Partida Rol por web

SOMBRAS DE LA ÚLTIMA GUERRA 2.0

TERCERA PARTE : EN LAS TIERRAS ENLUTADAS

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31/07/2017, 11:07
Director

Allí os recibe de nuevo la imponente figura del lobo. Su altura vuelve a resultaros increíble y la longitud de sus colmillos os sorprenden de nuevo por su longitud y por el aspecto de fiereza que dan al lupino.

Aunque preguntáis a Rorsa si sería posible examinar el área que el propio lobo terrible llama "mi territorio" os da la impresión que el animal es consciente del motivo de vuestra visita.  Las palabras crean un silencio inmediato en el pasillo provocando un eco que resuena con mayor volumen de lo que la cualquier persona cuerda hubiese deseado.

Rorsa se aparta a un lado...y mira fijamente a Adia. Es una invitación y, al mismo tiempo, una señal de a quién concede la entrada.

Adia, aunque temerosa, siente que no puede echarse ahora para atrás a pesar de que todas las alarmas de su cabeza le piden a gritos que rehúse la invitación del lobo. Se adelanta ante la mirada de sus compañeros hasta colocarse frente al imponente Rorsa. La cabeza de la criatura se encuentra a la misma altura que la suya propia. Sus colmillos son más propios de un cuento para asustar a los niños de lo que debería ser natural en un lobo.  El hueco que hay entre el animal y la pared parece ahora una trampa y un camino completamente equivocado. Pero armada de valor y con la respiración tan acelerada que parece que se esté ahogando, Adia consigue pasar junto al imponente lobo. Si tan sólo la aprisionase contra la pared ahora mismo, no tendría ninguna posibilidad de salir con vida...

Pasa al otro lado el animal y la perdéis de vista… 

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31/07/2017, 11:11
Director

 Adia ahora está sola al otro lado y realmente tiene la impresión de haber entrado en otro mundo. El fuerte olor a animal, a madriguera, a sangre...lo inunda todo. Dos pequeñas salas se abren a su izquierda y derecha. Al frente hay una mayor. Las salas pequeñas están vacías tal y como puede comprobar de un vistazo. la otra, la grande, ojalá lo estuviese...
Parece ser una sala de descanso de la antigua guardia de Albohogar. Ahora parece una sala de la matanza. Siete cuerpos humanos, antiguos Cannith, se encuentran tumbados en el suelo. Nueve lobos se agolpan sobre ellos arrancándoles carne y vísceras. Los rugidos son constantes y en todo momento hay un conato de pelea entre los lobos al reclamar los más fuertes las mejores partes del cadáver. Los lobos tiran de los cuerpos desde varios puntos desmembrando sus extremidades y rasgando las  vestiduras de los antiguos guardias. La escena es tan horrible que Adia no huye únicamente por puro miedo a ser perseguida por aquella jauría hambrienta.
En uno de los cuerpos ve una bolsa. Pero es incapaz de dar un solo paso en esa dirección. Cuando lo intenta varios son los lobos que se plantan delante de ella con el lomo erizado y enseñando los colmillos. Solo hay una opción, si no quiere pelear con ellos para afianzar su posición en la manada, deberá esperar a que el resto se haya alimentado antes de acercarse a ese cadáver. Pacientemente y, sin separarse de la pared, espera su momento. 
Tras unos minutos los lobos se apartan de ese cadáver. El cuerpo del cannith se ha quedado convertido en una maraña de huesos y piel mal repartida y destrozada. Pero los animales se alejan de él para descansar y dormir en una esquina. Ahora si puede avanzar bajo la atenta mirada de aquellos lobos. Al estar saciados parecen ser simples animales, casi perros, que la observan curiosamente. Sus miradas están clavadas en ella y en cada paso que da al frente.
Llega hasta el cadáver y para su horror ve como los cuerpos desechos comienzan a transformarse en algo. De hecho, el resto de los seis cadáveres restantes empiezan a moverse en el propio suelo. Sus brazos empiezan a retorcerse estirándose violentamente en fuertes sacudidas. Sus piernas se encajan de nuevo. Sus costillas se inflan. Lo que está viendo no es una transformación; es una recomposición de los cuerpos. La carne acude de nuevo a los huesos, los órganos aparecen de nuevo en sus huecos, la piel cubre de nuevo los músculos y la cara ve encaja de nuevo la mandíbula. Finalmente los ojos resurgen de nuevo de sus órbitas machacadas...en pocos segundos el cadáver del guardia se encuentra de nuevo perfectamente recompuesto y tendido en el suelo, como si acabase de fallecer. Y dispuesto a ser devorado de nuevo por aquella jauría hambrienta. Así es el embrujo de las tierras enlutadas, no habrá paz para los fallecidos pues eternamente lo serán.
Adia ha tenido bastante. Coge la bolsa y sale de aquel lugar. Un amuleto con la clave rojo se vislumbra en el interior de aquella bolsa…

 

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01/08/2017, 07:15
Powaqqatsi

Hola Rorsa, ¿cómo va todo?

