Partida Rol por web

Apenas he entendido la mitad de lo que ha dicho, pero una cosa está bien clarita... Salimos de aquí. Miro al dron con el que estoy hablando, le sonrío y hago un gesto con la cabeza apuntando a la puerta.

-Nos vamos, ¿no? -le susurro mientras me levanto de mi sitio. Encojo los hombros y salgo detrás de los demás.

-Puede contar con mi apoyo -digo ya en voz alta mientras salgo por la puerta-, no veía el momento de salir de aquí.

-Claro, vámonos. -Digo mientras me levanto. 

Mi dron se desplaza de forma autónoma mientras desvio mi atención a la matriz para hacer una rápida búsqueda sobre nuestra abogada. Veamos quién es esta Annie Goldsmith y cuanto suelen ser sus honorarios...

Annie os guía por la comisaría y se asegura de que os devuelven aquellas pertenencias que os pudieron quitar en el momento de la detención, se mueve por la comisaria como pez en el agua y está claro que es alguien a quien los uniformes y los agentes armados no le intimidan. Conoce las reglas del juego y es una jugadora excepcional a la hora de hacer valer los derechos reconocidos como legítimos ciudadanos estatales de los UCAS.

Abandonáis las instalaciones seguidos por la mirada furibunda del detective Redoak y casi podéis leerle los pensamientos de lo fuerte que frunce su entrecejo: “Sé que fuiste tú” “Te has librado esta vez, pero te meteré entre rejas” “Seré tu sombra”

Annie empieza a andar enérgicamente calle abajo -Bueno, tendréis varias preguntas, pero mi tiempo es limitado así que me adelantaré. ¿Me dedico a ir por las comisarías sacando detenidos al azar? Obviamente: no. Me encontraba aquí por uno de mis clientes, tengo una amplia cartera de ellos y son del tipo que paga por mis servicios. ¿Os voy a cobrar por liberaros de ese agujero? – Tras una pausa en la que espera añadir suspense se gira para sonreíros – Hoy es vuestro día de suerte-    

Tras un corto paseo llegáis a una cafetería Soybucks©. Es un lugar tranquilo, varios clientes toman su desayuno continental del día a base de BacoSoy y huevos sintéticos o un café rápido en su pausa del trabajo. También hay algún par de policías de la comisaría, pero a Annie no parece importarle. La mayoría del servicio de esta cadena está automatizado de manera que, mediante los indicadores de realidad aumentada podéis ver el menú proyectado en la mesa con la opción para encargarlo a la cocina.

Unas pantallas suspendidas en lo alto muestran las noticias de primera hora de la mañana. Imágenes cíclicas acerca de unos disturbios en las castigadas zonas del norte de Everett y Puyallup se turnan por momentos con los comentarios del presentador acerca de como varias marchas de metahumanos se han concentrado para sumarse al bloque principal en el centro y la Knight Errant ya ha empezado a dispersar algunos grupos que se están saltando el perímetro de contención ciudadana mediante el uso de la fuerza.  

Sweeteez, Krillritos, Cuppa Joes o Mycoprotein ChewStrips sabor teriyaki son algunas de las opciones que veis pasar mientras Annie encarga un soykaff al gusto para cada uno.

-Soy abogada y no soporto las injusticias- Dice enseguida que cierra el menú holográfico – Hasta un abogado de oficio recién salido de la facultad podía sacaros de allí. Lo que os lleva a la siguiente pregunta, ¿Entonces porque no nos hemos despedido en la comisaria?-

En ese momento un dependiente se acerca para serviros los cafés. Algo parece desconcertarle finalmente dejando uno frente a Glitch de todas formas.

