Partida Rol por web

-Ya era hora- resoplé a Thaddeus de mal humor y le solté. -Nos han dado una invitación- señalé las manos de Robert y el papel que portaba y había leído para todos. -¡Y la fiesta es en una destilería! ¿No te alegras? Deberías, podríamos haberte tirado al mar o haberte dejado en un callejón para ser pasto de las ratas.

Me adentré en aquel lugar, esperando que mis compañeros se apuraran.

Un libro, una vela y oscuridad... ¿Por qué será que no me gusta esto? Ah sí, los traidores...

Examiné el libro a la luz de la vela, quizás tenga algo interesante... O quizás lo podíamos quemar para conseguir más luz en aquel agujero.

Él debe estar viéndonos en algún lado seguro, lo mismo hasta riéndose de nosotros en ocasiones... Porque el desfallecimiento de Thaddeus debe haber sido cuanto menos gracioso... Como vernos arrastrarle por las callejuelas.

De no ser porque se me había adelantado Trash, le hubiese dicho a Jarek en plan broma que estábamos en el cielo y que íbamos a emborracharnos.-¿Que tal te encuentras?- le pregunté mientras le ofrecía mi mano a Taddeus.- Espabílate, los anfitriones nos esperan-. Teníamos que apresurarnos en entrar , mas que nada para ver quienes estaban esperándonos, y como conocían nuestra situación.

El encapuchado por fin había despertado, y al no necesitar ya mi ayuda me libré del brazo que estaba sujetando al mismo tiempo que Trash, harto ya de tener que cargar con el asesino "Por fin te has despertado ¿Estabas soñando que todo esto no había pasado o algo así? Venga, nos esperan" dije señalando la puerta por la que había pasado Trash y entrando yo a continuación, preguntándome qué demonios nos esperaría ahí dentro.

Al entrar escuchaís unos pasos lejanos, y sonando en la nada, portando un candil apareció la figura de una mujer de unos 25 años, de pelo por los hombros negro oscuro...con un vestido blanco y gris bastante sucio y con alguna que otra rotura en las costuras, su mirada era oscura y sus ojeras pronunciadas...-Buenas noches... la chica hablaba con un tono muy débil ...creo que les esperan...dentro...

Finalmente una mujer apareció y mis pensamientos de quemar aquello desaparecieron. Asentí a la mujer y esperé que mis compañeros pasaran, prefería guardar la retaguardia, por lo que pudiera venir. No me fiaba de aquel lugar, ni de aquella gente... Casi no me fiaba de mis compañeros, de no ser porque casi morimos los cuatro y habíamos visto a ese... ¿hombre? Ni siquiera estaba segura de poder calificarlo así. Escondí la mano que tenía marcada bajo la manga de mi camiseta ajada de manga larga, dejé que la manga cayera y tapara mi mano por completo.

Y aproveché que estaba en la retaguardia, que nadie me veía, para coger el libro que ninguno de los otros pareció ver. Quizás aguardara una lectura interesante para más tarde, o quizás podría servir de leña para calentarnos como había pensado en un principio.

Ví como la curiosa chica se nos acercaba, candil en mano y nos saludaba. Vi cómo Trash se rezagaba "Igual piensa que es una trampa" pero aunque ese fuera el caso ahora mismo no se me ocurría otra cosa que meterme de lleno en la boca del lobo y salir airoso de alguna manera.

Al contrario que Trash, di un paso adelante y ocupé la vanguardia de la comitiva. "Buenas noches" le dije a la chica "En efecto, nos esperan. Muestranos el camino, si eres tan amable" Y esperé la reacción de la joven, al tiempo que me preguntaba quién habría sido capaz de saber donde acabaríamos al salir de ese extraño lugar.

¿Sería alguien relacionado con aquel que nos marcó?

La mujer os guió con la tímida luz de las velas, os acompaño hasta una puerta bien iluminada por dos velas a lado y lado...-Es aquí yo continuaré con mis cosas, cuando acaben volveré para guiarles... entonces la muchacha volvió por la dirección de la puerta de entrada, la puerta ante la que os dejo era de una sola hoja, pintada de color marrón oscura, y con un picaporte redondeado algo desgastado por el tiempo, a través de las rendijas de la misma se veía mucha luz al otro lado, el pasillo por su parte continuaba en penumbra hacia el lado contrario desde el que habíais entrado.

Procedimos a entrar en aquel tugurio( que parecía que había tenido tiempos mejores) los cuatro, guiados por aquella mujer. Al ir por los pasillos, no pude evitar el notar un escalofrío. ¿Quiénes nos esperaban? Me parece que todos nos preguntábamos lo mismo. Llegamos a una habitación algo iluminada, en el que teníamos que esperar.

La muchacha nos dejó delante de una puerta,a través de la cual, había bastante luz, en comparación con el pasillo por el que habíamos ido. –Bueno… Sea quienes sean los que nos hayan convocado, están detrás de esta puerta… Iré delante- Puse la mano sobre el pomo, girándola suavemente, y abrí con decisión.

Esperé que Helga entrara, puesto que se había ofrecido a ir la primera. Si algo había aprendido en todo este tiempo era a no ser carne de cañón, por ello seguí cubriendo la retaguardia. Mi cuerpo se sentía en tensión, toda mi espalda y me aseguré de esconder bien la marca, quizás alguien más sabía qué significaba, a quién pertenecía y puede que Él no tuviera tantos amigos como pudiéramos creer, aún estaba por ver si quien nos aguardaba eran aliados o enemigos.

