Partida Rol por web

Al despertarme, sacudo un poco la cabeza y me restriego los ojos con las manos cerradas en puños. Bostezo mientras me desperezo un poco.

Bsoches... -logro murmurar mientras busco mi chaqueta y me la pongo. Voy al baño, me echo algo de agua en la cara para despejarme y, sin siquiera secarme, me dirijo a la puerta a hacer mi guardia.

Vuelas a gran velocidad por el cielo disfrutando del paisaje... todo parece idilico... hasta que ves "el lago".

Lo que antes fueran aguas claras y apetecibles parecen haberse tornado en una especie de cieno negro y putrefacto.

Eres atraida hacia esto y no consigues evitar sumergirte en "eso".

Notas como pequeños mordiscos durante tu inmersion... pequeñas bocas que tratan de succionar todo de ti...

Cuando por fin remontas el vuelo ves una isla...  una isla en medio del lago.

En ella, una cueva.

Y en ella, eso.

No recuerdas que es "eso" cuando despiertas pero sabes localizarlo... no esta lejos.

Lo unico "chungo" es que tendreis que pillar una embarcacion para llegar hasta alli...

En 48 horas contando con otra parada en coche llegareis a la playa del lago...

Os Despertais por la mañana temprano.

Ninguno ha podido dormir del todo bien.

Era como si algo os acechase en la noche, y al mirar, despiertos o en sueños, desapareciese...

Narel es la peor parada, y sus legañitas delatan que no tendra un buen dia hoy.

Desayunais en el Buffet y os permiten llevaros cosas para el viaje, algunos bocatas y bebida.

Se levanta torpemente, como si estuviera acartonado. A pesar de que ha dormido horas y horas se siente aun cansado. Necesita de veras una ducha y una muda limpia.

Al salir de la ducha su cuerpo se encuentra menos oxidado, pero animicamente se encuentra igual de mal. El ritual del agua corriente que emplea todo el mundo al despertarse para alejar las brumas del despertar no acaba de funcionar.

Sin decir mucho se planta en el buffet libre con sus compañeros, come casi mecanicamente esperando que los otros lleven el peso de la conversación. Solo pregunta cuando se iran de allí.

El no haber dormido del tirón me ha dejado algo zumbado, con la sensación de presión en la cabeza hasta que me lavo la cara y después de ir al buffet, desayuno.

Por suerte... -bostezo, después de comer- la noche ha sido tranquila... ¿Has sacado algo en claro, preciosa? -le pregunto a Narel.

Narel remolonea bastante en la cama, echa un gurruño, calentita. No es hasta que le quitáis las sabanas y mantas, y la empezáis a menear hasta que desiste, y de mala ostia se levanta. Tal es su adormecimiento, que tarda hasta cinco minutos en conseguir liarse uno de sus cigarros.

En su rostro se marca el cansancio con ojeras, bolsas y la piel un poco más blanca de lo habitual. Cuando se termina el cigarro, se va derecha a la ducha. Sin importarle nada que pueda haber otra persona en el cuarto de baño, se desnuda y se mete debajo del agua templada. Sabéis que suele ser excesivamente liberal con este tipo de cuestiones, pero no que suela llegar a ser tan grosera. Es más que evidente que el sueño la ha trastornado.

Casi como un zombi os acompaña hasta el buffet del desayuno, tras a ver recogido sus escasas pertenencias. No es hasta el tercer café (parece que quiera café en vena directamente), que empieza a hablar y dejar de comunicarse por pequeños gruñidos.

- Vaya noche… - mira a Evans – Gracias por hacerte cargo del turno partido. – dando otro gran sorbo de café y una calada – Échate ahora en la parte de atrás si quieres, y así duermes un poco más. Procuraré no pillar baches. – se sirve el cuarto café y pide al camarero un par de packs de Red Bull, por si acaso – Más que en claro he sacado en oscuro. Nos quedan un par de días de viaje, contando con otra parada para descansar. Una vez lleguemos al lago, tendremos que buscar alguna barca o algo así. El origen esta en el centro del lago, en una cueva, en una isla. No consigo recordar como es lo que allí nos espera, y creo que mi cordura lo agradece. Tan sólo puedo recordar algo así como Cthulu. Muchos tentáculos o ventosillas que me chupaban por todas partes – mira seria a Evans – y no tiene nada que ver con una fantasía erótica. De verdad que creo que es mejor no recordar como era esa cosa…

