Partida Rol por web

Bebo otro trago mientras observo el brillo en los ojos de Balael.  Podía notar su juventud y su espíritu intrépido a distancia. Bajo el volumen de mi voz.

-"Tengo un aasunto importante entre manos, pero el tiempo apremia.  Siento que no haya tiempo para mejores presentaciones pero en menos siete horas partire con o sin vosotros."

​Bebo un último trago apurando mi copa antes de proseguir.

-"Hace cinco días, una colonia en el sistema Orinda fue atacada por una fuerza sin identificar.  Mi misión es llegar allí lo antes posible y averiguar lo sucedido.  Os sere sincero, no tengo ni idea de lo que nos encontraremos al llegar pero esa colonia necesita ayuda y sea lo que sea lo que les atacó es probable que vuelva a acabar el trabajo".

Tras contar la parte sería de la reunión me recuesto un poco con una postura más informal.

-"Como os he dicho la rapidez es importante, no se que tipo de nave tendre disponible, busco un piloto capaz de sacar provecho a cualquier tipo de nave"

Miro a ambos en busca de su respuesta

"Fuerza desconocida que arraso un planeta" Esas palabras recorrieron mi cabeza, muchas cosas pasaron por ella, posibilidades en las que muchas veces acababan mal. "¿Dudarías si en vez de Balael fuera su padre?" Pienso mientras lanzo un vistazo a la joven, lo cierto era que seguramente no. Tras unos segundos sopesando no dije nada, dejaría que Balael se desenvolviera, si aceptaba perfecto iríamos y tendríamos el máximo cuidado, si rechazaba la oferta pues tendríamos que buscar otra cosa.

Seguí observando al elegante tipo, al parecer tenía que investigar algo "¿Para quién? ¿A quién tiene que presentar informe o es por cuenta propia?" Esas dudas me asaltaban, al oír sus palabras.

Gruuuugh-Arrhgorr-Bruuuiamm-Preeggiiuggggh-Argughhhhhb-Guarrrrrgggh-Priugghgbb. Digo a Balael tras agacharme unos segundos. El tipo tendría que ganarse mi confianza aun si quería que dejara de sospechar sobre el, yo no era Balael, había visto mucho durante años, como para confiar en un tipo que me asalta en una taberna.

El hombre asiente y te responde:

 - "Es cierto que contamos con algo de equipo, pero nada del otro mundo: Un poco de insumos médicos, un par de unidades de alimentación, unos artículos de soporte vital. Nada que no se consigan con unos créditos pero que te pueden salvar la vida. Todo está a disposición de los miembros del equipo. ¿Cuéntame, Sake, que te trae acá?"

El tono de Doren no es el de un interrogador, sino de quien solo tiene curiosidad.

Sin querer decir demasiado a un desconocido pero intentando ser cortes contesto -Ayudar un poco a la Alianza Galactica y sobre todo buscar respuestas, espero encontrar respuestas esta ultima frase la digo bajando la cabeza y disimulando como muerdo mis propios labios de pura furia y dolor -Y a ti que te trae por aqui? intento decir en un tono algo mas cordial.

Para el hombre no pasa desapercibido tu dolor, pero notas que no profundiza en el tema, muy probablemente por respeto y discreción:

 - "También para servir a la Alianza. Nina y yo trabajamos para Haka, somos miembros de una organización nueva, emergente, que sirve a la Alianza Galáctica en asuntos delicados como este. ¿Que mejor que ganarse la vida luchando por lo que crees? Podrías unirte a nosotros si quieres. Un hombre con tus capacidades siempre es bien recibido."

Doren es amistoso, un buen tipo a todas luces. Sospechas que gran parte de su trabajo es serlo y hacerlo creer al resto, pero no dudas por un momento que contigo está siendo sincero realmente.

Tus emociones se serenan y los pensamientos en tu cabeza callan de golpe cuando decides examinar en tu interior e intentar escuchar la voz de La Fuerza en tu interior.

Ella te dice que la Orden Jedi es tu familia, como siempre lo ha sido y como siempre lo será mientras tu seas uno de ellos, desobedecer a tu maestro nada bueno traerá. Te recuerda la advertencia final donde te dijo que una vez que eres mercenario no serás otra cosa. Entiendes que cuando tu ética y tus valores se rebajan a venderte, jamás volverás a hacer algo sin esperar la recompensa a cambio, que perderás el rumbo de tus acciones y el propósito de tus actos. Perderás la valoración de tus actos y tus propios principios se disolverán ante una suma suficiente. Entiendes que es una línea que no debes cruzar y que de hacerlo, sería tan difícil de retroceder como si cayeses en el Lado Oscuro.

Te dice que tu búsqueda no es necesaria, que nada de lo que pretendes es necesario y que haces bien en abandonar tus miedos e inseguridades. Debes entregarte a La Fuerza, así como lo hace el maestro Jedi que ve a sus hermanos morir y que no siente emociones negativas pues sabe que solo han vuelto a La Fuerza. El Camino del Jedi y es luchar y aceptar. Se lucha por otros y por el bien, y se acepta la verdad y la voluntad de La Fuerza. Esta ha querido que no poseas los artefactos que llenan tu cabeza y te obsesionan, así es la voluntad de La Fuerza. Debes confiar en ella y en que con su apoyo, nada más necesitarás.

Entiendes finalmente que seguir las órdenes de tu maestro es el mejor camino en este momento. Que haciéndolo te acercas al destino que has elegido y al camino de la luz.

