Partida Rol por web

Gary tardó unos segundos en desconectar con nerviosismo la sonda que le proveía de Wild Moka. Algunas gotitas de gelatina de café escaparon por la comisura de sus labios y quedaron flotando en el éter junto a él.

—¡No puedo creerlo! ¡La Flota ha enviado a alguien a salvarme! ¡Oh, melocotones espaciales, qué gran noticia! ¡Mis gallinasaurias y yo estamos a salvo!

No tan rápido, Gary.

—Euh... Verá, androide Epsilon 091, tengo dos problemas: el primero y acuciante es que me he quedado sin combustible. No tengo materia oscura suficiente para alcanzar la estación StarCo. ¡Necesito que me remolquen! ¿Puede usted hacerlo, señor androide? [*]

>> Por otro lado, me he quedado sin Whiskas para mis chicas... Y se están empezando a poner a-a-algo nerviosas...

Cuando dijo esto último, Gary echó la vista atrás con cierto temor reverencial y una miríada de ojos reptilianos le observaron componiendo una tensa quietud:

[Solo los 5 primeros segundos desde que he marcado el timestamp]

Epsilon pudo contar al menos cuarenta ejemplares de gallinasaurias en el compartimento de carga de la Scrapjack. Aquellas bestias eran célebres por poseer dentaduras capaces de penetrar estructuras de acero, no digamos ya músculos o huesos. Eran depredadores emplumados cuyos huevos tenían un aporte proteínico cuatro veces mayor que el de una gallina Huxley al uso, de ahí su valor en el mercado intergaláctico. Gary las tenía enjauladas en contenedores de neoplástico endurecido, pero la perfidia ignata en los ojos de aquellas amenazadoras ovíparas insinuaba que una plumífera rebelión a bordo de la nave se saldaría un con un Gary Stratton devorado por sus propias bestezuelas.

—Necesito su ayuda, señor androide. No quiero acabar convertido en segundo desayuno de gallinasauria. Se lo juro por mi abuela Nanny Jo.

Aparentemente producto del HUD flotante-holográfico que le dejó a la Piloto Nova y su conexión mediante Cortana (¿Quién si no?) podía todavía "interactuar" con los demás. Al parecer el Capitán Huxley estaba algo enfocado en la Almirante Zorbäass renegada. ¿Posiblemente estaría pensando detenidamente en algún modo táctico de lidiar con ella eligiéndola como la más razonable de los tres comandantes de cruceros en aquella escaramuza espacial? Ciertamente, no esperaba menos de su propio Capitán. Su cojonudez táctica hasta en los momentos más complejos era algo que trascendía al simplísticaente robótico de Epsilon-091, pero debía enfocarse en su propia misión aún si fuese interesante lo que pasaba con su tripulación.

Al ver al sujeto Gary Stratton de la Scrapjack sintió... Ejem, perdón: "En ese momento, Epsilon-091 el droide sintió el verdadero terror...", con música dramática y todo, pero no la puso, aunque podía. Aquellos saurios parecían enojados. ¿Qué haría el señor Lagarto Espacial en su póster al lado de su pequeña estación dentro de la nave en este caso? Seguramente lo obvio, pero el droide mismo no veía aceptable dañar creaturas incluso si no fuesesn humanos, además eran, por alterados que estuviesen, los compañeros de Gary.

- Comprendido. Epsilon-091 buscará una solución. Sujeto Gary Stratton de la Scrapjack, por favor manténganse firme y atento, tenga ese proyectil neural a mano preparado.

Al estar por concentrarse en hacer algo de mecánicas y tecnotruculencias se le salía su speech más técnico y robótico, pero bueno, era aceptable, ahora mismo al sujeto Strattons se le venía algo grande, y no pensaba que ni él mismo se metía en la nave podría detenerlas, no era invencible, solo incapaz de sentir dolor antes de ser "descromado" por hambrientos seres espacioganádicos. Desplegó su omniherramienta y dejó que sus propios sistemas y procesamiento más sus hablidades buscaran una solución óptima.

Aquello que los orgánicos llamaban instintos.

