Partida Rol por web

Ishant se encontraba más que dispuesto a empezar a trabajar en el brazo de la capitana cuando se apagó la luz. Sin poder evitarlo, la espalda del andoriano se tensó, y en la oscuridad subsiguiente manoteó sus ropas en busca de su arma que, obviamente, no estaba con él

-Shelat...- gruñó en tono bajo, exteriorizando la frustración que sentía. No sabía donde había quedado el Ushaan-tor heredado tras su... "salida de escena" pero jamás se perdonaría por perderlo. 

Sin embargo a penas tuvo tiempo de pensar al respecto pues, en rápida sucesión, entraron en el pequeño camarote primero uno de los rescatados de la Excalibur con el que no había tenido trato y, seguidamente, Elung junto con el piloto rescatado, arrastrando el cuerpo casi sin vida del otro ingeniero. Dado lo rebelde y sobervio del humano de pelo amarillo, el ingeniero andoriano casi sintió un placer perverso en ver a lo que sus imprudencias le habían conducido pero dado que la misión era rescatarles con vida, la mayor parte de él se sintió culpable por el estado en el que había quedado Ollander.

- Parece que sus prioridades han cambiado doctor.- dijo con un tono de voz notablemente alto.- decida usted si me necesita aquí para seguir trabajando con el brazo de sha'de Alba o si, dada la entrada del nuevo paciente, es mejor que me una a usted en ese trabajo más tarde.

A la espera de la respuesta del sanitario, volviendo a envolver con rapidez las herramientas que con tanto esmero había colocado previamente, Ishant se puso en pié y se giró hacia la oficial científica, las antenas arqueadas con curiosidad hacia delante, al comprobar el estado ensangrentado de sus ropas. No dijo nada, y se limitó a seguir mirandola a la cara mientras recogía su arma, combrobaba brevemente su estado y la enganchaba en su cinturón, sin esforzarse esta vez por ocultarla de la vista.

- zha'Elung, espere un momento y, si el tha'Griffin no me necesita aquí, seré yo quien la acompañe. Creo que ahora que el otro ingeniero esta... incapacitado... lo más probable es que sea más necesario en la sala de motores.- tras decir esto se giró hacia el medico, esperando su confirmación de que, hasta que no remendase al rubio, no era necesario en esa sala.

Junto a Elung, Johnny deposita a Ollander en una de las camas.

- Doctor, haga lo necesario para que se salve, por favor.- dijo mirando a Mathew - Yo regreso al puente, no sea que su comandante se enfade más. Además, parece que tenemos movimiento y necesitan de un buen piloto. Lo dicho, doctor, confiamos en usted.

Dicho esto, se apresura para volver al puente para retomar el timón de la nave.

Había recuperado parcialmente la conciencia pero me encontraba muy débil y conmocionado por el dolor. Miré a mi alrededor, confundido, y comprendí que me encontraba rodeado de gente que intentaba ayudarme, aunque no podía discernir exactamente quienes eran.

-Cuidado... con el.... golem... -susurré, intentando advertir a mis compañeros del peligro que me había atacado.

- ¡Winwood! joder que susto... ¿donde ha estado?- dijo la capitán sentada en una de las camas del camarote, al ver aparecer a su oficial antes de que aparecieran los demás.

Cristina se levantó de un salto al ver entrar a Lightman y la vulcana con Ollander en brazos, la capitana palideció al ver el estado de su ingeniero acudiendo a su lado, cuando lo depositaron en una de las camas.

- ¡¡JACK!!- exclamó espantada ¿Que ha pasado?- preguntó mientras miraba a Elung

- Doctor... He detenido la hemorragia, pero las fracturas son múltiples y tiene restos de metal en todo el brazo. - informa con total precisión, dejando ya en manos al experto en la materia. 

- Gracias... por ayudar a mi tripulante- le dijo agradecida a la vulcana

- No puedo quedarme aquí.  ¿Oficial Th' Talesh podría acompañarme? Debo ir a la Bahía de Carga que ha quedado un Oficial solo y las órdenes explícitas de Stevenson son muy claras. - afirma en un tono que no deja margen a las dudas. - Además, esto es suyo. 

- El ataque se produjo cuando estaba solo...- meditó para sí, totalmente de acuerdo en que se marchara y siguiera las ordenes de Stevenson- maldita sea...- exclamó- Señor Lightman tenga cuidado- le dijo a su piloto inquieta por que pudieran sufrir otro ataque para después volverse al andoriano y al doctor- Mi brazo puede esperar, por lo que el señor Ishant será más útil en otro lado, me quedo con usted para ayudar a Ollander- informó al doctor pero antes de que fueran- ¿tendrían algún arma para dejarnos? si esa cosa viene soy la mejor capacitada para defendernos y prefiriría no tener que usar el brazalete.

