Partida Rol por web

SOMBRAS DE LA ÚLTIMA GUERRA 2.0

TERCERA PARTE : EN LAS TIERRAS ENLUTADAS

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26/08/2017, 13:36
Adia Ringëril

Ella no veía demasiado, por no ver, empezaba a no ver ni siquiera a los elementales, ya que todos habían empezado a asomar la cabeza como gandules y, después, a interponerse entre ella y los enemigos. En otro momento, tal vez, no habría dado importancia a aquello, al fin y al cabo si llegado el momento los demás querían servir de combustible –especialmente después de ese comentario acerca de una piscina de fuego– mientras ella escapaba de las llamas, no tenía ningún problema, pero, también era verdad que hasta que eso ocurriera prefería tener un tiro limpio.

Desde el principio la habían criticado porque parecía fallar adrede contra los enemigos, pero la verdad es que no se daban cuenta de lo difícil que resultaba acertar a nada en un pasillo estrecho en el que había cuatro o cinco personas –alguna muy grande y ancha– en el camino de las flechas. Esa vez, por supuesto, iba a ser igual.

Con un lento suspiro de impaciencia cansada de buscar un hueco, se decidió a disparar dos veces en rápida sucesión, y ver que pasaba.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ataque 1: 17 (daño 7); Ataque 2: 18 (daño 8). No sé si doy con alguno, pero así voy comprobando la CA xD.

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27/08/2017, 23:44
Director

Ariete se desplaza al norte sabedor de que se encuentran en un lugar estrecho que tan sólo beneficia al enemigo. Aprovecha el movimiento para cortar con su espada al elemental que acudió primero al ataque. La espada al rojo de Sable divide al elemental en dos partes. Como si de fuegos de artificio se tratase, ambas partes ascienden hacia el techo convertidas en dos teas ardientes que brillan con un último crescendo antes de extinguirse.

Finn consigue acercarse al enano y tocarlo para descargar sobre él el conjuro que acaba de leer. La armadura del enano está tan caliente que podrían asarse salchichas sobre ella, pero consigue mantener el contacto el tiempo suficiente como para que el conjuro entre en funcionamiento. El alivio del calor que experimenta el paladín es instantáneo. Aunque eso no hará que sus barbas se  recuperen. 

Powaqqatsi intenta emular la acción de Ariete sin conseguir acertar al esquivo elemental. No obstante se percata de la presencia de la palanca a escaso pies por detrás de la ígnea criatura. En ese momento dos nuevas flechas de Adia atraviesan a este segundo elemental. La criatura de fuego se retuerce al sentir cómo su cuerpo es atravesado por ambos proyectiles.

Cegado por el anterior embite del elemental Alfrrik no acierta en sus acometidas con la alabarda. La ceniza caliente del cuerpo del enemigo se ha colado en sus ojos y boca. Es como luchar contra un incendio a golpes de espada...Pero sus movimientos son lo suficientemente enérgicos y rabiosos como para esquivar los puños incandescentes de la abominación de fuego y magma con la que se enfrenta.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

INICIATIVAS

 

ELEMENTAL DE FUEGO(2) 22  15/X

ARIETE 21  34/37

FINN 15 14/14

CHOM 15 9/9

ADIA 14 15/15

DAISY 9 19/19 Falta acción)

POWAQQATSI 7 22/22

ALFRRIK 6 12/19

 

CALOR: 1D6 daño letal cada minuto.

Lo he mirado Alfrik. Leer un rollo de pergamino es una acción estandard (pag 141 guía del jugador). Extraerlo una de movimiento y desplazarte hasta Alfrrik otra de movimiento.

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28/08/2017, 16:18
Finn Dan Ailell

 

Para ahorrarle el movimiento a Ariete de mover aquella palanca, y que pueda usarlo en cosas más productivas, por ejemplo, para darle un zopapo bueno de una vez por todas al elemental de fuego, Finn decide usar su magia de bardo que le servía para levantar cortinas y palancas en alguna obra de teatro para maravilla de niños y adultos por igual.  En este caso, claro, es algo más urgente.   Un movimiento ágil de mano y muñeca indica que está haciendo que baje la palanca que les bajará el fuego con el que ahora se tuestan. 