- Me meto que sal sacos no serna isa, dolados. Saturen nimios insectos en querrías al cagar rateen. Sendero led monda. ¡Al flato telares, conejos! ¿Es recauda?*

Desgraciadamente para los amantes de los intercambios dialécticos elevados y marciales a los que el buen Huxley gustaba adscribirse en aras de las negociaciones más desopilantes y cariacontecidas del sector, esta bitchie con chupa de aviador había causado tremendo impacto en él, activando su dislexia selectiva y vergonzante. Esto resultaba en una sucesión de anagramas a buen seguro crípticas para la mayoría de los allí presentes; afortunadamente, un idioma en RAE-9000 se asemejaba lo suficiente a la verborrea de Huxley como para que Cortana pudiera transcribirla sin apenas erratas, sirviéndose de su traductor de guerra integrado WORDMARS™, una Compañía de quien todos ya conocemos. Qué asco de gente, chico, de verdad.

Un soldado acojonante y al mando no podía dejar de hacer su trabajo bajo ninguna circunstancia. Pese a estar entrenado a prueba de femmes fatales y argucias psicológicas, en esta ocasión era un amortiguado y glaseado sentimiento, incapacitante y misterioso, que hacía que Huxley lo tuviera realmente difícil. Aún así, el Capi lo tenía claro. La Serendipia y sus muchachos no estaban allí para negociar, qué diablos, al menos en esos términos. Seguirían con el plan en curso, requisarían el Slurm y no cederían ante las exigencias de civiles; por muy buena que estuviera la filibustera en cuestión.

- Aseguraremos el cargamento, y si colabora le aseguro un buen informe y no detenerla por su implicación en ciertos asuntillos que usted y yo sabemos, le traen de cabeza a mis mandos y prefiero no comentar ahora. Le recuerdo que pesan sobre usted cargos bastante graves, señorita Zorbäas

- Si desea conversar le pito* le sugiero que olvide el Slurm y nos ayude a contener este ataque.

- Será debidamente mencionada en mi informe si así lo desea y puedo proponerla como Cooperante de la Flota Estelar en Situación de Crisis, lo que sin duda sería cojonudo para usted.

- De hecho, podría acompañarnos de forma voluntaria y yo me encargaría personalmente de que tuviera la mejor defensa posible. Diablos, tengo un primo que es abogado, y podría echarle una mano. Si bien se especializa más en demandas por conflictos laborales a causa de identidad de especie, le aseguro que es el mejor, soldado.

- ¿Qué me dice, mon ami? ¿Nos servirá de apoyo? ¿O pretende ponernos las cosas aún más complicadas?

- Diantres, parece que ahí dentro las cosas se están poniendo calentitas.

También estaba la desesperada petición de refuerzos en la línea dos. Pese a que Huxley sentía debilidad por la ausencia de bajas colaterales, su conversación con Beatrixx sumada a la falta de Slurm y lo mal que le sentaba el azul, sin duda iba a necesitar una ayudita.

- ¿Yos yo o echa coral quía? 

¿Qué cojones? Ese bicho de la papada infinita se ha comido el estúpido cuento de Huxley. Pues ok. Sí que era más estúpido de lo que parecía, vaya. Esto va a ser pan comido. Pero no paran, no paran de blablabla, joder, ¿me entiendes? Así no vamos a ningún lado, ya me pica la 'Ardwolf en las manos.

—Joder, aquí se habla mucho y se hace poco, ¿eh? Vamosssss, coño, capi. «Se están poniendo calentitas», dice el jodío. —Suelto una carcajada—. ¡Calentitas! ¡Y duras, también!

Vuelvo a reír un rato antes de retomar la palabra, entre risas incontenibles.

—Que usted se encargaría, ¡ja, ja!, de forma personal, ¡ja, ja!, ¡personal!, de que tenga la mejor defensa posible. ¡Ja, ja, ja! Joder, capi, un crack de la seducción. —Grito después a la holopantalla—. A ver, tú, Zorbas, o como te llames. Mira, tienes al capi calentito, ¿me entiendes? Quiere «cooperación», ya sabes, «cooperación» —digo, moviendo unos dedos en el aire para marcar esas putas comillas—. ¡Ja, ja! ¡Hijoputa! ¡Cooperación! Ñiqui-ñiqui es lo que quiere, Zorbas. ¡Ñiqui-ñiqui! Joder, yo me apunto, qué cojones, llevo demasiado tiempo a dos putas velas en este jodido monasterio de monjas. Si hace falta hacer un trío con el capi, a tomar por culo, no estoy para jodidos remilgos. ¡Zorbas! ¿En tu nave o en la nuestra?

