Partida Rol por web

Tras terminar con la tarea de ayudar al dueño de la casa, Anhknut comienza a recoger de modo realmente mecánico los utensilios que han empleado, y parece más que utiliza esa labor como distracción que otra cosa. De hecho, mira con cara de pocos amigos hacia la puerta por la que la mujer y el enorme bárbaro acaban de salir:

- Maldita sea, cuando me meto en algo me gusta saber de qué se trata, y poder ayudar o no a conciencia, considerando todos los ángulos del asunto: estos secretos a medias no me gustan nada.

¿Le pasa algo a perla? Pregunto cuando los dos cimerios salen de la casa.
La morocha, muestra todas sus graves heridas...aunque se espera que se recupere pronto.

Mmm, Eban queria revisar esa caja, y a mi tampoco me ha gustado que se vayan afuera èstos dos...Mmmm.

Bit, se acerca a la puerta de calle, cerrada ahora, y con la llave colgando de un clavo.
Nada se oye desde adentro de la conversacion de los misteriosos cimerios.
Ahknut, por su parte, parece tan molesto como Bit y Eban, por haber sido ignorado y mantenido en las penumbras respecto a lo que estè pasando....

Shhh. Susurra el nomada, tras descolgar la llave del clavo.
En silencio, se acerca a la puerta y le da media vuelta al cerrojo.
Bit sonrie, se acerca a Eban, y le arroja la llave con la zurda, guiñando un ojo.
Entonces, se acerca al cofrecillo...
Les contaré lo que se...Se nota que Anhknut, sabe tan poco como cuando le interrogué en el templo de Erketo, ...y mi compatriota -señala a Eban-, al parecer tambien ha sido mantenido en las sombras.

Oigo como la puerta se cierra tras los gigantescos hombres (y mujer) del norte, me encojo de hombros. No me gusta la actitud de mis "invitados", demasiadas cosas privadas y secretitos, pero que le vamos a hacer, ya me estoy acostumbrando.

Los pocos que quedan despiertos en la casa parecen igual de molestos que yo, el shemita me ha caido bien, compatriotas no se ven todos los dias. Y el estigio es un buen tipo, dentro de lo que cabe, y espero poder aprender alguno que otra cosa de él...

De repente una pregunta surca el aire.

- A parte de que cuando llegó aquí tenia más agujeros que una cota, después se..."relajo" digamos con algo de loto - Digo a Bit con indiferencia, no me importan las intrigas que haya entre ellos, lo más mínimo. Aunque no desecharé la idea de fisgar un poco. - Supongo que aún tardará algo en despertar.

Bit se va hasta la puerta mientras los dos médicos atienden a Perla, pensando que le ha pasado algo.

Cuando se giran, ven como Bit cierra la puerta con llave con poco disimulo y se la acerca a Eban.

-Así está mejor

dice guiñándole el ojo al médico (y dice lo que ya ha mencionado antes en el otro post)

Bit toma el cofre en silencio, desconfiando de los dos dormilones, y colocándose a un costado le pone el filo del hacha bajo el candado, y hace fuerza para hacerlo saltar.

Les contaré primero que hay guardias buscando a... comienza señalando a Perla

-No tengo ninguna prisa por irme.

El bárbaro respira aliviado y tranquilo, en el amparo de la oscuridad. Parece que le gusta tu compañía. La de una mujer de armas, tan dura como el acero, con la mirada fija y fría como las montañas que os vieron crecer y con la sangre hirviente en las venas como las llamas que os mantienen vivos cada noche.

La compañía de una mujer de verdad.

-Siéntate un rato, estoy algo cansado de aguantar a todos eso.

Que piensas hacer mañana cuando vayas a ver a Gálacus y al otro?

No escucho, que al personaje lo hago durmiendo, salvo que me despierten, peguen gritos o me molesten.

Después de las que ha pasado y toda la noche despierto, está rendido y no le vendrá mal la siesta.

Por cierto, en d20 conan ¿se recuperan puntos de golpe por dormir?

Miro a dientes intentando averiguar en que demonios piensa realmente y si es asi de simple de verdad o solo una mascara tras la que oculta una notable inteligencia...o si simplemente es un hombre....Resoplo, no tiene caso ocupar la mente en acertijos.- ¿Que les haria?¿Que les harias tu?.- pregunto mirandolo con la rabia que me fluye por las venas.- Nos traicionaron, salieron corriendo, todos fuimos heridos y ellos sanos y salvo... lo que les haria es gritar de dolor hasta que la muerte les llevara y te aseguro que eso no seria rapido. - me paso la mano por el pelo apartandolo de mi cara, recordando esa noche y como calleron mis compañeros. Luego acaricio la cicatriz de mi costado jurandome que se lo hare pagar tarde o temprano.- No obstante se que tenemos que ser sutiles si queremos respuestas.....

