Partida Rol por web

Han pasado ya tres meses de la Batalla y más de uno desde que Jerril abandonó el grupo. Las posiciones de Cavar se consolidan rápidamente y en el sur la Nación Elfica ha sido liberada y la guerra se dirige hacia sus última batalla en Stahleim, donde las fuerzas del Remolino preparan su resistencia final.

Cavar hace llamar a los exploradores grises que durante estos últimos meses han estado dispersos realizando diversas tareas.

El grupo no tarda en reunirse en lo que fue la tienda de campaña de Harkor ki Doman, donde son recibidos por un grupo de soldados de los que solo gente que lo conociera como ellos pueden imaginar que eran mineros hace solo unos meses.

Cavar, rodeado de una pila de papeles se levanta de la mesa para recibirlos.

- Perdón que haya interrumpido vuestras tareas. Bergan quiere veros. Dice que tiene noticias del sur. - comenta - Es posible que sean ordenes para vosotros. En ese caso necesito encargaros otra misión diplomática - contesta con una sonrisa cansada

- Ya se que no es lo que mejor hacéis, pero en este caso no tengo nadie más. De verdad.

- Supongo que para vuestra gente sois unos héroes. Eso os dará influencia. Necesito que la uséis para que, en cuanto caiga Stahleim, la invasión sea lo más rápida posible. En otro caso seguramente Darneli será emperador y los Reinos del Sur no conocerán la paz. Tenemos una oportunidad para vencer no al imperio, si no a la propia llama y sacarla del mundo por mucho tiempo. Podemos ganar la paz y la libertad para generaciones. Pero es urgente acabar esta guerra ya.

En los meses tras la batalla, Bastia había entrado en una rutina monótona de patrullar los alrededores de la mina y entrenar posibles oteadores*.

Se mantenía firme, con las manos a la espalda, cerca de Norm, y actitud seria pero tuvo que contener una carcajada cuando escuchó las palabras misión diplomática y simplemente mostró una ligera sonrisa mientras miraba a sus compañeros.

¿Y a quién tenemos que... convencer esta vez? - preguntó, recordando aún como habían quedado los aposentos de Bergan cuando ellos terminaron su diplomacia.

Norm había entrado en una dinámica que odiaba, la de oficial. Si hasta alguna vez le habían recitado algo de un papel o intentado hacer que firmara cosas. 

Estúpidos, la palabra dada de viva voz era lo que valía, lo que se firmaba en un papel sólo valía para mentir o engañar. 

Cavar les llamó a todos otra vez, hacía días que no les veía juntos. —Demasiados papeles tiene, ya está casi corrompido —pensó. 

Ahora estaba claro lo que quería Cavar. Norm respondió a Bastia: —Tenemos que convencer a nuestros reyes y generales, de que invadan el Sur del Imperio y para que Darneli no gane la guerra civil, aplaste lo que hemos conseguido y en pocos años vuelva a invadir nuestros reinos con Demonios y esclavos. 

Se dirigió a Cavar —Podemos hablar con nuestros oficiales, y recomendar lo que sugieres. Yo lo veo la mejor opción. Entre tus fuerzas, los miles de esclavos que quedan en el Imperio y presión de nuestros ejércitos, sería posible romper el Imperio y que te quedaras con un Reino sin esclavos, justo y próspero. Pero no se que ocurrirá, seguro que hay gente que quiere dejar las cosas a medias y volverse a casa. 

- Yo tampoco se lo que pasará. Pero tenemos una oportunidad única para acabar con el Imperio tal y como ha sido durante siglos. - asiente a Norm - Creo que vale la pena luchar hasta el final por ella. No solo por nosotros, por Shaintar entero. Ir a ver a Bergan y sabremos que quiere.

- Bueno, hay mucho trabajo que hacer, espero que todo salga bien - dice Cavar mientras se gira hacia su torre de papeles.

-No penzaba yo Bergan tuviese mucho gusto en vernoz-dijo Flog extrañado por el aviso de Cavar-Tu no fies de él. Bergan usa gente como le parece en su beneficio. Ayuda mientras intereza. Luego ya no ayudará máz. Pero zi tu pienza que interez Bergan zon loz tuyoz, capaz grizez dizpueztoz.

Sin más Flogdegnurt se dispuso a ir al encuentro de Bergan junto con sus compañeros.

 Tenemos una oportunidad para vencer no al imperio, si no a la propia llama y sacarla del mundo por mucho tiempo. Podemos ganar la paz y la libertad para generaciones. Pero es urgente acabar esta guerra ya.