Me costaba concentrarme, pero reconocí la voz de Cristina y de Johnny.

-Ingeniería... está el golem... encadenado -alcancé a decir.

¡¿Quién coño eres tú?!- gritó el doctor cuando tras aquella sombra descubrió el rostro de una persona, un ser humano concretamente, aunque se relajó cuando la capitana pareció reconocerlo, seguramente era otro miembro de su tripulación… aunque era extraño que hubiese aparecido allí y ahora. Pero a pesar de ello, la llegada de Elung y Lightman trayendo a Ollander hizo que cualquier otra cosa se borrase de su mente al ver el estado de este último.

¿Pero se puede saber qué coño ha pasado?- preguntó Matthew, con la ira y la preocupación empresas en su voz al ver el estado de Ollander -Bien hecho teniente, alguno sabe cómo cojones ha acabado así- dijo, agradeciendo a Elung que hubiese realizado los primeros auxilios mientras me movía a toda velocidad para empezar a tratarle -Si, vete, ¿no ves que estoy ocupado?- le respondió a Ishant sin apenas mirarle, con toda su atención fija en Ollander.

El maldito guantelete de la capitana tendrá que esperar- pensó mientras respondía con un gruñido a Lightman.

Shhh, calla, no hables y guarda fuerzas, maldita sea, las vas a necesitar- le dijo el doctor a Ollander en un tono algo menos rudo que el habitual, aunque inmediatamente lo recuperó cuando se giró hacia la capitana -Pues empieza a ayudar, sujétale para que no se mueva mientras limpio este jodido estropicio- le ordenó, sin molestarse si quiera en pensar en el rango o modelar el tono. Lo primero era atender a Ollander, cualquier otra cosa era una pérdida de tiempo en ese momento -Y el resto, largaos o ayudad, pero ahí plantados molestáis- les espetó a los demás, para luego olvidarse de ellos por completo mientras se ponía a tratar el brazo de Ollander.

Mi cabeza no paraba de generar ideas, de recordarme que debía retomar mis investigaciones cuanto antes y que allí parado no hacía nada. Así pues me aventuré por los pasillos de los camarotes de aquel trasto al que se atrevían a llamar nave. Encontré diverso material que quizás funcionase o se pudiese hacer funcionar, como el detector de movimiento que hallé bajo un montón de basura y que funcionaba a la perfección. Gracias a aquel chisme logré regresar junto a los demás.

Entré en el camarote y una voz un tanto agresiva me dio la bienvenida de una manera bastante desagradable. - Daniel Winwood, tripulante de tercera de la NX Excalibur. Científico. Número de alistado SA-022-1965-RD. - Respondí con calma. - ¿Y usted es... ? - Pregunté al hombre, dejándole de lado al momento al escuchar de Alba referirse a mi por mi apellido. - Aquí mismo, Cri... Capitán.  - Dije refiriéndome a la zona donde estábamos en aquel momento. - Encontré varias cosas, entre ellas este detector de movimientos que... - Entonces lo vi, no me había percatado de aquello que la Capitán llevaba en su mano hasta ese momento. Dejé el detector de movimiento a un lado y caminé hacia ella con mis ojos fijos en aquel brazalete.

- Veo que no he sido el único que ha encontrado algo. - Dije con una sonrisa viendo como no era el único que tenía interés en aquel objeto puesto que ya lo estaban mirado. - ¿Me permite que lo examine? Lástima no tener mi laboratorio para comprobar de que está hecho... - Me daba la impresión de que aquella cosa no era nada común, pero entonces entraron desconocidos con un herido. Reconocí a Ollander puesto que alguna vez me tocó ser su improvisado ayudante. Sobre todo cuando tenía algún accidente en el laboratorio y lo mejor que podía hacer era colaborar con la reparación. 

El tipo borde salió corriendo a auxiliar al herido, mientras que la Capitán ofrecía su ayuda y otros indicaban que se marchaban de allí a no se donde. Realmente estaba centrado en aquel brazalete que llevaba de Alba, hasta que escuché al ingeniero decir aquella palabra: Golem, para luego repetirla indicando como estaba y donde. Pero don simpático decidió que sobrábamos allí y yo ni me molesté en decir que podía y sabía ayudar, puesto que quizás mis conocimientos sirviesen más para otra cosa, como tratar de encontrar algo más que un simple botiquín entre todos los tesoros ocultos en el resto de habitaciones. 

