Partida Rol por web

- Supongo que eso quiere decir que la IA no es tan I como parecía si hace caso a quien no debe y da consejos sin pedirlos. - Respondí a Gabriel. Y es que lo de Newton era ya algo que no tenía lógica alguna ni razón de ser. Y lo peor no era eso, sino que siempre olvidaba todo y en esta ocasión era incapaz de olvidarme de aquel hombre y su estupidez. - ¿Por qué?

- No, no será necesario, Gabriel... - Dije susurrante recostado en mi catre. - No suelo dormir más de seis horas seguidas... - Y con esas palabras me quedé dormido.

Los sueños se sucedieron en mi ciclo de descanso. En ellos, un terrible Kraken se lanzó a atacarme...

Por fortuna, aquella extraña armadura con que ya soñé anteriormente, me cubrió de nuevo y pude encargarme de aquel mal sin ningún percance más.

Solo tuve que alzar mi mano, decir unas palabras...

Y ver como La Tierra explotaba ante mis ojos, tras mi disparo hacia ella.

En ese momento una voz anunciando una prueba me despertó. Estaba un tanto inquieto, sin duda por el extraño sueño que me acompañó en mi brusco despertar. Despistado y aturdido, miré hacia los lados. No recordaba donde estaba, ni que lugar era aquel. - ¿O vamos... donde me he vuelto a perder? - Me pregunté a mi mismo viendo que al menos, en esta ocasión, estaba en una cama de verdad, no en el frío suelo de una nave extraña.  Entonces me levanté y la ví.

Era como contemplar a Blancanieves en su urna de cristal, donde la dejaron los enanitos en el bosque al morder aquella manzana, cuando al tiempo el Príncipe Azul la encontró y la despertó con aquel beso y fueron felices para siempre. No se porqué me vino aquel cuento a la cabeza de golpe, pero sabía que ese no sería nuestro final aunque la despertase de aquella manera. Yo era su amigo y, prefería seguir siéndolo antes que perderla del todo por decirla lo que sentía por ella.

Y en ese momento recordé donde estaba. Bueno, más o menos. Recordé la IA... al tiempo que mi cuerpo me decía que debía ir al baño. Pero, ¿cómo se llamaba? - Daniel... no... ese soy yo... ¿Samuel? O quizás era ¿Miguel? - Miré a mi alrededor. Los enfermos descansaban y quería saber como estaban todos, en especial ella. - Manuel... - Dije no muy convencido de que aquel fuese el nombre de la IA, pero alguno debía probar... - Me gustaría saber el estado actual de los heridos... y el camino al baño. - Le indiqué esperando que la IA se diese al menos por aludida y me respondiese a aquello que necesitaba saber. Una de las dos cosas con extrema urgencia.

- Podría identificarme con Ahab, alguien que perdió cosas muy valiosas y que guarda rencores antiguos y venenosos tan grandes que no le importa quebrantar cuanta regla exista para enmendar los errores pasados. - respondió, sincerándose e invitando a su versión joven a tomar asiento en el sillón que antes ocupaba el joven Pike.

Cristina en un principio se mostró reticente a moverse de su sitio, pero al examinar a la mujer no vio el rencor y la maldad de la Oscura, por lo que decidió levantarse y sentarse a su lado prestándole toda su atención.

- Es mucho esfuerzo ir al pasado, especialmente cuando no es el mio. Porque el tuyo es diferente pero tiene un atisbo de luz suficiente para cambiarlo todo. Para salvar a todos aquellos que hoy en día te preocupan, y no hablo precisamente de viejos amoríos. Hablo de tu tripulación. - dijo, señalando a su otro yo más joven.

- Lo más importante es mi tripulación... si has sido yo, debes saberlo- se sinceró, lo último que ocupaba la mente de Cristina eran los amoríos, había decidido alzar un muro de hielo en su corazón para evitar distraerse con esos temas que ahora le parecían tan vanales- lo único que quiero es devolverlos a todos a casa- añadió con toda sinceridad, sólo pedía eso.

- En cambio puedo hacer que tu vengas a mi presente, donde ese guantelete no puede acceder y leer tu mente. Recuerda una cosa, mantener esa nave en una pieza. Es la clave para que todos regresen a casa… prueba una galleta de anís, las hicieron las niñas de Manuel. - ofrece, al señalar el plato con las delicias recientemente horneadas.

