Partida Rol por web

— ¡KILL NO DISPARES! ¡MARK ESTAMOS BIEN! —escuchaste, de voz de Charlotte, entre una y otra de tus frases.

Kill te había escuchado en silencio. Lo escuchaste resoplar, e incluso gruñir un poco por lo bajo, en señal clara de la batalla que habías visto a otros librar con sus propias mentes. —No voy a disparar —dijo finalmente, aún tenso, en una respuesta que podía servir tanto para ti como para tu prima.

—Bajo el arma —aceptó al verte asomar las manos, aunque su tono sonaba reticente. Mientras tanto, el sonido de la moto te dejaba estimar que ya había llegado a las calles aledañas.

—No bajes —advirtió en un gruñido, de golpe un poco más tenso y autoritario, claramente nervioso. Un poco más, y sin duda se acabaría la conversación.

Al mismo tiempo que reaccionabas, escuchaste una voz intentando hacer entrar en razón a Killian.

—Kill. Si, soy yo, tu puto padrino, Mark, y voy a asomarme. El arma esta enfundada, llevo gafas de visión nocturna y estas en Charming... así que nada de apuntarme, porque ya me has reventado la clavícula y a este paso voy a desangrarme pedazo de cabron. —asomó ambas manos por el marco de la puerta — Primero las manos. ¿Vale? Nada de armas. Así que baja la tuya. Me cuesta moverme así que no me dispares otra vez maldita sea...

Fue entonces cuando gritaste. Y casi al mismo tiempo, la voz continuó —Puedo entender que estés enfadado con tu padrino... Pero no para pegarme un puto tiro...

Kill había escuchado en silencio. Resopló, e incluso gruñó un poco por lo bajo, en señal clara de una batalla que libraba consigo mismo. —No voy a disparar —dijo finalmente, aún tenso, en una respuesta que podía servir tanto para ti como para tu primo.

—Bajo el arma —aceptó al verlo asomar las manos, aunque su tono sonaba reticente. A lo lejos, pudiste escuchar un sonido de moto, que probablemente habría llegado a las calles cercanas al granero.

—No bajes —te advirtió en un gruñido, de golpe un poco más tenso y autoritario, claramente nervioso. Un poco más, y sin duda se acabaría la conversación.

Entre mas alla del umbral, acercandome lentamente mientras mis gafas me permitian ver lo que habia a nuestro alrededor. Al cabo de unos pocos pasos, me detuve y señale con el brazo sano en direccion a una de las maquinas.

Voy a acercarme a sentarme ahi si no te importa. - Esperaria al visto bueno, antes de acercarme y sentarme con cuidado. La mano buena no tardaria en ir a la herida para seguir apretando, consciente de que la perdida de sangre no era una tonteria.

Joder, menuda puta punteria sigues teniendo. - Un suspiro pesado, mirando al suelo antes de mirar hacia arriba buscando a Charlotte con la mirada.

Unas botas fue cuando capte, antes de bajar la mirada a Killian. Puto TEPT. - Hablame Kill. ¿Que pasa? ¿De que proteges a Char?- El tono no era duro, pero yo no sabia ser dulce, era algo mas marcial, mas militar. No era diferente de la primera vez que nos habiamos conocido, aunque de fondo pudiera notarse el cariño por un chico que habia visto crecer.

Vale. Bien.

Escuchar a mi primo fue como quitarme mil toneladas de encima, ya no solo por oír su voz, si no por lo que decía, porque de entrar de forma hostil tendríamos muchos problemas y ahora mismo estaba colgando de un hilo. No, ahora mismo no, llevaba mucho tiempo pendiendo de un hilo, porque entre el secuestro y el estado de Killian... Todo podia ser el mínimo paso para que cayéramos.

Escuchar que estaba herido me preocupo, pero si podia hablar y moverse, no era momento de preocuparme de eso.