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01/08/2017, 19:12
Alfrrik

Permanezco en silencio mientras espero el regreso de la elfa.

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01/08/2017, 21:14
Daisy Sue Demonfly

Olé sus güevos...-deja escapar, al ver el valor que le echa la novata.

Nunca tuvo mucha fé en ella, pero Adia se estaba ganando el respeto de Daisy Sue a pasos agigantados. Tampoco tenía fé en Rorsa, pero que invitase a pasar a la segunda más flacucha (tras Skully McBones) y con menos carne para comer (de nuevo tras Skully McBones), era en sí misma una muestra de buena voluntad. Una prueba de que no estaba interesado en comerles.

Demonfly y McBones aguardaron al regreso de su compañera sin añadir más palabras a la conversación de Powaqqatsi con Rorsa, que no le interesaba en absoluto. Total... para el poco tiempo que habían pasado separados, tampoco habrían muchas más novedades sobre las que charlar con un lobo gigante.

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04/08/2017, 21:43
Adia Ringëril

Agitada ante la visión que había tenido que contemplar dentro de la habitación –si es que no era ya suficiente con haber entrado–, salió de nuevo con la bolsa en la mano, una mano que se veía blanca de sujetar con demasiada fuerza el botín; era, sin duda, un color que hacía juego con la palidez de su rostro y con la sonrisa nerviosa que esbozó mientras se escabullía, de nuevo, por un lateral del enorme lobo.

Ya está – dijo con voz ahogada, dando tres rápidas zancadas que la llevó a colocarse de nuevo tras el enano y la semiorca –. Tenemos lo que necesitamos – tragó saliva –. Muchas gracias, Rorsa, no vol... – carraspeó –, no molestaremos de nuevo.

Después, miró esperanzada a los demás. Era mejor irse de allí mientras pudieran. Cuanto más lejos, de los recuerdos de aquellos cuerpos devorados recomponiéndose, del olor a sangre y vísceras mezclado con el hedor animal, de la atenta vigilancia de los lobos..., cuanto más lejos, mejor. 

Notas de juego

Siento la tardanza, he tenido una segunda operación xD.

PD. Que descripción más gráfica del entorno, mola, mola.

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05/08/2017, 10:21
Director

El rostro de Adia denota superación y terror al mismo tiempo. Su expresión es seria y su mirada parece atravesaros más allá de vuestra posición real. Su mirada , efectivamente, se pierde en la escena que acaba de contemplar más que en aquello que tiene delante de sus ojos.

No obstante se las apaña para mostraros el contenido de la bolsa. Extrae, con mano temblorosa, un cetro; un amuleto con una especie de rubí de un intenso color rojo…

Notas de juego

¡Espero que todo haya ido bien Adia!

Muy bien. ¿Dónde quieren encaminarse ahora los señores aventureros?

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05/08/2017, 11:01
Daisy Sue Demonfly

Bien, chica, bien...-dijo, no a Adia, sino a Skully McBones.

A la veterana Skully no le intimidaban los lobos, y ya les apremiaba para seguir adelante, aunque solo el oído agudo de una semiorca pudiese escucharlo. Sería absurdo que escuchase esas voces en su cabeza, que todo fuera fruto de un delirio... porque Daisy Sue no estaba loca, solo era especial.

Una vez que estuvieron dentro del transporte esférico, Demonfly señaló el orificio verde del suroeste del panel, para que su compañera se diese prisa en sacarles de allí. En cuanto se cerró la esfera, a pesar de la molestia de la sacudida y la inercia, empezó a discutir el siguiente paso a seguir...

Seguimos sin tener llaves pa los gujeros amarillos y el púrpura. Nos falta por probar la llave naranja en la esfera de los laborotorios, y la llave roja y naranja a la vez en la esfera de la trampa del pozo. Yo diría de ir primero pa la trampa del pozo, atándonos bien a la peana del panel con la cuerda que encontramos en el almecén.

