Partida Rol por web

Gevad Menor es un pueblo tan insulso en ocio y aventuras como rico en materias primas esenciales para una vida normal. Claro que vuestra vida dista mucho de ser normal. Allá donde mires, todo son campos de pasto, tierras de labor, animales de granja, edificios bucólicos... allá donde huelas, es increíble cómo se las puede arreglar un sólo pueblo para oler a la mierda de todo un continente.

De día, hay un par de posadas y tabernas con parroquia más bien escasa. Tiendas, tiendas y más tiendas, aunque generalmente de comercio al por mayor. Un ayuntamiento, un destacamento de guardia de la Entente, una escuela para que los niños sepan todas esas cosas que el gobierno se empeña en que son primordiales y, cuando crees que vas a encontrar algo interesante, se te acaba el pueblo.

La gente está dedicada a sus quehaceres y no suele hablar por placer. Aún así, son más sociables que los ogros.

La noche anterior, acordasteis reuniros en la plaza del pueblo, poco después del amanecer, para aprovechar el día. Y es precisamente ahí donde la historia queda en vuestras manos. Adelante y buena suerte. O, como se dice en Gevad Menor: "Hala, que sí".

Oréganon se despertó de su trance y tras estirarse se sentó en el suelo de la plaza del pueblo con su petate al lado. En las manos lleva un taco de madera y una pequeña navaja con que intentaba, sin mucho exito, tallar algo.

Yo dormí en un callejón oscuro, recogí mi petate y me dirigí a la plaza del pueblo para ganarme algunas monedas tocando, aunque como la gente está durmiendo lo unico que ganaría sería un ¡cállate!, y luego voy hacia el elfo que intenta tallar algoy le digo

-Hola amigo elfo, no me enteré muy bien de cómo te llamabas ayer, y ya que vamos a ser compañeros, creo que debería saberlo.

Obtuviste una única (pero certera) pieza de cobre para que te callases y dejases trabajar en paz, disfrutando de la banda sonora original que el campo ofrece.

Acudiendo puntualmente a la cita, Xet aparece por una de las callejuelas que dan a la plaza. Algunas briznas de hierba aún permanecen enganchadas a su tupido pelaje y, distraidamente, las quita mientras avanza hacia los allí reunidos.
Nada más llegar su mirada cubre toda la plaza, buscando a la mujer que se le ha encomendado proteger; al no encontrarla parece algo tenso, pero no más de lo que estaba en la reunión. Unos instantes más tarde se acerca a los dos compañeros de viaje que sí ve...

Buenos días saluda con su tono seco y quizás algo brusco

A la luz del día, y ya con la fresquita, la apariencia de Xet os resulta aún más extraña e inquietante. Como bardo, Ezhelmer se siente inclinado a machacarlo a preguntas. Sin embargo, por el momento parece que será mejor aplicar las normas básicas de cortesía.

Oréganon tira a tomar por culo su figurita de lo fea que le ha quedado.

Se levanta con agilidad y le tiende una mano amiga al elfo:

- Oréganon- contesta en tono amistoso- ¿tu te llamabas....?
Luego va salundado a todos conforme van llegando.

Después de pasar una noche intranquila, recojo mis cuatro cosas y me dirijo a la plaza donde hemos quedado; aparezco por una de las calles que desembocan en ella, mi rostro algo ojeroso sonríe al ver a sus compañeros ya reunidos.

Buenos días

Saludo amablemente, distraidamente acerco mi mano a un pequeño saquito que llevo atado en la cintura, dandole un par de palmadas suaves.

Dormí en... lo cierto es que no lo recuerdo. El amargo sabor del alcohol aún permanece en mi boca. ¿Me gastaría las monedas de oro anoche?. Esa preguta ronda en mi cabeza. Dado como está el negocio, si no lo hice, posiblemente robase con el que me emborraché. No recuerdo ni dónde me emborrache, ni como empecé, ni como acabé tirado en este callejón. Unas voces me despiertan, al parecer, son los estúpidos de la taberna, con los que tendré que compartir mi preciado tiempo. Todo sea por las 400 piezas de oro. Pienso mientras me incorporo, y me dirijo a la plaza

Llego a la plaza ensimismado, sumido en mis pensamientos. Alzo la vista, y veo, para mi disgusto, una gran luminosidad. Ajusto mi bonito sombrero para que eso no sea un problema, y digo- Si habéis terminado con vuestra cháchara infernal, y estáis todos, será mejor ponernos en marcha. Cuanto antes cobre las piezas de oro que me restan, antes podré hacer otras cosas a las que me dedico...

llego el ultimo caminando a paso marcial con mi armadura y todo listo para el viaje. disculpad mi tardanza pero llevo buscando un templo desde que salio el sol y no lo he encontrado, por tanto me he tenido que retirar a hacer mi oracion a algun lugar tranquilo y discreto.he preguntdo por aqui y nadie sabe nada sobre esos a quienes buscamos, pero tu que eres un bardo a lo mejor... digo, señalando al semielfo.

- Eso, tu eres el carismatico de los aqui presentes. Indaga a ver que nos encontramos.

Cuando la dama a la que ha de proteer llega a la plaza, Xet se dirige a su lado con la intención de comenzar con su misión de protegerla.

Buenos días Iris, pasar bien la noche? le pregunta educadamente con su vozarrón antes de ponerse a vigilar los alrededores

- Bueno amigos, yo tengo hambre, deberiamos buscar un tugurio para almolzar algo, si no , no soy persona. Y en una taberna a lo mejor nuestro musical amigo puede recabar algo de informacion.

Cita :

Yo siempre fuerzas pero si tú querer, yo seguir tú a comer...

estoy de acuerdo, busquemos alguna posada

Perfecto, y ahora perderemos más tiempo en una posada. Espero que comáis rápido, no quisiera tener que perder más tiempo -digo semioculto bajo mi sombrero. Estúpido sol... ¡¡Con lo bien que se está bajo tierra!! ¡¡Y aún mejor en la noche!!

tiro por conocimiento de bardo para ver si sé algo de los heroes