Partida Rol por web

Tras la inspeccion de rigor, comprobando que nada parecia fuera de lugar e incluso el coche parecia "limpio" de inicio. Con la matricula en su lugar, mi mente y apuntada en el movil, comence a volver sobre mis pasos a la entrada de la comisaria.

No hice caso de las niñas, obviandolas como si no estuvieran alli, puesto que no estaba en un rato de esparcimiento... y mis gustos eran mas adultos por decirlo de una forma suave.

Eche un ultimo vistazo a alrededor mia, atento a cualquiera que pudiera estar por alli. Subi los escalones de la comisaria y me apoye en la pared, mirando hacia el exterior pero tambien hacia el interior. 

Estaba tardando mucho... demasiado mas bien para lo que se suponia que era. Esperaba que no hubiera metido la pata. Puse algo mas de ojo y oido para ver que ocurria dentro.

Jesse frunció un poco la mirada ante el comentario de que le habría tocado ser monitor, y no habló hasta poco después.

-¿Me estás llamando viejo?- Preguntó con cierto toque burlón.- Pues que sepas que habría sido un gran monitor, ¿no ves que mano tengo con los niños?- Preguntó con mucha sorna.

Jesse escuchó con interés como se encontraba la joven, eso si, sin moverse del sitio, al fin y al cabo se encontraba demasiado cómodo.
Su pesar por la situación era lo normal, y enseguida fue apoyado y aderezado por gritos. Tal como había dicho, un campamento de verano.

-Si que lo hacen si...- Admitió Jesse, era absurdo defender lo contrario.- Pero que el resto sean estúpidos no significa que tú también.- Añadió intentando que ni si quiera se formase en su cabeza la idea de hacer lo que le viniese en gana.- Hay peligro real y esta claro que tú podrías ser un objetivo, así que nada de tonterías, si quieres algo me lo dices y lo resolveremos juntos.- Le dijo de forma seria, aunque enseguida se volvió a relajar.- Pero te entiendo, a mi tampoco me gusta estar en un sitio a la fuerza, ni tampoco me gusta estar en sitios con tanta gente.- Admitió, y es que muchas veces la gente daba por hecho que porque se le diese bien tratar con la gente, le gustaba estar rodeado de ella, y más bien era todo lo contrario.- De todas formas solo tienes que currártelo todo, anoche yo disfruté de la suit de la furgoneta toooda para mi, solo hay que saber encontrar el lugar perfecto.- Bromeó el joven.

A decir verdad había dormido regular, pero la soledad de la furgo bien había compensado la incomodidad, y más si tenías en cuenta si las otras opciones tampoco eran muy cómodas.

Mad soltó una carcajada cuando le preguntó si le estaba llamando viejo y se encogió de hombros, alzando las cejas en un gesto de sorry not sorry. 

—En esa época me parecías viejo, sí —reconoció sin vergüenza—. Yo estaba en el colegio y tú terminabas el instituto. Pero creo que habría sido divertido tenerte de monitor —pinchó, siguiéndole la broma— y ver cómo sufrías.

Mientras le escuchaba llevó su mirada hacia la puerta por la que había desaparecido Jess y se preguntó cuánto tardaría en salir y mandarles algo. Ya estaba más despejada que antes gracias al café y la charla. Luego emitió un resoplido entre dientes y rodó los ojos, aunque su sonrisa delataba que no iba en serio. 

—Te preocupas más por mí que mi padre, Princess —dijo, metiéndose con él, aún jugando con su cabello entre los dedos—. No voy a hacer ninguna tontería, de verdad. Puedes estar tranquilo. Si hace falta me llevo al chucho ese pulgoso. —Señaló al perro que jugaba con Alyssa, solo de pensar que podía haber sido ella la que se despertase con Kal lamiéndole la cara le daban escalofríos—. De todas formas a mí no me molesta la gente. Esa parte es divertida. Es la obligación la que me crispa. Vosotros al menos podéis salir cuando queráis.