 Tras meditarlo, acepto lo que La Fuerza me a mostrado y decido renunciar a mi búsqueda de equipo, decidiendo que ella me proveerá de todo lo que pueda necesitar...

 De todas formas, decido continuar un poco más con mi meditación...

Miras a través de La Fuerza, siguiendo el flujo desde tu propio ser y recorriendo todo su camino. Sientes como nos conecta, nos atraviesa y nos une. Sientes todo a tu alrededor, las paredes, tu propia existencia y todo a tu alrededor fluye como una corriente eterna y magnífica, un río de vida que da movimiento al universo.

Pero tu vista comienza a nublarse. No entiendes por qué ocurre. Puedes ver y puedes seguir a La Fuerza a través de la galaxia, pero esta se oscurece y se nubla. Sus corrientes se transforman en una bruma que está latente, que oculta cosas. Mundos distantes que no puedes reconocer se cubren de la neblina de sombras que ahora es y, a pesar de seguir sintiendo que es La Fuerza, no puedes ver a través de ella pues es una tiniebla que deja todo en penumbras a su paso, esperando algo para desatarse. Entiendes que tu conexión es fuerte y podrías saber lo que ocurre, pero...

... el Lado Oscuro lo nubla todo.

 Mis ojos se abren, mientras grito, alarmado, a los cuatro vientos, de tal manera que seguramente todo el templo debe de haberme escuchado:

 - ¡¡¡MAESTRO!!!...

 Normalmente no pierdo los papeles nunca de esa manera, soy una persona que siempre mantiene la calma, pero jamás había sentido o visto nada semejante, y no se como reaccionar...

A tu llamada nadie responde. Entiendes que la manufactura de los muros de las salas de meditación están diseñadas para que ningún sonido perturbe tu proceso de introspección. Ahora que te fijas, ni un solo ruido has sentido desde que entraste en ella, por lo tanto ninguno saldrá.

 Tengo que salir, tengo que avisarles a todos de lo que he visto...

 Me levanto y salgo de la sala, con intención de buscar a mi maestro y contarle lo que he visto. Si un Padawan lo ha sentido, sin duda los maestros lo harán, pero debo de asegurarme primero de advertirlos para que lo puedan ver primero... Si el lado oscuro lo está nublando todo... No me atrevo a imaginarlo...

Sales de la sala y te das cuenta que han pasado varias horas, no sabes exactamente cuantas. Al caminar hacía la sala del Consejo Jedi, te encuentras con tu maestro y la Maestra Snaill saliendo de la misma. Al verte acercarte rápidamente, te espera para oírte antes de continuar con su camino.

 Me acerqué alarmado, aunque tratando de mantener la calma, con el fin de que se me entendiera:

 - Maestro... Mientras meditaba he tenido una visión, he visto el Lado Oscuro lo nubla todo, nublando planetas que ni siquiera conocía y también las corrientes La Fuerza, nublando mi visión... Creo que va a pasar algo, pronto, algo malo...

Tu maestro te pone una mano en el hombro y te calma con su voz:

 - "Tranquilo Gaheris, muchos lo han sentido acá. Es por eso la importancia de las misiones actuales pues la desgracia puede atacar desde cualquier dirección. Mantente atento y con la mente despejada para escuchar tu corazón. La Fuerza te guiará y, si es su voluntad, serás capaz de detener el avance de las sombras."

El nautolano habla en calma. Estás seguro de que él también lo ha visto y probablemente la reunión que acaba de tener con el Consejo Jedi tiene algo que ver con esta amenaza que parece cernirse sobre la galaxia.

Miré preocupado a mi Maestro:

 - ¿El consejo sabe cual es esa amenaza?. La única que se me ocurre, que podría hacer que el Lado Oscuro nublara nuestra percepción de La Fuerza de esta manera son los Sith, pero es imposible, se supone que fueron extinguidos... ¿No es cierto, Maestro?.

 No sería la primera vez que se creía que esa amenaza estaba extinguida y luego resultó no ser así... Palpatine y sus aprendices, en especial Darth Vader, fueron una dura lección de ello...

Entreno con los droides de combate usando el sable de luz que me entregó mi Maestra en préstamo cuando me convertí en Padawan.

El adiestramiento me deja extenuado, por lo que tras varias horas, me ducho, me cambio de ropa y me retiro a una de las cámaras de meditación.

El entrenamiento le devuelve a tu cuerpo un poco de la energía que durante tu entrenamiento pusiste a prueba muchas veces. El cansancio y luego sentir como La Fuerza te otorga tu fortaleza para continuar, es algo que todo Jedi disfruta mucho. Entender el ciclo de la energía y sentir la conexión que une a todos los elementos de la galaxia en una infinita red de energía vital es lo que hace que los Jedi entiendan sus lugar en el universo y el de todo lo que les rodea.

Tus movimientos te recuerdan las enseñanzas aprendidas. El sable de luz que posees se mueve a gran velocidad cuando combates contra los droides, demostrándote cada vez más la veracidad de las palabras de tu maestra. Eres un buen Jedi y tus sentidos están en desarrollo creciente, a velocidad vertiginosa. Combates y vences como el mejor de los estudiantes, cumpliendo con creces las expectativas que la Orden ha puesto en ti.

Al terminar te aseas y comienzas a meditar en una sala especial para eso, aislada completamente del ruido exterior, sumiéndote en el más absoluto de los silencios, donde intentas silenciar también tu interior para oír la voluntad de La Fuerza.