Tras el desayuno se vuelve a montar al volante, con varios cigarros ya preparados y un par de latas de Red Bull a mano. No es cuestión de tener un accidente de coche de camino a salvar el mundo…

¿Cthulu? ¿Esas novelas del tipo ese raro de las que han sacado hasta un juego de rol? Nunca me terminaron de gustar, y mira que alguno de mis alumnos me ha hablado de eso... -niega con la cabeza-. Bueno, sea como sea, un bicho con tentáculos que te chupaban no es lo más agradable y alentador del mundo... Y no, Narel, en esta situación, ni siquiera yo estoy para asociar este tipo de cosas a asuntos erótico-festivos -bostezo-. Sí, supongo que haré eso, dormir un rato.

Se preocupa de coger bastantes dosis de fruta, que pide que le envuelvan en papel de plásticos, ya que sospechaba que necesitaría azúcar una vez se despertara otra vez para funcionar bien (es lo que tiene codearte con los profesores de biología), así como grandes dosis de agua, lo cual era una costumbre en él para evitar embriagarse excesivamente, lo cual podía hacer pasar a su cuerpo del Éxtasis de los dones de Dioniso a una intoxicación algo menos controlable y productiva para el grupo.

Yendo hacia el coche, miraba los paquetes que estaba guardando en su mochila: ¿Sabíais que el semen humano contiene fructosa y que, según dicen, se hace más dulce si comes más fruta? -miró a sus compañeros, sonriente, aunque no creyó que sobre todo a Geist le hubiera caído bien ese comentario-. Bueno... sólo era... por comentar algo -dijo, encogiéndose de hombros mientras subía a la parte de atrás del coche y dejaba la mochila a un lado para acostarse, bostezando-. Bueno... dormiré un poco. Cuidadito, Narel, y no corras demasiado.

Ante el comentario del semén, Narel contesta un tanto de malas formas.

- Pues ya puedes ir guardando en una petaca para más tarde... menos mal que no estabas para estas asociaciones...

Arranca el coche, y al girarse para salir marcha atrás mira a Samuel, con la mirada un poco avergonzada.

- Perdona por lo de antes... el cansancio de me pone de mala leche... y tú no tienes culpa de nada... he sido una borde...

Conduce en silencio todo el camino, llendo más rápido de los normal, guiada por la PDA, pero menos que el día anterior.

Os poneis en marcha todavia cansados, pero como aun os queda un buen trecho, no parais.

Avanzais y avanzais carretera hacia el norte... hasta que llegais a la ultima ciudad antes del lago Swan Lake.

Parece que es vuestro objetivo...

Para poder llegar hasta el necesitareis un Todoterreno para ir por las llanuras intermedias y una embarcacion...

Ademas de esta ciudad, todo lo restante cercano al lago es una Reserva India protegida...

Geist habla cuando está en el coche.

-He pensado sobre el sueño que has descrito, me ha recordado al inconsciente colectivo del que hablaba Jung, solo que parece que esta vez hablamos de una presencia psiquica más peligrosa y que parece que solo sentimos nosotros como Despertados. Estamos hablando de algo que devora la magia, hasta el punto de secar los Avatares y trastornar a los Despertados que los portan con ello. La antimagia, el Qlippoth de Cardinal según la teoria cabalistico-hermetica.

Resumiendo, está claro que esa cosa tiene que ver con nosotros como "raza". Como teorico de la magia no creo que nosotros los Despertados seamos diferentes en esencia a los humanos normales y corrientes, solo gente con sus habilidades innatas desbloqueadas. Sin embargo estamos parte en el sentido de que nosotros vemos y podemos acceder a otros reinos de existencia. Creo que deberiamos poder tener aliados Durmientes en esta empresa, ya que ellos deben estar aun a salvo de esta amenaza. Es difícil pero nos permitirian al menos poder acercarnos sin sufrir daño psiquico y espiritual. Lo raro es poder convencer a alguien para que nos ayude, somos unos bichos raros para la gente y estamos sin blanca....-

Narel, ya algo de mejor humor, después de la cafeína y los Red Bull, parece de mejor humor, a pesar de que sigue siendo evidente su cansancio. Cuando termina Geist, lo mira con una cierta decepción jocosa.