El orco se removió incomodo. Al ver que nadie lo comentaba, se lanzó:

Cavar, nosotros hablaremos con nuestros superiores e intentaremos convencerles. Es evidente para nosotros, despues de todo el tiempo que hemos pasado aqui, que un Kal-A-Nar dirigido por ti sería beneficioso para nuestros Reinos y nuestra gente. Sin embargo, no estoy seguro de que nos escuchen. La gente estará cansada de la guerra y querra fortificar posiciones y mantener sus territorios. Invadir el Imperio será muy cosotos en terminos de vidas, con un resultado incierto.

A Varag no le gustaba ser un aguafiestas, pero alguien tenia que decirlo.

Por otra parte, una invasion a gran escala de Kal-A-Nar podria poner a la gente del Imperio en tu contra,  dado que sería un invasor sureño y no una revolucion interior. Quizas otra solucion, que debilitaría a Darleni, seria repartirse los territorios del Imperio? Las Puertas del Infierno siguen abiertas. No creo que pudiesemos tomar la capital, pero defender el territorio conquistado ya sería posible. Especialmente si el nuevo Reino firma la carta magna de los Exploradores y apoyamos en su defensa. con ayuda de los Guardias Grises.. Quizas ese tipo de solucion seria mas facil de aceptar para los Reinos del Sur. Sería algo que estuvieses dispuesto a considerar?

- Tenemos una oportunidad de acabar con el imperio, la primera en milenios. Cuando hablo de invasión no me refiero a las tropas de Olara entrando en Kal'Zakhet. Bastaria con que nos prestaran apoyo y lucharan contra Darleni. - contesta Cavar - Aspiro a destruir el imperio, pero ciertamente aceptaré una solución práctica si eso implica liberar a un número grande de esclavos. - suspira.

El grupo tarda dos días en abandonar la mina, el hecho de que los preparativos para partir tarden tanto demuestran lo claves que son los exploradores para la rebelión.

El viaje es rápido y sin problemas en comparación con el que realizaron meses antes. No es necesario ocultarse, ni siquiera para identificarse en los controles, en todos los que se cruzan los soldados los reconocen.

Bergan recibe al grupo en el mismo salón que la última vez, aunque en este caso hay una docena de guardias apostados en las paredes. Por si fuera poco un demonio muy similar a M'gog se encuentra a la derecha de Bergan. En cuanto el grupo entra en la sala media docena de soldados imperiales uniformados se apostan guardando la entrada.

- Buenos días amigos - dice Bergan con una sonrisa - No temáis nada, os aseguro que estos enviados de Darleni no son vuestros enemigos. Creo que a M'gog lo recordáis. - añade señalando al demonio de su derecha - Os aseguro que esta más enfadado conmigo que con vosotros, pero la situación ha cambiado.

Habla con calma, aunque no puede evitar que se note el nerviosismo en sus palabras. Continua rápidamente, intentando no dar tiempo a hablar a nadie más.

- La guerra ha terminado - sentencia, ofreciendo dos pergaminos al grupo - Aquí tengo una copia de la paz de Jasara. En ella los reinos del sur y el emperador Darleni - a nadie le pasa desapercibido el uso del titulo - acuerdan volver a las fronteras previas y el cese de todas las hostilidades, incluyendo las misiones encubiertas. A día de ayer Stahlheim ha caído y las últimas unidades del Remolino han sido destruidas. El sur esta en paz.

Deja que los exploradores asimilen las noticias.

- Este otro pergamino es original. Son las ordenes firmadas por los jefes militares del pacto ordenando el cese de todas las operaciones en curso en el imperio y el retorno de todos los efectivos a los Reinos - añade - M'gog y sus hombres están aquí solo para escoltaros al Sur para que podáis cumplir las ordenes sin incidentes.

- Yo personalmente he decidido que en estos momentos de guerra civil, de cara a proteger a mi gente, debo jurar lealtad al nuevo emperador y espero que Cavar haga lo mismo - añade - Darleni esta muy agradecido a todos los que han ayudado a derrocar al tirano y a acabar con esta guerra absurda, y eso os incluye a vosotros y a Cavar.

- Por supuesto podéis descansar en mi castillo a salvo el tiempo que sea necesario, os ofrezco toda mi hospitalidad.

Norm echó mano a su arco nada más ver que una docena de soldados imperiales entraban en la sala. —¿Qué es esta traición? —pero no soltó la flecha, esperando que hablara, o más bien que se lanzaran todos a por él. 

Miles de pensamientos pasaron por su cabeza. Los primeros que contra todo pronóstico la guerra había acabado y había estado en el bando ganador. —No hace falta nada más, entonces. Yo siempre hago lo mismo ante las órdenes escritas. Y seguiremos a M'Gog al Sur. 

—Pero si es posible, preferimos partir inmediatamente. Hace ya demasiados años que no veo mi hogar, en el otro extremo del continente y me gustaría disfrutar de lo que dure esta paz.  

Se sentía encerrado, ahí entre tantos soldados. Y se le notaba. 

