Partida Rol por web

La nave estaba en las últimas, pero a Jankowsky no le importaba La ira lo cegaba y solo quería ve arder al enemigo aunque eso supusiera imitar su estrategia kamikaze. Al oir las órdenes pronunciadas a voz en grito por la capitana se frenó en seco. Los cañones de su nave latían al rojo vivo pero habían dejado de disparar. Pese a que estaba fuera de si seguía siendo un hombre disciplinado y acató el alto el fuego aunque no si cuestionárselo:

-¿Acaso quiere negociar?- Pensó, no podía creer que Cristina pretendiera negociar con el enemigo, aquella batalla era el todo por el todo, ganar o perder no había posibilidad de tregua, o al menos eso creía. -Espero que ese pulpo esté amaestrado.- Pensó, para aquel ser descomunal poca importancia tendrían las discusiones de unas hormigas. 

Mientras esperaba a que los cabecillas negociaran aprovechó para realizar un analisis de daños y que los sistemas automatizados realizaran unas reparaciones de urgencia. Redirigió toda la energía que pudo a los escudos y sicronizó los cañones preparándolos para un posible regreso a la batalla.

Johnny quedó algo perturbado cuando vio aparecer la que era, o había sido o lo que fuera que era la Excalibur. Un montón de recuerdos, de sensaciones le inundaron todo el cuerpo.

Por un instante fugaz le vino a la cabeza poder recuperar a Blake, a Hannah, a todos los compañeros que creía perdidos. Era como una segunda oportunidad, como si el destino le pusiera otra vez en la casilla de salida y pudiera volver a la vida que tenía antes. Mientras todos decían que no, el clamaba por el sí. En silencio.

Sabia que aquello tendría que esconder alguna trampa. Pese a las enormes ganas de aceptar esa oferta, tuvo la buena intuición de dudar de ella. Nadie ofrecía nada a cambio de nada, y ese regalo tenía que ser veneno envuelto en dulce. De manera casi automática prosiguió su ataque, lanzando los poco drones que le quedaban y realizando maniobras para seguir luchando contra las naves enemigas.

Parecía que podían aguantar un poco más, pese a que la superioridad numérica de los Xahuar y a la aparición del calamar gigante.

Pero de repente, la capitana mandó una nueva orden de no atacar. Pese a que la cadena de mando había quedado difuminada y luchaban por sobrevivir, sabía que tenía que obedecer. Tampoco perdían nada, demorar un poco más la derrota o la muerte no iba a afectar al desarrollo de los acontecimientos.

Permaneció a la espera, sin moverse esperando la reacción de la flota enemiga.

Que demonios, pensó James cuando escucho la comunicación de Cristina, Sus naves estan en pleno combate y no sabía si el enemigo dejaría de disparar aun así ordenó a sus naves dejar de abrir fuego... aquella era una jugada arriesgada era el momento de mantener la línea y si el enjambre utliizaba aquel impás para cruzar el campo de asteroides estarían perdidos.

Alto el fuego, fue lo que pronunció el comandante repitiendo en voz baja la orden de la capitana como si fuera para que sus drones la entendieran.

La criatura que había emergido se acercaba como si represetará en su ser el mismisimo fin del mundo, aquella dimensión ya les había mostrado demasiadas cosas incomprensibles como para dejarse arrugar ahora por aquella presencia.

¿Pero que coño hace?

El rostro de Aakesh era una mezcla entre sorpresa y enfado. No dijo nada, pero continuó avanzando hacia su objetivo.

Simplemente estoy navegando por el espacio...

Contempló la consola, esperando una señal del enemigo

Espero que tenga un as en la manga, porque si cree que se puede negociar con ellos....

Aakesh continúa forzando la macha para ganar velocidad y llegar antes que el enemigo al punto crítico donde no hay vuelta atrás. Sus coordenadas eran aquellas coincidentes con las de Cristina a fin de abrir camino a la mujer.

Instantes después de Alba ofrece algo que ningún Primigenio ni Xhaguar puede rehusar. La posibilidad de aplazar la muerte de todos a cambio de recibir anticipadamente el Colmillo amerita su atención y la simple espera por la reacción de los demás.

