Partida Rol por web

Como un pequeño deja vu, la taquilla se abre y siento que he vivido ese momento muchas veces. Todo lo que hay dentro me es familiar y, sutilmente, empiezo a pensar que soy alguien peligroso... 

Me desnudo con torpeza en la ingravidez de la sala dejando mi traje de estasis tras de mi. El frío recorre mi piel que es abrazada con rapidez por la nueva armadura, los calcetines y las botas. Me froto los brazos para acelerar la entrada en calor y me equipo la espada y la pistola. El rifle lo dejo en su sitio y cierro la taquilla.

Ahora mismo sin gravedad el rifle me impulsará demasiado hacia atrás y cuando haya gravedad me quitará movilidad.

Me dirijo a las puertas que hay en frente de la lanzadera y busco la forma de abrirla.
 

Al acercarte a las puertras de enfrente ves que tienen a la derecha un panel numérico, te paras enfrente y tratas de introducir dígitos pero tampoco tiene corriente actualmente.

Sin embargo, desde ahí ves que hay dos puerta metálica detrás de la lanzadera. Medio tapadas por las cajas no la habías visto antes. Ambas están en la pared del fondo a tí y separadas entre ellas por dos metros.

No sabía decir si hubo algún momento de calma antes de aquellos sonidos. Pero mi cuerpo se negaba a despertarse del todo, obviando todas las señales de alarma que le rodeaban. Sólo quería dormir un ratito más...

No obstante, los siguientes pitidos me sacaron de mi ensimismamiento, y entonces miré alrededor, horrorizado por lo que podía ver. No entendía nada, pero algo me decía que aquello que estaba ocurriendo no era normal. ¿Aquellos tubos que me entraban en el cuerpo debían estar allí? ¿Y aquella máquina que pitaba? ¡No sonaba bien en absoluto!

No podía moverme, y eso no debía ser bueno. Estaba tan nervioso que notaba el corazón en el pecho y en la garganta. La máquina reaccionó a ello, pitando más rápido. Entendí entonces que debía estar registrando eso mismo. Pero ni idea de por qué lo hacía... o cómo...

Me agité en el tubo, queriendo salir de aquella prisión extraña en la que me encontraba. Entonces vi los botones y la palanca. 

¿Qué demonios...?

Me quedé observándolos unos segundos, y tras tomar una bocanada de aire, profundamente, traté de bajar la palanquita con los dedos.

¡Joder! ¡No entiendo nada!

Tratas de tirar de la palanca bajo los botones, y aunque está dura, poco a poco va cediendo y baja completamente.

Al descender la palanca, escuchas un sonido bajo tus pies y todo el líquido empieza a descender, en unos segundos queda completamente vacío y el cristal se abre hacia los lados. Aunque sientes perder el equilibrio tu cuerpo no cae, sin embargo puedes ver como algúnas gotas que aún quedan en tu pelo y tu piel se desprenden de estos al empezar a moverte, pero en vez de caer al suelo metalico que ahora puedes ver, se quedan flotando en frente de tí.

Una luz rojiza ilumína tenuemente a tu alrededor. Enfrente de tí, a unos dos metros hay una pared metálica en la que puedes ver otra capsula de estasis. A derecha e izquierda continúa el pasillo en el que te encuentras. El suelo de rejilla y las paredes con tubos casi a la altura del techo son claramente de una nave espacial. El pitido de alerta sigue sonando en la nave, algo parece ir mal y ha empezado a sacaros de estasis antes de tiempo.

Vaya... Otra vez sin electricidad... Suspiro dándome media vuelta y entonces veo otras dos puertas detrás de la nave.
Quizá tenga suerte y esas puedan abrirse con una palanca, den a los motores, sepa arreglarlos, lo consiga y... Y un unicornio me devuelva la memoria a lametazos con su lengua arcoiris... 

-Ains...-Suspiro otra vez.-Espero que por lo menos lo primero se cumpla...-Doy otro suspiro de camino a las esperanzadoras puertas.-Aunque lo segundo molaría mucho también, los unicornios molan.-

Empiezo a examinar la puerta de la izquierda.