Empece a bajar cuando escuche a Killian y lo mire parándome - Kill, déjame ir a tu lado, por favor - Le pedí mirandolo y mirando después hacia donde estaba Mark - Mark, estamos bien de verdad, todo ha sido un cumulo de malentendidos - Y traumas que no esperaba, cosas que no sabia como iba afrontar, pero que debía pensar como arreglar sin que nadie saliera herido.

Kill asintió a la petición de Mark, frunciendo el ceño al notar la sangre que corría por su brazo. Por un momento pareció arrepentido, pero no llegó a disculparse, aun inseguro de la situación. La tensión del SEAL era palpable. A pesar de la oscuridad, se podía notar en el movimiento rápido de sus ojos, en sus músculos contraídos, y por supuesto, en la situación en general. El Kill de antes habría bajado el arma tan pronto hubiera escuchado la voz de Mark del otro lado del cañón.

—Quédate ahí —insistió, dando un par de pasos más atrás, buscando mantenerse en control de la situación. La distancia le permitía verlos a ambos sin necesidad de desviar su mirada a uno u otro. Aunque aún sostenía el arma en ambas manos, y sus brazos se mantenían rectos, esta apuntaba al suelo en todo momento.

La pregunta de Mark le hizo parecer incluso un poco aliviado, como si por fin alguien lo escuchara y pudiera comprenderlo.

—No tiene idea de lo que hay afuera, Mark. De lo que pasa ahí. Tú sabes lo que pasa del otro lado — abrió los ojos, asintiendo levemente. Aunque Mark no había pasado por una situación tan prolongada y extrema como la de él, sin duda tenía experiencia de sobra en la guerra, y más de alguna vez había visto las secuelas que podían quedar luego de que un soldado se convirtiera en prisionero de guerra por mucho tiempo —Díselo. A mi no me cree. No ve que no puede fiarse de cualquiera, así como así.

Ya no se oía el rugido de la moto, pero su desaparición no había sido gradual. Ambos eran conscientes de que no se había alejado, sino detenido.

Asenti levemente a las palabras de Char. Chica dura. - Me alegro de oir eso. - Aprete con mas fuerza la herida de la clavicula.

Las preguntas dieron de lleno en la diana, la reaccion de Kill asi lo confirmaba. Temia por la persona amada, temia porque habia visto el infierno y el infierno le habia devuelto la mirada... y para muchos era imposible olvidar lo que habian visto enmedio de ese infierno que era la guerra.

De entre todo lo que dijo, unas palabras se grabaron a fuego.

Tu sabes lo que pasa al otro lado.

Las cicatrices de mi cuerpo asi lo confirmaban. Sabia bien lo que ocurria una vez te cogian, sabia bien que el mundo daba un vuelco completo. Ser prisionero no era facil, ni agradable, asi que si comprendia exactamente de que hablaba Killian.

Si, si que lo se. Se exactamente lo que hay del otro lado, hermano. - Busque apoyarme contra alguna superficie, mas alla del culo, tambien la espalda.

Mire en direccion a mi prima. - Las reglas de la guerra son sencillas prima. Tu escuadron son tus hermanos, a su lado estas seguro. Tu batallon es tu armadura, nos protegemos los unos a los otros. Fuera de eso, los demas son enemigos y no puedes fiarte. Son unas reglas de juego sencillas porque sabes cuando estar alerta y cuando no es necesario... cuando puedes descansar y de quien fiarte. Todos llevamos el mismo uniforme. Todos estamos en la misma mierda. - Esperaba que eso la ayudase a entender, lo que debia decir, por donde debia moverse.

Mire entonces a Kill. - Hermano, estas en Charming. La guerra quedo atras, sus reglas quedaron atras. Se que es dificil de captar, se que tras tantos años no es facil volver y siento no haberme dado cuenta de que me necesitabas.

Que un soldado tuviera TEPT era una cosa, que lo tuviera un SEAL... las cosas podian volverse jodidas muy rapido, como el ejercito se diera cuenta, aunque tambien le descargarian de su trabajo igual de rapido.