Por otro lado, Powaqqatsi se acomoda mejor esta vez y suelta un tajo de cimitarra al elemental, justo ahí donde cree que podría repetir el golpe de pirotecnia que acaba de dar Ariete. 

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Es crítico pero no se si los elementales son afectados.  En caso de que si, ¿tiras el otro 1d6 por mi, master?  Gracias. 

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28/08/2017, 16:25
Ariete

Ariete avanzó por la sala en una maniobra envolvente. Es la manera que tienen los generales humanos de decir parábola. A Ariete le gustaban las parábolas. Son la traducción del lenguaje matemático a un trazo artístico de dibujo. La computación elevada a arte. El forjado como diseño hermoso.

Distraído por lo poético de sus pensamientos, la parábola se quedó corta. Ariete no pudo flanquear con Alfrik, como le habría gustado, sino con una fría pared. No importaba. Los planos verticales también eran matemáticos y hermosos.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ariete mueve 1 casilla al noroeste y 1 casilla al suroeste.

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28/08/2017, 16:36
Daisy Sue Demonfly

¡Cuidao, caradelata, que me pisas a Skully!-regaño a Ariete.

Demonfly sí sabía trazar maniobras envolventes. Y ni tenía idea de matemáticas ni de las cosas hermosas de este mundo. La semiorca avanzó entre la pared y el duo formado por Alfrik y Powaqqatsi. Después, casi pisa a Skully. Y al final, en el primer hueco libre que vió alrededor del elemental de fuego, allí fue a parar ella.

¡Jodó! Pos sí que hace calor aquí dentro, sí.

Interrumpió su pobre y triste intento de dar una estocada para secarse el sudor de la frente con el dorso de la mano.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Daisy Sue mueve 2 casillas al norte, 1 casilla al noroeste, 1 casilla al oeste y 1 casilla al suroeste.

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28/08/2017, 21:18
Alfrrik

Gran trabajo Ariete, ahora extingamos esta otra antorcha y terminemos el trabajo. - le digo a Ariete, mientras centro mi atención en el siguiente elemental.

Ahora es tu turno fogata, te voy a extinguir de un modo u otro, ya lo verás antorcha. ¡Por la luz de la Flama de Plata! - rujo mientras atizo al elemental con mi alabarda.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Master por favor ignora la primera tirada de daño, me confundi de dado, lancé d6, en lugar de d10.

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29/08/2017, 04:08
Adia Ringëril

La primera de las teas ardientes se había apagado, extinguida ante los poderosos envites combinados propiciados por sus compañeros y, de manera extraña y fascinante, por ella misma. Sus siguientes flechas atravesaron con igual acierto al segundo de los elementales mientras los demás se reunían en torno a él como matones, chacales rodeando a una presa que ya estaba en las últimas y de la que ya habían olido sangre. Ella, por descontado, no podía ser menos, pero sobre todo no podía perder su racha. Contaba con las ganas, con la técnica, y con que allí en el pasillo no hacía el calor insufrible que debían de estar pasando los demás en la sala de calderas: podía hacerlo.

Y lo hizo. Tensó su arco rápidamente, dos veces, y disparó hacia la criatura de nuevo, dos saetas dirigidas contra su ígneo cuerpo buscando deshacer cualquier cosa que lo mantuviera en pie.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Disparo 1 (CA 15) daño: 3.
Disparo 2 (CA 19) daño: 8.

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30/08/2017, 23:44
Director

El elemental de fuego se convierte en una masa aullante de ascuas y cenizas ardientes cuando vuestros golpes le impactan de forma impasible y devastadora. La espada de Ariete, las flechas precisas de Adia, la rápida cimitarra de Powaqqatsi y el hacha consagrada de Alfrrik destruyen a  la criatura en una serie de pequeñas explosiones que siembran el ambiente de llamaradas y restos ardientes. Ante vuestros irritados ojos la bestia se consume sobre si misma desapareciendo...