Pero no podía irme sin poder contemplar aquel brazalete con detenimiento. - Capitán, saldré a ver si encuentro algo de utilidad que nos sirva para ayudar a los heridos, pero antes... ¿me dejaría ver el brazalete mientras ayuda a ...? - Me quedé en blanco, recordar nombres no era lo mío.  - ¿el tipo borde y al joven herido? Supongo que se lo quitará antes de tocarle... 

- Lo atacaron, se encontraba solo en el sector de Ingeniería. No tengo más información, creo que Stevenson puede saber un poco más ya que nos ha ordenado que no estemos solos. -  responde al Doctor, no sin antes asentir por el detalle de considerar su ayuda como oportuna, incluso le dedica una mirada a la Capitán de Alba por su agradecimiento. - Por las dudas, cierren esta puerta y exijan que hablen antes de abrir, se desconoce lo que está atacando a los tripulantes. -  termina por decir, al abandonar rápidamente el Camarote junto al Andoriano. 

-Ingeniería... está el golem... encadenado -alcancé a decir.

- Descansa- le dijo a su ingeniero acariciándole el pelo para que guardase fuerzas- van a hacerse cargo de ese golem... tranquilo- no sabía que coño era eso, le sonaba a un viejo cuento de la Tierra, una especie de ser indestructible.

-Pues empieza a ayudar, sujétale para que no se mueva mientras limpio este jodido estropicio

- Como verá es lo primero que acabo de hacer- le respondió pues ya se encontraba al lado de Ollander sujetándolo y tratando de calmarlo sosteniéndole la mano sana para que supiera que estaba a su lado y no pensaba dejarlo- estoy contigo Jack, aguanta.

Pero no podía irme sin poder contemplar aquel brazalete con detenimiento. - Capitán, saldré a ver si encuentro algo de utilidad que nos sirva para ayudar a los heridos, pero antes... ¿me dejaría ver el brazalete mientras ayuda a ...? - Me quedé en blanco, recordar nombres no era lo mío.  - ¿el tipo borde y al joven herido? Supongo que se lo quitará antes de tocarle... 

- Le dejaré que examine todo lo que quiera mi brazalete, pero usted no se va a ningún lado- le respondió a Daniel- con la facilidad que tiene para perderse podría acabar rodeado por cuatro golems... si los hubiera. Por favor atranque la puerta y estese atento por si lo necesitara para sujetar a Ollander- no pensaba arriesgarse a perder a Winwood. 

Más te vale dejar quieto esa jodida cosa- le espetó el doctor a Daniel cuando mencionó lo de examinar el brazalete -Me cago en la puta, quitárselo dice, como si fuese tan fácil…- maldijo para sus adentros mientras quitaba con cuidado uno de los fragmentos de metal incrustados en el brazo de Ollander -¡Qué no se mueva!- le gritó a la capitana cuando el dolor hizo que Ollander se sacudiese, haciendo que casi se le escurriese el fragmento que estaba quitando.

¡¿Y ahora qué coño pasa?!- preguntó cuándo escuchó como alguien intentaba abrir la puerta que Daniel acababa de bloquear.

Desde el interior del camarote, se pudo escuchar la inconfundible voz del doctor maldiciendo como de costumbre

Más... vale dejar... esa jodida...- fue lo primero que se escuchó, seguido a los pocos segundos de un grito -¡Qué no se mueva!

¡¿Y ahora qué coño pasa?!- se escuchó finalmente al poco de que James intentase abrir la puerta bloqueada.

Necesitaba tener a mi mente ocupada, alejada de cosas que añoraba y que en ese momento era imposible que pudiese hacer. No sabía cuando volvería a tener acceso a un laboratorio o a un simple cuaderno donde anotar mis ideas, desarrollar fórmulas. Buscar cosas útiles era una buena manera de mantener la cabeza ocupada y con ello ayudaba a los demás, era mi mejor opción. Pero la Capitán no lo vio igual.

- Dejaré esa cosa cuando lo considere oportuno. - Repliqué al tío borde con un tono neutro. A fin de cuentas era lo único que podría distraerme en aquel camarote. Al menos unos minutos, hasta que mi curiosidad se esfumase.

- ¿Perderme? ¿Yo? - Respondí a de Alba. Lo cierto es que la primera ve que salí del laboratorio para ir a mi camarote en la NX Excalibur, tardé unas ocho horas en encontrarlo. Y si no llega a ser porque llevaban cerca de seis horas buscándome, creo que aún seguiría buscándolo. - Ahora entiendo porque me facilitó un dormitorio cerca de mi laboratorio... - dije con una sonrisa en el rostro. Pero la mirada de la Capitán me decía otra cosa. - Sí, sí... la puerta.

