Partida Rol por web

Al mantener la mano apoyada en la puerta Ellen pudo sentir el golpeteo característico del código morse. Tan solo una palabra era la que se repetía
"Informe" decía el mensaje.

Aquel ser resultaba tan intrigante como el maligno psiquico que les asaltó al llegar a aquella dimensión, sin duda compartía su prepotencia desorbitada, tipico de sociedades muy avanzadas sin embargo más allá de eso James no apreciaba la maldad intrinsica del primero.

Quizá detrás de aquel traje se encontraba alguien con respuestas o capaz de ayudarles pero tratar con aquellos seres siempre resultaba una experiencia desesperante...

¿Amenazar a sus rescatadores es la forma de dar las gracias? no tengo ningún interés en hacerle daño ni a usted ni a su nave, abrir esta puerta significaría la muerte de la doctora y la mía propia sin necesidad de que interviniera y si hubiera tenido interes en dispararle lo hubiera hecho cuando estaba postrado en esa silla. Como le he dicho vimos la nave a la deriva y hemos venido a ayudar y si le hago preguntas es para poder conocer la situación y poder ofrecer nuestra ayuda.

James intentaba mostrar la mayor decisión posible en sus palabras.

Puede alardear de su poder todo lo que quiera, pero la realidad es que nosotros le hemos liberado y solo gracias a eso vuelve a respirar, tiene suerte de que fueramos nosotros y no esos serés psiquicos con cara de demonio los que le encontraran.

Y así es como todo puede irse al cuerno cuando ese sujeto que misteriosamente está vivo, ofrece una posibilidad de salir con una amenaza que lejos de ser disfrazada, golpea con su verdad en la mente de la Doctora. Es que si bien hay cuestiones de las cuales está muy ajena, aquello ya superaba los límites de la fantasía. 

Y por esa razón, ya con más ganas de salir que otra cosa, escucha los golpes en la puerta mientras se encuentra medianamente protegida por James que está delante de ella. Esto no iba a terminar bien, no cuando había un ida y vuelta que a la larga, se puede ir a las manos o disparos. 

- Vamos James, es lo mejor. - afirma sin dejar de mirar al oficial y al humano sobreviviente de vaya a saber que. Es que acorde a lo que hablaba este sujeto, peor se ponía la situación y como al parecer podría pisarlos como hormigas terrestres, no quería poner a prueba su valía en las artes marciales aprendidas. 

Sonreí cuando escuché los golpes.

"ABAJO NADA. ACTIVAR MADO. PONERSE EV. ABRIRÉ PUERTA. OK?"

Estas palabras se prolongaron durante los segundos que me llevó golpetear la escotilla con el código Morse. Esperaba que el comandante comprendiera y me permitiera volver a la recámara antes de que fuera demasiado tarde.

Aproveche el momento que me llevó esperar la respuesta para chequear la cantidad de oxígeno que tenía en el traje.

Mensaje en morse mediante golpes a la puerta:

""ABAJO NADA. ACTIVAR MADO. PONERSE EV. ABRIRÉ PUERTA. OK?""

Según el panel de control ubicado en el brazo la cuenta de oxigeno tiene poco más de veinte minutos. En cambio la radiación tendrá efectos mortales dentro de cinco minutos.

Por un segundo el “astronauta” pareció examinar en detenimiento las palabras del comandante, solo que su discurso no fue suficiente para alivianar la tensión de la situación.

-Los únicos que han intentado “ayudar” tuvieron un final “atómico”. Y también eran como ustedes, viniendo en son de paz pero con armas en sus cinturones y cañones apuntando a mi nave. Usted no se diferencia en nada a esa gente, que por culpa de ellos me encuentro aquí ahora. Por lo tanto demuestre con actos sus palabras. Guarde su arma y devuelva los módulos lógicos del ordenador.- responde.

Luego, cuando James habla de demonios psíquicos el piloto contesta con veracidad en sus palabras. – No sé de qué demonios habla. No hay nadie allí afuera. – señala al exterior.