Pero estas en casa, en otra guerra, con otras reglas. - Mire hacia Char por un segundo. - Puedes explicarselo Kill... pero no asi, no con un arma en la mano. Tu juraste proteger a este pais, juraste proteger el estilo americano y ahora mismo, no es eso lo que estas haciendo. Se que la quieres, se que tu preocupacion por ella es lo que te ha traido aqui, pero no es asi como se juega en este campo hermano.

Un leve gruñido de dolor. - Aqui solo estamos nosotros tres, solo nosotros tres... y bien sabes que me preocupo por vosotros dos. Mi adorada prima y el chico que nunca se iba de mi lado cuando estabamos en el Club.

Joder. Habia mucha mierda con la que lidiar y yo sabia por lo que habia pasado el chico, no necesitaba empatizar para entenderlo pero el saber decir las cosas, era otro tema.

Me había parado en la escalera, pero mientras Killian siguiera a la defensiva no ayudaría que le llevara la contraria, asi que baje solo dos escalones y me senté en ellas, para asi quedar a la vista de mi primo tambien.

Claro que ver a Mark sangrando me tenia aun mas tensa si es que era posible, aquella situación se había saldo de madre hacia mucho, pero ahora no era momento de pensar en ello, si no de ver como ayudar a Kill y a Mark. Apretémoslas los labios mientras ellos hablaban, evidentemente no era un tema que yo pudiera tocar, había vivido los destrozos que podia dejar la guerra a los soldados pero de manera secundaria, al principio por ser muy pequeña y no enterarme de las cosas o porque me las ocultaran, y después porque nunca sabia bien como ayudar. Realmente, entre ellos eran quienes mejor podia ayudarse.

Pero lo que si sabia es que queria relajar el ambiente y sonreí con cierta melancolía mirando a uno y a otro - Me siento como cuando teníamos quince años y debatíais algo sobre mi como si no estuviera presente, algo que seguramente me haría rabiar de hecho - Intentaba llevar a Kill a recuerdos de momentos mejores esperando que asi se fuera calmando.

- Yo solo se lo que llevo escuchando de los que habéis estado alli, y jamas osaría opinar de ello, pero Kill... solo tu puedesdecirnos como ayudarte, porque yo no lo se, se que el mundo esta podrido, me dedico a meter entre rejas a gente que no merece ni eso, veo como otros salen y repiten actos atroces, pero... en lo que a la guerra se refiere... - Suspire y me humedecí los labios - ​​​​​​​Esa es vuestra batalla y yo solo puedo estar aqui para apoyaros, ahora estas en casa, no tienes que pelear o alejarte, aqui éra yo la que cuidaba de ti ¿recuerdas? Dejame que siga haciéndolo - Porque en realidad era asi, aqui era yo la que lo cuidaba, la que se preocupaba por todo, en nuestra relación siempre había sido asi. Incluso esa fue una de las razones de su marcha, que no queria que yo parara mi vida por cuidarlo.

- Teddy... déjame mirarle la herida a Mark, o mirasela tu, pero no dejes que se desangre por favor, podemos seguir hablando espese, pero eso es prioritario - ​​​​​​​Completamente prioritario.

—Eso es lo que no entienden. La guerra sigue aquí también, Mark. Pero Charlotte no lo ve. No ve las sombras, no ve los ojos de la gente —se justificó rápidamente, aunque cada vez el arma parecía bajar más, y su cuerpo, aunque a ratos tenso y alerta, comenzaba a responder a las palabras del sargento de armas —Estoy intentando protegerla, pero no lo entiende. No lo ve. Cree que estoy exagerando, escúchala. Cree que estoy loco. No entiende nada.

Subió la mano libre a su cabeza, pasándosela por el pelo mientras respiraba profundo, aún alterado. Intentaba calmarse. No con mucho éxito, pero se veía que lo intentaba. Sin embargo, las cosas se iban agolpando en su cabeza, y cada vez tenía más hilos que desenredar, más explicaciones que dar, más puntos que hacer entender. Más batallas que pelear. La mano del arma le tembló, como si considerara volver a subirla, y sacudió la cabeza. Y luego, la sacudió otra vez, intentando despejarse.

