Partida Rol por web

Tras pensar mucho me decanto por la opcion mas descabellada que tiene la carta, quiero chocolatearme las venas hoy para que se me pase el enfado por haber perdido algo tan importante para mi.

-Es una pena que os haya pasado eso, pero suponia que deberian haber haberlas revisado antes de asignarlas. Puede que sea cerca de la nuestra- pongo cara de circunstancias por lo de las brujas y me encojo de hombros  cuando se rie Lena - Si lo llego a saber, me tiño el pelo de negro, asi el susto cuando me fueran creciendo las raices hubiera sido mas divertido.

Venis a comer y poder estar un rato mas juntos, la verdad es que es interesante. Seguro que nos cruzamos con mas gente y podriamos hace un grupo interesante. 
- Yo creo que no habra problemas, cambiar de menu sera interesante y seguro que intentareis colar algun plato español. Por cierto ¿me visteis salir con mi colgante esta mañana? creo que lo he perdido en el tren o cuando llegamos a la ciudad y para no darla un disgusto a mi madre creo que intentare buscar a alguien para que me haga otro si no aparece.

Lena te mira y te imagina de morena.

- No te quedaría mal el moreno la verdad...aunque te veo más de rubia... - comenta Lena - ...Si quieres puedo ayudarte a teñirte el pelo. 

Luego piensa sobre el colgante.

- No te vi con el colgante al salir del tren pero si quieres podemos ir a ver si lo han encontrado al salir de aquí, la verdad no hay nada mejor que podamos hacer hoy. Además estos días solo tendremos la charla de cómo será el curso. Además no queremos que tu madre se disguste.

Dicho esto bebe su chocolate mientras seguís hablando. La charla es amena y los andaluces son graciosos y buena gente. Habláis de series de televisión de España, los chicos un poco de deporte ya que la liga estará reñida.

- Y bueno si quieres podemos ver las joyerías de la ciudad, en la enciclopedia universal que tienen fama de ser buenos plateros en Karnstein.

-Aunque no lo creais, mis hermanos son morenos. Soy la unica que he salido a mi madre, aunque no es tan pelirroja -digo antes de dar un sorbo a mi taza de chocolate y comer un trozo de la tarta que he pedido. Al final se me habra caido en el tren, tal vez cuando dormia o cuando me cambie de ropa.

-Si lo han encontrado, espero que me lo devuelvan. No es por lo que vale, es por la historia que tiene. Mañana podemos acercarnos despues de las clases - el resto de la conversación para mi es un poco alienigena, no suelo ver la televisión, no tanto como deberia y de la liga por lo que oigo a mis hermanos, padre y abuelo. Incluso comento que no deberian hablar de futbol cerca de los britanicos o acabarian con un partido - La verdad es que si, podria mirar si pueden reproducir una con una fotografia que tengo y un par de dibujos que la he hecho cuando me la dieron. 

El resto de la tarde pasa de forma tranquila, por fin llega la hora de retiraros a vuestras habitaciones y descansar ya que el siguiente día se acerca y con ello las charlas en la universidad. Los chicos están en una casa de huéspedes a sólo trescientos metros de la vuestra, realmente cerca y parece que están de momento solos en ella por lo que puede ser un sitio donde organizar alguna fiesta o cena entre vosotros.

Tras despediros llegáis a la casa de huéspedes justo para la cena. La cena que os sirven no está mal ya que han preparado verduras asadas al horno y los productos son frescos y con mucho sabor. Tras la cena Lena decide darse un pequeño baño relajante antes de acostarse y tú entras en tu habitación. Encima de la mesita de noche ves tu preciado colgante, parece que lo han encontrado y te lo han debido de traer.

Fuera la niebla parece apoderarse de las calles de Karnstein, agudizas tu oído un momento y crees escuchar entre ella el aleteo de un ave que seguramente estaba posada en el alféizar de tu ventana. Las noches en Mordavia son frías por lo que puedes apreciar pero la habitación está calentita y es agradable. Además estás de mejor humor por haber recuperado el colgante.

