukaan Draal. Él podrá conseguiros transporte hasta Cantera Carmesí. Desde allí viajad hasta Cyre...hasta Las Tierras Enlutadas para encontrar Albohogar y el segundo esquema.

Este "esquema" es una placa de adamantita con forma de rombo y del tamaño aproximado de la palma de una mano humana. Una vez recuperada volved a Rhukaan Draal donde me reuniré con vosotros. Por favor...seréis espléndidamente recompensados por vuestro valor.

Dama Elaydren. "

Daisy Sue sacó a McBones del cinto. La semiorca cazarrecompensas giró el cuello, y el mango de la estrella de la mañana, y ambas chicas se miraron la una a la otra. Estaban pensando exactamente lo mismo...

Este guía ya no vuelve. Nos va a dejar en bragas...

Antes de irte, Failin, un par de preguntas...-y con la capacidad de Demonfly para las matemáticas, ese "par de preguntas" era un número de preguntas comprendidas entre cero y mil millones-¿Y el hielo qué? ¿O cómo va la cosa? ¿Es normal por la zona? ¿O es eggsclusivo de Cantera Carmesí? ¿Es de esos hielos mágicos que si lo tocas con manos desnudas te convierte en estatua de hielo? ¿Vistes alguna vez monstruitos en las ruinas de Cantera Carmesí? ¿Nos pueden asaltar lobos, zombis o elimentales de cubitos de hielo? ¿Qué se extraía de la cantera de Cantera Carmesí? ¿Y lo que se bebía en la cantina de la Cantera Carmesí?

Demonfly hizo un gesto con el mentón a Ariete, para que rodeara a Failin por detrás y lo redujeran entre ambos atándolo antes de que se marchase para siempre. Sin embargo, Ariete tenía la misma capacidad de leer señas que un cubo gelatinoso, y no supo interpretar lo que Daisy Sue intentaba decirle.

Agh... olvídalo. Buen viaje, Failin.

Los demás vieron como el druida empezó a graznar en dialogo asiduo con el bello zopilote.  Luego le dio cariñitos para calmarlo, acicalándole las plumas del cuello hasta que regresó a la normalidad.  Se querían mucho. 

Son no-muertos.  Dijo.  Normalmente Ch'om habla con antojo de ellos.  Especialmente los zombies le gustan más, aunque la médula de unos esqueletos como los del barco es su postre favorito.  Creo que lo que está es espantado por lo del fuego.  Como buen animal eso de los humanos no le gusta, y hasta el hambrita le quita. 

Yo digo que vayamos de noche.  Puedo hacer que sus caballos huyan y los distraigan.  O podemos buscar una entrada alternativa a la que exploran los que andan allá adentro.  

Usemos el mapa para ver si hay lo que sería la entrada al laboratorio.  Ellos no son Cannith, no han de saber lo que nosotros. 

Por cierto Finn.  ¿Tu conocimiento bardo sabe de alguna orden de caballeros de armadura que use no-muertos como guardias?   

Finn se rascó la barba en lo que parecía ser ya un gesto familiar para el estresado semielfo.

- Apostaría mi barba a que son los mismos que nos lanzaron los esqueletos del barco... - Comienza casi murmurando. - Adiós a mi plan de dormirlos, ¡los no muertos son los mejores haciendo guardias! - Exclama airado. - No son Cannith, pero están buscando lo mismo que nosotros... Eso o la otra facción Cannith han ido muy lejos...

- Podemos distraerlos claro... Pero le dirá a quién los comanda que andamos cerca... Si le encontráramos primero nuestra vida sería mucho más fácil.- Añade haciendo con su pulgar de oreja a oreja. - Nuestra única ventaja es que aún no saben que estamos aquí. Deberíamos explorar para ver a qué nos enfrentamos, y, si pasar al subterfugio y adelantarnos, o tomar la iniciativa. - Concluye con tono de seriedad

Gruñó. Aquello lo cambiaba todo. Los no muertos no se cansaban, no dejarían de hacer guardia, y era posible que aquellos seres incluso pudieran ver igual de bien en la oscuridad que ellos a plena luz. No, atacar de noche contra aquellas criaturas era un suicidio, además de que seguramente sus flechas harían tanto daño como el que habían hecho en el barco, es decir: ninguno. 

Con un gesto de enfado, miró a sus compañeros y suspiró. 

- Al no ser que tengáis otro plan, será mejor que aprovechemos la noche para investigar los alrededores y después, si no queda otro remedio, ataquemos de día. Un contingente de caballeros no muertos no son lo mío, dijo contrita, mientras recordaba que sólo le quedaba una botella de agua bendita. 

De acuerdo con Adia.  Busquemos otra entrada.  Y si no, a la madrugada apañamos a los nomuertos.  Preparamos hechizos contra ellos.  

Por cierto, dado que el hielo no es hielo natural, conviene acercarnos a echar visión mágica, Finn o yo, al acercarnos, antes.  Podría ser un hechizo viviente u otra amenaza mágica o no de la explosión. 

Powaqqatsi, siendo artífice, vió la configuración del pueblo y se imaginó donde donde estaría una entrada a un laboratorio que los jefes del gremio quisieran mantener discreto pero operativo.   Comencemos buscando ahí, sugirió.

Demonfly y McBones estaban a punto de saltar con un "claro, os ponéis de parte de Adia porque es limpia y tiene piel en la cara", pero no. Esta vez los hombres del grupo mostraron pensamiento lateral, y a la disyuntiva de atacar de día o de noche, prefirieron eludir el conflicto. Skully no era de la que rehuía el conflicto, y Daisy Sue era de las que agarraban al conflicto por las solapas de la chaqueta, lo zarandeaba y terminaba por lanzarlo contra una pared. Pero en comparación a que sus compañeros se pusiesen del lado de Aida, eludir el conflicto ya no era una opción tan mala: no hería egos.