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05/08/2017, 15:43
Powaqqatsi

 

Si, para ver si esta es la forma verdadera de resolver las trampas.  Vamos.

Y Adía -le dijo, viendo su mirada-, así es la naturaleza del carnívoro, alimento y cuerpos.  Si te separas de eso tantito, lo ves cómo el ciclo.  Aunque sigas siendo tu depredadora y presa, como toda elfa, y eso te mueva.  -estos druidas y sus cuentos. 

 

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05/08/2017, 16:34
Alfrrik

Asiento con un leve movimiento de cabeza al ver salir a Adia y me pongo en marcha hacia el triturador de enanos, una vez allí, me paro cerca a los controles y afirmo bien los pies.

¿Estás seguro de que esto va a funcionar Powa? No quiero volver a ver ese condenado agujero. - rezongo mientras busco un lugar del cual agarrarme

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06/08/2017, 13:19
Adia Ringëril

Su mirada, algo perdida ante el horror de lo allí observado, poco a poco fue centrándose en sus compañeros. Para cuando llegaron, unos segundos después, a la esfera, había recuperado incluso el color del rostro, y ya no sentía ganas de vomitar. De nuevo resuelta, jugó con la llave roja, que sacó de la bolsa* antes de tirar ésta, y escuchó a Daisy atentamente. Después a Powaqqatsi...

He cazado durante años, he visto lo que la naturaleza hace y no sufro por ello. Eso de ahí dentro, no era parte del ciclo, no era lo que tenía que ser – respondió al druida.

... Y por último las quejas del enano, ya habituales.

¡Tsk! – fue su contestación, mediante un suave chascar de lengua.

Pero cuando ninguno tuvo más que decir, asintió. Dejó de jugar con la pequeña vara entre sus dedos, sacó también la amarilla, miró ambas, miró el panel, y suspiró. Habían dejado ya claro que dos varas al mismo tiempo no tenía sentido ninguno, así que, si de verdad era una trampa y todos pensaban que se desactivaba con la roja, lo obvio era, paso a paso, introducir la nueva llave y después probar de nuevo. Ella, en realidad, ni siquiera estaba convencida de ello, pero había que intentarlo.

Agarraos – avisó sin tiempo, metiendo a la vez que hablaba el cetro con el intenso rubí carmesí engarzado.

Notas de juego

¿En la bolsa hay algo más? Si hay algo más, lo saco también.

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13/08/2017, 01:26
Director

Os atáis con una cuerda tal y como Daisy sugiere. Sin embargo  a nadie le hace gracia atarse cerca de la mole del cuerpo de Ariete. Su enorme peso y su actitud, que hace honores a su propio nombre, os hacen imaginar escenas funestas para todos aquellos que , en el caso de que la esfera se abra de nuevo hacia el pozo, estén cerca del gigante de adamantita.

Tras resolverlo dejando que cada uno se ate lo más rápido posible al panel, Adia extrae el amuleto rojo y lo introduce en la ranura central del panel.

"¡RRRRRRURRRMMM! ¡CLACK!"

Un ruido en el panel llega con claridad hacia vosotros. Sin duda algo ha cambiado. Algo se debe haber activado.

Y , sin embargo, no sucede nada más.

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13/08/2017, 20:39
Daisy Sue Demonfly

Demonfly, y en menor medida Skully, se encogieron al escuchar sonido de la maquinaria en funcionamiento. Los relámpagos de las trampillas ya les habían tomado por sorpresa un puñado de veces, así como la trampa de pozo, el cangrejo que salió del agujero y no sé cuántos peligros más, y eso, al cabo del tiempo, te acaba dando una especie de supersentido del peligro llamado paranoia.

Por supuesto, nada pasó...

El... el chirimbolo naranja... ¡rápido!

La mano  izquierda de la semiorca señaló temblorosamente a la ranura anaranjada del panel, para comprobar si era cierta la teoría de que funcionaban simultáneamente los dos cetros. La derecha, sujetaba la cuerda que unía su cintura con la peana del panel, con miedo a que el suelo se abriese bajo sus pies en cualquier momento.

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14/08/2017, 06:10
Finn Dan Ailell

 

Finn le pasó el amuleto naranja.  Quizá hacía falta tenerlos todos al tiempo, en cuyo caso habrían de regresar, pero bueno, a ver que pasa.

