Partida Rol por web

Spanish Show Vol.2

3.0 Bilbado

Cargando editor
09/06/2013, 19:51
Director

Martes 19 de Marzo del año 2013 de la Era de Dick.

6:45pm. Desembocadura de la Ría de Somorrostro. Orillas del Cantábrico.

Procedentes de la estación de metro de Bilbado del barrio de la Antartida, nuestro sufrido grupo esperaba pacientemente a aquellos con quienes se habían citado en aquel oscuro y nuboso paraje a 20 Kms de la ciudad de Bilbado, y a orillas del mar cantábrico. Un lugar yermo, desolado e inhóspito, en el que las emanaciones pichurrínicas del subsuelo habían acabado con toda la vegetación  y la fauna autóctonas, excepto por unos caracoles mutantes de tres metros, que se habían adueñado de la zona y que los miraban con ojos golosos.

Durante el viaje en metro, Patxi había logrado contactar con la Resistencia Bilbaina con lo que le quedaba de saldo en irrintzis, pegando alaridos como un loco en medio del vagón y que sorprendentemente, fueron respondidos desde la lejanía de los túneles de metro. De esta forma pudieron confirmar que el gobernador de la ciudad de Bilbado, un tipo que se hacía llamar El Sombrío, tenía en su poder la carta Magik que andaban buscando, y al parecer la usaba a modo de pila alcalina para potenciar sus conjuros pichurrínicos.

Confirmada la ubicación de la carta tras el chasco antártico con la fotocopia de la copisteria Guggenheim, procedieron a citarse con el Capitán Aitor Miyazaki, comandante del submarino Pestachu, último bastión vasco de la libertad, para ver qué se podía hacer. Según les contó Patxi, tras la toma de Bilbado por parte de las tropas de Alejo, el último reducto de la Resistencia Bilbaina no había vuelto a tener una base fija, y en lugar de eso se movían continuamente de un lado para  otro, a bordo del submarino Pestachu, bautizado así en homenaje al protagonista de Porkimon, una serie de dibujos nipona sobre unos pequeños monstruos marranos, como Gargajo, Chorongón, Cagarrut, o Cuescomón.

El submarino Pestachu era una especie de versión manga y high-tech del Nautilus del Capitán Nemo, que surcaba las procelosas aguas de la costa cantábrica en silencio, golpeando rápida y brutálmente allí donde era necesario, y retirándose de nuevo al fondo de la mar oceana antes de que las tropas de El Sombrío pudiera localizarlo. Y e aquí que nuestros héroes, rodeados por molúscos gasterópodos inflados de pichurrina, esperaban en la orilla aparecer el morro del Pestachu de entre las aguas, mientras que Patxi, les ponía al día sobre la situación de Bilbado, y el triste estado de una ciudad otrora tan orgullosa.

Notas de juego

La narración de Patxi sobre Bilbado la podéis encontrar al final de la escena Indicios.

Cargando editor
10/06/2013, 00:16
Curt Güallander

-Joer, macho, pues si que está chungo el percal en Bilbado... Y yo que pensaba que en Barna las cosas iban mal, no te cuento aquí...

Curt se rascó la cabezota extrañado. Era un detective de armas tomar, pero todo lo que oliese a magia le sabía raro.

Sin embargo, una voz en su cabeza sí sabía sobre este asunto.

-Tío, eso en mi mundo natal es algo común. En Magik la magia y la pichurrina fluyen por doquier, hasta el punto de que te pueden mandar a cualquier otro plano en un despiste. Imaginaos, yo llegué aquí mientras estaba intentando descomer un plato de fabada asturiana... Y me encontré dentro de este berzotas con dos o tres tipos más. - habló a las mentes el Émpata Fiero.

Cargando editor
11/06/2013, 13:53
Padre P. Piscinas

Depende de cómo se mire —contesto a Curt—. Madrid está en llamas, y aunque allí puedes hacer básicamente lo que quieres, lo más fácil que te pueda pasar es que una noche te levantes en un cenicero.

Dicho esto, cargo mis escopetas, que nunca se sabe que nos podemos encontrar, y añado—. Dime Patxi, ¿sabes si ese submarino vuestro tardará mucho en venir? Después de todo lo que nos ha pasado, no me apetece estar aquí a la vista de todos.