Huxley había lucido su dislexia selectiva ante semejante jamelga intergaláctica y se había quedado erecto y satisfecho con su viril negociación. Vaya, que el acuerdo que le había ofrecido a aquella pirata espacial era cojonudo de nivel plus ultra. Aquello solo podía salir de escándalo y con una canita al éter a ojos del buen capitán y agricultor espacial. ¡Hasta ese macarra irredento de Eisid se había apuntado a la fiesta con las piratonas!

Había que reconocerlo: estas corsarias espaciales sí que se dejaban cortejar con todo el descaro de la galaxia como en un videojuego cyberpunk polaco salido al mercado a destiempo con una vasta progenie de bugs. No como la Aponi. No como la Eris. Malditos fueran los cinturones de castidad monofilamento que llevaban esas dos, oiga. Si por Eisid fuera, esta partida cambiaría a código hentai con Marvin Gaye plagando la OST. No-os-quepa-duda.

Pero como diría Nanny Jo:

—Gary, ¿te quedas a cenar esta noche? Voy a hacer enchiladas de dilofosaurio.

Quiero decir, como también diría Nanny Jo:

—Gary, la vida es como una caja de bombones. Si no te comes los de Trufa, lo hará tu padre, ese goloso y selectivo hijo de puta.

Moraleja: Si quieres acción a raudales, tienes que ir a por esos piratas espaciales.

Así pues, el agente funkotroniano Drev-Costello -recordemos: camisa hawaiana Rojo Waikiki^TM-, ese afrancesado con boina reminiscente de los G.I. Joe de Acid Spike y el agente Skywalker, alias Teddy «Sugar Daddy» Taxman -recordemos, camisa  hawaiana Azul Polinesia^TM-, se embarcaron en el caza a reacción que había en el hangar de la Serendipia, algunos con los niveles de dopamina por las nubes y pensando en accesos carnales con amazonas de ciencia ficción al término de la misión de incautación del Slurm.

En el caza solo cabían dos sujetos, como ya se había encargado de precisar previamente el Amo de la Galaxia, ese individuo al que nadie en esta aventura presta atención cuando advierte de impedimentos logísticos de nivel 3. Huxley le ordenó a Acid que se subiese «al tejado», frase que estaba deseando escuchar el agente Drev-Costello; pero lo cierto es que solo Acid tenía traje de protección ambiental y, además, a Huxley le apetecía verse sostenerse de una agarradera durante el vuelo del caza pilotado en remoto por la psicópata del volante Nova Eris, The Ace of Aces.

El caza salió disparado como un proyectil atravesando el vacío estrellado del cosmos rumbo a la estación StarCo.

Huxley casi se traga el puro.

* * *

Para los tripulantes del caza, la sensación era comparable a ir a un parque de atracciones, subirte en el cacharro con diseño más aerodinámico con nombre en clave Lex Luthor INVERTATRON, ponerte el arnés de seguridad, comprobar que este último presionaba de modo indecoroso tu entrepierna -Huxley, CAUTION, you need it, MAAAAN-, tener un mal pálpito en el estómago, querer súbitamente bajarte de aquel columpio con nombre de villano adicto a esnifar kripto, comprobar que el arnés de seguridad ya no lo desabrochaba ni Rex POWER Colt -recuérdese: héroe cinematográfico favorito de Drevlin-, gritar como un recluta llorón: NO, PLEASE, GOD, NO! Y compartir una última si bien elocuente mirada con el operario de la atracción. Una mirada cainita. Una mirada sibilina y maliciosa. Una mirada que decía: «Estás despedido».

*El Amo de la Galaxia sufre un escalofrío recordando el Fun Park de Saigón*

Para el bravo Acid, que se aferraba a una agarradera como si no hubiese un mañana -y era una posibilidad muy R.E.A.L.-, aquello le ofreció una panorámica única del conflicto que se sucedía en el abrumador silencio del espacio.