Definitivamente voy a necesitar hacer algo de ejercicio por lo que he comido, pero me lo he pasado bastante bien. Que esten cerca de donde estamos nosotras es mucho mejor, no se me hace sentir mas segura por si tenemos algun problema y es por eso que memorizo el camino hasta donde estan ellos por si acaso, solo por si acaso. 
Nos despedimos para el dia siguiente y en cuanto llegamos el olor de las verduras asadas me inunda las fosas nasales. Acabo por rememorar mi infancia cuando me sentaba en las piernas de mi abuela, que me contaba historias mientras se asaban pimientos en la chimenea de leña. No negare que esta muy rico todo y que a pesar de las miradas de ser pelirroja que nos lanzan a Lena y a mi disfrutamos hasta de la compañia.
-No te arrugues en el baño - replico antes de entrar en mi dormitorio encendiendo la luz y cerrando la puerta detras de mi. Es cuando la veo, pero no me ha dicho nada la hija de la dueña. Lo acaricio con cuidado al cogerlo y suspiro cerrando los ojos, es cuando me llega el sonido de un ave. Camino a la ventana apartando la cortina un poco, para ver como esta la calle, aunque este la niebla creo que podria salir a correr un poco. Necesito agotarme y conocer esta ciudad, pongo mi mano en el frio cristal y luego la frente cerrando los ojos, suelto el aire lentamente haciendo que se empañe. Luego me separo volviendo a ponerme el colgante, ahora es cuando voy a deshacer la maleta por completo. Camino descalza mientras lo voy colocando todo con cuidado y preparo lo que llevare pqra las clases. Ademas me alisto para salir a correr un poco, que puede que no me dejen o que si solo para que me lleve el diablo. Abrocho la chaqueta, antes de ir al cuarto de Lena a ver si esta, llamando antes de abrir. Si no esta comprobare en el baño.

-Lena, ha aparecido el colgante. Me gustaria agradecerselo a quien lo ha traido, voy a preguntar para hacerlo y luego saldre a correr alrededor de la casa. 

Lena está ya en su habitación cuando vas a comentarle que has recuperado el colgante.

- Genial, así mañana nos ahorramos ir hasta la estación y podemos aprovechar para callejear un poco. - sobre agradecérselo te comenta - Pregunta a la hija de la dueña seguramente se lo hayan dado a ella. Yo me secaré el pelo y luego leeré un poco hasta quedarme dormida. Abrígate que ha refrescado bastante.

Bajas y le preguntas a la hija de la dueña quién ha dejado el colgante. Ella parece sorprendida ya que no lo sabe, le pregunta a su madre y dice que nadie lo ha dejado, pero mañana le preguntarán a la chica que les ayuda con la limpieza porque pudo haberlo vista ella.

Cuando les comentas lo de salir a correr te indican que vayas siempre por zonas iluminadas ya que la niebla hace que las calles de Karnstein se conviertan en un laberinto y es fácil perder la noción de dónde se está.

La noche es fría y la niebla bastante espesa, apenas puedes ver a unos metros de distancia de donde estás. Cualquiera con cierta sensatez habría dado media vuelta y entrado de nuevo en la casa de huéspedes pero tú no eres de esas y decides salir a correr. Escuchas de nuevo aleteos y puedes ver a dos murciélagos revoloteando alrededor de una farola encendida, puede que ese fuera el ave que escuchaste antes aunque su sonido era diferente. Puede que fuera un murciélago más grande.

- No se, pero bueno. Tu no te quedes mucho, espero que la térmica aguantes- sonrío guiñandola un ojo antes de cerrar la puerta de su cuarto, bajo comprobando que mi móvil tiene bateria. Pero me sorprende que ellas no sepan eso, ya lo averiguaré, ese pensamiento es el que tengo cuando el frío nocturno me golpea al abrir la puerta. Me abrocha la chaqueta mirando la calle, a la derecha siguiendo las farolas en línea recta, así luego volver será más fácil. Los murciélagos no me preocupan, hablamos de ellos cuando veníamos en el  tren, es curioso puede que mañana lo comente.

Corres entre la niebla siguiendo la luz de las farolas, no te alejas demasiado y además el sonido del aletear de los murciélagos te mantiene el alerta aunque más bien estás en tensión. De pronto los aleteos dejan de escucharse y una sombra se recorta entre la niebla, caminando a la luz de las farolas hacia donde estás. Te paras en seco en ese momento ya que no percibes con claridad quién se acerca.

El desconocido también se para y con una voz aterciopelada aunque varonil pregunta en un alemán neutro.

- ¿Quién va? Perdone si le he asustado...

Aún no eres capaz de percibirlo aunque puedes observar que es un varón de metro ochenta y cinco como mínimo. De complexión delgada y lleva un bastón. Viste un traje de tres piezas de corte inglés. La niebla se va disipando a su alrededor y puedes ver que es un hombre atractivo, de unos treinta y pico años. 