Cargando editor
12/06/2013, 19:49
Director

Antes de que el culo se les empezara a quedar cuadrado de esperar sentados, y como invocado por las palabras del Padre P. Piscinas, las aguas que los rodeaban comenzaron a agitarse y a formar remolinos en un punto concreto.

La agitación y el estruendo de las aguas fue creciendo hasta que, de forma súbita, en medio de un poderoso bramido, hizo aparición la fálica forma del Pestachu, con el morro totálmente erguido y soltando chorros de blanca espuma por todas sus aberturas.

Notas de juego

Ahora mismo no estoy seguro de si he descrito la emersión  de un submarino, o el tramo final de un polvete.

Cargando editor
12/06/2013, 19:54
Errebelde Bilbaino

Una vez el submarino hubo emergido, la escotilla de aquella bestia tecnológica se abrió, y por ella asomó un tipo enfundado en una extraña armadura de combate estilo manga, muy estilizada y muy de diseño, y tocado con una txapela que lo identíficaba sin duda como miembro de la Resistencia Bilbaina.

El interfecto dijo el santo y seña acostumbrado:

-Los tipos que fuman puro, tienen cara de canguro, pues.

A lo que Patxi respondió:

-Pero la hostia, endebajo del río amarillo, no hay quien se fume un pitillo.

Ambos se miraron fíjamente, calibrándose el uno al otro, y finálmente el tipo de la escotilla les gritó para que subieran a bordo.

Mecawenriau! ¡Pero no os quedeis ahí parados pues, y subid a tomaros unos txikitos la hostia!

Cargando editor
12/06/2013, 20:10
Alma Marracha

Alma se había tirado medio viaje en metro sollozando por la pérdida de su gran amiga Lorena en la caótica visita a la Antártida, y el otro medio entusiasmada con la idea de conocer por fin Bilbado, la ciudad de la que tanto les había hablado Patxi.

Sin embargo, una vez en la propia ciudad sus ánimos no mejoraron con el aspecto de la misma: había mil ojos mirándoles con cara de hambre desde las alturas. Con las manos en los bolsillos, agarrando bien fuerte sus armas, Alma escuchó cómo el autóctono les narraba el por qué de ese aspecto tan tétrico.

- ¡Rédiós! Pues sí que es cabrónidas el Sombrío ese. Ganas tengo ya de meterle dos soplamocos por gañán antes de quitarle la carta.

Se pegó al grandullón casi casi cual lapa para sentirse más segura y esperó, con bendita paciencia, a que llegaran sus amigos rebeldes en ese submarino que debía emerger de aquellas insalubres aguas. Y en ese momento aspiró el olor que emanaba de la Ría...

- ¡¡¡Aaaggg!!! - exclamó al acercarse a la orilla.- ¡Esto apesta a sardinas, cóóó! ¡Me van a dar pampurrias!

Y acto seguido se tapó la nariz con ambas manos y se subió la camiseta todo cuanto pudo reculando hacia atrás para no vomitar.

Por suerte, el submarino no tardó en aparecer y en cuanto les dieron paso Alma se lanzó como un rayo a su interior aún con la camiseta levantada por si acaso.

Notas de juego

Me mola cantidubi imaginarme Bibao en plan tó1 atrezzaooo al estilo Tim Burton :)_____

Cargando editor
12/06/2013, 21:06
Curt Güallander

Curt entró al submarino siguiendo a la Zaragothana, totalmente atontado por su enormes... razones.

Una parte de él echaba de menos a Lorena (y mucho), pero las otras pugnaban por lo que más les apetecía: zumbarse a la maña, limpiar el submarino (o darles de otias a los vascos, que no limpiaban las rias) o largarse a su mundo.

Sea como sea, su eterna cara de alelado, más el millón de heridas, más un traje de pingüino albino semidescompuesto, no es que diera muy buena impresión. Vamos, que daba asquito, siendo claros.

-Maaaaaaaaaaaadre, como está la moza. Casi em había olvidado de ello.

Notas de juego

Yo nunca he visto Bilbao...