Ante todos ustedes, El Hombre No Euclidiano:

Ese prodigio armamentístico proveniente de una civilización alienígena ignota había estado aguardando su momento como un cazador inquisitorial aguarda a una bruja en Novokovo Prime, un planeta que no os recomiendo visitar sin un salvoconducto del Dicasterio.

¡Y cuando tuvo a la Fortaleza Negra a tiro, emergió de las profundidades del cosmos como un depredador interdimensional y disparó su cañón Hyperion, arma que no solo destrozaba naves, sino que te pirateaba todas las comunicaciones intercambiándolas por recitales de Keats! ¡GUERRA PSICOLÓGICA, MADAFAKAS!

El cañón Hyperion at his best!

La Fortaleza Negra sufrió 3D100 de daño no euclidiano y trató de castigar con sus lanzas estelares los graves daños sufridos en el lance, pero los escudos deflectores del HnE se mantuvieron firmes y lograron absorber los proyectiles de materia oscura de la nave capitaneada por la intrépida Zorbäss.

El Hombre No Euclidiano sobrevive a las represalias de las amazonas espaciales.

* * *

Para cuando Joe Satriani concluía su solazo, Huxley y sus hombres estaban estacionados en la StarCo sanos y salvos con un buen puñado de civiles que salvar, un cargamento que asegurar y unos cuantos cabronazos que abatir.

Hux, Eisid y Drev captaron una comunicación nada encriptada con el siguiente tenor literal:

Se trataba el malencarado y salvaje jefe pirata Grishnak Mandíbula de 'Ierro arengando a sus bárbaros mientras se golpeaba el pecho como si de un primate hipervitaminado se tratase:

—¡Reuníoz, tipejoz! ¡Ezcuchadme! ¡Y hazedlo bien! ¡Vamos a koger eze Zlurm y por el kamino vamoz a 'ezpachurrarloz a todoz! ¡Diabloz, ya no ze trata del Zlurm! ¡ZE TRATA DE PARTIRLEZ LOS PIÑOZ! 

—¡Waaaaaaaaaaaaaaaggggghhhhh! —replicaron educadamente sus muchachos, alzando sus cuchillos y cargando sus pistolones.

—¿¡Y zabéiz por ké!? ¡¡PORKE LOZ ORKOZ EZTAMOZ HECHOZ PARA LA GUERRA!! ¡¡NADIE EZ MÁS GRANDE QUE NOZOTROZ!! ¡¡NADIE EZ MÁS DURO QUE NOZOTROZ!!

—¡¡Waaaaaaaaaaaaaaaggggghhhhhh!! —Otro grito engorilado. Los pielesverdes empezaron su ritual embadurnándose con sus pinturas de guerra Amarillo Luna Malvada^TM. No les importaba que la mitad de la Azaltante Nokturna estuviese peor que el panel de novedades umbrianas del Amo de la Galaxia.

—Pero... Zobre todo... —El jefazo se permitió una pausa dramática, toda una rareza en un orador ork, más proclives biológicamente a la soflama y al garruleo tabernario. —ELLOZ NO ZON VERDEZ... ¿Y ZABÉIZ KIÉNEZ ZON VERDEZ? ¿¡LO ZABÉIZ!? ¡¡¡NOZOTROZ ZOMOZ VERDEZ!!! ¡¡¡Y EL VERDE... EZ MEJOOOOORRRRRR!!!

—¡¡¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaagggggggggghhhhhhhhhhh!!! —Vítores. Loas. Parabienes. Se le escapó a algún ork un ¡Toreroooooo! Incluso, un gretchin soltó una lagrimita y dijo:

—Aaaaah... Ez tan brillante... Taaaaan magiztraaaaaal...

Grishnak aulló, listo para derramar sangre en cantidades industriales.

—¡¡¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGGHHHHHHHH!!!

Así las cosas, Huxley intercambia una mirada con sus cojonudos.

La conclusión es evidente: Ya vienen.

Los pielesverdes van a por todas.

