Partida Rol por web

Al oir su nombre, Patxi alzó la cabeza y escuchó lo que el Padre P. Piscinas respondía a Max. Sentado en uno de los mullidos sofás del lugar, el vasco ya le había dado la extrema unción a la botella de txakoli y miraba con los mismos ojos vidriosos que empezaba a tener también Alma.

-¿Eh? ¡Aiba pues! ¿¡Una txapelketa dises!? Preguntó con intriga. El morrosko de la entrada tiene pinta de tener más poderío que un chupinaso de Julen Guerrero a portería, pero ese... ese no me dura ni dos carreras de txingas. Preferiría un buen mano a mano en el frontón, pero no se si aquí entenderán de deportes buenos con lo insustansiales que paresen, pues. Mucha floritura, pero ni una puta botella de Gaseosa Crus de Gorbea había en el mueble del bebercio, hostias.

Iba a decir algo más, pero lo interrumpieron cuando alguien llamó a la puerta de la suite.

Eso es, muy buena idea Alma-neechan le digo cuando la veo coger una de las botellas del mini bar.  Las estrellas de rock siempre que la montan en un bar, hotel o stand de comics es porque están borrachos. ¡Si nos emborrachamos le daremos más credibilidad a la distracción!

Dicho esto me dirijo al mueble bar y pillo una botella al azar. ¡Kampai minna! y tras levantarla como si estuviera brindando, echo la cabeza hacia atrás, cierro los ojos y me tomo la botella entera de una tacada. ¡Aaaaahhhhh, que rica eshta…. ¡hip!...! Por cierto, ¿alguien… ¡hip!... sabe que esh la… ¡hip!... abshenta de 50 gradosh?... ¡hip!... que creo que esh… ¡hip!... lo que pone aquí… ¡hip!... les digo a mis compañeros tratando de leer lo que pone en la etiqueta con los ojos entrecerrados mientras me tambaleo de un lado a otro de la habitación.

El tiempo continuó adelante mientras los rebeldes se dedicaban a planificar el asalto a las cajas de seguridad en las que se encontraba su objetivo, a la vez que le daban al bebercio entre mullidos cojines para aliviar la frustración causada, por las penurias que provocaba trabajar en la resistencia, un grupo que al fín y al cabo, tenía en sus arcas menos dinero que uno que se va a bañar.

Para cuando volvieron a tocar la puerta, Curt hacía tiempo que había encontrado algo adecuado para su plan entre las revistas y periódicos disponibles en la suite, y si bien Patxi y Max ya tenían el gaznate caliente y a gusto a causa del alcohol ingerido, Alma y a Lorena no tenían alcohol en sangre, si no sangre en alcohol, por lo que acercarles un mechero encendido podía llevar al desastre, y hacer que ardieran durante tres semanas seguidas.

El mismo botones que les guió hasta la suite apareció sonriente cuando la puerta fué abierta, y entró llevando en las manos una cubitera de diseño psicodélico con lo que habían pedido.

-Aquí les traigo lo encargado... y no cierren la puerta, que detrás mío viene el material de oficina que pidieron. Hemos tenido que remover cielo y tierra, pero unos huespedes como ustedes no se merecen menos...

Tras el chaval entraron 3 maromos cargando unos abultados sacos que dejaron en el suelo.

Essshhhhto, a ver tú… ¡hip!... piltrafilla le digo al botones colgándome de su hombro, más que nada para no acabar besando el mullido suelo de la habitación, porque casi no podía ni mantenerme de pie con la que llevaba encima.

Le dije a la… ¡hip!... chiquilla que eshta en la recepción que… ¡hip!... tuviera preparadash una buena cantidad de… ¡hip!... chuchesh. ¿Acasho no shabesh quien… ¡hip!... shoy? Shoy Kissh Ishomek, la.. ¡hip!... gran eshtrella del rock. Ashí que shera… ¡hip!... mejor que me traigaish las chuchesh… o que… ¡hip!... relleneish el mueble bar, que parece que she a… ¡hip!... acabado. Yo creo que ni eshtaba… ¡hip!... lleno cuando llegamosh. ¿Tu que… ¡hip!... opinash Alma-neecha?