Volví a tocar la puerta para escuchar la respuesta de mis compañeros. No tendría más opción que abrir la escotilla en último momento. Esperaba que hubieran podido ponerse sus trajes antes de hacerlo.

El movimiento tendría que ser rápido: abrir, pasar y cerrar de inmediato.

James alejo su mano de la funda que guardaba su arma. No soy como los demás, como habrá notado por mi uniforme y mi nave y soy lo suficientemente inteligente para saber que no tengo ninguna oporunidad en un combate armado. He puesto a mis hombres y a mi mismo en peligro por intentar ayudar a una nave a la deriva.

Entre líneas podía observarse algo de información, ¿acaso era aquel navegante el responsable de la destrucción de la Tierra? ¿Quizá alguna especie de ángel exterminador que acabó con la Tierra tras salvar a solo unos pocos? todo aquello parecía espeluznante a cada momento que pasaba... los pensamientos de James fueron interrumpidos por el mensaje en morse proviniente del otro lado de la puerta, al menos una buena noticia.

Vengo de un lugar muy lejano, de otra dimensión por asi decirlo donde la Tierra sigue intacta. Se que esto puede sonar a ciencia ficción pero no más de lo que he visto aquí, seres capaces de soportar el vacío del universo y demonios psiquicos que le aseguro que existen.

Sabía que aquellas palabras sonarian raras, sobretodo para la doctora, pero aquel ser sin duda tenía un conocimiento mucho mayor. Al otro lado de la puerta hay hombres mios, que ahora mismo estan reparando a Mado... digame que es lo que sucedió aquí y ordenare que se detengan.

Al otro lado de la puerta hay hombres mios, que ahora mismo estan reparando a Mado... digame que es lo que sucedió aquí y ordenare que se detengan.

La respuesta de James y la información sobre MADO pusieron en alerta al “astronauta”, quien de inmediato dejó de lado toda la diplomacia para ir a toda prisa y abrir la puerta de la cabina de mando. Esto tomó por sorpresa a James y Clementine, quienes debieron tomar precauciones por la pronta fuga de la atmósfera de la cabina y que al hombre del traje espacial color negro pareció poco importar ante la noticia.

-¡No! ¡Los niños! - dijo con fuerza y voz quebrada.

Y como James era quien estaba apoyado contra la puerta debía decidir en un santiamén si permanecía allí o era empujado por el piloto.

James estaba siendo muy claro a medida que cada palabra era comprendida desde una profundidad cuidada por Clementine, dejando en el aire un centenar de dudas que posiblemente cuando todo esto termine, se tomará el tiempo necesario si le apetece al oficial, hablar de ello.

No obstante en este ahora que resulta ser raro, más allá del desfase temporal, el sobreviviente milagroso, los oficiales del espacio y esos demonios que menciona aquel hombre. Nada le sonaba de su tierra, pero al parecer estaba en un universo paralelo que para la época en la que vive la Doctora, aquello era una utopía. 

Solo que este sujeto ante la última frase de James, reacciona de inmediato y quiere abrir la puerta. La Rusa se posiciona junto al Oficial, esperando alguna reacción suya mientras coge el casco y se lo coloca, no quería morir por esto. Había muchas razones para seguir viviendo.

El "astronauta" no pareció atender a razones, algo que pudiera esperarse de un ser tan avanzado. Por contra como un animal guiado por impulsos simplemente se dirigió en dirección a la puerta.

James dio un paso al frente reiterando una vez más su posición diplomática No somos sus enemigos y no conectarán a MADO sin una orden mía terminó por puntualizar James ante el avance del mismo.

Era o un todo o nada, si aquel ser era en algo racional atendería a sus palabras pero si no lo hacía tendría que a partar a James siendo esto una acción claramente hostil.

El piloto se detiene frente a James y Clementine. Las palabras del comandante lograron que su interlocutor reaccionara por un instante. Solo un momento.

- Entonces abra el paso, porque un momento atrás dijo que estaban reparando a MADO y ahora dice lo contrario. No voy a perder un segundo aquí mientras usted gana tiempo con el computador central. Hágase a un lado. - respondió.

