Partida Rol por web

SOMBRAS DE LA ÚLTIMA GUERRA 2.0

TERCERA PARTE : EN LAS TIERRAS ENLUTADAS

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21/04/2017, 16:05
Adia Ringëril

Notas de juego

Por mi correcto. Ando esperando por si hay algo más en la sala calcinada, pero si no, al pasillo sur. Cuando sepamos haré post.

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21/04/2017, 20:16
Alfrrik

Primero muertos vivientes, luego cangrejos monstruosos y ahora conjuros vivientes. ¿Acaso estos Cannith no podían ser normales por una maldita vez en la vida? -  pienso mientras veo como Finn se encarga de quitarnos de encima a aquella entidad.

Tras ingresar a la habitación, no puedo evitar sentir lástima por los pobres desgraciados muertos a causa de su propia necedad. Sin embargo, mi estadía en aquel lugar, es sumamente breve, pues Daisy Sue no tarda en sacarnos de allí a empujones.

¡Eh más despacio, que no soy una mula para que me estés arreando! ¿Cuál es la prisa si esa bola de llamas ya está muerta? - exclamo visiblemente malhumorado, mientras reflexionaba sobre si se puede o no matar a algo que quizá nunca estuvo vivo.

¡Malditos magos! ¿Por qué tienen que hacer todo tan confuso? - digo al tiempo que regreso a la condenada habitación rotatoria.

En serio van a activar de nuevo está condenada cosa. Condenados Cannith y sus maquinas complejas.

¿Acaso no les basta con un buen dragón y una división completa de forjados para proteger sus instalaciones? Que tienen que usar además este armatoste. - rezongo con rabia por verme subido de nuevo en este condenado juego de feria.

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22/04/2017, 06:09
Powaqqatsi

Finn tomó el saquillo con las monedas y rebuscó entre la ropa del artífice Cannith para ver si había alguna identificación o algo así.  Al regresar a Sharn se aseguraría de devolverlo vía el gremio Cannith a sus herederos, si los hubiera.  O al fondo general de huérfanos del Día del Duelo si no.  

Se apuró para alcanzar a los dos forjados, no fuera a ser que reviviera el hechizo viviente aquel. 

Ya, listo, dijo, peinándose un poco antes de que pusieran la llave marrón en la muesca que apuntaba al sur.  

¿Habremos de revisarlas todas, verdad? -dijo lo obvio, fijándose en cuáles zonas habían revisado ya y cuáles no. 

Powaqqatsi se quedó mirando el mecanismo para ver si no había algo que se les estuviera pasando.  Así de sistemático era él.  

Vamos pues, al sur. 

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22/04/2017, 23:37
Director

Finn muestra el cetro marrón al druida. Sin duda parece otra de las "llaves" con las que los cannith accedían a las diferentes áreas de este laboratorio secreto de Albohogar.

Adia regresa a la sala calcinada. Por la composición de los muebles calcinados y la distribución de la sala parece que este lugar servia como alojamiento de los que trabajaban en este lugar. Por desgracia para aquellos habitantes sus cuerpos se hallan calcinados entre los restos de mesas, sillas y armarios.

Entre los improperios de Alfrik contra las costumbres de los cannith y las locas teorías de Daisy sobre elementales y bolas flamígeras, regresáis a la esfera. Entre vosotros parece haber un claro consenso sobre lo que hacer ahora mismo, probar el cetro marrón en la ranura que , si habéis entendido bien el funcionamiento de la sala rotatoria, os conduciría hacia el sur.

La sala vibra de nuevo cuando la esfera empieza a girar. Su esclusa se cierra y se dirige hacia el sur. Al abrirse da paso a un pasillo bastante corto que termina en una puerta. A través de ella puede verse algo parecido a un comedor. Cuatro mesas de gran tamaño están colocadas alrededor de la sala. Más allá parece haber otra sala que no podéis discernir bien desde la comodidad de la esfera.

Alrededor de las mesas, como si de una silenciosa reunión se tratase, hay al menos diez personas. Sentadas e inmóviles, parecen no hacer ningún caso  de vuestra presencia allí.