—No se va a desangrar —respondió finalmente a Charlotte —Solo es un roce. Está bien, escúchalo. Habla bien. Está bien —apretó los labios, incómodo —Ve a verlo, si quieres —le concedió, atento a ella. Entonces giró la cabeza bruscamente hacia a un lado, mirando en dirección a la puerta caída, y se llevó el dedo índice de la mano libre a los labios mientras subía lentamente la pistola con la otra.

Mire a Charlotte, consciente de que habia entendido lo que debia buscar. Chica lista prima.

Sonrei debilmente ante las palabras sobre hacerla rabiar, porque en aquella epoca era tremendamente facil conseguirlo. A la minima estaba de uñas.

Palabras suaves. Su realidad, su verdad establecida como base para un cariño compartido buscando el lado mas personal de Killian, el lado mas personal de ambos, si no fuera porque sabia que era abogada casi pensaria que era loquera. El apodo y el tono, harian milagros si Kill estaba receptivo.

Killian contesto a nuestras palabras, buscaba luchar mientras su cuerpo lentamente aceptaba una rendicion leve. - No estas loco hermano. Pero en la guerra, alli donde estuviste, las cosas son blancas y negras. Aqui no lo son. Aqui son grises, no todos los que miran mal buscaran matarte, ni todos los que sonrien son tus amigos. Miranos, hace nada estaba echandote la bronca y mirandote mal por una metedura de pata, me convierte eso en tu enemigo? - Negue yo por el. - El juego es mas dificil, mas complicado, tienes que volver a abrir la mente a este mundo nuevo y tras tantos años no es facil hermano... pero te lo digo ya, no estas loco.

Mire en direccion a Charlotte por un momento. - Estas obligandola a ver y estar en un mundo que no conoce hermano, un mundo que no deberia conocer. Es normal que no te entienda. - El tono dejaba claro que preferia que fuera asi. - Ya no estas en la guerra, sino en casa. La gente se pelea a puñetazos o con navajas... y solo en casos extremos, en nuestro mundo... - Golpee suavemente el chaleco. - usa las armas.

Señale con la cabeza hacia afuera. - Cada persona de ahi fuera no es amigo o enemigo, sino solo son personas, nada mas. Comprendo que tu primera reaccion sea catalogarlas, pero muchos ni siquiera sabran quien eres, ni que buscas en esta vida y les dara igual.

Gruñi, notandose algo de enfado mientras mi mirada se fijaba en Killian cuando dijo lo del roce, solo el hecho de ver que estaba incomodo rebajo el gruñido a algo mas para mi. - No te mientas. Ni nos mientas a nosotros. Estoy aqui y soy tu padrino y tu hermano, ademas de tu sargento, Kill. Asi que no mientas. Ese camino no lleva a ningun sitio bueno mas que a enredar y nublar la mente. No te culpo por lo ocurrido, pero tienes que abrir los ojos y aceptarlo, porque ten claro que vas a estar pagandome cervezas una temporada. - Una sonrisa cansada hasta que fui consciente de los gestos de Killian.

Hermano. Sabes bien que nuestros hermanos buscaran a Charlotte, como yo mismo he hecho, ademas de decirle a mi tia a donde venia. Ya me has disparado a mi, asi que por favor, no mas disparos por el momento. Ya tenemos bastante mierda para tener que ir a un funeral. - Señale una zona de cobertura para que se cubriese. Luego mire a Charlotte. - Ven prima, ponte aqui... - De forma que no estuviera en la zona de tiro, de la que yo tambien me cubri por si acaso.

Voy a hablar alto para que me escuchen... te parece bien? - Mire a Killian, para que no sintiera que el control de la situacion se le iba.

- Kill... Se que quieres protegerme y no creo que estes loco, solo pienso que... estamos en casa, tienes que dejar que el resto tambien te protejamos a ti, tu quieres que yo este bien y yo quiero que lo estes tu - Aunque eso implicara que terminaramos muy mal, aquello se había ido muy lejos, había terminado fatal y no sabia como arreglarlo, pero los que tenia claro es que no dejaría que nadie le hiciera daño. Y lo peor es que la que mas daño podia hacerle era yo misma. 