 

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14/08/2017, 20:34
Alfrrik

Ya todo estaba listo, todos nos amarramos firmemente y nos estabamos preparando para lo peor cuando de repente el condenado cacharro dejo de funcionar.

¡Maldita porquería! Será mejor que empieces a funcionar o voy a hacer un viaje de ida y vuelta a Kendermore para traer una familia de Kenders para que te desmantelen pieza a pieza. - digo mientras empiezo a acercarme al panel con inteción de hacerlo funcionar a patadas, al tiempo que Daisy pide el amuleto naranja.

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15/08/2017, 00:15
Adia Ringëril

Se agarró con fuerza, preparada para el movimiento ya habitual y... nada. ¡Nada! El maldito cacharro se quedó quieto, inmóvil, como si no hubiera hecho nada. Pero había hecho algo, todos lo habían escuchado, todos. Daisy se apresuró a gritar lo que debían hacer. Finn sacó una llave siguiendo la orden –¡¿De dónde había sacado la llave?!–, ella sacó otra igual, y la metió en la ranura que debía.

Y se sujetó. Sobre todo, se sujetó.

Notas de juego

Si no funciona con las dos ranuras juntas, saco la roja.

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15/08/2017, 23:26
Director

Sujetándoos con mayor fuerza si cabe os preparáis para lo peor. Adia introduce el amuleto naranja. Si aquello no funcionase está preparada para extraer ambos amuletos. Y hasta el mismo Alfrik está preparado para desmontar a patadas la misma esfera si hiciese falta.

"¡CLACK! ¡RRRUUUUMMMMMM!"

La esfera empieza a rotar de forma extraña. Como si le costase o como si se alinease con una dirección mucho tiempo olvidada. Si se dirige de nuevo hacia el pozo estaréis en problemas. Pero no lo hace lo cual indica que habéis dado con la forma de hacer que la dirección noreste, clave naranja, sea accesible para vosotros.

La puerta de la esfera se abre en esa dirección. Un pasillo conduce a unas puertas dobles de adamantita. En su centro podéis ver el ostentoso y espectacular sello de la casa cannith. Oleadas de calor salen despedidas de las puertas y ondulan pasillo abajo...

Notas de juego

Hasta ahora los sellos de la casa cannith han indicado que el final estaba próximo...

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16/08/2017, 06:38
Daisy Sue Demonfly

Daisy Sue se desató y se aproximó a las puertas para verlas de cerca.

Uyuyuyyyy...-farfulló, al sentir el calor en su cara.

Salvo por los restos humanos en forma de ceniza en el suelo, a Skully McBones también le recordó al pasillo dónde encontraron al conjuro viviente. Y puede que esta vez sí se tratase de un elemental de fuego con bigote, y no solo un conjuro. Hizo una señal con el puño cerrado para que los demás se parasen. Con el puño cerrado y el dedo corazón extendido. Y se puso a buscar trampas, específicamente trampas de calor y trampas mata-semiorcas.

- Tiradas (3)
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16/08/2017, 14:19
Powaqqatsi

 

Todo esto podría ser algo más que una casualidad.  

Si, podría ser aquel elemental de fuego con bigote que alguna vez fue sido novio de Daisy y que ella no aún no quería compartir con ellos el hecho de que lo tuvo.  

"Los amantes se reencuentran años después de la Día del Duelo".  -pensó Powaqqatsi que eso tendría título de novela romántica que vendería bien entre los Kalashtar, aunque podrían salir quemados de esto.   

Claro, también podría ser La Forja, ese centro de origen y creación de la gente como Ariete y como él.   Se puso a deducir si era cierto eso por las paredes, estructura, organización, tanta secrecía con lo de la bolita de hierro que los rotaba de lado a lado y que le divertía tanto al Alfrrik, y otras cosa de la organización del sitio entero.  

Al tiempo, Finn hacía lo mismo con sus conocimientos arcanos, ayudando al artífice forjado a llegar a conclusiones más sólidas, como la cabeza de él, o Ariete.   

 

- Tiradas (2)
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16/08/2017, 15:34
Alfrrik

¿Conjuro viviente o elemental con bigote? - le pregunto a los entendidos en la materia, mientras me apresto a luchar con lo que sea que morase al final del pasillo.

Al parecer ya habíamos dado con lo que sea que estuvieramos buscando, lo que en parte eran buenas noticias y en parte significaba confrontar las letales defensas de los Cannith.

Lo mejor era golpear rápido y duro, y era precisamente eso lo que iba a hacer.