Asentí, claudicando ante sus motivos. -Sólo quería agilizar las cosas y hablarlo entre personas adultas, que es lo que considero que somos. -me encogí de hombros, no parecía muy dispuesta a colaborar conmigo. Era un impedimento, tendríamos que tirar de otros contactos si queríamos conseguir hablar con él. Quizás hablando con el policía que iba de enrollado... puede ser. Sino con Burton. 

Ante su petición saqué mi identificación y se la di. -¿Está el agente Lennox por aqui? O el agente Daniel Burton. Daniel y yo fuimos juntos al instituto. -A ver si hablando con ellos sacaba más información. Tenía que usar todos los cartuchos disponibles para poder hablar con él y sacarle información. 

Jesse frunció un poco el ceño confuso, claro que se preocupaba por ella, y lo sabía, aun así se le hacía raro escucharlo. Intentaba aparentar que iba totalmente a lo suyo, y se le hacía bastante complicado afrontar aquello, por mucho que supiese que era evidente.
Abrió a boca para protestar sobre aquello, ¿pero que iba a decirle? ¿qué no se preocupaba? no, simplemente se quedó en la misma posición disfrutando de las caricias que le dedicaban, y afortunadamente la chica siguió hablando como para reactivar a Jesse.

-Irte por ahí con el chucho es literalmente la definición de una tontería, a no ser que te guste que el bicho te arrastre calle abajo detrás de algún chihuahua.- Bromeó el chico quitando cualquier peso que hubiese tenido la conversación.- Quizás deberíamos haberte "obligado" a no entrar al club.- Respondió con ironía al comentario sobre lo que le molestaba.- Y bueno, eso de salir cuando queramos, no debería ser así...- Admitió Jesse, y es que al fin y al cabo la protección era para todos, y nadie debía salir fuera a no ser que fuese importante, y siempre acompañados.- Yo ni si quiera he podido ir a por ropa.- Dijo sujetando con el pulgar y el índice un poco su camiseta con una sonrisilla socarrona.

Dedicó otro pequeño vistazo a su padre, asegurándose de que aun seguía entretenido con el desayuno, pues a decir verdad tenían demasiadas cosas que hablar.

Kate entró unos minutos después, ya libre del paquete de desayuno que se había llevado al salir. Dentro, Tricky, Dapper y Bullseye desayunaban, conversando entre sí, mientras Tatiana comía a un lado de ellos tecleando en su móvil. Quizás, por un acto de compasión hacia Alyssa, que hasta entonces era atacada a lamidas por un Kal más grande que ella, Tatiana sacó un pedacito de jamón y llamó al perro, liberando a la actriz del adorable monstruo sobre ella.

De mala gana, pero entendiendo que no le quedaba otra opción, Alyssa se levantó refunfuñando y partió en dirección al área de las habitaciones, perdiéndose tras la puerta. En el bar, próxima a las mesas de billar, Lorelei seguía paseándose de un lado a otro, discutiendo por teléfono con uno de sus clientes. Madison y Jesse se habían acomodado en un sillón cercano, y esta le acariciaba el cabello al motero mientras hablaban.

Pues el hermano de tu amiga tiene problemas importantes - suspiró mientras iba a sentarse a su escritorio, aunque su tono ya había pasado de pedir explicaciones a uno mucho más resignado y comprensivo. Tampcoo había sido hostil en ningún momento, pero si había posibilidad de discusión, ahora parecía haberse acabado. - Y claro que tendrá peso en el bufete. Eres socia, lo trates personalmente o no, tiene peso en el bufete. Así que si vas a tomarlo, haz uso de los recursos que necesites. Solo... sé inteligente al respecto, Charlotte. No solo es un caso perfecto para joder estadísticas, sino que puede vincularte de mala manera a un grupo que no queremos vernos asociados. Y por buena abogada que seas, y con todo lo que pueda protegerte, la junta podría no adorar la reputación que nos ganaríamos con ello. - dijo, tan sinceramente como pudo, pues si bien quería tener tacto no podía suavizar tanto las cosas que luego fuera un riesgo el que no les tomaras peso.