Cuando me dijo que podia bajar a ver a Mark le sonreí - Gracias - Le dije con absoluta sinceridad empezando a bajar mientras escuchaba a mi primo hablando, atenta a sus palabras y su tono de voz.

Baje despacio apoyándomelo en la pared y dejando a Mark tiempo para hablar, pues el puede que fuera el mas indicado ahora mismo para hacerlo entrar en razón, era familia y a la vez soldado, el podia tener las palabras adecuadas que quizás yo nunca pensara, las que hiciera que Kill se relajara y pensara un poco mas. Pero ya cuando estaba abajo escuche la parte de los que venían, y me di cuenta de lo que podia pasar y eso no era una opcion que pudiera permitir.

- No es ahi donde debo estar - Le dije a mi primo esperando que lo entendiera, ahora que sabia que eran amigos y no enemigos los que venían, sabia donde debía estar.

Asi que no fue a Mark al que me acerque, fue a Killian, poniéndome delante y acariciando su mejilla con cariño lo mire - Volvamos a casa Teddy, no quiero que por malos entendidos alguien mas termine herido, déjame que cuide de ti, por favor - Y esa petición salió en tono algo suplicante mientras mi mano libre iba a la suya sin arma - ​​​​​​​Vuelve conmigo a casa.

Si Killian hubiera sido una bomba con reloj, ambos podrían haber visto los números descender a velocidad vertiginosa a medida que hablaban. A simple vista se notaba crecientemente enfadado y alterado porque, contrarios a obedecer cuando les había pedido silencio, ambos siguieran hablando en voz alta largo y tendido. De hecho, a pesar de que a ratos las palabras sensatas del sargento de armas parecían hacerlo reaccionar de alguna forma, llevándolo a un terreno más neutral, la mera consciencia del ruido que metían hacía que la tensión le ganara el pulso a cualquier intento de conciliación. La pregunta de Mark sobre si aquello le parecía bien, al final de tan largo discurso y sumado a la poca gracia que le había hecho a Killian que lo llamara mentiroso reiteradas veces, por supuesto, llegó tarde. Para entonces, el SEAL ya apretaba la mandíbula con fuerza, sin apartar la mirada de la puerta derribada, como si esperara que entrara alguien por ella.

Por lo mismo, cuando notó que Charlotte daba siquiera un paso hacia él, gruñó por lo bajo —No te acerques —en una clara advertencia.

Me explaye demasiado y en mi intencion de hacerle ver que no veia como tocaba el mundo, mis ataques que buscaban desarmarlo, solo aceleraron su caida. Me detuve un par de segundos a estudiar al que era mi ahijado en el Club, mientras este detenia el avance de Charlotte.

Mire mi hombro y aprete con fuerza. No podia estar toda la noche, porque no tenia toda la noche.

Kill. - El tono era mas suave, buscaba serlo al menos, aunque no era mi fuerte. - El mundo civil... y donde has estado no son lo mismo, soldado. Si sigues las reglas de alli estando aqui te perderas como te perderias en uno de esos putos desiertos en medio de una tormenta de arena. - Carraspee. - Recuerda lo que hacias alli en esas situaciones, cuando nada era como debia ser y no sabias que direccion era cual. Disparar a la arena no sirve de nada, es mas, puedes herir a un compañero.

Me apoye mejor sobre donde me encontraba. - Respira hondo, centrate y relaja tu cuerpo, medita lentamente y se consciente de donde estas. Es exactamente lo mismo Kill... exactamente lo mismo, no dejes que el ruido de esa tormenta de arena lo anule todo, no dejes que te arrastre o puedes acabar perdiendote.

Cuando iba acercarme y me gruño que no lo hiciera me pare y lo mire.

- No es ahi donde debo estar - Le dije a mi primo esperando que lo entendiera, ahora que sabia que eran amigos y no enemigos los que venían, sabia donde debía estar.