Sé lo que os estáis preguntando.

¿Qué está ocurriendo en ese rincón slow-life del conflicto intergaláctico en el que un androide llamado Epsi The Techie y un granjero avícola de nombre Gary Stratton tratan de reparar la Scrapjacko?

Pues veréis... La cosa no anda muy allá de momento.

Las gallinasaurias se están poniendo nerviosas.

—¡Alto, Scottie, o me dispararé en el otro meñique! ¡No estoy bromeando, tío! ¡Aparta tus libidinosas plumas multicolores de Manolita o me veré obligado a... a...! —Gary echa un vistazo por la mampara de la cabina de pilotaje tratando de dilucidar qué trama el androide que ha acudido en su rescate. —Oiga, eh... ¿Epsilon? ¿Está ahí afuera? Tengo un problemilla aquí abajo... Se me están acabando los dedos prescindibles que paralizar y creo que mis gallinasaurias empiezan a tomarme por un masoquista perturbado. Pronto deducirán que poner fin a mi miseria existencial es el sendero lógico más útil para todos los implicados en esta delicada trama aviar.

Aquello le resultó un circunloquio innecesario, pero por algún motivo le relajó bastante. Luego, añadió:

—¿Se le ocurre cómo remolcar a Scrap? ¿Tiene algo de Whiskas en su compartimento pectoral? —Gary quedó pensativo un instante. —Porque... Tiene un compartimento pectoral, ¿verdad?

La verdad es que Epsilon sí tenía un compartimento pectoral.

¿¡O ES QUE HABÉIS OLVIDADO QUE AHÍ GUARDA LA IMPRESORA 3D!?

Ahem.

La omniherramienta de Epsi arrojó varios datos científicos muy interesantes:

a) Había un combustible alternativo que podría producir la suficiente energía como para impulsar la Scrapjack hasta StarCo.

b) Dicho combustible se encontraba de modo natural en las deposiciones de gallinasauria, que constituían un combustible biológico de una inestabilidad considerable.

c) Si se combinaba la cantidad exacta de este biocarburante avícola y se empleaba para dar energía a la Scrapjack, no solo lograría conducir la nave hasta StarCo sana y salva y asegurar la carga, sino salvar al sufrido granjero espacial, cada vez más acechado por sus gallinas depredadoras.

d) Sin embargo, si no se combinada en la proporción exacta los excrementos de gallinasauria... 

Bueno, lo que sucedería a continuación no sería algo precisamente muy higiénico, ¿sabes?

A ver, pilotar el caza en remoto no es tan emocionante como hacerlo de verdad. Está entretenido, como una de las simulaciones de vuelo de la academia y todo eso. Pero no es lo mismo, ¿sabes? No es lo mismo que estar ahí dentro y ver cómo las estrellas se convierten en rayas por la velocidad, ni es lo mismo que sentir el tembleque cuando un disparo de protones un poco más atinado te roza el chasis. 

Pero ver al capullo agarrado en el exterior y saber que con cada meneo de la nave le debe entrar el acojone de salir disparado… Ah, eso sí que es cojonudo. Me da algo de pena el capi, que por cañón que esté y muy filf que sea, pues ya tiene una edad para andar meneándose. Pero, joder, ha valido la pena.

Reconozco que le he metido más caña de la necesaria y que les he dado un par de sacudidas extra solo para reírme a carcajadas al ver a Acid meneándose ahí agarrado como un parguela.

—¡Eh, Tala, mira! ¡Parece un puto monigote de trapo! 

Y a carcajadas otra vez. 

En el aterrizaje no me la juego, eso sí que no. Ahí va suaaave, suaaave, que nadie se entere de que están ahí hasta que la empiecen a liar. Porque tenemos todos claro que la van a liar, ¿no? Al menos yo sí y seguro que Tala también. 

—¿Cómo vais por ahí? —pregunto por el intercomunicador—. ¿Todo bien, Epsi? Capi, lo siento si le he despeinado un poco. —La risa que se me escapa delata que no lo siento ni un poco.