Cargando editor
13/06/2013, 13:36
Padre P. Piscinas

Tras dar la colleja de rigor a Curt por decir chorradas, me dirijo al submarino, mientras comento al tipo que ha salido a recibirnos—. Pues unos txikitos de esos sí que me tomaba. ¿Decís que tenéis de esos en el submarino? Qué bien preparados...

Cargando editor
17/06/2013, 18:14
Errebelde Bilbaino

-¡Claro que sí, la hostia! Le respondió el Errebelde Bilbaino al Padre P. Piscinas. Pasad, pues, que enseguida os servimos unos txikitosos con los que alegrar el morro fino.

El grupo al completo se metió dentro de aquel aparato de ingeniería absurda, y tras cerrar la escotilla, el Pestachu se sumergió dejando atrás la orilla y poniendo rumbo a las procelosas profundidades.

Pronto, con el sonido del sonar de fondo, y un vaso txikito en la mano, nuestros protagonistas fueron conducidos por una serie de angostos pasillos hasta el puente de mando del Pestachu, a la presencia del comandante de la nave, Aitor Miyazaki.

Por el camino, su anfitrión los puso al corriente de las características del monstrenco en el que viajaban, que para algo era de Bilbado, y había que fardar de submarino.

-Aquí donde la véis, esta minusia, mide unos sien metros de eslora, pues. Alberga a una tripulasión de serca de tresientos errebeldes, además de a Walter, un delfín subnormal que es la mascota de a bordo. Señaló dando unos golpecitos al cristal de unos conductos reforzados y llenos de agua que atravesaban las paredes de los pasillos, y tras los cuales había un delfín con cara de tonto dándose cabezazos continuamente contra el cristal.

-Está equipado de la hostia, pues: Turbinas silensiosas para no ser detectado por sonar etsaias, torpedos de iones, mega androides de combate, trajes de profundidas errequeteblindados para que la tripulasión pueda salir a recoger mejillones, y muchas cosas más. El problema es que todo esto está a medio construir joder, por que es un prototipo de esos, pues, y muchos de estos cachivaches aún no han podido ser ajustados del todo, o nadie tiene ni errepajolera idea de cómo funsionan, la hostia. Espesiálmente el puente de mando, lleno de botones de colores, palancas de formas divertidas, tableros de mando que parpadean, y otras virguerías, de modo que muchas veses uno no puede estar seguro de si está conectando el mechero, llamando al segundo ofisial, activando la alarma de colisión,  programando el microondas, inundando la sentina de babor, o sintonisando el Carrusel Deportivo para escuchar al atleti. Aunque de ves en cuando conseguimos haser funsionar algo correctamente, aún nos queda mucho por descubrir de las capasidades del Pestachu, como el funsionamiento de los tubos lansatorpedos, la licuadora, o la máquina del café.

Cargando editor
18/06/2013, 11:39
Curt Güallander

-Vosotros tranquilos,- dijo Curt con confianza,- que ya estoy yo aquí para solucionar vuestros problemas. Dejadme unos minutejos al lado de esos cachivache sy yo os hago un manual de usuario para chuparse los dedos.

Mientras paladeaba el txikito iba preparandose mentalmente para la ardua tarea que se disponía a acometer. No le habían dado permiso aun (y si son inteligentes, nunca lo harán), pero él ya se las componía doradas y preparaba su triunfo.

Cargando editor
18/06/2013, 17:38
Padre P. Piscinas

Muy bien, muy bien, todo muy bonito— comento mientras el errebelde bilbaíno nos cuenta las cosas que hace este cacharro, las que podría hacer, y las que no.

Es entonces cuando Curt habla sobre hacer un manual, a lo que le digo— ¿Estás tonto? ¡No toques nada, que seguro que haces que nos hundamos para siempre! Si luego te dejan, cuando nos vayamos, haces tres manuales si quieres, pero no mientras estemos aquí metidos.

—Por cierto, amigo errebelde... ¿Hacia dónde vamos? ¿Es que acaso la base de la resistencia aquí está bajo el mar? —pregunto a nuestro amigo el guía.

Cuando pregunto esto último, se me viene a la cabeza un montón de Patxis cantando y bailando disfrazados de animales marinos en el fondo del mar. Sin duda, lo de las Montañas de la Frescura me afectó de sobremanera. Necesito unas vacaciones.