Aún así, el calor de la sala no se reduce en absoluto. Vuestros párpados son incapaces de abrirse más allá de unos pocos milímetros bajo riesgo de que las retinas ardan como un papiro seco sobre una intensa llama. Ni tan siquiera la cúpula que acaba de abrirse al cielo abierto de las tierras enlutadas reduce el calor de la sala. Suponéis que eso es para lo que servía el mecanismo que Finn ha accionado con su magia.

No podéis sino retroceder hasta el pasillo y estudiar la sala desde la distancia. Tan sólo Alfrrik, imbuido de la protección mágica contra el calor que Finn le ha otorgado, puede aventurarse más allá. Y así, viendo al enano avanzar entre emanaciones de intenso calor que parecen deformar el propio aire, el paladín llega hasta el cofre translúcido. Le veis rebuscar y mirar el baúl. Tiene una cerradura y está cerrado. En su interior, a través de sus paredes translúcidas, se vislumbran algunos objetos.

Alfrrik arrastra el baúl hasta vosotros...

 

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31/08/2017, 03:56
Alfrrik

Luego de arrastrar el baúl  hasta la puerta de la habitación, me dirijo hacia la palanca que señaló Ariete y procedo a activarla con la esperanza de que esta consiga sofocar el calor que reina en la habitación volviendo el ambiente un tanto más agradable para todos los miembros del grupo, pues aunque contaba con la protección del hechizo de Finn, dificilmente podría soportar una estancia prolongada en aquella hanitación a menos de que consiguiera bajar la cúpula que colgaba sobre la fragua.

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31/08/2017, 21:11
Daisy Sue Demonfly

Oooooh... qué machote-Daisy Sue dió una palmada de enhorabuena en la espalda del enano, pero solo encontró el metal incandescente de su armadura-¡Ay!

Sopló con fuerza para aliviar la quemadura. Por suerte, aún le quedaba una mano para sostener una ganzúa.

Voy a abrir la caja. Tú vuelve ahí y trae a Skully de vuelta, Alfrik, que parece que le gusta la calor.

En el fondo, esos dos estaban predestinados, desde que a bordo de la Exhaustless la semiorca pusiese la calavera de McBones en su maza, y la acercase a la cara del enano inconsciente para que se besasen. Ahora, Alfrik podía partir como caballero andante a salvar a su amada.

- Tiradas (3)
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31/08/2017, 23:15
Powaqqatsi

 

Powaqqatsi se puso a estudiar el cofre y sus contenidos, para ver si podía ayudarle a Daisy a abrirlo y desarmar su trampa.  

La verdad es que parecía el esquema que buscaban, así que bien podría ser, sólo siguiendo la descripción de Eladryen parecía suficiente, pero quería saber que más hacía, ¿que papel tenía en la creación de Ariete, de él mismo, y el de todos sus hermanos forjados?

No había estudiado lo suficiente.  De la decepción pasó a la determinación para seguir por esta senda.  Admiraba la forja llena de elementales, admiraba el ingenio del gremio de los Cannith.  Lo quería para si. 

Algo en Powaqqatsi brillaba, y no era el reflejo de la forja en su cuerpo, ni el sonrojarse de Skully al ser rescatada por su amado enano.  Era algo más.

Ariete, creo que me quedaré a vivir aquí.  Si regresas tu con Eladryen, toma mi parte de la recompensa.  Si quieres usala para lo que estimes necesario.  Puedes también usarla para apoyar a hermanos forjados que quieran un nuevo comienzo aquí.  Les diré a los druidas que me ayuden a trabajar con la nueva naturaleza del lugar.  

Pues, si árbol torcido no endereza, ¡dejemos que crezca un bosque de ellos!   