Mis zancadas se escuchan apagadas contra el empedrado, mientras mi respiración es la que me llega en este silencio acompañando a los murciélagos. Tengo esa sensación extraña, no me gustan por lo que pueden significar a veces y ahora solo podría defenderme con mis puños y piernas si fueran vampiros.
Por eso que desaparezcan solo hace que me tense mas, solo desaparecen por un depredador y no he oido ningun búho o similar. La sombra hace que me pare, no he oído a nadie caminar, puede que estuviera demasiado concentrada en esas ratas ciegas con alas. Pero echó un pie hacia atrás y cierro los puños un segundo en una semi posición de defensa o ataque según como se mire.
Al verle sonrió. casi aliviada por ver a otro ser humano y niego relajandome un poco.

-Lo siento, la que debe pedir perdón soy yo. No esperaba encontrar a nadie en las calles a estas horas- le respondo en alemán intentando mantener un poco la compostura y que no se me note que le iba a dar un puñetazo si hubiera sido necesario. Le observó con detenimiento, cada objeto que porta, cada gesto ¿será un baston con algún tipo de cuchillo dentro o solo para apoyarse? -iba pensando en murciélagos y en clases de la universidad. De verdad que lo siento, seguro que tampoco esperaba encontrarse a alguien.

Ya que ambos aceptáis las respectivas disculpas, el hombre se acerca a ti aunque se mantiene a una distancia prudencia.

- Perdóneme de nuevo señorita, la verdad es que to también iba absorto en mis pensamientos y no contaba encontrarme con nadie con esta niebla.  Mi nombre es Frederick - se presenta tendiéndote la mano - Y si iba pensando en murciélagos espero que sea por la próxima película del héroe enmascarado, no porque estos pequeños y graciosos animales la hayan asustado. Tienden a enmarañarse en el pelo pero son por lo demás totalmente inofensivos.

El gesto no es desconocido, así que levantó mi mano para estrecharse la. Mantengo la sonrisa y hago un gesto que es divertido pero desespera a algunos.

- Encantada Frederick, yo soy Leonor. La niebla hace que ignoremos nuestro alrededor - parece que al final sin hay gente que sale a pasear con este tiempo. Niego y me río tapandome la boca - No soy muy de ver películas, prefiero el ajedrez. No se preocupe, los murciélagos no me asustan son adorables cuando están dormidos. Y si se enredan en mi pelo pues habría que quitarlos, no me gustaría cortarme el pelo. 

El desconocido de nombre Frederick escucha atentamente cada una de tus palabras y por el acento que usas al hablar intuye que no eres mordava.

- Perdone la indiscreción pero por su acento veo que no es mordava, ¿es una de las estudiantes de intercambio que ha aceptado la universidad? 

Sigue manteniendo la distancia lo que te da cierta confianza, una racha de viento hace que la nieblas se disipe un poco en la zona en la que estáis y la luz de la farola ilumine un poco más la calle. Un par de murciélagos revolotean alrededor de la luz pero se cansan pronto y se alejan aleteando en la noche.

- ¿Qué le parece nuestro país? Comparado con el suyo entiendo que será algo pequeño y seguramente peculiar...

Parece querer disculparse por la gente de su país, la verdad es que hasta ahora salvo por las supersticiones contra las pelirrojas no has notado muchas más peculiaridades. Son gente humilde y muy trabajadora, muy vinculada a la tierra.

Asiento con una sonrisa y me humedezco los labios levemente.
-Si, acabamos de llegar hoy. Vengo de España, de la Universidad de Salamanca para estudiar historia y ha sido un verdadero honor que me eligieran para venir. Aunque un semestre se me hara muy corto

Levanto la mirada al ver las sombras danzar y como se marchan, seguro que estarian cazando algun insecto atraido por la luz. Me abrocho un poco la chaqueta mas, mi pelo recogido se mueve un poco por ese viento casi salido de la nada.

-De momento bastante interesante, algunas costumbres bastante curiosas. Si algo he aprendido es que nuestro pais es tan grande como lo veamos nosotros. La gente de Mordavia, hasta el momento me ha parecido con muy buen corazon y salvo por mirarme mal al ser pelirroja, no han intentado quemarme en la hoguera por brujeria. Puedo arreglarlo y posiblemente lleve un pañuelo, para que no se sientan incomodos.

- España, bonito país. - te comenta el mordavo - Lo visité hace unos pocos años, su fervor católico siempre es reconfortante en estas épocas modernas en la que los países han perdido el arraigo de las viejas costumbres. Además sus catedrales y castillos son preciosos. 