Mire a Kill y suspire - Solo quiero estar a tu lado - Era lo primordial ahora mismo - Volvamos a casa Teddy, no quiero que por malos entendidos alguien mas termine herido, déjame que cuide de ti, por favor - Y esa petición salió en tono algo suplicante mientras mi mano se elevaba hacia el - Vuelve conmigo a casa. Sin nadie mas herido, por favor - Le pedí en tono de absoluta suplica.

Lo ultimo que queria es que hubiera mas balas de por medio, que hubieran mas problemas o malos entendidos, queria volver y ver como ayudarlo de verdad, como arreglar aquello.

Entre más hablaban, Killian parecía más frustrado, pero dentro de todo había una buena señal: no se estaba moviendo. De hecho, los estaba escuchando, y lo que decían parecía contrarrestar en parte al menos lo que fuera que lo estaba alterando. Más aun, una de las frases de Mark, pareció resonar en él, y bajó la mirada frunciendo ligeramente el ceño, aparentemente contemplando sus acciones. "Disparar a la arena no sirve de nada".

Su mirada fue otra vez al marco de la puerta, atento, pero más calmado. Y aunque claramente no estaba en una posición que le produjera especial confianza en nadie, confió en su padrino. En su hermano. Respiró profundo, y poco a poco, fue relajando los hombros, aunque su pistola aun se mantenía apuntando al marco de la puerta. Por la disposición que mostraba a escucharlo, era probable que incluso hubiera cerrado los ojos de no estar tan convencido de que había escuchado algo afuera.

Las palabras de Charlotte, por contra, no tuvieron tan buen efecto en ese momento. Le estaba pidiendo demasiado, y demasiado pronto. Ahora mismo, por mucho que quisiera irse con ella, simplemente no era capaz de bajar el arma e irse de ahí, y que le insistiera en ello, además de no creer en sus advertencias de peligro, lo frustraba más y más. Su mandíbula volvió a tensarse, pero recordó las palabras de Mark e intentó respirar profundo una vez más.

Entonces una voz familiar habló del otro lado de la pared, a un costado del marco de la puerta —Kill, voy a moverme para que me veas. No dispares — Esperó un segundo o dos, y se movió frente a Kill con las manos en alto, sin poner pie en el granero. Bullseye. Su voz tenía un tono de preocupación que parecía superar al cabreo que llevaría encima en ese momento, y aunque su expresión se mostraba calma, los músculos de su cuerpo no decían lo mismo. Su primera mirada fue hacia Charlotte y luego a Mark, aunque a este último apenas lograba verle entre la oscuridad y el ángulo. Luego posó sus ojos en Killian — Estás a salvo. Solo estoy yo, nadie más. Escucha —pausó un momento, dejándole espacio para que lo hiciera — Vamos a esperar lo que sea necesario, pero quiero pedirte que, a tu ritmo, bajes el arma cuando puedas. Estás rodeado de tu familia, no te pasará nada.

Esa mirada baja junto con ese ceño fruncido me dijo que al menos, habia conseguido tocar un punto que hacia que el resto se tambalease. No era un punto de impacto, pero si uno de inflexion y dado su estado y su actual condicion, era bueno haber conseguido eso.

Inspire, dejando un leve gruñido de dolor en el camino al hinchar el pecho, provocando ademas una tirantez en mis labios producto de ese dolor. Mala idea, pero el susiro que acompaño relajo mi cuerpo al menos. Segui presionando mi hombro, pero sin hacer de ello nada importante, buscando que no llamase en exceso la atencion.

Fui consciente de como las palabras de Char le tensaban, pero esa respiracion decia que buscaba calmarse. Eso era bueno.

Entonces llego la voz. Bullseye. Mi tio. Sonrei muy levemente al darme cuenta de que se habia percibido que el chico no era el problema, no era algo hecho a mala fe, solo producto del soldado que era, de lo que habia pasado estos 7 años ahi fuera. Me alegre de que estuviera aqui, aunque no lo mostre.