-Tengo clientes que, ocasionalmente me piden trabajos paralelos como agente de relaciones públicas. No es mi campo laboral, pero se me da bien conectar a la gente y trabajar por mi cuenta así que para mí es algo natural. Cuando os he visto allí me ha parecido que tenéis lo que le hace falta a mi contacto por lo que he aprovechado y puede que yo cierre un trato a la vez que vosotros os ganáis un empleo- Annie se recuesta en su respaldo a la vez que se da unos golpecitos a un commlink de pulsera evidentemente decorado como artículo de lujo – Como os digo mi tiempo es oro y me gusta aprovecharlo al máximo, ¿Qué me decís?-

Unas primeras consultas dejan claro que Annie tiene el don de la invisibilidad. Pese a que descubres que es una reputada abogada Criminal y a su joven edad ha ganado un buen puñado de juicios reputados que afectan a miembros de la mafia, poca cosa más hay aparte de sus logros. 

Tras profundizar y procesar una gran cantidad de datos averiguas que parece que en realidad Annie Goldsmith tuvo un origen mucho menos afortunado que el que ostenta ahora. De pequeña fue una huérfana en un centro de niños tutelados de Snohomish, o por lo menos su nombre y SIN coincide con el registrado hasta la edad adulta, momento en que se le pierde la pista y al parecer tuvo una vida callejera como artista. Aunque ciertos registros indican que, en una irónica retrospectiva, más bien se dedicaba a hurtar y timar a incautos adinerados por lo que en más de una ocasión estuvo en las mismas celdas de la que hoy os ha sacado.   

Su desempeño académico muestra unas calificaciones envidiables por encima de la media de la mayoría de promociones y sus conocimientos callejeros la respaldan para ser un perfecto fixer dentro de la comunidad de las Sombras, ya que al parecer se ha ganado el respeto y la admiración como abogada defensora de todos aquellos criminales que quieren salirse de rositas una vez los tienen con las manos en la masa. Por supuesto Annie parece empatizar más con este tipo de clientes que con el sistema judicial para el que aparentemente trabaja. 

Seguro que podemos llegar a un acuerdo, pero si me disculpan debo ir primero al servicio.

Mientras estoy en el servicio le ordeno a mi agente que haga una búsqueda en la matriz de nuestra abogada y yo potencio mi encanto y determinación. 

¡Ja! Casualidad. Todo era casualidad. Como si alguien siguiera creyendo en la Casualidad, Papa Noel o el Hada de los Dientes. ¡Ja!

Pero estando pelada y en el hoyo pocas opciones tengo. Probablemente me escogieron por eso. Voy a abrir la boca, pero el colega no tiene otro momento de ir a meneársela. Vaya tipo. Aunque no será el más raro del grupo.

- ¿Y de qué trabajo estamos hablando exactamente? – pregunté bajando la voz. El tipo ya me lo imaginaba, de esos que se hacen en las sombras, pero la gama era muy amplia. Era mejor conocer los detalles antes de discutir los por menores del pago y me hacía parecer profesional en vez de una muerta de hambre desesperada por un golpe. O al menos eso creía yo.

-Menos mal que la chica esta va a llevar la negociación, es la parte que menos me gusta de los trabajos. -Digo para mi mismo aliviado. -No me gustaria hacer el ridículo antes de empezar.

Desentendiéndome un poco de la conversación cojo mi vaso y empiezo a rotarlo, buscando algún ARO que me permita experimentar el sabor del café ni que sea durante un tiempo limitado. Despúes de dos vueltas y media, compruebo el lado inferior derramando sin ni darme cuenta su contenido por toda la mesa.

- Uno sencillo- Responde a BB a la vez que levanta el índice para enfatizar su siguiente frase- Pero que necesita hacerse con un ratio de éxito del cien por cien- 

A continuación desliza sobre la mesa una caja de cerillas adornada con el logo de un bar llamado Discordia en la zona de Los Yermos (Barrens) de Redmond. Un distrito llano en decadencia al noreste de la ciudad donde abunda el crimen y con zonas donde la policía jamás se llega a adentrar. Unas calles sin ley,  hogar de más de medio millón de habitantes al gobierno de las bandas y mafias.  