Con la noticia sobre lo que había ocurrido, claro, todo el otro asunto se quedó atrás - ¿Que dices? ¿Pero estás bien? - preguntó, preocupado como lo haría por su propia familia - Tómate el tiempo que necesites, claro. Si te necesito, ya te llamaré, pero tú preocúpate de recuperarte. Te necesito al cien por ciento, lo sabes. - sonrió, aunque de tanto conocerlo, ya podías notar a pesar de su discreción que la preocupación seguía marcándose en su rostro.

Pasabamos de una oficinista medio pasable, a tres azules entablanco conversacion con Killian. En serio era tan dificil conseguir un maldito informe?

Me cruji el cuello, mientras seguia observando el exterior, hasta que una rapida mirada en direccion a la comisaria me indico que Daniel me habia visto. El saludo aunque parco fue devuelto de igual forma, con una ligera sonrisa en los labios, reconociendolo sin dudar.

Tras un ultimo suspiro, y con un leve golpe de espalda contra ladrillo, me ergui de nuevo. Me quede alli plantado mirando en direccion al exterior y cuando quede conforme con lo que veia, me meti dentro de la comisaria. Aun asi seguia dejandole espacio a Killian para que siguiera con lo suyo.

Salude con la cabeza a la agente que estaba en el ordenador. - Buenos dias. - y luego a los otros dos policias aunque sin llegar aun a la voz. Me acerque para saludar con una sonrisa mas marcada en mi rostro aunque seguia siendo algo leve. Ellos me conocian y yo a ellos, no solia ser de grandes gestos en publico.

Adentro se desarrolla una escena cotidiana para el club, aunque Kal es algo nuevo. Para todos, es un día normal, pero para mí este día se ha convertido en algo muy importante. Sigo sonriendo, sintiendo que todo es posible. ¡Incluso me permito soñar!

Pienso en como será en el futuro coordinar la universidad con el club. Pasé cerca de Dapper, mirando mi propio celular. Tenía que responderle a Isra, pero estaba esperando a que se hiciera más tarde para no distraerlo. ¿O solía distraerse a sí mismo de sus clases por aburrimiento? Estoy emocionada por saber como le ha ido y en qué se ha convertido.

No sé de donde salió este orgullo por mí misma, pero me gusta.

Llego rápidamente con la señora Crane, para continuar con la limpieza.

Pero, mientras pasaba atrás de Dapper, para ver que estaba leyendo y no delatarme, puse el celular en grabación para ver que captaba...

Asentí a sus primeras palabras pues sabia que estaba preocupado y que tenia razón, nunca había sido una persona que me costara darle la razón a la gente cuando lo tenia, y no quería que se quedara preocupado así que preferí aclarar las cosas - No te preocupes Arnold, al salir de aquí Ireneus hablar con el, ayer parecía estar aterrado y no me dijo nada, hoy en privado espero saber mas, si veo que la cosa se sale mucho de lo aceptable dejara de ser mi cliente, no quiero que el bufete se vea mezclado en nada turbio y yo tampoco.

Su preocupación me hizo sonreirle con suavidad - Si, fisicamente estoy bien, solo necesito bajar un poco el ritmo y recuperarme emocionalmente - No era cuestión de decirle que no era el primer tiroteo que vivía o que veía... - Hoy quiero dejar listo lo de Daniel y seguramente aprovechare para salir unos dias de la ciudad, me llamo un antiguo profesor de San Francisco, y quizás baje a Los ángeles y adelante allí unos expedientes con la fiscalía, sabes que no se estar sin trabajar, pero asi saldrá un poco de aqui y espero que me ayude a despejarme la mente - Porque aunque no tuviera que ver con el tiroteo estaba completamente sobrepasada, Chris, el regreso de Kill, el trabajo, el club... Necesitaba coger aire o al menos tener un momento de parar y comer, porque llevaba dias que apenas había comido.

Jesse observó a su padre poniéndose en marcha y el gesto se le torció un poco, estaba demasiado cómodo para moverse, pero tenía demasiadas cosas que tratar con él, y mientras antes lo hiciese mejor. Su mirada se desvió hacia Kate cuando volvió, pero tampoco le dedicó ningún gesto, simplemente la miró durante un par de segundos antes de ver que seguía a sus cosas.

-Bueno, creo que toca ser responsables y empezar a hacer cosas.- Le dijo a Maddie con una sonrisa de lado, dejando claro por la expresión que no le apetecía nada.