Max se encontraba tumbado a la bartola en la cama, en la mesita de su derecha reposaba la botella que su compañero Patxi le había pasao. En su mano derecha tenia el copazo de Whisky y en la izquierda un montecristo a medio acabar.

Pué ya que el comefrezaz ma quitaó a la xurri, me ofrezco pa repetí lo que tu digaz padre.

Al llamar a la puerta el Zevillano ni se inmutó ni hizo ademán de corregir su posición más que para mirar si el muchacho del acné galopante le había traído más botellas de Whisky, y es que la noche iba a ser muy larga.

Ezo quillo, rellena el bebercio y dime donde cohonez eztá er mando a distancia que hoy hay derbi y le vamos a dar a loz der betí por el bullerengue!

Con la tontería (que de eso en la habitación había mucha) Alma se pimpló media botella de algo que sabía como muy mal pero que resultó ser adictivo. Sin darse cuenta, pim, pam, pum... para cuando le pareció oír que llamaban a la puerta se había terminado la botella y pudo comprobar que su compi había hecho más de lo mismo pero a lo burro.

- ¿Abshenta? ¡Ay Virgencicaaa eso es mú malo! ¡Iccc! - le gritó a Lorena mientras intentaba leer qué era lo que ella llevaba en la mano.- Tequi... ¿Te quiero? Ois, ¡ic! qué bebida más romántica y espiritosa... Estos esquimales hay que ver cómo ¡ic! son...

Al mirar a la puerta vió al botones y su gemelo trayéndoles algo, no llegaba a ver qué era pero ante la petición de Lorena ella no pudo quedarse callada y se abalanzó sobre uno de los botones:
- Sííí, ¡ic!, como dice Kiss Isomek aquí, hemos tenido que bebernos... ¡ic! ¡¡todo lo que ya traíamos nosotros!! - comenzó a gritar desde el suelo adonde había ido a parar.- ¡Ic! ¿Qué clase de hotel de lujo es este que ¡ic! no nos recibe con un ¡ic! mueble  bar en condicionessssssshhhhhhhhhhhhhhh?

Después de la "bronca" se quedó callada observando llegar a 6 maromos con sendas bolsas que dejaron en el suelo de la habitación, no muy lejos de la maña. Se acercó a uno de ellos, tras superar varias tiradas de Reflejos para ponerse en pie del todo, y le dijo al oído:
- Oshe armario roperooooo... ¿estudiash o trabajash? ¡Ic! - le dijo mientras intentaba con una mano quitarse las botas en plan sensual.

Cuadrilla de borrachos, vagos y maleantes... -musito pensando en voz alta.

Mis pensamientos en voz alta se ven interrumpidos con la llegada de los tipos del hotel, y las cajitas vascas de los dos millones de clips... Perfecto...

Espero a que los tipos se hayan marchado, para decir en voz alta, intentando llamar su atención- A ver chiquitos... -Parece que están algo emocionados, así que intento alzar más la voz- ¡Chiquitos! ¡Hacedme caso!... -Como parece que siguen a su rollo, decido pasar al plan B, que consiste en coger una de mis escopetas, y destrozar las botellas de alcohol más cercanas, con un estallido de cristales, alcohol y postas de escopeta- ¡Qué me hagáis caso copón, luego seguís bebiendo!

Cuando parece que he captado su atención, les digo- Vale, a ver. Tenemos que concretar. ¿Quién distraerá a los de la entrada?. Prefiero que sea Patxi... No me fío de vosotras en el estado en el que estáis, y no quiero retorceros las orejas hasta quedarme con ellas en la mano por malvadas pecadoras... Casi es mejor que vosotros os quedéis de reserva a mi lado, y que distraigáis a cualquiera que pueda venir.

