Partida Rol por web

Tras derrotar a la criatura corto el aire con un rápido movimiento que me sale solo, como si estuviera acostumbrado a limpiar la espada de esa forma...

Bueno ignoraré eso de momento y me centraré en intentar arreglar el estropicio... 

Me dirijo hacía el módulo 3 e intento investigar cual es el daño.

Miras los cables y ves que hay insiciones en algunos cables y otros están cortados. Pero no sabes cual va con cual en esa maraña enreversada.

Intento identificar los cables, pero no entiendo nada. Solo sé que todos tienen metal, plástico y que si la lío puedo hacer más daño que el bicho ese. Procedo a explorar la puerta de la derecha de la sala anterior...

Esta puerta, al igual que la del al lado, tiene la palanca oculta. Rápidamente das con ella y abres la puerta. Enfrente de tí aparece un largo pasillo que desciende un poco, y luego continúa recto hasta donde puedes ver con la escasa iluminación.

Recargo la pistola y, sujetándola con las dos manos preparado para disparar, avanzo por el pasillo con cautela.

Es curioso como estas cosas me salen solas, me intriga saber qué más cosas sé hacer...

Avanzas por el pasillo hasta que encuentras dos puertas a cada lado. Metálicas cerradas de tamaño normal.

Un poco más adelante ves a la izquierda una cápsula de estasis que parece estar abierta, pero la iluminación es muy pobre desde donde estás y deberías de acercarte a las puertas para poder verlo mejor.

Cansado de la agobiante oscuridad, utilizo una de las bengalas químicas y me acerco a la capsula de estasis para investigarla mejor.

Cada vez hay más puertas, esto parece un laberinto y sin embargo parece que soy parte de la tripulación. Esa taquilla me reconoció. ¿Habré perdido la memoria por culpa del bicho de antes? Espero y deseo que fuera el único de su clase a bordo ¿Seré el único tripulante? Nah, dudo mucho que una nave tan grande como esta funcione con solo una persona. Si los motores funcionaran podría consultar que ha pasado en un ordenador, pero no recuerdo nada de electromecánica y prefiero dejárselo al técnico o técnica de turno. Llegados a este punto, solo me queda encontrar al resto de la tripulación y esperar que al menos haya alguien que sepa como arreglar la nave entre los supervivientes... Con suerte los demás no habrán perdido la memoria.

Al acercarte a la cápsula abierta ves que en el interior hay una persona en el interior. Esta suelta del crio tubo pero aun obsvando todo como si acabase de despertar.

De repente, de tu derecha proviene una luz azul, un joven se acerca a inspeccionar tu crio tubo y te mira con curiosidad. Él va vestido con lo que parece ser una armadura de carbono, y lleva en una mano una bengala química con la que ilumina y una pequeña pistola en la otra.

Con una muñeca sobre otra, una mano con la bengala química y en la otra la pistola, apunto hacía la cabina de estasis. 

-¿Estás bien?- Le pregunto mientras con el morro de la pistola termino de abrir la puerta de su cabina y, por desconfianza, le apunto a él.-¿Quién eres?-

Por fin encuentro a alguien, ¿Pero a quién? Espero que su memoria esté bien...

Sigo debatiéndome con todo lo que estaba ocurriendo, mirando a ambos lados y hacia delante. Buscando la rendija por la que se había ido el líquido. Temblando de miedo, y preguntándome dónde estoy y por qué estoy allí. Alcanzó a conseguir quitarme el aparataje, con mucha dificultad, y me apoyo en un costado del tubo, tosiendo y sintiendo náuseas.

Entonces una luz aparece por mi derecha, voy a abrir la boca, pero antes de que me de tiempo, una mano agarra la puerta del tubo, y abre súbitamente. Un hombre aparece de la nada, con algo que da luz en una mano y una pistola en la otra. No estaba muy seguro de por qué sabía que eso era una pistola, pero por alguna razón, sólo con verla, cada uno de los pelos de mi nuca se erizó dándome una sensación de frío polar que me subió desde las piernas hasta la coronilla.

-¡Jesús!-Grité, cayendo de rodillas dentro del tubo, y me escondí la cara, haciéndome un ovillo, dentro de él.-¡No me hagas daño!

Tardé un par de segundos en darme cuenta de que no me dolía nada... aún. Entonces el hombre me preguntó quién era. Una pregunta totalmente adecuada, claro...

Aunque...

Levanté un poco la cara para mirarle al rostro. Él era un hombre joven y atlético. Parecía seguro de sí mismo. Pero yo... yo no podía responder a su pregunta.

¿Q-quién... quién soy yo?

Me quedé en silencio, pensando en la respuesta, y luego le miré a los ojos, confundido.

-Yo...-Negué con la cabeza-Yo no...

Al verle indefenso y asustado, guardo la pistola y le ofrezco la mano en son de paz para que se tranquilice. 

-Perdona, no quería asustarte. ¿Recuerdas algo?- Esperaré a que se relaje antes de contarle que tenemos polizones agresivos...

-Yo no recuerdo nada a largo plazo, por suerte la memoria motriz está intacta.- Le digo señalando la katana que cuelgo en la espalda.-Recuerdo todo los términos y mi cuerpo responde bien a estímulos que parecen ser cotidianos.- 

La alarma sigue resonando por la sala.-Ven conmigo, antes he encontrado unas taquillas y creo que son nuestras, allí he encontrado este equipo. Créeme, es más cómodo.-

-V-vale...-Dije alcanzando su mano, aunque con poco, si algún soporte bajo mis pies, la fuerza ejercida, sólo consiguió hacerme chocar con él.-¿P-por qué estamos flotando? N-no parece natural...

Trago saliva, él me cuenta sobre lo que recuerda. Increíblemente, no mucho más que yo.

-Yo... no recuerdo...-Apreté el ceño, haciendo un esfuerzo. Consciente de que ahí antes había una información que ya no estaba. Ese tipo de olvido tan raro, y tan poco natural en escalas tan grandes.-Lo siento... no recuerdo nada...-Negué con la cabeza, y le apreté la mano, asustado por el sonido de la alarma-Algo no va bien...-Solté y miré a mi alrededor, intentando descifrar la situación-Voy contigo... ¿Pero cómo te mueves por aquí sin poder poner los pies en el suelo?

Observo las luces de la botonera que tengo delante y rápidamente los acciono, el orden que trato de pulsar es: verde, rojo y luego tirar de la palanca si hiciera falta. 

Mientras ayudas a 4 a salir del tubo, una de las cápsula que está a la derecha de 1, izquierda de 4 a unos tres/cuatro metros empieza a abrirse. No podéis ver el interior desde donde estáis, pero el sonido y el cristal al abrirse lo reconocéis en el acto.

-Supongo que estoy acostumbrado, pero tranquilo, seguro que cuando consigamos reparar el motor de la nave podremos activar la gravedad artificial.- Al escuchar el sonido, como acto reflejo, vuelvo a desenfundar la pistola y me acerco con cautela a la nueva capsula.

Como puede, el jóven se para unos segundos hasta que sus ojos se acostumbran a la luz. Contra todo pronóstico, su sistema respiratorio funcina correctamente y no tiene la sensación de haber estado largo tiempo sumergido en ese fluido...

Su coordinación es pesada, excesivamente lenta, pero poco a poco recobra la movilidad necesaria para empezar a andar en dirección a las otras cápsulas. Si yo he estado en una, seguramente habrá más gente en otras