Cargando editor
21/06/2013, 11:50
Alma Marracha

Alma miraba totalmente absorta a todas partes una vez estuvieron dentro de aquel enorme submarino hasta que vió al delfín dándose cabezazos y corriendo se acercó al cristal.
- ¡Hola bonico! ¡Holaaaaaa! Ay, qué cosica más re-maja, có. - le decía al animal mientras daba golpecitos en el cristal a la par que el pobre bicho se daba nuevos cabezazos.- Walteeeeeer. Cuchicuchicúúú ¡Qué salao!

Siguieron andando aunque Alma se giraba de cuando en cuando a ver si Walter les seguía el ritmo, mientras el simpático bilbaino les explicaba que la mayoría de las cosas del cacharro no funcionaban o no sabían hacerlas funcionar. Y después de la oferta de Curt para hacerles un bonito manual de usuario, a ella se le encendió la bombilla:
- Si hay muchos mandos y palanquitas yo puedo apañarme en el panel de mando. - sacó pecho y aspiró profundamente antes de añadir-: Aquí donde me ve, señor errebelde, soy una hacha jugando a videojuegos. Deme esos joysticks divertidos y les mando a la Conchinchina o, mejor aún, al Ebro.

Pero tras la respuesta del Padre P.Piscinas a Curt, desinfló el pecho (y los pechos), y bajó las orejas (o lo hubiera hecho de haber podido) para añadir:
- Bueno, cuando terminemos con ese gañán y haya tiempo para que pueda jugar con esos mandos.

Notas de juego

Supongo que el Ebro sigue existiendo... De lo contrario pensad en otro río grandote XD.

Cargando editor
25/06/2013, 11:21
Errebelde Bilbaino

-¡Aiba la hostia! Exclamó el Errebelde Bilbaino que los guiaba a través del Pestachu. A la atensión del comandante que os llevo, pues. Respondió a el Padre P. Piscinas. Y claro que la base está bajo la mar, la hostia. O mejor dicho, bajo la ría, pues. Estáis en ella. El Pestachu es nuestro txoko y hogar. Y tranquilos pues, que ya tenemos a un informático de esos trabajando en el Pestachu. El pobre desgrasiao está que se tira de los pelos y no deja de quejarse de la puta mierda que le dejaron los anteriores con no se qué hostias del proyecto del Pestachu, pero hase un buen trabajo.

Dicho aquello, no tuvieron más que andar a través de dos pasillos más, y atravesar un par de escotillas para llegar al puente de mando del Pestachu, en donde una quincena de narizones con txapela se afanaban con los mandos, botones y palancas de divertidos colores, y no menos divertidas formas.

Allí, el Errebelde Bilbaino que los guiaba se presentó ante otro tipo embutido en una armadura High-Tech al igual que él, cuadrándose a la manera militar.

-¡Jauna! ¡Iñaki Errementari ofisiala aurkezten da! ¡Jauna! ¡Hauek dira Barnacitytik etorritako atzerritarrak! ¡Jauna!

Cargando editor
25/06/2013, 11:21
Aitor Miyazaki, Comandante Errebelde del Pestachu

-¡Atseden hartu, gudari! Respondió el andoba al que se había dirigido su guía. Luego se giró hacia los recién llegados y les habló a ellos.

Ongietorri al Pestachu compañeros errebeldes! Soy Aitor Miyazaki, Comandante de esta nave de la hostia que pisais. Veo que ya os han servido un refrigerio como manda Garaikoetxea, pues. Vosotros, como si estuvierais en vuestro txoko.

Cargando editor
25/06/2013, 11:21
Patxi Aguirregomezkortajarena

-Hombre, pues ya que lo dises jauna, unas rabitas para acompañar esta delisia del botxo no nos vendrían mal. Comentó Patxi. Que el bidaia ha sido un poco largo pues, y ya me está dando la tripako miña del hambre que tengo. Patxi ofreció una mano para estrechar. Patxi Aguirregomezkortajarena, de Santotxo de toda la puta vida, pues.

Cargando editor
25/06/2013, 11:22
Aitor Miyazaki, Comandante Errebelde del Pestachu

-¡Aiba pues! ¡Pero si yo me arrepensaba que eráis todos de Barnacity la hostia! Dijo el Comandante mientras estrechaba efusívamente la mano de Patxi. Luego se giró hacía sus compañeros.