Quien acata de inmediato es Eduard que además aprovecha para efectuar un análisis de su situación crítica, y los resultados no son favorables.  Los daños en los sistemas tácticos y en los motores necesitarían tiempo que actualmente no existe. Con suerte un día de reparaciones en tierra. Con el sistema de puntería automatizado fuera de línea y con el reactor fisurado su nave solo podría desplazarse a la mitad de su capacidad de impulso.

Los demás siguieron las órdenes y aguardaron el complicado desenlace al inesperado pedido de tregua. Quienes en cambio siguieron obrando fueron Aakesh, con su curso trazado y James al plantar otra ronda de minas espaciales.

El enemigo, al igual que los defensores, puso fin a las hostilidades permaneciendo unos alrededor de otros en un baile mortal. Expectantes permanecieron allí, cuando a la menor chispa de error todo podría reanudarse en un santiamén.

-Esa es una elección acertada. Solo debe aterrizar y nosotros le quitaremos aquello que es nuestro. –responde la imagen transparente y a punto de desaparecer del faraón maldito.

-Tiene el camino libre y el paso seguro…no por mucho porque nuestro dios no podrá contenerse…las ansias son demasiadas. Rápido, venga rápido… - alcanza a susurrar el fantasma antes de desaparecer.

Y sus palabras en parte son reales. El monstruo colosal lentamente continua su marcha, con menor prisa que antes pero inexorablemente acabará por llegar a Abzu.

Casi de inmediato otro contacto telepático llega a todos, solo que de forma no invasiva. Como alguien susurrando detrás, desde la nuca o la oreja. Es el Marciano, Utnapishtim, quien se contacta con todos a la vez desde un enlace telepático.

-Lamento esto pero es la única forma de entablar un canal de comunicación que no sea corrompido por los Xhaguars y que estos frustren el plan con sus amos los Primigenios. Mi proyección puede distinguir lo real de lo ficticio y vuestra nave, aquella que claman poseer los Xhaguar, es solo una ilusión. Allí nada hay y deben saberlo.

En cambio la oficial Ramsey ha movido la nave camuflada y habilitado un rudimentario transportador combinando nuestra tecnología más los datos técnicos de vuestro mundo. Es posible transportar a todos al planeta para rescatar a de Alba cuando ella descienda al infame mundo. –

Las palabras de Utnapishtim y el improvisado plan de rescate una vez más traen algo de aire fresco a la situación condenada. ¿Sera posible engañar a tan temibles enemigos?

Cristina se mantuvo con el alma en vilo mientras observaba como finalmente sus hombres seguían sus órdenes, era de vital importancia que dejasen de disparar si quería llegar a un acuerdo con el primigenio ese, afortunadamente todos se detuvieron consiguiendo así una delgada tregua que esperaba fuese suficiente para conseguir el objetivo, llegar al planeta.

- Voy para allá...

Contestó al faraón oscuro poniendo en marcha la nave para no perder el tiempo, el avance del calamar le ponía los pelos de punta y en especial que sus hombres hiciesen alguna tontería que lo pusiese todo patas arriba... Cómo era habitual en ellos.

Al escuchar en su oído la voz del marciano suspiró, no estaban solos pero debían tener mucho cuidado, saber que la Excalibur era una ilusión no le pilló de sorpresa, además para volver a casa sólo podían hacerlo con la D5 y eso era algo que todos sabían.

- Caballeros, queda al mando el señor Mukherjee, volved a casa.

En realidad la capitán quería decirles algo más pero por temor a ser interceptada por los xhauars no añadió nada, pero esperaba que el mensaje subliminal hubiese sido entendido... No debían ir a rescatarla, sólo esperar que ella destruyese a los xhauars y con la D5 marchar a casa, había dejado las instrucciones en la bitácora, cruzó los dedos para que lo recordasen y al menos en eso se pusieran de acuerdo.

Aakesh no estaba para nada de acuerdo con lo que estaba haciendo la capitán, pero acataría la orden.

-Muy bien capitán, estoy cerca de un cinturón de asteroides, procedo a situarme lejos del mismo y a mantener posición.