 

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23/04/2017, 00:03
Adia Ringëril

Decepcionada por no haber encontrado nada de valor más que huesos calcinados, pero ansiosa por continuar, regresó a la esfera junto a todos los demás, aguantando las ganas de hacer callar al enano que no dejaba de refunfuñar mientras la esfera se movía, otra vez, hasta dejar un pasillo abierto justo hacia dónde ellos suponían que iba abrirse. Era genial, cuando las cosas salieran bien, aunque hubiera quien prefiriera un dragón a un cómodo trayecto en una trampa de metal esférica. 

Decidiendo ignorar ese pensamiento, sin embargo, observó hacia el salón que había ante sus ojos, y entornó estos forzando la vista para discernir si estaban vivos –como parecían–, o muertos pero en buenas condiciones, como venía siendo demasiado habitual en aquél lugar.

Tras un momento de examen visual, hizo lo propio atendiendo a cualquier posible sonido. Y cuando acabó, convencida de que si aquello era un comedor no habría trampas, se adelantó a inspeccionar todo aquello más de cerca. 

- Tiradas (2)
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23/04/2017, 02:16
Finn Dan Ailell

 

- ¿Son zombies, verdad?  -dijo Finn.  

- Mientras no se muevan no. -dijo Powaqqatsi. 

- ¿Y si son zombis quietecitos? -respondió el bardo. 

- Insuficiente información. -replicó el forjado. 

- ¿Cómo obtenemos más? 

- No te va a gustar la respuesta. 

 

- Tiradas (3)
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23/04/2017, 02:49
Alfrrik

Tras otro paseo en la condenada esfera llegamos a un pasillo que parece conducir a una especie de comedor, el cuál está lleno de gente.

Pero ¿Qué rayos ocurre allí dentro? Esto no puede ser real, esas personas no pueden estar vivas. - pienso mientras trato de identificar si se trata de alguna clase de muertos vivientes.

Pues bien, si la puerta no está trucada, creo que no tenemos más opción que entrar y ver que diablos sucede allí dentro. 

Que la sacra luz de la flama nos proteja e ilumine nuestro camino.

- Tiradas (2)
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23/04/2017, 03:54
Adia Ringëril

Apenas había dado dos pasos cuando la conversación entre Finn y Powaqqatsi hizo que se detuviera. En otro momento, en otro lugar (con luna llena y a escondidas, en la quietud de la ciudad...), tal vez se habría dado la vuelta para mirarlos enarcando una ceja y reírse de ellos. En ese instante, en cambio, se dio cuenta de que había pensado que o estaban vivos y muy quietos, o muertos y muy bien conservados... Pero no había pensado en que podían estar muy no-muertos y esperando.

Así que sacó su arco mientras el enano la adelantaba –casi sin querer–, y se preparó mientras avanzaba tras el paladín, que en temas de zombies, y otros resucitados, estaba más puesto.

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24/04/2017, 20:41
Daisy Sue Demonfly

Las palabras de Finn también alarmaron a Daisy Sue, e hicieron que Skully McBones se le erizasen los pelos de la nuca.

Por favor... Creo que si fueran ziombis, yo me habría dao cuenta... ¿No? ¡¿Nooo?! Bueno... te toca, Ariete... Vas detrás de la novata.

El ser mecánico se puso en movimiento, con un escudo en un brazo y el sable de Sable en la otra mano. Por contra, Demonfly no podía hacer más. No esperaron a que buscase trampas (y seguramente no hubiese salido de ella buscarlas, ¿quién diantres pone una trampa en el comedor de un laboratorio? ¡Ni que fuesen cobayas de experimentación!), y además, a falta de espacio, no podría ser de ayuda en combate hasta que todos hubiesen dejado el pasillo y se hubiesen distribuído por la habitación.

Cuando llegó el turno de Daisy Sue y Skully, avanzaron hacia uno de los individuos para registrar sus bolsillos.

- Tiradas (1)
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24/04/2017, 22:12
Director

Con temor y con precaución a partes iguales os aproximáis a aquellas mesas donde parecen reunirse en silencio hasta 10 personas. Habéis intentado sacar vuestras propias conclusiones desde la sensación de seguridad que os ofrece la esfera, pero poco más podéis averiguar de una situación tan extraña sin arriesgaros a entrar en aquel lugar.