El joven le fue a tirar un poco del moflete, y es que a veces sacaba su lado más adolescente con ella, pero al final se quedó parado con la meno en su moflete mientras la miraba a los ojos durante un par de segundos pensando en algo. Entonces solo le sonrió, le dedicó una pequeña caricia, y enseguida un pequeño pellizco en el moflete acompañado de una sonrisa burlona.
Hecho aquello solo se puso en pie para dirigirse a donde estaba su padre, simplemente se quedaría parado frente a él con una sonrisa que le hiciese comprender lo que tocaba, hablar en privado.

La cara de Mad arrugando la nariz no dejaba muchas dudas a lo que pensaba sobre ir arrastrada detrás del chucho. Después rodó los ojos con lo siguiente que dijo Jesse y se estaba riendo por lo bajo cuando Kate regresó. La siguió con la mirada y le dedicó una sonrisa, pero cuando el chico habló de nuevo, lo miró a él. 

—A trabajar, Princess —le dijo, con cierto tono de burla—. Este club no se va a levantar solo. 

Se lo quedó mirando a los ojos mientras él hacía el amago de pellizcarle la mejilla y cuando al fin la soltó, le sacó la lengua. Lo miró marchar y registró también que Jess no estuviera a la vista. Como quien no quiere la cosa llevó los dos vasos de sus cafés hacia la barra y luego se escurrió con el móvil hacia su sala privada. Ahí había un sofá y con algo de suerte podría dormir un ratito antes de que la jefa la pusiera a trabajar. 

Tras pasarse a la barra por un momento, Kate se encaminó a la puerta por la que antes había desaparecido Jess y, poco después, Alyssa. Dapper siguió mirando su móvil con toda tranquilidad, como si deliberadamente evadiera la existencia de otra gente a su alrededor, hasta que una presencia persistente tomó lugar justo frente a él. Fingió no notar su intervención por un largo segundo, pero al darse cuenta de que no se iría, suspiró y elevó la mirada del teléfono.

Está bien. Capilla. - acabó por decir para luego ponerse de pie y entrar al lugar junto a su hijo.

No fue poblema ver lo que Dapper miraba, aunque tampoco te reveló demasiado. Le estaba escribiendo a Novak que avanzara en el coche de Charlotte, ya que tendrían que mantener cerrado el taller hoy también. Luego se había puesto a mirar el periódico en línea.

En el armario de limpieza del pasillo, Jess terminaba de armarse con los insumos para dejar el club como nuevo. Si mirabas hacia el fondo del pasillo notarías que Alyssa ya estaba limpiando uno de los baños, con mucha cara de asco y una habilidad cuestionable que seguramente significaría que Jessica tendría que hacerlo más tarde de todas formas.

Por un segundo creí que habías huido - bromeó la matriarca con una sonrisa - ¿Te encargas de las habitaciones? - te ofreció, en lo que sin duda era un premio en comparación con lo que le había tocado a la actriz.

Bueno, habla - dijo, mientras tomaba del suelo una manta con la que se había cubierto para dormir y empezaba a doblarla. En algún momento de la noche se había improvisado un colchón a base de cojines que habría robado de sofás, así como una almohada que alguien habría echado de menos la noche anterior.

Jesse se va, y en silencio le deseo suerte. Le sonreí en respuesta a Jesse, percibiendo hoy todo demasiado simpático y bueno. Tengo un humor inmejorable. Ladeó un poco la cabeza por la curiosidad al ver el gesto del moflete, y se preguntó si había algo entre él y Mads. Mi sonrisa fue un poco más amplia al responder a la de Maddie, y luego la vi irse a dormir al sillón. Pensé en ofrecerle el cuarto de Fauve y yo, pero no lo hice en el último momento por pensar en Fauve. Pensé en ofrecerle una almohada, pero no sabía si sería demasiado. Tras acabar con la señora Crane veré si pudo dormir, y si no, iré a ofrecerle una almohada.

Saqué mi celular, para cambiar mi perfil recién creado. Al poner el nuevo apellido, quise volver a saltar de la alegría.