Para no molestar a Killian y que pensase de mas, decidi no moverme, quedandome donde estaba aunque eso implicase que  mi tio no supiera mi estado. Lo cual era lo mejor en este momento. La aparicion de mi tio sin duda seria otro golpe, uno que le haria pensar las cosas con mas detenimiento, pero que tambien podia tensarle y mucho. Sus palabras eran acertadas, dandole tiempo al chico, porque con tiempo podiamos conseguir alcanzar esa parte de el que seguia perdida en la arena.

La cuestion era... como se les habia pasado? Era un puto SEAL. Lo normal era tener evaluaciones cada cierto tiempo. Sus superiores deberian haberse dado cuenta, o como minimo tendria que haber pasado alguna prueba o similar. Menuda mierda. Lo unico bueno es que eso le podia dar lo que necesitaba para salirse del ejercito...

Mire en direccion a Killian y Charlotte, para fijarme luego en mi ahijado. - No dejaremos que nadie intente nada, hermano. Somos familia, de cuero y sangre. - El tono venia marcado por un sentimiento real de ello, no era el sargento de armas solo por lo que hacia, sino por lo que sentia. El ademas era mi ahijado, como los otros dos eran mi prima y mi tio.

Aquella situación me estaba superando, yo no había estado en su lugar como Mark. Yo no era una especialista en estos casos y lo peor es que sentía que era el remedio y la enfermedad a la vez, pues tanto cualquier cosa que hacia o decir podían disparar su tensión y cabreo como a la vez era yo la razón de todo esto. El había vuelto mal, había vuelto anclado a un pasado y yo lo había hecho peor, ni me había dado cuenta de lo que pasaba y ahora estaba totalmente perdida.

Opte por lo que les aconsejaba a mis clientes siempre. Si no sabes decir las palabras adecuadas, no digas ninguna. Me quede alli quieta, bajando un segundo la mirada, y después volviendo mis ojos a el.

Estaba bordeando mi tope cuando escuche a mi padre y de nuevo aquella sensación agridulce, mezclándoselos dentro de mi la alegría de escuchar su voz y de que estuviera alli y a la vez sintiendo un miedo horrible, ahora mismo estaba con tres de las personas que mas queria en mi vida y algo en mi cabeza me decía que hiciera lo que hiciera alguno de ellos terminaría aun mas dañado.

Segui en silencio, solo mire a mi padre y le sonreí levemente, como intentano decirle que estaba "bien" o todo lo bien que podia estar ahora mismo. Segui a mi padre con la mirada mientras se movía y después mire a Mark cuando hablo. Me mantuve en silencio, mirando después de nuevo a Kill.

Algo más tranquilo tras ver que su hija parecía sana, salva y relativamente relajada, Bullseye centró toda su atención en Killian. El SEAL poco a poco iba bajando la guardia, muy gradualmente. Durante algunos minutos, se mantuvo un silencio sepulcral y paciente, aunque tenso en esencia. Las palabras de Mark habían sido las últimas que se habían hablado, y las que ahora resonaban en oídos del francotirador armado.

Lentamente, Killian fue bajando el arma, agachando casi al mismo tiempo la cabeza, como si le costara mirar lo que hacía su mano. La mirada de Bullseye fue hacia la pistola un segundo, y ambos podrían haber notado que la idea de desarmarlo se le cruzó por la cabeza, pero no llegó a mover siquiera un músculo en esa dirección. En vez de eso esperó a que Killian acabara por bajar el arma por completo y, cuando finalmente lo hizo, Bullseye se acercó para darle un abrazo, rodeándole el torso con una mano y dejando la otra sobre su nuca, pegándole el rostro a su hombro. Con la mirada, le señaló a Charlotte que saliera.

—Guárdala y vamos a casa —le murmuró al oído al militar, que aunque aun parecía reticente y algo indeciso, siguió sus instrucciones y enfundó el arma.