La cerré enseguida y la atranqué desde dentro siguiendo las instrucciones de Cristina. Lo cierto es que no sabía que era peor, si los gritos del herido o los del supuesto doctor. - Y luego dicen que yo no tengo empatía. - Viendo como estaba el  panorama, lo mejor era ayudar a sujetar al herido. - Creo que necesitan un par de manos más. 

Justo cuando iba a ayudar a sujetar a Jack, sonó como si alguien quisiera abrir la puerta desde fuera. Miré a la Capitán y al doctor. - Está bien... abriré yo... - Dije levantándome nuevamente, dispuesto a abrir la puerta a quien fuese que estuviese al otro lado.

Más te vale dejar quieto esa jodida cosa- le espetó el doctor a Daniel cuando mencionó lo de examinar el brazalete -Me cago en la puta, quitárselo dice, como si fuese tan fácil…- maldijo para sus adentros mientras quitaba con cuidado uno de los fragmentos de metal incrustados en el brazo de Ollander -¡Qué no se mueva!- le gritó a la capitana cuando el dolor hizo que Ollander se sacudiese, haciendo que casi se le escurriese el fragmento que estaba quitando.

- "¡ME CAGO EN TU PADRE!"- respondió en español medio sorda y sobresaltada por el bufido del doctor en su oído, el muy jodido estaba hueco- Lo estoy sujetando lo mejor que puedo... haz el puto favor de no chillarme- le espetó hasta el moño de sus malos modales

- ¿Perderme? ¿Yo? - Respondí a de Alba. Lo cierto es que la primera ve que salí del laboratorio para ir a mi camarote en la NX Excalibur, tardé unas ocho horas en encontrarlo. Y si no llega a ser porque llevaban cerca de seis horas buscándome, creo que aún seguiría buscándolo. - Ahora entiendo porque me facilitó un dormitorio cerca de mi laboratorio... - dije con una sonrisa en el rostro. Pero la mirada de la Capitán me decía otra cosa.

La capitán recordó a la perfección el día en que Daniel se perdió por la Excalibur, cada vez que se acordaba del incidente se preguntaba como había sido posible que un tripulante como él hubiese accedido a la flota y más aún como había sido capaz de perderse durante tanto tiempo en una nave como la NX... y sí precisamente por eso, había ordenado habilitar una habitación que sirviera de camarote a Wilwood, para que al menos llegase a tiempo a su trabajo.

- Sí, sí... la puerta.

Cristina abrió los ojos como platos sin dejar de sujetar todo lo fuerte que podía a Ollander, para mirar a su tripulante de ciencias... el muy petardo ¡Iba a abrir la puerta sin preguntar!

- DANIEL... ¡que preguntes primero quien es antes de abrir, "COÑO"!- resonó la voz de Cristina con total claridad a través de la puerta del camarote más algunos improperios de regalo en castellano del tipo "La madre que te parió...", el idioma natal de la capitán.

- "¡ME CAGO EN TU PADRE!"- se escuchó una voz femenina en español - Lo estoy sujetando lo mejor que puedo... haz el puto favor de no volver a chillarme

 - Está bien... abriré yo... -

Se escuchó una voz masculina que parecía próxima a la puerta, para después volver a escucharse la voz femenina

- DANIEL... ¡que preguntes primero quien es antes de abrir, "COÑO"!- resonó la voz de Cristina con total claridad a través de la puerta del camarote más algunos improperios de regalo en castellano del tipo "La madre que te parió...", el idioma natal de la capitán.

Tanto la Capitán como el doctor, gritaban más que el propio herido. Casi no era capaz de escuchar mis propios pensamientos con aquellas voces gobernando así el camarote. Volví a plantearme la opción de irme a dar una vuelta, puesto que si seguían gritando así, sería imposible que me perdiese.

Pero escuchar mi nombre de boca de la capitán me hizo quedarme clavado en el sitio. Me giré lentamente y la miré con una estúpida sonrisa en mi rostro. - Creo que la última vez que me llamó Daniel, fue en la Universidad. - Se notaba cierta nostalgia en mi voz. - Aunque siempre preferí que me llamase Dan...

No sabía si me había escuchado o no, puesto que seguía sujetando al herido, tratando de que no se moviese cada vez que le tocaban. Caminé hacia ellos de nuevo. - Les ayudaré a sujetarle. - Indiqué a ambos superiores, olvidándome por completo de la puerta.

James activo uno d ellos comunicadores de sección de la nave.

Aqui James, tenemos un infiltrado en la nave. Reporten estado y situación, se sellará todas las secciones con directiva del capitán, revisaremos sección por sección, mantengan se alertas. Y quien tenga algún escaner a mano que intente localizar la anomalía.