Partida Rol por web

Apenas entras, Miranda te deja en uno de los pocos asientos libres de una triste sala abarrotada y con aspecto de abandonada. Ves que hay gente esperando, pero Miranda se dirije hacia una de las personas con aspecto hastiado de la recepción, y empieza a hablar con ella.

Pese a hacer mucho calor, y estar la sala abarrotada de gente, hay algo en ella que la hace sentir especialmente fria. Te parece oler algo imperceptible desde sus muros, algo abrumador y escalofriante.

"¿Pero que puto pueblo es este?" - pienso mientras observo a la gente que abarrota la sala y la propia sala en si que me hace estremecerme - "Este maldito lugar me pone los pelos de punta y lo peor es que no se si es por culpa de las putas drogas o si es así de verdad.. se que Miranda escuchó lo mismo que yo.. no estoy loco, al menos no lo estoy del todo.. o eso creo" - pienso y centro mi mirada otra vez en la espalda de Miranda - "Si tengo que esperar a todos estos muertos de asco me voy a morir aquí mismo, casi prefiero cortarme las venas".

Desvio mi mirada a quien está sentado a mi lado mientras me froto las sienes - Oiga, perdone.. ¿Que coño hacia toda esa gente ahí fuera en la calle? - le pregunto.

El hombre sentado a tu lado, un señor de aspecto cansado y viejo, calvo salvo por unos pocos mechones blancos, te dirije una mirada algo rara, y luego vuelve a reclinarse y a apoyar la cabeza en sus manos, como estaba haciendo hasta ahora.

En eso, Miranda vuelve hacia tí.

Tenemos suerte, conseguí que un médico nos atendiera, despues de convencerles que era una emergencia.

Miranda empieza a dirijirse a un pasillo.

Te parece notar otra vez esa extraña sensación proveniente del hospital en sí, y todos los pelos de tu cuerpo se ponen de punta.

Genial - respondo a Miranda intentando esbozar una sonrisa, aunque sonreír en este sitio escalofriante me da repelús. Me incorporo del asiento, miro al viejo un segundo y desecho la idea de despedirme de él para a continuación seguir a Miranda en busca de ese médico que me atienda - "Cuanto antes me quiten este puto dolor de cabeza, antes podré largarme de esta mierda de pueblo... casi prefiero estar en la cárcel, me pone menos nervioso que este jodido hospital" - pienso mientras sigo a la mujer hacia el pasillo frotándome los brazos con las manos para intentar quitarme esa sensación de piel de gallina que tengo por todo el cuerpo.

Al internarte en el recorrido de pasillos, empiezas a sudar frio, y empiezas a sentirte abrumado por una sensación calustrofóbica. Mientras sigues a Miranda, te va costando cada vez más respirar.

Cuando piensas que no vas a poder más, te encuentras dentro de un consultorio con solo un médico como compañía.

El médico si bien tiene algo siniestro en él que no logras percibir, sientes que posee un aire de seguridad e importancia que, aunque un poco irritante, te reconforta y mucho.

Se te acerca unos pasos.

Cuales son los síntomas?

Su voz está acostumbrada a mandar, y resuena bastante fuerte en el consultorio blanco.

Creo que acabaría antes si le digo "que es lo que no me pasa" doctor - mascullo entre dientes - La cabeza parece que me fuese a estallar, he tenido alucinaciones visuales y auditivas, escalofríos, fiebre, sudores, desmayos, dolor generalizado - me subo la camiseta para enseñarle mi herida del costado - esto también - le digo y extiendo los brazos - Ah, y por si fuese poco, creo que me han inyectado algún tipo de droga - añado sin poder evitar sonreír cuando me pregunta.

El doctor se te acerca con unas vendas, y empieza a trabajar sobre tu costado. En un santiamén, te encuentras con que no solo ya no te duele, si no que estás perfectamente vendado.

El Dr. Nihm, segun lees en su placa, te toma la temperatura con un termometro, y tras ver el resultado, sacude negativamente la cabeza, y empieza a examinar las marcas de tu brazo.

Cómo son las alucinaciones?

¿Si se lo cuento me meterá en el psiquiátrico doctor Nihm? - pregunto con una sonrisa - Bueno, yo diría que la más preocupante es ver el sol de color negro, esa la he visto varias veces, también he visto un elefante rosa que me dijo adiós, luego un maldito monstruo despellejado y que gritaba de una forma escalofriante.. verle solo le vi una vez, pero le escuche gritar varias veces... - respondo y esto último pensando en que Mirando lo escuchó también - Para encerrarme ¿verdad?

Sientes el interes del doctor cuando mencionas el sol y el monstruo. El se te acerca y te extráe sangre con una jeringa en donde tenias las marcas de pinchazos.

Mencionastes desmayos. Algún sueño raro o algo así?

Algo que dijiste debe haber interesado al doctor, cuya voz es mas amable, y se te antoja menos siniestro. Incluso el consultorio blanco te parece tranquilizador.

Solo la voz de un hombre, que dijo algo sin sentido para mi - respondo intentando recordar las palabras del hombre cuando me desmayé - "Realmente el idiota se pasó esta vez. ¿Por qué soy yo siempre el que termina encargándose de todo? ¿Y que hago hablándole a alguien que ya está en el quinto sueño? ¿me estaré volviendo loco también?" - digo mirando al doctor - Eso fue lo que escuché y me desperté en casa de Miranda, la mujer que me ha traído... creo que estuve como una hora inconsciente. Viniendo hacia aquí volví a ver el sol negro y noté mucho frío.. y perdí la noción del tiempo.

El doctor se te queda mirando un segundo, y luego masculla unas palabras que no alcanzas a oir. Parece un poco enojado aunque no sabes por qué.

Revuelve un poco entre sus cosas, y luego saca otra jeringa.

El brazo por favor.

Espero que eso sea para limpiarme la mierda que me hayan metido Doctor - digo extendiendo el brazo - ¿Cree que podrá quitarme este maldito dolor de cabeza?

El doctor te inyecta la jeringa, y luego empieza a rebuscar otra vez entre sus cosas.

Empiezas a sentirte un poco mareado, y escuchas al doctor mascullar Así que idiota, eh? en voz tan baja que no estás segura de haberla escuchado bien.

"Maldito cerdo.. ¿que me ha inyectado?.. él, aquel tipo hablaba del doctor.. por eso se enfadó al escucharlo, maldito cabrón" - intento mantenerme consciente y mirar si hay algo que pueda usar como arma.

Tu vista empieza a borrarse. Tu conciencia empieza a difuminarse, y te empieza a costar moverte. El doctor deja de rebuscar entre sus cosas, y te observa expectante.

¿Que.. me... ha.. hecho..? ¿Por.. qué? - balbuceo mientras intento ponerme en pie pero me fallan las fuerzas - Ca.. brón.

Lo último que ves antes de caer son los fríos ojos del doctor, y luego no ves más.

Te despiertas en una celda acolchada, con un dolor de cabeza indescriptible, y tu cuerpo sintiéndose debil.

Sientes algo en el dedo que te molesta. La sala blanca es muy fría, y sin embargo estás sudando como un condenado frente a la horca.

Abro los ojos y aprieto los dientes por el insoportable dolor, una habitación acolchada y blanca.. solo puede ser un tipo de lugar, aunque es obvio mi boca intenta hacer la pregunta - ¿Donde..? - intento enfocar mi vista para ver que me molesta en el dedo.

Tras unos segundos, tu vista se aclara. Ves que hay un anillo de plata en tu dedo, aunque con tu vista borrosa no lo distingues muy bien. El dolor de tu cabeza se aligera, aunque todavía te sentis mareado.