 

- Tiradas (1)
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31/08/2017, 23:27
Finn Dan Ailell

 

Pues si la bocanada de calor, humo, ceniza y lenguas de fuego que acabo de liberar a la atmósfera no atrae a nuestros perseguidores no se que otra cosa pudiera hacerlo mejor.  -dijo lacónico Finn. 

¿En serio te quedarás aquí? -reparó en el comentario de Powa-  Pero si no hay.. ¡nada!, ni mujeres, ni vino, ni sastrerías, ni otras cosas escenciales para la vida, como agua por ejemplo, o mujeres, (ya dije mujeres ¿verdad?)

¡Y los lobos!  Dioses, si los druidas están locos, los druidas forjados más. 

Moviendo la cabeza de lado a lado, Finn se puso a buscar con los acalorados ojos si había alguna forma de salir por la ventila recién abierta, u otro lugar.

Y haré una imágen distractora al rato, por si hay alguien allá afuera buscando por donde asoma la cabeza la foca. 

 

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01/09/2017, 01:48
Adia Ringëril

Así, mientras los demás parecían disfrutar de haber vencido y trataban de ignorar el calor que no amainaba en aquél lugar, ella, muy tranquilamente, se echó hacia atrás, retrocediendo poco a poco hasta, si se descuidaba un paso, meterse en la esfera. Por supuesto –¡faltaría más!– no es que no quisiera saber lo que había en el cofre, sino que no tenía demasiada seguridad de, lo primero, que el peligro hubiera pasado y, lo segundo, de que ese peligro no llegara en forma de trampa que seguramente la semiorca –quemada de una mano, había que recordar – haría saltar con ayuda del druida manazas, el cual por si fuera poco ya estaba desvariando, apoyado por Finn.

Como ella no tenía ni idea de abrir cerraduras, y de todas formas tenía menos ganas de electrocutarse como había estado a punto de pasar en la entrada de aquél laboratorio, no se ofreció a ayudar, solo retrocedió y, desde lejos, una distancia segura a su parecer, preguntó.

¿Veis algo interesante por allí? – dijo mientras jugaba con una de las llaves que la sacarían de allí echando ostias.

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01/09/2017, 18:51
Director

Alfrrik entra de nuevo en la sal. Acciona la palanca..Y la bóveda se cierra. Descubre que aquella palanca sirve exactamente para eso, para abrir y cerrar la cúpula que hay sobre esta ardiente sala. 

Daisy examina el cofre. Está construido en alguna especie de roca volcánica. Examina la cerradura. Es antigua, como todo lo que hay en este lugar. Y tal vez por ello no termina de comprender su mecanismo. Por más que lo intenta la maldita cerradura no se abre...

 

Notas de juego

El druida ha enloquecido, jajaja.

Siempre podéis intentar romper el cofre.

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01/09/2017, 20:32
Alfrrik

Abro la cúpula para que se ventile la habitación y baje el calor, luego abandono el lugar llevándome a Skully conmigo.

Daisy Sue, aquí está tu compañera, aunque si fuera yo dejaría que se enfríe un poco antes de cogerla, pues de lo contrario podrías quemarte las manos. - digo apoyando la maza contra la pared.

¿Lograron abrir el cofre o nos toca a Ariete y a mi reventar los goznes para poder revisar su contenido? - pregunto mientra observo el macizo cofre que parece estar hecho de ónice.

Ah por cierto he abierto por completo la cúpula de la otra habitación, con eso debe bastar para que se ventile adecuadamente y podamos revisarla a detalle.

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01/09/2017, 20:43
Daisy Sue Demonfly

¡Estoy trebajando, no me molestes ahora, nano!

Daisy Sue trató de menear la ganzúa en el sentido contrario, para que su punta bailase dentro de la cerradura. Estaba la cosa complicada.