El resto, ya sabéis, a meter presión psicológica. Vosotros veréis como os lo montáis. ¿Alguna duda, queja, o demás?. Sino, nos ponemos a separar los clips... Recordad que hay que llevarlos separados, sino, la historia no será creíble.

Ok, Padre.- Con otra botella de batido en la mano, Curt comenzó a sacar clips y a ponerlos en diversos bolsillos de su ropa.- -¿Así apaña? ¿O más separados aun? Es que no tengo dos millones de manos...

Max tenía la botella a buen recaudo y no dudaría en llevarse un tiro antes de que el preciado néctar se derramara. Zi, zi Padre, yo le apoyo digo lo que uzted quiera y zi hace farta le bezo el anillo, pero no me joa hombre que va a empezá el fungol!, no puede hacé lo de los clis ezos eztas dos a ve si azi ze le paza la tontura?

El Show de Benny Hill se quedaba corto al lado del que estaban montando las dos Otakus del grupo y el botones con la cara como un paisaje lunar, tragó saliva ante las palabras de Lorena, al verse acorralado y augurar la bronca padre de parte de sus jefes por no cumplir las exigencias de tan "eminente grupo musical" (risas de fondo).

-Esto... esto... el chaval separó ligéramente el cuello de la camisa de su cuerpo, para airear los calores que le estaban viniendo. ¡Ha sido un error que me encargaré de arreglar cuanto antes! Aseguró con firmeza mientras apartaba la cara para no intoxicarse con los vapores etílicos que expulsaba Lorena, capaces de emborrachar una piedra.

El botones se largó a toda prisa para contentar a los huespedes del hotel lo más rápido posible, y los maromos que habían traido los sacos llenos de clips lo siguieron, exceptuando al que era objetivo de las atenciones de Alma, quien se entretuvo apoyando a la chica contra la pared para que no se esmorrara en su titánica lucha por quitarse una miserable bota, y para disimular su abultada entrepierna dando la espalda al resto.

-Trabajo señorita, trabajo. Le dijo intentando lograr que la mujer, empeñada en quitarse las botas, no se esmorrara. Pero terminaré mi turno dentro de dos horitas... y creo que tengo lo que necesita para invertir toda esa energía suya...

El tipo la apoyó contra la pared como el que apoya un muñeco de trapo, y despues de varios intentos para que mantuviera el equilibrio, desistió cuando casi se le sale el corazón por la boca a causa del susto por los disparos del Padre P. Piscinas, que provocaron que el hombre saliera corriendo tras sus compañeros de trabajo, diciendo algo así como ...están locos estos artistas...

-Mecawen la leche abade, tiene usté más mala hostia que uno que tenía mucha, pues. Le increpó Patxi al Padre P. Piscinas. Mira que había formas de tener en vereda a estos ganorabakos, no desaperdicie las balas que hay mucho tontolaba macute y siempre nos faltan pues, con dos soplamocos bien daos se les quita la tontería echando hostias.

Patxi se levantó haciendo crujir los huesos de los dedos y se echó de nuevo a la chepa su pedrusco de piedrolari.

-Vale pues, entonses tendré ocupados a los gudaris de la entrada, no se si sabrán lo que es una buena conversasión de fútbol, pero como me salgan con que son de la Real, ya tengo con qué calentarme las manos hoy, que no me apetese discutir.

Esho, esho, date prisa… ¡hip!... o te clavare el tacón de mi bota de…¡hip! Gene Shimmonsh en tush mocashinesh… ¡hip!... ¿eh florecilla? le suelto al botones sacarino cuando sale corriendo como quien hubiese visto un muñeco de Stay Puff gigante.