Vale, en cuanto me déis pirmiso pa caminar por el hielo sin temer por la brujería yu-yu, echaré un vistazo.

La idea de Daisy Sue era de cocción lenta. Entraría una a una en cada casa, o lo que quedase de ella. Su objetivo estaba en los documentos identificativos. Si lograba encontrar varios indicando la pertenencia a la Casa Cannith, podría triangular la posición de sus viviendas con el edificio principal de la familia, ya que lo normal era que el archivo familiar estuviese en la residencia principal de la familia, rodeada de viviendas más pequeñas para el servicio y los familiares lejanos, que a su vez...

Claro que también le serviría entrar en un cuarto en el que encontrase un cuadro roto cuyo dibujo mostrase el aspecto de las calles de Cantera Carmesí antes de que todo terminase. Seguramente, para una mirada atenta, no pasaría desapercibido un viandante del cuadro ataviado con túnicas de erudito o libros del archivo bajo el brazo, entrando en un edificio que podría reconocer por el tamaño en relación al resto de casas, una vez tomado un punto de referencia, que a su vez...

O podría encontrar unos antiguos planos del pueblo, que poder dar a Powaqqatsi y a Finn para que lo leyesen, pues teniendo en cuenta la dificultad de Daisy Sue para interpretar mapas, la mejor opción era escuchar las opiniones de los dos empollones, que a su vez...

-Desde luego no es como lo que me habían contado- os confiesa Failin ante la pregunta de Daisy-. La villa de Cantera Carmesí pertenecía a Cyre antes de la guerra. Ahora, como podéis ver, está dentro del territorio de Darguun. En sus orígenes los buscadores de minerales de la Casa Cannith establecieron aquí el pueblo tras encontrar una enorme veta de mármol rojo. Los Cannith trajeron a enanos de los baluartes de Mror para excavar y extraer el mármol. De hecho, en cualquier lugar que haya arquitectura Cannith encontraréis mármol rojo; Sharn, fortalezardiente, Korth e incluso Rhukaan Draal. Seguramente hasta la  mitad de la piedra roja de Khorvaire procede de esta cantera.-Hace una pausa para tomar un  poco  de agua-.  Se suponía que ,como puesto avanzado de la Casa Cannith,  la villa estaría ocupada por inmigrantes enanos, personal de la casa y un puñado de trabajadores de Cyre. Y no sé nada de ese hielo... Pero como ya he dicho, se suponía...Por otra parte, os he escuchado atentamente. Reconozco que os desenvolvéis bien a la hora de repartir estocadas. Pero, ¿ estáis seguros de que es buena idea atacar un campamento como ese y con esas cosas por ahí?

Finn intenta poner todos los datos en común con la intención de averiguar algo sobre aquello a lo que se enfrentan. No recuerda ninguna historia de taberna ni de corte que sirva en este momento. Tampoco recuerda nada de todos aquellos libros de historia que ha leído durante su vida. Pero si recuerda algo. En una ocasión estudió las corrientes nobilísticas de khorvaire. Se sentía muy atraído por las diferencias folklóricas y culturales de las aristocracias de cada una de las naciones. Y aquí es cuando en su mente recuerda a la nación de karrnath. 

- Karrnath...- os corta el bardo. Inmediatamente detenéis vuestra discusión para escuchar como Finn inicia un relato-. Como ya sabéis es una nación al norte de Khorvaire y fue uno de los principales actores durante la última guerra. Es una nación profundamente belicista. Incluso tras los horrores de la guerra hay quienes desde allí se lamentan por el cese de tan increíble "espectáculo". Pero lo que ha hecho que recuerde esto es la presencia de no-muertos. Veréis...-camina ligeramente a medida que os sigue hablando-. Todo el que combatiese en los últimos años contra esta nación sabrá que empleaban no-muertos. Zombies y esqueletos invocados para proteger la nación. Algunos líderes religiosos protestaron pero el rey Kaius I les ignoró. Empleó a sus tropas de no-muertos con gran eficacia y se dice que incluso tras la guerra mantiene operativos a sus batallones de no-muertos...Llamadme loco pero...

Te quedas mirando ese puñado de ruinas roñosas. Cantera Carmesí...lo llaman. "Deberían llamarlo "Ruina carmesí "", piensas.  Apenas un montón de edificios casi completamente derruídos que no servirían ni para albergar a...

"Un momento...", piensas cuando te percatas de algo. 

Si, un montón de ruinas excepto por aquellos dos edificios que se encuentran casi intactos...

¡Looocooo...!

Hay que ver qué fácil de contentar era el marinero. Pero llamarle loco no les acercaba más a su objetivo, a no ser que el objetivo fuese meter a Finn en un manicomio. Que no lo era... aún. De todas formas, la posiblidad de que esos muertos vivientes fuesen de Karrnath complicaba mucho las cosas. Como si no tuvieran suficiente con el Señor de los Filos...

Un momento...-verbalizó, tratando de tirar de la manta de sus pensamientos-Chicos, mirad allí.

Demonfly señaló a los dos únicos edificios que se mantenían enteros, en pleno centro de Cantera Carmesí. Uno más grande, el otro más pequeño, pero ambos enfrentados a un lado y otro de la misma calle.

Cuando no entiendas algo, lo hizo un mago. Daisy Sue no entendía porqué esos edificios estaban casi intactos, ergo debió ser por la magia de un mago. Y la magia es cara. Y solo una gran familia como los Cannith podía permitirse pagar a un mago.