Tal vez debiríamos esplorar otras occiones... Yo y Ariete podemos intentar reventar el candado con mi palanqueta. O tal vez deberíamos ir a la otra habitación de la llave naranja pa encontrar la llave que abre este cacharro. Uhm... ¿Creéis que el cofre cabría en la mochila que nos dió la Jefa? Tal vez cuando se la demos a ella pueda llevarla a un cerrajero profisional... ¡Ábrete, maldita, de una puñetera vez!-dijo, empezando a perder la paciencia.

- Tiradas (3)
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01/09/2017, 22:55
Alfrrik

Rómpelo Daisy, sólo rómpelo, tienes idea de como pesa esa cosa, es ónice sólido, es más, yo lo haré. - anuncio mientras echo mano de mi Ugrosh.

Muy bien ¡Todos atrás! -  digo en tono sereno enarbolando mi arma sobre mi cabeza para descargarla sobre las bisagras del cofre.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Vaya golpes..... ni modo los dados no ayudaron.

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01/09/2017, 23:36
Adia Ringëril

Suspiró...

La cúpula ya estaba abierta – rezongó en su mente y solo para si, acompañando el pensamiento con un chasquido de lengua, al ver volver al enano, ufano como el solo.

... Pero no dijo nada. Estaba más preocupada del desenlace de aquello; no solo no lograban abrir la cerradura, pese a estar trasteando con lo que eso conllevaba, sino que ahora querían romperla. A golpes. A su lado. Primero el druida y ahora el paladín, estaba claro que el calor de aquél lugar, ese del que ella se había estado apartando sistemáticamente cada vez que podía, les estaba reblandeciendo el cerebro.

No – dijo, cauta pero totalmente seria, dando un paso al frente y extendiendo la mano para detener a Alfrrrik, moviendo también el pie para molestar a la cazarrecompensas en su intento por forzar la tapa –. Parad, podéis romper lo que hay dentro, o hacer saltar una trampa oculta que haga estallar todo – carraspeó; aquél comentario, en dicho en alto, había estado a punto de hacer que su voz la traicionara, haciéndola parecer miedosa y no lo que de verdad era: inteligente y prudente –. Daisy tiene razón. Aún no hemos investigado todo esto, y si hay un candado tiene que haber una llave. Podemos cerrar la cúpula, dejar el cofre ahí dentro, que nadie se va a meter a ese horno por gusto – y además, aquí no hay nadie –, e ir a buscar lo que necesitamos. Venga, vamos – no dijo nada más pero señaló la esfera con una mano, haciéndose a un lado, como invitando a pasar y a la vez no dejando otra opción.

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02/09/2017, 00:23
Alfrrik

Tienes razón, no había pensado en las trampas. - digo desistiendo de mis intentos por romper la bisagras.

Te debo una Adia, los Cannith podrían haber puesto cualquier cosa dentro, incluso un elemental de fuego con barba o algo peor. - digo bajando mi arma.

Vaya que es lista la elfa, esto pudo terminar muy mal. - pienso mientras observo el cofre con mala cara.

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03/09/2017, 02:02
Finn Dan Ailell

 

Finn se puso a cantar, si, a cantar, una vieja canción sobre abrir candados, y así.  Esperaba inspirarles competencia a los checa-trampas, o al menos ganas de apurarse en abrirla para salir ya de ahí.  Era mágica bárdica, les explicó, entre los corillos.  Es más, únete al canto Alfrrik, Skully, Ariete, ustedes que no andan haciendo nada.   La estridencia resultante no estaban seguro fuera a ayudarles mucho, en todo caso provocar aullidos correspondientes de Rorsa y su jauría. 

Por su parte, Powaqqatsi ayudó a Daisy a buscar por trampas.  Como artífice tenía la habilidad, si, aunque nunca tan desarrollada como la profesional cazarrecompensas que tenía como compañera. 

Oye, ¿y no se quisieran quedar ustedes dos a vivir aquí también?  Estoy seguro que podríamos poner un jardín interior de setas para alimentaros a ustedes los orgánicos.

 

- Tiradas (2)