Partida Rol por web

Sentí el tacto de su mano fría agarrándome con suavidad, mientras que su voz pronunciaba aquellas palabras. No, no se trataba de somniloquia, había formado una frase entera, dos concretamente y parecía haber más. Pero tenía pacientes a quien curar y me incomodaba tanta gente en la enfermería. Cerré la comunicación de inmediato. - No voy a transmitir nada de alguien que duerme. - Indiqué severo a mi superior, para indicar con un gesto a la recién llegada que acercase a la camilla despejada.

- Descúbrase las zonas con heridas abiertas mientras la reconozco. - Dije serio a la mujer. Su mayor problema era la pierna por lo que veía a simple vista, así pues permití que aquel hombre se quedase, solo por si realmente necesitaba de su ayuda. Tras ver el resultado del escáner, la mujer también tenía parásitos en su organismo. - Sufre de la epidemia de parásitos intestinales de los Targ. No se alarme, casi toda la tripulación debe padecerla. - Miré al hombre que seguía allí con nosotros. - Sugétela la pierna, ¿quiere?

Dejé el escáner de mano y cogí el regenedaror dérmico. - Esta maravilla, cerrará todas las heridas abiertas, dejando la piel como si no hubiese ocurrido nada. - Informé a la teniente, para luego seguir hablando de los parásitos, mientras comenzaba con sus curas. - Ahora le daré la medicación a tomar y si bebe bloodwine, deje de hacerlo... y deben asegurarse de que la carne de Targ esté siempre bien cocinada. - Tras cerrar todas las heridas que la mujer nos mostró, la entregué la medicación pertinente. - Un solo comprimido y solucionado.

Miré de nuevo a la capitán, que seguía sumida en aquel profundo sueño, recordando las palabras que había dicho. - ¿Necesitan algo más? - Pregunté con la esperanza de que se marchasen de una vez, puesto que allí ya no tenían nada que hacer y empezaba a agobiarme tanta gente en un lugar tan pequeño. - Supongo que habrá  más tripulación herida...

Lo siento.  Yo si lo transmitiré Sr. Winwood.  Puede ser una clave que entiendan el primer oficial y ella.  Puede ser importante.   Diciendo esto se comunicó con el puente y le transmitió a este, con la advertencia de la dormiloquia, palabra por palabra.

- Dile a Mukherjee que busque en la Discovery al hombre del millón de soles, al caminante de las arenas olvidadas. El de las sandalias de cuero y espada de bronce. Dile...dile… -

Me giré y miré de mala gana al hombre tras su reacción y transmitir aquellas palabras sacadas de un sueño o un delirio a Muk. Era mi superior, pero eso ya era el colmo.

- Largo de aquí... - Dije con tono amenazante y mirada furiosa. No quería a estúpidos sin cerebro cerca mía y menos aún rondando al lado de la capitán. Menos aún encontrándose al borde de la misma muerte. - Fuera. - Seguí diciendo al hombre, mostrándole los dientes, como si de un animal salvaje me tratase. Hubiese gritado, pero eso solo perjudicaría a de Alba puesto que necesitaba reposo.

Abrí la comunicación desde la enfermería, puesto que no estaba dispuesto a tolerar aquel comportamiento de nadie, por muy superior que fuese y que creyese tener la razón. - Winwood a puente. Tengo un problema en la enfermería. Necesito que alguien se lleve de aquí a un oficial y que sus últimas palabras enviadas al oficial al mando, sean olvidadas. Al menos por el momento. Winwood fuera. - Luego miré a Artemisa. - Usted también puede irse ya. He terminado con los dos. - Añadí al final mirando desafiante a aquel hombre, que se había pasado de la raya con sus palabras, cruzándome de brazos a la espera de que saliesen todos de allí.

- Winwood a puente. Tengo un problema en la enfermería. Necesito que alguien se lleve de aquí a un oficial y que sus últimas palabras enviadas al oficial al mando, sean olvidadas. Al menos por el momento. Winwood fuera.

La nieve quemaba, pero no le hacía daño... el desierto en realidad era el resultado de la caída de una antigua civilización, las estrellas eran reconocibles, miró al horizonte, se gachó para tratar de reconocer algo en el suelo, terminó por levantarse... tal vez si examinaba las ruinas que frente a ella se alzaban pudiera identificar donde se encontraba, de manera que alivió el paso decidida a tratar de averiguar todo lo que pudiese, entonces reconoció a dos siluetas de su pasado... 