Repartidos por las cuatro mesas  hay hasta diez comensales que se hallan sentados frente a platos de comida y jarras de agua. Sus rostros no dan lugar a equívoco. Están muertos...pero sea lo que sea lo que los mató fue tan siniestro que no ha alterado ni su postura ni su disposición entorno a las mesas. Los platos repletos de una comida en apariencia pobre en calorías, los cubiertos aún asidos por las manos, las cabezas inclinadas sobre el propio pecho como si se hubiesen quedado dormidos en la mesa como consecuencia de un día de duro trabajo. Incluso algunos de ellos tienen restos de comida aún en la boca.

Cuando Daisy se acerca a tocar a uno de esos cuerpos nota como su piel aún conserva la calidez de un "vivo". El rigor mortis no ha hecho acto de presencia. Parece que varios de ellos conservan en sus cintos cetros de color azul y marrones. Encontráis hasta nueve de estos de color azul y hasta dos de color marrón. Varios de ellos tienen saquillos en sus cintos que parecen contener algunas, pocas, monedas.

La puerta que hay más al sur conduce a una cocina. Un pozo destaca sobre el resto de cosas que hay allí presentes. Incluso su agua parece ser fresca y apetecible. Hay también alacenas repletas de cacerolas y sartenes, una estantería con un gran surtido de caldos y demás utensilios de cocina. Un gran armario de ébano con varios cajones , y un complejo grabado en mithril en su superficie, se alza junto a una de las paredes. 

 

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25/04/2017, 17:53
Adia Ringëril

En cuanto las dudas se despejaron, pudo caminar por aquél comedor con más calma. Al contrario que lo que había ocurrido con los elfos que habían encontrado muertos, a aquellos hombres no tuvo ningún reparo en quitarles las varillas que fue encontrando, así como las bolsas que colgaban de los cinturones. Tras unos minutos, dejó todo lo que encontró sobre la mesa, y asintió. Fue hasta la cocina, observó, abrió los cajones del armario que tenía grabado un patrón mágico que llamó su atención, y regresó. 

Parece que aquí no hay nada más de interés – dijo al fin –. Deberíamos volver a la esfera. 

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25/04/2017, 18:48
Alfrrik

Espera Adia, no necesitamos tantos cetros ni el oro de los muertos, porque lo tomas todo. ¿Acaso no merecen el mismo respeto que le diste a tu gente? -  interrogo a la elfa quien está desvalijando los cadáveres de los Cannith.

Incluso Daisy Sue los ha dejado en paz, no veo porqué tu no debas hacer lo mismo. - agrego con expresión seria.

Sabía que Daisy tenía debilidad por el oro, pero nunca imaginé que la elfa también, aunque a Daisy no podría reprocharle nada, puesto que hasta donde yo sabía, ella toda su vida había sido una cazadora de recompensas y como tal su vida giraba en torno a las recompensas que pudiera obtener por sus servicios.

Pero que la elfa se comportara así, sí que me sorprendía.

Voy a darle un vistazo a ese grabado en mithril quizá y con suerte lograría ver algo que los demás no vieron en él.

- Tiradas (2)
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25/04/2017, 19:06
Adia Ringëril

Ya no había nada que hacer. O más bien, ya estaba hecho. Los reproches carecían de sentido, pero más aún después de lo vivido. Con expresión igual de grave que el enano, y evitando escupir al suelo para no mostrar el desprecio por el enano, le respondió. 

No vi que te quejaras cuando los cadáveres de mi gente fueron desvalijados – dijo con seriedad, y cierto desagrado –. Y de todas formas, ellos eran mis mayores, mis antepasados. Debo un respeto a mi gente, y a la Corta Eterna. Esta gente no son lo mismo para mi, y no he vivido durante años cazando bestias y monstruos – y no se refería a animales –, sólo con las recompensas que ofrecen los pueblos pequeños a los que libraba de su males. 

Una vez explicado que ella era una elfa tradicional que había sobrevivido trabajando como guardabosques y saqueando los cuerpos muertos de orcos, trasgos, y otras criaturas, y que no hacía asco a ninguna moneda de oro, plata o cobre – por eso estaba allí –, dejó al paladín marchar en paz y refunfuñando no en demasiado silencio hacia la cocina y el símbolo mágico que para ella no significaba nada. 

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25/04/2017, 20:00
Alfrrik

En aquel lugar tomamos sólo lo que necesitamos, nada más que eso, nadie se llevo oro o pertenecias personales. Quieres tomar el oro, pues adelante, pero deja los cetros, no los necesitas todos, toma lo que necesites y deja a los muertos descansar. - respondo antes de continuar mi camino bastante molesto.