-¿Y tu cuadrilla? ¿Estos también son txikiteros del Botxo, o vienen del extrarradio? Preguntó mirando al resto del grupo. Bonitos smokings, pues, aunque se os han arrugado un poco con el viaje ¿No? Añadió al fijarse detenídamente en los disfraces de Pingüino Albino No tan Ciego y Gigante Estropeado.

Cargando editor
25/06/2013, 12:32
Curt Güallander

Dando un paso adelante, tendió la mano y se presentó:

-Curt Güallander, encantado. Extremeño de nacimiento, suizo de ascendencia muy muy muy lejana (más que la galaxia de Star Warras). Oye, ¿dónde está el calamar ese del que tanto hablais? Es que me teneis intrigado. Porque yo creía que esto es un submarino.

Cargando editor
26/06/2013, 18:35
Padre P. Piscinas

Yo soy el Padre Pepito Piscinas. Me uní al grupo cuando estábamos de paso por Madrí. Desde entonces, nos han pasado demasiadas cosas... —digo al tipo. Podría conformarme con eso, pero hace mucho que no doy misa, y tengo ganas de contar alguna historia.

Desde que me uní al grupo, te puedo asegurar que nos han pasado muchas cosas. Hemos recorrido lo más oscuro de Madrí, allí nos enfrentamos a las más memoniacas criaturas que puedas imaginar. Después tuvimos que engañar a una recepcionista de hotel para emprender una aventura hacia las Montañas de la Frescura, donde nos las vimos con malvados pinguinos albinos y ciegos, además de ese horror blasfemo e impío.

Tras esto, añado—. Así pues, no son smokings arrugados. Sólo son disfraces que quitamos a unos nazis para pasar desapercibidos.

Cargando editor
26/06/2013, 21:29
Alma Marracha

Alma imitó descaradamente a Curt dando un paso adelante atusándose la peluca para presentarse ante el mandamás de aquel cacharro mientras ojeaba a todos los muchachos fornidos que había en el puente de mando. Al fin y al cabo, su sex-appeal innato era algo que ella sabía explotar muy bien.

- Se presenta la señorita Alma Marracha, nacida en Zaragotham pero crecida en Barnacity e hija de Enrique Bunbury, cóóó. - dijo muy orgullosa tendiendo su mano al comandante Aitor para después intentar, en vano, planchar con la mano su traje de pingüino y así estar más "visible".

Luego, para añadir algo a lo explicado por el cura, continuó:
- Aquella aberrante cosa de la Antártida se llevó a varios de nuestros amigos. Ha sido un viaje muy duro, mañicos, y una ya no está para zarandajas. - la maña puso ojicos de cordero degollado al recordar a quienes ya no estaban allí en aquella búsqueda de la carta que faltaba.

Cargando editor
02/07/2013, 19:24
Aitor Miyazaki, Comandante Errebelde del Pestachu

-¡Aiba la hostia pues! Si está mas claro que un txikito blanco que no habeis venido de haser la sicloturista de Bilbado pues. Si que sois gente de mundo oyes... Dijo el Comandante del Pestachu una vez hechas las presentaciones, y explicado a grosso modo el decadente periplo turístico en pos de las cartas que los había llevado hasta allí.

-No se hable más, pues, andando para mi camarote, que os voy a poner un plato de buen bakalao que os va a quitar el sentido. ¡La erreseta de mi amoma es famosa en el mundo entero y os meterá pal cuerpo toda la sustansia que habéis perdido! El Comandante Miyazaki se giró hacia uno de los tripulantes del puente de mando y lanzó una última orden. ¡Subofisial! ¡Rumbo Sur-Sureste a 20 nudos! ¡Y que nadie me moleste en un rato, que voy a preparar una delicatesen a estos gudaris.

Dicho aquello, hizo un gesto a los recién llegados para que lo acompañaran y los guió hacia su camarote, mientras el suboficial hacía caso omiso de las órdenes recibidas, ya que esto los llevaría en dirección a los arrecifes de la costa, y se pegarían una digna hostia bilbaina.