- Vaya, que decepción. Yo siempre preferí pensar que era porque teníamos el gen x y los demás no. Siempre quise ser Tormenta, ¿sabéis? O Rondador Nocturno, ese si que molaba un montón – sonríe ante su chiste malo, evidente señal de que su ánimo mejora – Hablando en serio, quizás no sea tan complicado… De aquí hasta el lago es todo una reserva India. Como nación han cambiado mucho, no les ha quedado otro remedio para sobrevivir, pero si siguen manteniendo viejas costumbres… Ellos creían en los espíritus tanto humanos como de la propia naturaleza. De pedir ayuda, se la pediría a ellos… - sonríe pícara – Además, si les explico mis sueños tal vez hasta me puedan dar algo que me haga Soñar de Verdad. Quizás hasta hayan oído hablar de Acechanubes… ¿Qué os parece el plan? Es lo mejor que se me ocurre… además de una asaltar un silo militar y llevarnos todo el Napalm que tengan y la cosa que haga el Boom más grande…

-Es cierto que han cambiado mucho los nativos amerindios con respeto al estereotipo de las peliculas de vaqueros. Ahora desgraciadamente se ven muchos más casinos que totems y más alcohólicos dependientes de las pensiones del gobierno que aguerridos guerreros emplumados. Sin embargo si alguno de sus ancianos aun conoce las antiguas tradiciones es posible que consigamos ayuda, es más, es posible que como dices conozcan al Maestro Acechanubes.- Tras decir la frase parece mucho más optimista despues de todo, una media sonrisa le cruza la cara mientras mira por el cristal de la ventanilla del coche.

Entre el cambio de ambiente al llegar al pueblo y lo que comentan mis comapañeros, me voy despejando, asimilando poco a poco lo que oigo mientras intento despegarme de los asientos de atrás y ponerme en una postura más propia de un humano posterior al Homo Erectus. Me froto los ojos y me atuso un poco el pelo, para rebuscar a continuación entre mis cosas en busca de mis gafas de sol. Quiera o no, la luz aún es excesiva para mis ojos aún somnolientos. Dejo escapar un bostezo y me estiro.

Sí... es triste que un pueblo tan admirable haya sucumbido a las exigencias del Sueño Americano, aún por encima de la frontera con Canadá -bostezo una vez más, aunque sigo hablando-. Aunque quiz- aaas sí conozcan a Acechanubes. Por cierto, ¿has dicho algo de "soñar de verdad"? Eso parece interesante.

Dejo caer mi cabeza sobre la ventanilla, apoyándome, aún cansado, mientras me acurruco todo aquello que me permite el cinturón de seguridad.

Geist sale del coche, coge su inseparable zurron con el portatil, y busca algún habitante del pueblo que les haga de improvisado guía. De paso repasa los escasos dolares que le quedan en la cartera. Se deprime un poco.

Caminas unos pasos buscando a algun lugareño interesante.

En tu paseo ves varios indios fumando de pipa que hablan en un idioma desconocido para ti.

Un hombre se gira dandote la cara al verte mirando alrededor.

Buenos dias, buen señor,... ¿Que desea?

Geist se rasca la cabeza, no sabe si está violando alguna ley estatal por adentrarse en una reserva india.

-Bueno... somos un grupo de tres amigos que querriamos ir hasta el lago aqui cercano.  Hemos oido historias sobre bigfoots y cosas así, así que queremos acampar en la zona a ver que encontramos.- Dice aduciendo la mejor sonrisa que puede dar.

-Tenemos un amigo indio, Acechanubes, que nos habló de los maravilloso de este pueblecito y de lo hospitalario de su gente. Así que aunque no veamos al bigfoot queremos quedarnos unos días a disfrutar del aire libre.- Deja caer ese nombre  ver si algun indio lo reconoce y les ayuda.

El joven te mira curioso con una mueca burlesca en la cara.

¿Acechanubes? ¿sabes cuantos de estos viejos dicen llamarse asi? pese a sus raices indias parece haber perdido toda la cultura de su tribu...

Si quereis ir a cazar Bigfoots o como los llameis estais lejos... si quereis una vuelta por el lugar seran 50 dolares la hora. Por 20 mas os llevo en mi vehiculo... podremos dar una vuelta por los alrededores o lo que deseen... por un modico precio claro