Cuando al padre le dio por pensarse que se encontraba en un salón del antiguo oeste pegue un respingo y me lleve un susto que si no llego a taparme la boca con las manos el corazón se me hubiese marchado andando hasta Alburquerque. Shepa Padre-shenshei que esh… ¡hip!... un autentico aguafieshtash. Shi noshotrash… ¡hip!... shomosh lash que mash eshtamosh… ¡hip!... preparadash para la fieshta de los clipsh le digo mientras me acerco a hacia las botellas supervivientes y cojo dos antes de que al Padre le de por seguir en el OK Corral.

Alma intentaba guiñarle ambos ojos al armario ropero que decía que trabajaba, aunque la maña no se lo creía del todo después de verle acompañando al de la cara granulada que parecía sacado de "Al salir de clase". La cara de idiota que tenía la susodicha abriendo y cerrando con exageración ambos ojos, a veces a la vez y a veces casi hasta con un ritmo predefinido, no tenía descripción posible.

Ya se había logrado quitar una de las botas cuando el disparo al techo que el cura pegó la hizo caerse de culo mientras veía como su ligue de la noche huía despavorido.
¡Ueeeehhhh! ¡Que tan fea no shooooy! ¡Ic! - le gritó mientras se alejaba en la lejanía. Luego se puso a murmurar por lo bajini hasta percatarse de la increíble y buenísima estratagema que estaba llevando a cabo su compi.

Hay que ver, que para una vez que puede una buscarse un maromo en condiciones se espanta con una tonterida... No hay derecho, ya no quedan hombres hechos y derechos en este mundo de locos... Porque todo lo tengo que hacer yo, que sino aqui estaba a pan y agua sin comerme un Rosco de Reyes... y bla bla bla bla bla... gruñía por lo bajo Alma como una retahila de lecciones de instituto bien aprendidas, seguramente heredado de verle hacer lo mismo a su madre., sorprendentemente habiendo perdido el hipo por unos momentos.

Y, mientras tanto, tras lograr volver a levantarse y palpándose el culo con energía donde se había golpeado al caer, para alegría de algunos si es que la estaban mirando, se acercó al mueble bar para agenciarse alguna botella de las que quedasen si es que Lorena no se había hecho con todas ya. Luego añadió:
- Claro padreee, ¡ic! ¿no ve que las damiselas ya estamos preparadísisisisisimas para la juerga clipera? ¡Ic! - le dijo mirando al cura con los ojos entrecerrados.

Eso está bien... Lo de que estéis ya achispados no, lo de que estéis preparados para lo de los clips. Ahora, vamos a ponernos a separarlos. He pensado para que sea creíble que no pueden estar juntos, deberíamos de atarlos a una cuerda, y separarlos 1 metro unos de otros.

Así todo será mucho más creíble... Sí... -murmullo, pensando en voz alta, mientras busco algo de donde sacar cuerda, o que pueda valer como tal. De pronto, otra vez Dios me vuelve a iluminar. Los sacos en los que han venido los clips pueden romperse, y atar las fibras...

Gracias de nuevo, oh Dios mío- Bien, veamos. Vosotros id separando los clips, por si viene alguno junto. Patxi, ayúdame a romper los sacos en los que han venido los clips. Los usaremos como cuerdas, para atarlos separados, y llevarlos hasta recepción sin que estén juntos. Así, nuestra historia tendrá mucha más credibilidad...

-Desde luego abade, tiene usté unas ideas más raras que un pescao con hombros, pues... Dijo Patxi dejando la piedra otra vez en el suelo y haciendo vibrar toda la habitación con el temblor subsiguiente a la maniobra de dejarla caer.

El fornido vasco cogió los sacos previamente vaciados de su contenido, y comenzó a desgarrarlos con las manos, sin apenas esfuerzo, como el que rompe papel para el culo.

¡RIS! ¡RAS!

Dos tirones por saco sirvieron para dejarlos en el estado adecuado con el que proceder a su deshilachamiento.