Ragnar nada mas entrar se puso a la defensiva, su pelaje se erizo y gruñio de forma amenazadora cuando vio a esos soldados ... y de forma evidente cuando sus ojos se posaron sobre ... UN DEMONIO ALLI ... aquello era demasiado, mas aun en el mismo lugar donde decapitamos a uno de ellos.

Todo aquello era demasiado raro, y escuchar a esas palabras tan raras ... tan extrañas ... y ya no sabia si arrancarle la cabeza o ponerme al reir cuando escucho ... "ESCOLTAR" ... ese demonio lo que iba a comerse mis garras mientras gritara de dolor al arrancarle la lengua y la garganta ..., controlaba mis puños a la espera de lo que era evidente de todo ello ...

Flogdegnurt ya no las tenía todas consigo ante la idea de ponerse a las órdenes de Bergan y menos la tuvo cuando compareció ante él. La sensación de peligro fue considerable cuando al entrar en sus dependencias vio la formidable guardia de la que se había provisto...y a aquel demonio, presidiéndola. 

Hizo de las palabras de Norm las suyas. Al menos en su cabeza, aunque en realidad tan solo llegó a abrir la boca y emitir un pequeño y casi imperceptible gemido de sorpresa mientras miraba la escena con estupefacción. 

Obviamente Bergan los había usado para su propio propósito. No se podía esperar otra cosa de él. Pero ¿y ahora?¿Porqué motivo habían de obedecer sus órdenes?¿Cavar jurando lealtad al imperio?¿Eso es lo que habían conseguido después de todo? Le costaba creerlo. 

Pero si algo había entendido de los líderes humanos es que le gustaba tan poco que les llevasen la contraria como a los líderes gobins. O al menos casi tanto. Así que la prudencia aconsejaba seguirle la corriente. Luego ya verían qué hacer. Siempre podían cargarse a la escolta e ir a avisar a Cavar para que se replegase hacia tierras más seguras...o algo. Porque a todo esto, la misión que les habían encomendado parecía cumplida y no tenían otras órdenes. ¿Acaso debían volver o qué?

-Zi, claro, mi zeñor. Azí ze hará-respondió haciendo una torpe genuflexión-.
 

Bastia echó rápidamente las garras a las espadas cuando vio lo que les esperaba en el salón de Bergan pero no llegó a desenfundarlas, simplemente manteniéndolas en los pomos mientras examinaba sin ningún disimulo los soldados que les rodeaban.

Pero el noble forzó ese tono conciliador que tan bien se le daba y por el que, al parecer, seguía vivo y al mando, por lo que esperó la reacción de sus compañeros.

Es un largo camino. - fue lo único que añadió para aceptar las palabras de Norm y salir de allí cuanto antes.

No temáis nada, [...] Os aseguro que esta más enfadado conmigo que con vosotros, pero la situación ha cambiado.

Temer? Es tan debil como su idea de fuerza. Creeis realmente que con estos - hizo un gesto a los soldados - nos podeis detener?

Cuando Bergan mencionó el final de la guerra, el orco cogió los pergaminos y los observó extrañado. Por que iban a entregar ordenes sobre misiones encubiertas a los representantes del Imperio? Por que firmarían una paz inestable en vez de cimentar un status quo que les pretegia, debilitando a sus enemigos? 

- Yo personalmente he decidido que en estos momentos de guerra civil, de cara a proteger a mi gente, debo jurar lealtad al nuevo emperador y espero que Cavar haga lo mismo

Si esperas que Cavar haga lo mismo... Como se nos ha mandado aqui sin explicarle los motivos? - dijo el guerrero mirandole a los ojos. Iba a continuar pero Norm le interrumpió.

No hace falta nada más, entonces. Yo siempre hago lo mismo ante las órdenes escritas. Y seguiremos a M'Gog al Sur. 

El orco se contuvo. No podian dejar a Cavar a su suerte, sin al menos prevenirle y eran Exploradores Grises, joder. Su Codigo era defender a los inocentes y luchar contra la Llama. Pero tambien se dió cuenta de que, al igual que con Brazis, no podia hacerlo todo el solo. Norm pensaba que habria mejores momentos para reaccionar y Varag decidió seguir a su compañero.

Que intente no perder la cabeza esta vez - respondió el guerrero a su compañero haciendo un gesto hacia el demonio. Giró la cabeza y miró a Bergan con desprecio - Pensé que eras una persona de principios pero está claro que me equivoqué. - el goblin habia tenido razon al final - Tendrás que serlo de finales. 

Bergan asiente.

- Gracias - dice claramente aliviado e ignorando las puyas de Varag - Arreglaremos todo para partir lo antes posible si eso es lo que deseáis. - comenta - En menos de una hora vuestra escolta estará lista. - y tentativamente añade - Ha sido un placer conoceros, y os juro que haré lo posible por que Cavar entre en razón.