Tras insistir un rato, la cerradura salta.

Al levantar la tapa recuerdas las palabras del la Cimmeria, que hacían referencia a una posible tramapa, como le indicó a ella Perla, pero ya es demasiado tarde.

Cuando la tapa se separa del resto del cofre, un mecanismo circular hace toda una corona de agujas se ereccionen y varias de ellas lleguen a rajar en la mano a Bît-Yakín.

Acto seguido, el Shemita empieza a sentirse débil y cansado. Casi le cae el cofre de las manos, junto con su contenido.

El sistema nervioso del nómada empieza a fallar. La ponzoña hace que las manos y las piernas dejen de reaccionar cuando él se lo ordena.

Atontado Bît consigue dejar el cofre en el suelo antes de que sea demasiado tarde.

En el interior del cofre hay seis frasquitos de fino cristal. En cada uno de ellos hay un líquido. En tres el líquido es dorado. En los otros tres es rosado.

Hay dos frascos, uno rosado y uno dorado, con el tapón y adornos de plata. Dos mas, de mismos colores, adornados con hierro, y los dos últimos lo están con estaño.

Vosotros diréis.

Me aparto con cuidado cuando Bit empieza a ponerse rojo haciendo fuerza, parece que cuesta pero al final la cerradura salta.

Cuando oigo que está abierta me acerco un poco y miro por encima del hombro de mi compatriota con la boca abierta, expectante para que lo habra. Pero cuál es mi sorpresa cuando veo la corona de agujas y observo como nustro compañero desfallece por el veneno.

-Que hay quien la busca no es ninguna novedad, aunque el hecho de que sea la autoridad quien lo haga podría significar algo... o no. ¿Qué más sabes? - interpela Anhknut a Bit-Yakin, suspicaz aún por sus actividades. Y por qué motivo no dejas en paz lo que, a todas luces, no es tuyo -termina, con gesto de disgusto.

- Esto no podía acabar bien -exclama el erudito. Debe haberse envenenado, ayudémosle, rápido! Puede que lo que estaba haciendo no fuera noble, pero no creo que dejarle morir sea la solución.

... Maldita sea... Está es mi respuesta insconsciente a las palabras de Anhknut.

Me acerco a Bit y tomo su pulso mientras miro el contenido del cofre desde cierta distancia, por si acaso. Después miro al estigio, como pidiendo consejo, y inmediatamente posibilidades rondan mi cabeza.

...¿Puede que alguno de los frascos sea un antídoto? Es posible, puede que accidentalmente el propietario del cofre se envenene, y sería necesario un antídoto al instante...

El veneno parece potente y el tiempo apremia. Miro alternativamente a Perla y Anhknut.

-¿Crees que debemos despertarla? El cofre es suyo, puede que sepa como tratarlo -

Digo mientras huelo las agujas para ver si reconozco el veneno y intento pensar en algo productivo.

Mientras mi compañero se lo piensa actuo rápidamente, cojo un cojín...desmasiado pequeño. Miro alrededor y decido quitarme el turbante, lo desgarro, lo enrollo y lo aprieto bien alrededor del brazo de Bit haciendo un torniquete. Acto seguido me alejo un poco y cojo una hoja afilada de entre mis utensilios y hago un pequeño pero eficaz corte en su mano, para que corra la sangre. Acerco el barreño y empiezo a chupar para sacarle el veneno, tirando la sangre dentro de barreño para no ensuciar.

No sé si será suficiente, pero si todo lo que puedo hacer de momento.

De eso se trata...

Por esta vez, creo que será mejor no ir a partirles la cabeza a la primera.

El bárbaro desde el suelo te tiende la mano suavemente para acercarte mas a él.

Dulcea parece que no sabe nada, por lo que podríamos hacerles alguna treta. Ella está organizando una "reunion formal", En una mesa y todo eso... No un interrogatorio.

Se supone que es una sorpresa para ellos. No les dirá quien eres, pero a mí me reconocerán si me ven con Dulcea.

Empiezo a dudar de que todo sea como pensábamos.

Perla no te da muy mala espina?

El cimmerio está bastante confuso, no está acostumbrado a este tipo de intrigas, y el trabajo de espía, no es nada apropiado para él. Pero sin duda, ahora con quien confía, es en ti.

Perla tiene mucho que ver con el loto negro, creo que nos engaño cuando nos contrato.- Le digo acercandome a el.- Al menos no fue del todo sincera...- digo mientras paso la mano por el cosido de mi costado.- Pero necesito saber quien nos traiciono y porque, por mi y por los que quedaron detras nuestra.

Le miro fijamente, retomando el tema de la reunion.- ¿Quieres que entre yo con Perla y tus los esperas fuera? o... ¿Te tiño el pelo de rubia?.- pregunto con tono de broma. Me gusta estar con el, aunque se que no puedo hacerme ninguna ilusion.