Ahora toca esperar mientras vemos los tiros y las explosiones. Boom, cataplam. Me encantan estas mierdas. Si no fuera porque tengo la intuición de que vamos a tener que salir cagando leches de aquí, me bajaría también a meter unos tiros. Pero, ah, la tengo y Tibusmiley y yo estaremos preparados para saltar al hiperespacio en cuanto vuelvan todos. 

—Cortana, ¿hay palomitas? —pregunto, ajena por completo a la amenaza de la marea verde—. Esto se va a poner bueno. 

—Peeeeeroooooooo quééééééééé coooooojooooooooneeeeeeeeeeeeeeeees...

Noooooooo eeeeeeeentiendoooooooo naaaaadaaaaaaa. Poooooor quééééééééé meeeeeeee haaaaaaan eeeeenganchaaaaaadoooooo aaaaaaasíííííí eeeeeen laaaaaaaa naaaaaaveeeeeeee. JOOOOOODEEEEEEERRRRRR. Meeeeeeee caaaaaagooooooo eeeeeen loooooooos mueeeeeertoooooos deeeeeee laaaaaa Eeeeeeriiiiiiiis.

—¡¡Hiiiiiiiiiiiiijaaaaaaaaaa deeeeeeeeee puuuuuuuuuut.. wooooooooooooooooo!!

Epsilon-091 existía, eso era un hecho.

Espilon-091 ahora mismo era un operativo y soldado graduado de la Academia Stellaris y su fuerza de soldados, además.

Por definición, el droide o unidad droide existía para proteger a los humanos además de seres inteligentes y asegurarles un futuro.

Ante esto, el droide había logrado remolcar(-se) a la nave de Gary Stratton, el Scrapjack, pero no era tan simple, hacer la conexión era una cosa, y otra era el lograr salvar la situación completamente en base a los análisis hechos. Gracias a sus ocho brazos-flagelos de alta fineza y firmeza que eran su Omniherramienta incorporada, pudo hacer un análisis completo y más o menos tomarse o asistirse (O asistir a la vez, con él todo era una doble vía, por razones científicas y algo filosóficas, no, bastante filosóficas, de hecho) para con la misma nave y sus sistemas parciales, comprendiendo una solución bioquímica, una vez más en donde WARMARS^_TM no estaba involucrado, por lástima (Pero seguro lo habrían considerado o considerarían: ¿cuando si no?).

Todas las bromas varias llevaban a un momento clave, algo que para el droide, el... Ajeno, ligeramente a su propio grupo, esto era una cosa realmente seria, era un asunto verdadero, una misión fundamental, no solo como operativo sino como ser, "ser" sin más, como él, único e individual en una existencia que no debía serlo en base.

"No dudes de tu identidad"

"¡Haz muchas cosas, señor robot!"

Tala, y la niña de aquellos entonces. Sujetó la nave entonces y empezó a procesar, utilizando el excremento, la literal mierda (Seriedad, hombre, seriedad) de las gallisaurias en pro de poder mover la nave con el combustible sintetizado de dicho mierdcremento, excreciones, heces espaciales (Y prehistóricas, espaciales, doblemente) en pro de salvarlas, y al sujeto Gary.

- Procesando sintetización mediante desechos orgánicos y bioquímicos de especie: Gallinasaurio. Manténgase atento, Stratton. Epsilon-091 procesa.

Y aquí dependía si salía, o no. Nada más.

Los valores químicos no resultaban del todo perfectos, esto era nuevo y estaba en una posición de enfrentar algo nuevo. Esa parte de "hacer cosas" y "experimentar cosas" era medio difícil, ¡pequeña niña cuyo nombre no recordaba! ¡Claramente! Maldijo por dentro mostrándose quizá innecesariamente humano, pero últimamente, no pudo, lo que salió era casi un compuesto perfectamente negro parecido a la antimateria, pero no.

Pero las palabras de Tala que alguna vez le dijo cuando le dió su Ushanka no quedaron en el vacío.

- Epsilon-091 procede a entrar, con su permiso, sujeto Gary.

Forzando o haciendo que la entrada lo dejara pasar "amablemente" usó sus "brazos" que ya se habían desconectado del intento de operación rápida de laboratorio, como dirían los viejos datos de la antigua tierra: "Un MacGyver", que no salió claro, porque Epsilon-091 no estaba al nivel de MacGyver, lógica básica, qued eras demonstratum, y tal.