Me disponía abrir la puerta cuando Helga se me adelantó en la tarea, por lo que dí un paso atrás para dejarle sitio para que habriese la puerta, poniéndome al lado de Thaddeus y delante de Trash. Yo mismo estaba vacilando a la hora de abrir la puerta ¿y si todo formaba parte de una enrevesada trama diseñada para matarnos después de recuperar un poco de esperanza?

"Bueno... 'Esperanza'..." pensé sarcásticamente mientras miraba un momento la marca de mi mano.

Al abrir la puerta aparece la imágen de una luminosa taberna aislada de la calle, una barra con forma de C mayúscula(cuadriculada), lámparas cada tres metros, mesas con sillones unidos tipo pub irlandés. Tras la barra los barriles y botellas de bebida junto con las jarras, vasos y algunos platos...al otro lado el suelo era madera ocurecida por el tiempo pero bastante limpia al igual que techos y paredes, algunos tragaluces cerrados en el techo era la única entrada de aire al margen de los conductos de ventilación, en una mesa un hombre sentado, alto y moreno cubierto con una máscara de gas y el uniforme de la guardia de la ciudad frente a él en la mesa donde estaba sentado un revolver.

Miré todo con precaución. Me extrañaba que estuviéramos en un pub, aunque nunca había sido enemiga de una buena copa, pero no era el momento...

A quién pretendo engañar, siempre es buen momento para emborracharse y perder la consciencia con esta mierda de mundo que nos rodea... Como Thaddeus, bien podía haber seguido inconsciente e ignorante.

Mi cuerpo se puso en tensión al ver a un guardia de la ciudad, con el uniforme y su arma. Por suerte yo cubría la retaguardia, pero él nos había llamado. -¿Tú has mandado esa nota?- alcé la voz, pues era imposible disimular nuestra presencia en el lugar, no había nadie más.

Después de ver al enmascarado miré alrededor mía, comprobando si había más personas escondidas en alguna parte y a comtinuación saqué la nota y la leí en voz alta "Os esperamos a los cuatro en la destilería de la calle oeste a la media noche, unos "amigos"" y al terminar de leer la nota, la volví a guardar y le pregunté al enmascarado "¿Donde están los demás, guardia?" además me precaté de no perder de vista el revolver.

Al entrar, esperaba un grupo de gente,e incluso pensaba que iba a ser aunque fuese una persona, pero no que en realidad esa persona tuviese puesto el uniforme d la guardia real. Esperaba (O esperábamos) que tuviese su explicación. Trash y Tucker comentaron el asunto, y hasta preguntaron  si había mas gente escondida. En un acto reflejo, puse la mano en mi cintura, esperando sujetar el mango de mi espada… Tonta de mí. Permanecí en silencio, pues lo que había que preguntar ya había sido pregunta. Solo estaba atento a lo que hiecese aquel hombre, y fijándome en cualquier detalle de la habitación, esperando a que ocurriese algo sospechoso.

El hombre asiente con la cabeza a la pregunta de Trash y con un certero...-¿Necesitas a alguien más?... para responder a Robert, finalmente los buscadores de "misteriosos seres o visitantes", para su decepción sólo vieron a un hombre canoso de unos 50 años y de cara ajada, de 1,60 de estatura que estaba tras la barra limpiando las tuberías para la cerveza por fuera...respondió con un gesto de asentir ...si desean una copa, pueden pedirla para eso esta Samael aquí.

Negué a la copa de inmediato y me aproximé a la mesa del hombre. Miré a mis compañeros antes de dar el primer paso, pero después no vacilé. No teníamos tiempo que perder y se suponía que estábamos muertos, por lo que cuanto menos tiempo pasáramos por ahí, mejor para nosotros.

Deberíamos tener ya un sitio donde escondernos, mucho más importante eso ahora.

-No hacen falta más guardias, con uno hasta sobra- odiaba a aquellos trajeados desde siempre, desde que habían comenzado a perseguir a algunos de los nuestros... ¿Sería uno de ellos el que habría hecho una oferta a mis allegados para venderme? Seguramente, los políticos no se manchaban directamente las manos. -Si nos esperabas aquí estamos, ¿qué quieres?

-No hay problemas...¿acaso no puedo ser un doble agente?...vosotros soís personas muy válidas y con más potencial que toda la contraposición...asesinarón al Emperador...y los culpables fueron ejecutados... se levantó de la mesa cogiendo su pistola ...¿soís fantasmas?...esa es mi pregunta...¿soy fiel al Emperador y ello es igual a un aliado?...esa es vuestra pregunta...¿teneís las respuestas?...nosotros somos la auténtica resitencia.

Miré como cogió el arma y di un paso atrás, de forma refleja. Ya sabía que no era oro todo lo que relucía, pero no sabía que podía esperarme de aquel guardia y al agarrar su arma me hace pensar que quizás sea más enemigo que amigo.

-¿Fantasmas? ¿Acaso crees en historias de terror para niños? -hice un mohín con la nariz, pues no comprendía a qué venía su pregunta. -Tú nos hiciste llamar, si sabes que estamos vivos no deberías cuestionarte tonterías... Ahora, ¿eres aliado o enemigo?