Pero el primer oficial no dijo donde. Siguió avanzando y congregó su flota en el interior del anillo.

-Mucha suerte capitán. Dama y caballeros, mantengan posiciones y estén preparado para cualquier contingencia. Puede ser un buen momento para realizar reparaciones.

Eduard observaba con decepción los resultados que arrojaba la nave, algo le pasaba a los escudos. Aún así reinició los sistemas de puntería para intentar hacerlos funcionar.

Lo que dijo en cabeza el marciano abrió la posibilidad de un rescatar a la capitana, puede que no estuviera perdido. Si Cristina utilizaba el colmillo no tendrían mucho tiempo. Al mismo tiempo. la posibilidad de enfrentarse a los Xhaguar cara a cara animó a Jankowsky que deseaba descerrajarle un buen impacto entre ceja y ceja a esas criaturas. Mientras los sistemas se reiniciaban y las reparaciones de emergencia se llevaban a cabo en un vano intento por recuperar la deteriorada nave, Jankowsky, se preparó para el asalto.

Cogió las armas de las que disponía, un rifle una pistola y un cuchillo, también buscó algunos explosivos pero la traca final era tarea de la Capitana.

El desenlace de los acontecimientos parecía estar cerca de producirse, quedaban pocas cartas que jugar en aquella mano pero sin duda serían las más decisivas.

James aprovecho el alto el fuego para hacer un nuevo despliegue de minas, no podía ni confiaría en aquellos seres y sin duda se preparó para reanudar el ataque de forma masiva en cuanto fuera necesario.

Cristina se preparaba para cumplir su parte de la misión y sus palabras hicieron que James se quedará mudo, estaban en mitad de una batalla y no quiso que su mente desviara su atención para pensar en otras cosas, aquellos malnacidos no eran trigo limpio y James dudaba que ni si quiera pensaran en cumplir el acuerdo.

Ordeno a un solo dron embarcar en la nave principal será mi forma de escapar en caso necesario.  Preparo las rutinas necesarias para sobrecalentar el nucleo de la nave comando y me mantengo a la espera

Aakesh activó el sistema de comunicaciones codificando el mensaje

-Aquí Mukherjee, espero que no nos escuchen. No me fío para nada de los Xhaguar. Acataremos las órdenes de la capitán, pero eso no significa que no nos preparemos para seguir la lucha. Esa es mi orden, todo el mundo preparense para lo que sea. Dudo que esto haya acabado tan fácilmente, y mucho menos que por las buenas.

Ok. Vas a necesitar una tirada de Pilotar 12 para lograr tu objetivo.

La situación tomaba otro matiz. Ya no era un enfrentamiento a espacio abierto, si no que todo se dirimía en función de la capitana. Aun así, coincidía con el mensaje de Muk. Además, las tropas enemigas les superaban en número lo que hacía que entendiera menos su estrategia, a no ser que realmente ellos tuvieran alguna oportunidad.

Mientras permanecían en espera, realizó una evaluación de daños de la nave. Tener que estar recluido en la cabina no le hacían nada de gracia y quería ver si había posibilidad de reparar los daños sufridos. Aprovechó para comprobar el estado de sus minas, porqué en caso de ataque necesitaría de todo su arsenal disponible.

La escena sin igual acaba con la nave de comando de Cristina avanzando hacia el planeta maldito, entre las hordas de naves colmena y miles de drones zángano, quienes cierran el paso a cualquier valiente que intente entrometerse.

Y las naves de los defensores aguardan, tan inmutables como impotentes ante la decisión de la mujer de ir hacia la boca del lobo a parlamentar un armisticio imposible. No hay posibilidades como esa de la mano de los Primigenios. Todos lo saben…

 Pero lo que los Primigenios no conocen es el fuego humano, el valor y la capacidad de sacrificio por el bien mayor. Esa arma, intangible e invisible, en todo momento estuvo presente y su gran ego les impidió ver como el caballo de Troya llamaba a sus puertas y llegaba hasta sus mesas.

Pronto todo acabaría, de una manera u otra…