Tiene un número garabateado con tinta de bolígrafo junto a una hora doblemente subrayada 7:00 PM

- Si aceptáis tomad esto. Cuando estéis en el lugar y la hora adecuadas llamad a mi contacto y os explicará en qué consiste y cuanto os van a pagar- Os enseña la pequeña cajita con reverencia - Luego, y solo entonces, destruid la única prueba física que os vincula allí. Ese es mi último consejo, cuanto menos rastro dejéis mejor para vosotros- 

Un coche deportivo de alta gama se detiene justo delante de vuestra cafetería arrastrando la mirada de los curiosos. Los intermitentes empiezan a parpadear todos a la vez y una puerta se abre levemente con un suave *clack*. Annie se pone en pie dejando claro que su carroza ha llegado y la requieren otros asuntos. 

-Haced bien el trabajo y tendréis muchos más en camino. ¿Hay trato?-

Si señora al menos por mi parte. Digo tomando la caja de cerillas  y mirando al resto del grupo que nos hemos reunido.

¿Alguno tenéis transporte hasta el antro ese? Y ¿ A alguien le suena ese tugurio?

<Discordia...> 

El nombre te dice algo, pero solo tienes un conocimiento general. Recuerdas que existe o alguien lo ha mencionado alguna vez, pero no recuerdas haber estado o pasado por ahí. En Redmond, lo más seguro que es que se trate de un antro ruidoso y oscuro regentado por alguna banda o mafia local por lo que apartado y lejos de la ley podría ser un lugar perfecto para que Runners y Fixers se reúnan para hacer sus negocios. 

-Yo estoy dentro -Digo mientras anoto en mi commlink el lugar y la hora del encuentro. -Puedo llevar a uno de vosotros -Le respondo a Julius ignorando su otra pregunta, ya que doy por hecho que se pueden imaginar que no suelo frecuentar bares.

Ni me dio tiempo a decir que me apuntaba antes de que la abogada desapareciera, pero estaba claro que iría.

- Algo me suena de oídas… - contesté – Yo si tenéis algo con ruedas os puedo hacer de chofer si queréis, pero de lo contrario como no robemos algo… - añadió encogiéndose de hombros como si robar un coche fuera una opción factible.

<Discordia...> 

El nombre te dice algo, pero solo tienes un conocimiento general. Recuerdas que existe o alguien lo ha mencionado alguna vez, pero no recuerdas haber estado o pasado por ahí. En Redmond, lo más seguro que es que se trate de un antro ruidoso y oscuro regentado por alguna banda o mafia local por lo que apartado y lejos de la ley podría ser un lugar perfecto para que Runners y Fixers se reúnan para hacer sus negocios. 

- Oye, colega, ¿y tú que eres? – le preguntó a bocajarro a Glitch cuando se quedaron a solas y todavía tenían sus cafés aún para terminárselos.

-Soy Glitch, una consciencia digital. -Le respondo de forma algo seca. -¿Hay algún problema con eso?

Me termino el café, me levanto y cambio el estilo de mi traje para aparentar llevar ropa de macarra, con unos grandes colgantes de oro dibujados digitalmente.

-Vamos en mi buga, joder -digo gesticulando bruscamente e intentando simular un acento de pandillero. Tras lo cual me río y me dirijo a por la furgoneta- Venga, hay sitio para todos -añado, hablando en mi acento y volviendo el estilo de mi ropa a un colorido chillón, más habitual en mí.

Me encojo de hombros acompañando un gesto de mi cara que denota más indiferencia que otra cosa.

- Ningún problema. No sé ni que es eso. – le contestó – Nunca había visto una máquina que tuviera aura… aunque sea intermitente. – le explicó apurando su café en vista de que se marchaban en el vehículo de Jax.

Al montarse en la furgoneta el ambiente aún era un poco tenso. No dejaban de ser 4 completos desconocidos.

- ¿Y vosotros que sabéis hacer? – preguntó en general. Le parecía un buen tema para romper el hielo además de una pregunta práctica.

-Oh perdona, te he malentendido. Muchos metahumanos suelen desconfiar de nosotros. -Me apresuro a aclarar. -Yo vivo en la matriz, este drone no es más que el dispositivo en que paso la mayor parte del tiempo; significa mucho para mi y supongo que ese ... vínculo es lo que puedes percibir.