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25/04/2017, 20:32
Daisy Sue Demonfly

Demonfly terminó de examinar uno de los cadáveres y oler la comida, y entonces pasó a la cocina y vió los utensilios y restos de ingredientes que se usaron para preparar aquella última cena. ¿Suicidio colectivo con veneno? ¿O era otra cosa? Aquellas muertes, o por lo menos estados latentes, eran un misterio al que Daisy Sue no podía resistirse. Tampoco a la pulla lanzada por Alfrik, que hizo que a Demonfly le pitasen los oídos.

"¿Incluso Daisy Sue?" ¿Qué has querío decir con eso, nano? ¿Es porque soy semiorca? ¿Qué pasa? ¿Que como soy semiorca asalto caminos y robo oro?

Demonfly deslizó a McBones por el cinto, blandiendo su arma... con las dos manos agarrando con fuerza el mango de la maza, como si estuviese estrangulando el cuello de Skully.

¡Deja de interrumpirme, Skully! ¡Aaaaaargh...!

Espera...

¿No véis lo que está pasando? Es este lugar. Su magia nos está volviendo los unos contra los otros. Es el símbolo del armario... Una runa mágica, o algo asín. Hace que nos peleemos. Estarsus tranquilos un rato. Si han puesto esta defensa en la cocina, es porque estaban protegiendo algo importante... Voy a buscar.

- Tiradas (3)
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25/04/2017, 21:02
Ariete

Hasta ahora hemos ido de una habitación a otra, probando llaves de una en una. Pero podría haber pasajes que él-dijo en referencia al panel de la burbuja-solo nos desvelase llenando varias ranuras a la vez, o quizás todas ellas. Adia tiene razón con lo de coger las llaves. Necesitaremos cinco azules y una marrón a mayores de las dos que ya tenemos. Puede que más, si hay otro sistema de llaves y ranuras en algún otro lugar del complejo.

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25/04/2017, 21:14
Adia Ringëril

Suspiró, resopló y finalmente volvió a recuperar el aire mientras decidía, activamente, ignorar las tonterías del enano y las locuras de la semiorca. En vez de seguir aquella discusión que no iría a ningún lado, ni opinar en contra de la tontería que sería pensar que hubieran puesto una protección mágica como aquella en ese comedor, lo que hizo fue esperar a que desaparecieran en la cocina y, con parsimonia, empezó a meter en la mochila, junto a todo el dinero que ya habían ido recogiendo por el camino, las monedas que fue sacando de las bolsas. 

Por si acaso, metió también una varilla de cada color –no fuera a pasarles algo a las que tenían–, y otra pareja en su cinturón. Cualquier precaución era poca, y apenas importaba si a alguno le molestaba. Estaba en ello, en realidad, cuando Ariete ofreció una versión diferente. No creía que eso fuera muy probable, pero era una posibilidad. Una que podrían probar con tantas llaves. 

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25/04/2017, 21:20
Alfrrik

En la puerta de la cocina me topo con la semiorca quien también estalla ante mis palabras.

No es porque seas semiorca, es porque eres cazadora de recompensas y tu vida gira en torno al dinero, lo que no te hace una ladrona, pero si algo codiciosa. - rebato mienras ingreso a la cocina detrás de la semiorca, rezongando algo initeligible sobre la flama de plata y los valores de la misma.

No es que me disgustara un buen botín de guerra, pero en verdad no me gustaba mucho la idea de saquear cadáveres. Luego recuerdo que todos habíamos tomado cosas que no nos pertenecían, cosas que pertenecían en su mayoría a los muertos de arriba.

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25/04/2017, 21:23
Alfrrik

En la cocina....

Le debo una disculpa a la orejas picudas, en realidad todos se la debemos, en cuanto terminemos aquí pienso ofrecérsela.

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25/04/2017, 21:28
Daisy Sue Demonfly

¡No tienes ni puta idea de lo que hablas, nano de mierda!

¿Codiciosa? Daisy Sue cobraba por sus servicios porque era una profesional. ¿Es que a Alfrik le parecían codiciosos todos los artesanos de Sharn? ¿O los posaderos que le exigían una moneda después de alimentarle?

No... No quería dicir eso. Perdona, Alfrik. Es este sitio. Es la runa mágica del armario, que trata de enfrentarnos...