-Sí, lo de los clis esos mejor lo hase la koadrilla, que tienen dedos finos y delicados. Dijo señalando con el pulgar a sus compañeros cuando le pasaba los restos del último saco al Padre P. Piscinas. Los míos son fuertes y gruesos como morsillas de Arrieta. Añadió mostrándole las encallecidas palmas de las manos al cura, fruto de vigorosos años de pelotamano, y llevaba razón el hombre, por que aquellas manos serían muy fuertes y aptas para los trabajos duros, pero lo más delicado que podían enebrar eran argollas portuarias, con las cadenas de las anclas de los barcos.

Yo pasho de hacer… ¡hip!... esho, que tiene pinta de sher mash… ¡hip!... aburrido que un cursho de punto de… ¡hip!... cruz. Ademash hash dicho que… ¡hip!... no te fiash de noshotrash, así que ahí… ¡hip!... te quedash haciendo el trabajo shucio ¡prrrrrrrrttttttzzzzzzz! termino la frase sacándole la lengua al padre haciendo una sonora pedorreta, gracias a la cual consigo rociar de babas a todo infeliz que se encuentre cerca mio.

Puesh yo voy a sheguir… ¡hip!... a lo mio. Cuando me neceshiteish… ¡hip!... me decish y dicho esto acerco las dos botellas a la boca, echo la cabeza para atrás y me trinco las dos botellas a la vez sin respirar, poniéndome perdida de alcohol pues era más la cantidad que caía resbalándome por la cara que la que entraba en la boca.

Curt empezó a perder la paciencia en el mismo instante en que se le acabó el batido. Vale que currar de vez en cuando no mata, pero después de dedicarse a prenderse todos los clips por la ropa resulta que el cura ni se había fijado. Furioso, al borde del llanto, borracho de fresas, se acercó al insensible Triple P.

-¡Ya ni siquiera te fijas en lo que me pongo para que estés feliz!¡Creía que teníamos algo más!¡Te odio!¡Buaaaaaaaaaaa....!

Curt salió disparado hacia el baño para llorar por el poco caso que el calvo del cura le hacía.

¡Serán borrachos!... ¡No, peor, son como críos! -Arremangándome las mangas de la sotana, me dirijo hacia el baño para coger a Curt de una patilla, y después hacia Lorena, para agarrarla de la oreja, como a los críos que tuve hace años en la catequesis, para, cuando los tenga a los dos juntos, soltarles- ¡Me cago en to' lo cagable! ¡Aquí a currar todo el mundo, o va a haber más hostias que en el Antiguo Testamento!

¡Después de esto, os podéis hinchar a batido de fresa, a ron, vodka, ginebra, o lo que bebáis! ¡Vamos antes de que me cabree! ¡Cagüenlamarsaláhostiaya!

Tambaleándose continuamente en el metro cuadrado que llevaba pisando unos cuantos minutos mientras veía cómo el cura y Patxi se ponían manos a la obra, Alma no dijo ni mú, aunque a punto estuvo, cuando el padre dando gritos anunció que había que ponerse al tajo.
No hay ganas, no hay ninguna gana y el vasco con sus dedos amorcillados ya se ha librado del trabajo sucio.

Sin embargo, se alegró de no haber dicho ni mú porque tras el espectáculo de quejas y lloros protagonizados por Lorena y Curt, el cura no se cortó ni un pelo en echarles el rapapolvo como si fuera su padre, y no el del "Padre Nuestro" precisamente.

Como Alma sabía la mala leche que se gastaba y estaba empezando a quedarse dormida en su metro cuadrado se acercó, eso sí, despacito despacito y casi a gatas, a donde se amontonaban los clips y se dispuso a hacer el condenado trabajito. Ala que como viera que era la única pringada le iba a faltar tiempo para echar a correr hacia el ascensor en busca de maromo ligón.

- Sí, sí, sí... ¡Ic! Mire padre, mire cómo vuelooo... - se sacudió la cabeza. Había tenido un dèjavú.- Digooo... mire como yo ya estoy haciendo essssstho, ¡Ic! Ala que... ¡¡aquí o todos o ninguno!!