Pero no ignoraría su propia jodida identidad. Se hizo entrar y posicionóse frente a Gary con un especialmente potente impacto no para dañar la nave pero sí denotar que el cabrón metálico y cromado ejecutaba bastante peso. ¿Sería esto como el suicidio con Tofu, de nuevo? Había estado el simulador avanzado de la Serendipia/Jagged para practicar. Esta máscara de gas que usaba la usaban los, según sus mismos datos personales, los soldados japoneses, solamente para evocar eso (Y seguir la temática de soldados estilo covert ops que tenían todos sus otros compañeros, tan rezagado no iba a ser). Se puso en frente de las gallinasaurias y buscó instruir a Gary a taparse, con algo.

- Trataré de hacerlo de nuevo, por mientras, que sus sujetos de [Gallinasaurio] vengan por mí, no puedo sentir dolor ni sufrir daño, no se preocupe.

Pero sí podía ser destruído. Se concentró entonces.

Tales eran los tonos reales de la humanidad, de la existencia.

En cuanto sus botas tocaron el plastihormigón pulido de la Star-Co, embutido en su camisa azul Polinesia, y en ningún caso cualquier otro estúpido color que me gusta pero que me da igual, me quedo con el azul, el viejo Huxley sintió la agradable punzada de la adrenalina. ¿O era la FARMATANGMARS de Tala?. A lo mejor sólo era hambre, quién sabe. El caso es que el Capi estaba preparado para entrar en acción, a tope con sus muchachos, diablos. Si bien no podía evitar mirar de reojo al espacio sobre la Star-Co, por si veía aparecer a Zorbäas, no sé, en una cápsula espacial, un jet-pack de mako o un puto parapente cojonudo rosa flamingo palo y con forma de arcoiris. En realidad los parapentes tenían forma de arcoiris, vistos desde abajo, salvo los PAR-762 de WARMARS, que si los miras no ves nada porque llevan rociadores de Neocloro. O de cloro de toda la vida, mira, lo desconozco. El asunto es que si los miras te quedas sin cara.

El narrador habitual está de retiro espiritual, yo sólo soy interino, así que no me pidan maravillas. 

No cobro ni la mitad. Y mi coca-cola no tiene puto gas.

Mierda.

Hay que reconocer que aquel equipo tenía estilo, diablos. Sobre todo ahora que Spike no iba ondeando al viento como un pelele de los que ponen a la entrada de los concesionarios de cápsulas de escape de segunda mano. Drevlin brillaba en su indumentaria rojo Waikiki, un color que parece genial pero que termina cansando, la verdad; brillaba literalmente. Desconozco qué proceso biomolecular del funkotroniano le permitía encenderse como un gusiluz cojonudo y reticulado, pero así era. Huxley se encontraba alerta, preparado para cualquier contingencia. Marcial, coño. Como había que estar. 

- Muchachos, me da en esta vieja nariz de soldado que esta calma no va a durar mucho. Vamos a mover nuestro culo cojonudo y a buscar esos rehenes. Si hay un kazak allí, es posible que no se hayan matado entre ellos, o algo peor... que no se hayan puesto a subir trídeos en directo de la Star-Co. Demonios, tenemos que evitar que nos esprungeen, o estamos perdidos. Está bastante claro que no vamos a conseguir salir de aquí con los rehenes de una pieza y hacernos con ese Slurm, así que, muchachos, tenemos que hacernos con el control de la estación y llevárnosla entera. Con todo lo que contiene. Cojones. ¿Alguna idea?

Huxley buscó el área de descanso a través del reducido hangar, debían llegar cuanto antes al área de descanso antes de calcular el siguiente paso.

Pero vamos, que esto tiene toda la pinta de convertirse en un 15 gárgolas en pasillo de manual.  Pero qué sabré yo. Si soy el suplente y estoy de prácticas y la verdad es que me la pela bastante porque mi tío Mariano tiene una charcutería. Y mis primas no dan palo. Son unas putas vagas, joder, así que tengo curro asegurado. Y me pongo ciego de embutido. Pringaos.