- ¿Es posible?- se sorprendió diciendo en voz alta- ¿Sirril... Shirazz?- volvió a pronunciar cambiando su paso ligero por una carrera más rápida en la dirección de ambos, deseaba interceptarlos cuanto antes- ¡ESPERAD!- los llamó

Artemisa se había comportado distante y sin abrir la la boca, había obedecido discretamente en todo momento. - Ya se como se siente un coche cuando lo dejan en el taller.

No tentendía realmente lo que pasaba allí, pero, fuera lo que fuera, parecía que allí no la querían así que fue atendida, y con un gesto discreto, casi amable, de agradecimiento, se marchó igual de silenciosa que había entrado.

- Ala, adios.

No saldré.   No utilice ese tono con un oficial o compañero, o quedará confinado al área de seguridad, Sr. Winwood. 

Su comportamiento en algo tan evidentemente neutro denota un estado psicológico inestable.   O explica como buen científico porqué el transmitir esa información al Primer Oficial puede ser un problema para la capitana -lo había hecho fuera de su rango de audición, amén de que estaba dormida- o asumiré que es algo personal y emocional y por lo tanto algo que debe usted resolver interiormente, sin faltar al respeto a sus oficiales, o crear animadversión entre la tripulación. 

¿O es que él está afectado por los parásitos esos?  -Buscó el oficial con la mirada recorriendo el sitio y los aparatos algún indicador de que algo estuviera física o mentalmente mal con Daniel.

En todo este intercambio, Kjarl mantuvo su lugar, pero sin hacer gestos corporales amenazantes.  Buscaba distender la situación, y entender más que pasaba en ese lugar. 

- ¿Qué ocurre, señor? ¿No sabe con quién está hablado? - Y pensar que me había caído bien en la cápsula de escape... porque, era el mismo tio, ¿verdad? Antes de seguir hablando, me aseguré de que las comunicaciones siguiesen abiertas. - ¿Se atreve a llamarme loco alguien que está, no solo invadiendo el espacio personal de un paciente, sino que dando instrucciones a seguir pronunciadas por alguien que está hablando en sueños? ¿De verdad quiere que la nave viaje hacia donde alguien que incluso diría que está delirando, ha dicho en sueños que vayamos? ¿Y yo soy el loco? - Reí.

- ¿Por qué no se va a donde de verdad sea útil...? Si es que existe ese sitio en esta nave para usted, señor. - Le provoqué. No debía hacerlo, pero lo hice. Normalmente tenía paciencia, pero Newton se la había comido toda de golpe. - Le recuerdo que ahora mismo esta es MI enfermería y aquí las órdenes, por mucho que le pese, las doy yo por el bien de los pacientes. Puesto que aquí ya no es de ayuda, mar-che-se. - Me giré y cogí el hipospray y comprobé su estado, antes de empezar a mirar las cápsulas que teníamos disponibles para dar uso con él. - Sigue así que la próxima vez que acudas a mí para curarte...

Jankowsky permanecía en vigilancia usando el periscopio táctico mientras Aakesh y el piloto decidían qué rumbo tomar,  a él tampoco le parecía buena opción el tipo G pero desconocía si sería posible llegar a Beta Rigel, decidir qué hacer no era su responsabilidad en esos momentos.

Cuando se oyó el mensaje de Winwood su cuerpo se tensó ¿que estaba ocurriendo en la enfermería?. Consultó al primer oficial antes de tomar una decisión.

-No se si debería acudir a enfermería y ver que sucede.- Dado su cargo como oficial táctico se consideraba en la obligación de intervenir pero esperó a que Mukherhee decidiera.

- ¿Es posible?- se sorprendió diciendo en voz alta- ¿Sirril... Shirazz?- volvió a pronunciar cambiando su paso ligero por una carrera más rápida en la dirección de ambos, deseaba interceptarlos cuanto antes- ¡ESPERAD!- los llamó

El paso ligero de Cristina no fue suficiente para alcanzar a sus antiguos conocidos antes que estos entraran al interior de la inusual montaña. Cuando llegó a la última posición de ellos, parecida a una especie de camino excavado en el suelo rocoso, vio la entrada en la ladera.

Una caverna, erosionada por milenios, se hunde en el interior del paisaje y sus entrañas están custodiadas por rostros humanos tallados en sus laterales. Algún tipo de escritura cuneiforme salpica las paredes de la caverna hasta perderse en las entrañas de la montaña, y un tenue haz de luces brota desde su interior, que permite avanzar sin perderse en la oscuridad.

Junto a la entrada y al lado de una de las estatuas, una figura menuda aguarda por Cristina. Su aspecto, similar al de un niño, observa sin prisas el comportamiento de Cristina.