Como me había dicho a mi misma y obligado incluso seguir quiera y en silencio, mirando a los tres hombres, pensando que alli estaban tres de los hombres mas importantes de mi vida, había muchos mas si, pero ellos tres eran mi vida al completo, mi familia, mi pasado, mi presente. Cada uno de ellos fueron una aportación a la mujer que era ahora mismo y por un segundo sentí una enorme punzada en el vientre pensando en que lo mas seguro es que terminara decepcionando a los tres por no estar a la altura en algún momento, como este por ejemplo. La punzada subió de mi vientre a mi pecho, cortándome hasta la respiración por un momento, pensando en quien faltaba, mi futuro. Un futuro que cada vez veía mas oscuro.

Cuando Killian bajo el arma y mi padre lo abrazo me recorrió un escalofrío por la espalda. Una sensación agridulce en mi garganta mientras rezaba a todos los dioses que conocía que aquello terminara bien.

Asentí suavemente y comence a moverme hacia la salida, pero lo hice despacio, como un movimiento robótico con mi cabeza dando vueltas y el corazón a mil por hora. Mire de reojo a Mark y negué despacio con la cabeza, con mis ojos clavados en los suyos, suplicando en silencio que no le hicieran nada.

Porque si, no llevaba chaleco, fingía no enterarme de nada, me hacia la sueca como nadie, pero todos sabían que conocía las reglas mejor que muchos.

Observe la escena sin decir nada. El abrazo de mi tio y la aceptacion por parte de Killian era un gran paso.

Observe a Char, sonrei levemente, para ver entonces su mirada y asentir levemente, dandole confianza en lo que sabia que pensaba, porque no veia necesario pasarse de la raya, porque las acciones de Killian estaban motivadas por la proteccion a los suyos.

Era cierto que Kill se habia saltado muchas normas, pero tambien que lo que le pasaba, diluia la fuerza de la reaccion del Club. Muchos eramos ex-militares. Todos sabiamos lo que ocurria al volver, de una manera o de otra.

Me levante y deje escapar un suspiro, mientras mi gesto se torcia levemente por el dolor del gesto. - Prima, no te vayas muy lejos. - Me acerque a ella con pasos lentos, colocando mi mano a traves de sus hombros para acercarla a mi. Un apreton, uno algo mas fuerte de lo normal, para sentir que estaba bien.

No susurraba, pero el tono era bajo, no para evitar que me escuchasen, que podrian hacerlo perfectamente, simplemente no queria provocar mas tensiones y que el abrazo de Bullseye tuviera mas efecto.

Tras eso la deje salir, mientras yo quedaba expectante de ver que ocurria. Mi arma estaba en su funda, pero las acciones de mi tio no dictaminaban que fuera a ser necesaria, aun asi, la mirada habia sido para Char, no para mi. Por ende, lo mejor era quedarme, el peligro seguia siendo Kill, no Charlotte. Ella ya estaba fuera de peligro.

Me posicione tranquilo, cerca de la escalera, mientras estaba atento a lo que ocurria, solo por si acaso.

La mirada y asentimiento de mi primo me hizo suspirar aliviada, sabia que esto era... bueno, era una mierda, lo sabia perfectamente, pero ahora mismo estaba en uno de esos pocos momentos en mi vida en el que me sentía entre la espada y el club, porque de nuevo algo que tenia que ver conmigo influía en todo y alguien podia salir muy perjudicado y no podia con eso, no podría en ningún momento pero menos ahora.

Cuando se cogio a mi le sonreí levemente y lo ayude a caminar hasta fuera, no sin antes ladear la cabeza y mirar de reojo a mi padre y a Killian.

¿Como habíamos acabado asi? ¿Como había estado tan ciega?

Ya fuera solte a mi primo y me humedecí los labios mirando el exterior, esperando de verdad que solo estuvieran ellos y la cosa no fuera a peor, o ya la guinda del pastel, que apareciera alguien que no llevara chaleco para terminar de joder el dia por completo.

Fuera mire a mi primo quedándose en la puerta - No dejes que le pase nada, por favor... - Termine pidiendole ahora con palabras susurradas que solo escuchara el - Yo estoy bien, pero el... el necesita mucha ayuda... - Y yo no podia dársela, yo era parte del problema.