Encuentras la puerta de la izquierda cerrada, pero al tantear alrededor encuentras como en la del pasillo, un panel falso. Ya acostumbrado a ello, no tienes problemas para abrirla. Aunque al abrirse la puerta se desplaza hacia la izquierda, y ves como otra destrás se desplaza hacia la derecha. Parece que esta sala tiene una puerta doble de protección.

El interior está también iluminado con la luz rojiza, es una sala rectangular, de unos seis metros cuadrados. En ella hay cuatro grandes bloques metálicos numerados del 1-4. Estos bloques tienen una altura de metro y medio, y tienen unas aperturas laterales.

Tres de ellos parecen completamente parados, pues no hacen ningún sonido. Sin embargo el marcado con el número 3 tiene un ligero zumbido que parece provenir de dentro de la compuerta lateral.

Al concentrarte en esa sala te vienen algunos recuerdos sin imágenes. Recuerdas sonidos, del vibrar de los motores. Recuerdas una felicidad fugaz, excitación, algo agradable te pasó en ese cuarto pero no de trabajo, sino con alguien.

Aparte de eso no recuerdas nada más, nada técnico solo que el sonido que emite el motor 3 ahora es diferente al de tus recuerdos. Y los otros no emiten sonido alguno.

Dentro del Crio Tubo hay una puerta de cristal que te impide salir. A la derecha, ves que hay dos botones, uno rojo y uno verde y bajo ellos una palanca pequeña metálica.

Deberás de accionar algo para poder abrir el crio tubo y salir fuera.

Mi intuición me dice que el problema está en el módulo 3. Aunque claro, realmente aquí mi memoria motriz no está actuando por lo que supongo que este no es mi campo y seguramente la terminaré liando aún más, pero no tengo otra opción...

Abro el módulo 3 para examinarlo con más detalle.

Abres la compuerta lateral del motor 3, al examinarlo descubres el motor, de gran tamaño conectado a otro más pequeño, el generador que lo ayuda a arrancar. Sin embargo, entre los cables de conexión del generador que alimentan al motor ves una pieza metalica de forma extraña, de la que parece provenir el extraño zumbido. Esta pieza metalica tiene el tamaño de una bola de bolos y la parte central tiene una luz verde con forma de rombo, que brilla con bastante fuerza.

De pronto, esta pieza se gira y ves una especie de cara como de insecto con dos antenas todo robótico. Y la luz que antes fuera verde cambia drásticamente a roja.

Tira Iniciativa.

-Pero ¡¿Qué cojoños?!- Exclamó mientras intento coger mi pistola.

El extraño ser se queda paralizado, mirandote fijamente, como si estuviera sorprendido.

Cojo la pistola, que oportunamente cargue antes de entrar en la sala de motores, y disparo al bicho mecanóide.

Tu golpe impacta contra la pobre criatura, consiguiendo dañar la parte de su abdomen. Aun así se arma de fuerzas y salta hacia tí. Tratando de morderte con sus garras.

Pero debido a la ingravidez no controla bien el salto, y te pasa de largo yendo a parar al techo. Donde se agarra con sus patas.

-¡Cómo salta el cabrón!- Le digo mientras me dispongo a apuntar y disparar. Fuera lo que fuera que estuviera haciendo el bicho no era bueno para la nave. Espero que solo este ese y no haya una plaga... ¿Será eso lo que escuche antes? 

El golpe de tu pistola le daña un poco más el caparazon y se cabrea. Lanzando desde el aire un rayo de electricidad que golpea la carcasa del chasis del motor 3.

-¡Cabrón! ¡Qué te vas a cargar la nave!- Suelto la pistola momentáneamente y desenfundo mi katana. Ahora sí que me ha cabreado. 
Me impulso en su dirección para darle un buen tajo.

Golpeas con tus fuerzas a la mecánica criatura con la katana, y unas chispas iluminan el ambiente al hacer corto con la electricidad interna.

Luego cae al suelo roto en varios pedazos.