En ese momento el reloj de la catedral mordava dan las doce de la noche. Frederick saca su reloj para comprobar que es la hora exacta.

- Veo que sigue siendo puntual. - mira para ti y te dice - Siento que tengo que dejarla que continúe con su sesión de deporte, tengo asuntos que atender pero me gustaría volver a verla si le parece bien y enseñarle los secretos de la ciudad si usted desea.

-Si, tiene sus cosas buenas y malas. Me alegro que le gustara, aunque no todos los castillos son bonitos mas bien funcionales. Espero antes de irme poder visitar el que hay aqui, para ver la perspectiva de las batallas que se libraron a los pies de sus muros.

Las campanas suenan y una parte de mi mente dice que es imposible, no habia salido tan tarde de la casa de huespedes como para que llegara la medianoche. Tampoco he estado hablando tanto como para que pasara el tiempo.

-No se preocupe, lo comprendo. Siento haberlo retenido, aunque la conversación ha sido agradable -no me esperaba que me pidiera eso, nos acabamos de cruzar y deberia decirle que no por que no nos conocemos, no ha sido aprobad... ¿por que estoy pensando como si estuviera en casa? mi abuelo ha sido el primero que ha dicho que viniera, aun no se por que pero ya lo averiguare. Sonrio y asiento - Me parece bien, la verdad es que me gustaria muchisimo conocer la ciudad y todo lo que oculta. Historicamente hablando sobretodo y siendo alguien de aqui, seguro que las conoce todas. Estoy hospedada en una casa de huespedes un poco mas adelante, Leonor Escobar. Esperare esa visita cuando le venga bien, espero que sus asuntos no le entretengan demasiado Frederick

Hago un leve asentimiento de cabeza antes de volver a empezar a correr, media hora mas y luego volvere a la casa de huespedes para dormir. Cuando cuente esto, seguro que alguien se piensa que he encontrado a mi principe...

Frederick se despide cortesmente y ves como se pierde entre la niebla, parece dirigirse hacia la plaza mayor. Por alguna extraña razón te apetece ver a dónde se dirige pero al final decides que es mejor terminar tu sesión de ejercicio y regresar a descansar.

Cuando llegas a la casa de huéspedes la dueña te mira mal, ya que no le parece normal que salgas a correr siendo de noche. Puedes ver como tira algo de sal en la entrada para espantar los malos espíritus. Al subir ves que Lena está ya en su habitación aparentemente durmiendo ya que no ves luz por debajo de la puerta. Te das una ducha rápida y luego tras secarte el pelo debidamente te metes en cama. No tardas mucho en dormirte y tienes un plácido sueño, la sensación de que alguien que te aprecia vela por ti.

El día sucede a la noche, y la luz de la mañana te despierta. Aún así sigues en cama un buen rato más ya que realmente no tienes que madrugar. Pero el olor a café y a bollería casera hace que decidas levantarte, al salir de la habitación ves a Lena que te está subiendo el desayuno.

- Como no sabía lo que te gustaría te traigo de todo... - dice señalando a la bandeja - Café, leche y cacao. Tostadas, galletas caseras con un toque de limón, unos bollos típicos de Mordavia que están riquísimo...te lo digo por experiencia que me zampado seis...y luego las versiones locales de los croissant que no están nada mal. ¿Qué tal anoche? No te escuché llegar, debí quedarme sopa rápidamente...

Creo que ha sido divertido conocer a alguien que no sea tan cerrrado de mente, sera divertido que me enseñe la ciudad.

Salgo con el pelo alborotado y con el pijama, frotandome un ojo. Pongo un poco cara de circunstancias, no soy de dormir tanto pero me apetecia tanto quedarme ne la cama. La dejo pasar con una sonrisa en los labios.
- Fue interesante, llegue muy tarde aunque la dueña seguia despierta y estuvo echando sal cuando entre - digo dejandola pasar bostezando y aparto la silla de la mesa para que se siente y luego lo hago yo en la cama - habia mucha niebla y...conoci a alguien. Un caballero mordavo bastante simpatico que me va a enseñar la ciudad. Se llama Frederick, a lo mejor no deberia haberlo echo pero fue tan amable.   Y no se lo cuentes a nadie o empezaran a pensar no se bien que

- Mmm...Frederick, ¿es guapo? Cuenta cuenta...puede que regreses comprometida a España...

Lena pone una actitud de reportera de salsa rosa que aterra, parece querer saber todo de tu encuentro nocturno.

- ¿Cuándo podremos conocerlo? ¿Cita doble conmigo y con Brais?¿A qué se dedica?