Aquel ser empezaba a ser molesto, sin dar un atisbo de información ni dejarse ayudar, podía ser que fuera un ser superior al menos físicamente pero en sus pocas acciones y palabras había mostrado un punto vulnerable, algo que James buscaba para llevar la iniciativa de la situación.

MADO no será conectada sin una orden mía, o si mis hombres pierden el contacto conmigo. ¿Que tengo que hacer para que entienda solo quiero ayudarle?. ¿No se da cuenta que quizá nos necesitemos mutuamente? Esta nave esta llena de gente de mi especie, estoy tan interesado como usted en que sobrevivan. Tiene dos opciones, dejarnos que le ayudemos o exponerse a fracasar nuevamente.

Las palabras de James se mantienen dentro de una actitud que no tiene miras de ceder, pero allí donde ese humano que sobrevivió ante las inclemencias del espacio, impone todo bajo su potestad, surge una dinámica entre ambos que terminará muy mal. Y por esa razón, la Doctora de origen Ruso interviene. 

- Crea en sus palabras, esto es para beneficio de todos. - agrega la mujer, hablando directamente al sobreviviente de esa nave donde ella proviene. Quizás apelando al uso del raciocinio, porque si bien no es momento para ponerse a discutir, hay una urgencia temporal que no debe ser obviada. Es hora de comenzar la acción. 

MADO no será conectada sin una orden mía, o si mis hombres pierden el contacto conmigo. ¿Que tengo que hacer para que entienda solo quiero ayudarle?. ¿No se da cuenta que quizá nos necesitemos mutuamente? Esta nave esta llena de gente de mi especie, estoy tan interesado como usted en que sobrevivan. Tiene dos opciones, dejarnos que le ayudemos o exponerse a fracasar nuevamente.

¿Y qué propone? Cada minuto que estemos encerrados aquí significa la ventaja para quien me encerró y trató de destruir la nave. Incluso puede que haya acabado con sus hombres del otro lado. Puede apostar que ha perdido la comunicación con ellos. Si en verdad desea ayudar entonces vayamos inmediatamente al núcleo del computador. Hay que reactivar a “Gabriel” quitando el daño que tiene. Les repito, no podemos perder más tiempo aquí. – replica alzando las manos en obvia señal de acuerdo.

Inmediatamente fue en busca de cinta aislante especial, guardada en una caja debajo de su asiento. Con la cinta tapó los agujeros de su traje y se dispuso a abrir la puerta por medio del panel situado al lado de esta.

 - Crea en sus palabras, esto es para beneficio de todos. -

- Beneficio de todos – añade, al copiar las palabras de Clementine - Su traje es de mi nave ¿Lo saco de la bahía de pods? – pregunta a la médico, en aparente desconocimiento.

Volví a tocar la puerta para escuchar la respuesta de mis compañeros. No tendría más opción que abrir la escotilla en último momento. Esperaba que hubieran podido ponerse sus trajes antes de hacerlo.

El movimiento tendría que ser rápido: abrir, pasar y cerrar de inmediato.

 Casi ni hace falta porque desde el otro lado comienzan a pulsar los interruptores necesarios para abrir la puerta, porque al fin de cuentas tan solo abrir un poco la puerta significa la pérdida del aire al otro lado en su totalidad.

Aguardo a que la escotilla se abra y me deslizo hacia la recámara del otro lado a toda velocidad. Dentro, espero a que el comandante pueda prestarme atención y escribo en mi DataPad:

"ACTIVAR MADO O NOS VAMOS? ABAJO ARTEFACTO DESCONOCIDO SIN ACTIVIDAD"

Cita:

Aquellas palabras fueron suficientes para notar un cambio o una rendija de esperanza con aquel ser, al fin parecía dejar de escucharse así mismo y atender a algo más. Aunque en la parte que refería a una amenaza en la nave no era ninguna buena señal. Por suerte Ellen acababa de golpear la puerta por lo que al menos allí parecía ir todo bien.

Si me cuenta que es lo que ha pasado mientras me coloco el casco del traje mis hombres y yo le ayudaremos a reactivar a Gabriel. Pero necesito saber que es lo que pasa