Aakesh estaba asombrado ante lo que escuchaba por el intercomunicador. Lo pulsó y envió un mensaje

-Aquí Mukherjee, ¿qué coño está pasando en enfermería?

Al escuchar las palabras de Jankoswky le iba a responder, pero se calló al entrar Artemisa, para continuar.

-No voy a esperar una respuesta de esos dos, acuda a enfermería a ver que está pasando allí. Artemisa, por favor, ocupe el puesto del señor Jankoswky hasta que regrese.

Aakesh hizo señas a Jankoswky para que esperase

-Artemisa, ¿que está pasando en enfermería?, parece que Winwood y Newton están discutiendo por algo.

- El señor Newton, está tomándose demasiadas libertades aquí, interfiriendo en los cuidados de la capitán, faltándome al respeto y quebrando el secreto entre médico y paciente, negándose a abandonar la enfermería, estando ya repuesto y molestando con sus palabras y su presencia aquí, la cual no es necesaria y completamente prescindible, señor. - Respondí con seriedad al primer oficial, pensando si había escuchado lo que se había dicho o no en los últimos minutos.

- Y mi paciencia tiene un límite, señor. - Añadí al final, indicando que estaba ya a punto de explotar con aquel hombre cuya mirada y sonrisa me parecían las de un verdadero pervertido. - ¿Y si su idea era la de quedarse a solas con Cristina dormida para...? No, Daniel... no sigas por ahí ni pienses eso. Una persona así no hubiese entrado en la Flota Estelar ni ascendido a oficial... ¿o tal vez sí?

-Tranquilicense. Envío a alguien hacia allí

No esperó a la respuesta de Artemisa

-Señor Jankoswky, acuda a ver que les pasa a esos dos. Si Newton ya está recuperado o todo lo recuperado que pueda estar, que regrese al puente. Artemisa, por favor, ocupe el puesto de Jankoswky. Igualmente si nos puede decir que está pasando en enfermería, se lo agradeceremos.

No bastaba con tener lo que teníamos, sino que tenía que haber peleas entre la tripulación

Aakesh en parte no estaba extrañado. Daniel era a veces difícil de manejar, y quien no le conociese podría tener un encontronazo con él muy facilmente.

-Intente calmar las cosas señor Jankoswky y que sigan trabajando. No podemos perder el tiempo en disputas

- No es necesario, señor. Salvo que le ordene abandonar la enfermería y se niegue a hacerlo, como ha hecho cuando se lo he indicado yo.

La teniente se sienta sin chistar en el lugar que le habían asignado, aún caliente tras levantarse el comandante MACO.

- Parece señor, que uno tiene incidencias personales, sobre unos registros o emisiones emitidas, no se de que manera por la Señora Comandante. No sabría decirle que está sucediendo, pero parece que hay motivaciones personales. Inspiró profundo: - Y también fue el enfermero el que indicó que nuestra "invitada" se había marchado, sin más explicaciones. No podía decir gran cosa. No sabía si el personal facultativo estaba especialmente sobrecargado de trabajo, si es que había interrupciones en su labor que le afectaba, o el otro miembro de la tripulación estaba siendo una defensa personal sobre la Señora de Alba o un incordio.

Aakesh asintió ante las explicaciones de Artemisa y señaló el puesto de artillero para que Artemisa se sentase.

-Gracias Artemisa, de momento no hay novedades, en espera de cualquier señal enemiga o del grupo de exploración. A ver si regresan.

De nuevo sonó el intercomunicador y escuchó las palabras de Daniel

-Definitivamente señor Jankoswky acuda a ver que pasa y ponga remedio en lo posible.

Aakesh volvió a centrarse en la nave terrestre. Le estaba dando vueltas a una idea.

-Lightman, calcule una ruta hacia Vulcano llevando la nave terrestre con nosotros, otra hacia Beta Rigel, y una tercera desde Beta Rigel hasta Vulcano, en el hipotético caso de que tengamos la barquilla dañada operativa. Quiero saber cuanto tardaríamos en casa caso.

Pulsó el intercomunicador.

-T'arell, perdone de nuevo la intromisión. Si encontramos un planeta adecuado para arreglar la barquilla de curvatura, ¿cuanto tiempo calcula que le podrían llevar las reparaciones?.

Se cruzó de brazos esperando alguna respuesta

-Si nos salen las cuentas tal vez podamos llegar antes a Vulcano para atender a la capitán y salvar la nave terrestre a la vez, ganando incluso tiempo. Si no es así la lanzaremos hacia Beta Rigel y seguiremos como teníamos previsto hasta Vulcano.