- La D5 es la clave- asintió, sabía que habían ido a parar allí por la nave klingon y que en era una especie de portal entre los dos universos, por eso querían hacerse con ella los xhauars- ¿Las niñas de Manuel?- dijo algo sorprendida, su hermano nunca había estado interesado en tener niños y menos más de uno, por inercia cogió una de las galletas... le encantaban ese tipo de dulces- está buena...- se sorprendió por lo bien que sabía y porque ella fuera capaz de sentir la textura y el sabor de la galleta- Volviendo al tema...- si la despertaban antes podría perder la oportunidad de obtener información o quizás resolver las dudas que la carcomían- si lees mi mente es posible que puedas ayudarme en una de mis incógnitas... ¿cómo puedo hacer frente al guantalete? ... hay una versión de mí, que me inquieta mucho ¿hay algo que me puedas decir de ella?

- Manuel... - Dije no muy convencido de que aquel fuese el nombre de la IA, pero alguno debía probar... - Me gustaría saber el estado actual de los heridos... y el camino al baño. -

Buenos días. Asumo que se dirige a mi, porque los demás duermen profundamente. Mi nombre es Gabriel pero mi denominación es Ultra Computador Ordenador M.A.D.O.15-725. El mas perfecto computador jamas construido. Mis funciones abarcan y superan a todas las computadoras precedentes. Poseo la capacitad de todos ellos aumentada a la quincuagésima potencia. -

dejando una breve pausa Gabriel continuó

- Los pacientes se encuentran en mejores condiciones que ayer y en constante evolución. Ahora duermen plácidamente. El baño no esta lejos. Puede seguir el camino iluminado, que lo llevara a su destino. -

Entonces el sendero de luces lleva a Daniel no muy lejos, a tan solo una cubierta de distancia, donde el baño se encuentra cercano al puente de mando. Un sitio con una vista maravillosa.

James entro con el nuevo día en la enfermería, parecía mucho más recuperado que la noche anterior en la que se había mostrado palido una vez la adrenalina bajo su nivel en sangre y las heridas se hicieron notar. Aun tenía visible un vendaje en el hombro aunque parecía que la herida ya no sangraba como unas horas antes, tras entrar en la enfermería busco con la mirada la capsula donde debía encontrarse Cristina. Doctora, ¿alguna novedad?

Al ir a salir me encontré con la... ¿doctora? que entraba en la enfermería. Tenía demasiada prisa para detenerme a hablar con ella, así pues, solo la saludé inclinando levemente la cabeza. Lo mismo hice cuando me crucé con James, siguiendo las indicaciones de la IA que me proporcionaba para que no me perdiese en la nave.

Una vez ingresa Clementine a la Enfermería y tras cruzarse con Daniel a la pasada, comienza con el trabajo de control a los que estén allí, revisando sus constantes mientras se permite otro escaneo a De Alba así puede mirar al detalle cual es su condición y que se puede hacer al respecto más allá de lo obvio. Al parecer todos comienzan a movilizarse, pero la Doctora Rusa tiene bastante tarea allí en aquel sector de la nave. 

Y mientras se dispone a tomar notas, moverse de aquí para allá, descubre que se encuentra James allí. — Buenos días, James. ¿Cómo estás? — pregunta mientras acorta las distancias y le indica que tome asiento para cambiar el vendaje, como así también chequear que la herida se encuentre bien, al menos iniciando el proceso de cicatrización. — ¿Cómo vienes con el dolor? — sigue con las preguntas y al escuchar la que ofrece el Oficial, se encoge de hombros. 

— Mira, en teoría me gustaría hacer la intervención quirúrgica en lo posible ya. Su condición es bastante complicada, de seguir teniendo ese aparato encima, no terminará bien. — explica un tanto preocupada. — ¿Es algo tuyo? — pregunta al encontrarse solos allí y como Cristina está durmiendo, no será problema el que escuche. 

Mientras la capitana de Alba duerme profundamente en la cámara de estasis, también lo hace Ellen en estado comatoso y Artemisa que lo hace en una cama común. Las tres mujeres presentan distintas heridas o afecciones de complicaciones ligeras a severas.

La MACO, si despierta, podrá salir cuando desee de la enfermería. En cambio el irreversible estado de Johnson requiere en todo momento que la mujer sea mantenida en coma inducido y en estasis.

La estación donde duerme Cristina se ilumina, al igual que una mesa de operaciones cercana, en la cual hay un sinfín de instrumentos quirúrgicos de avanzada para operar a la mujer durmiente.

- Buenos días. Todo se encuentra listo para la intervención de Alba. ¿Necesita ayuda de un asistente robotico o prefiere llamar a un asistente humano? Tome el atrevimiento de reproducir música clásica, que según las estadísticas sirve para mejorar la concentración y el rendimiento durante las operaciones complejas. - responde Gabriel.

- Las prioridades no siempre han sido las mismas. Han variado a lo largo de los años con una sola cosa que jamás cambió, y esa fue la Flota y sus principios. Desde luego las tripulaciones han de cambiar, como las hojas de un árbol durante las estaciones. - responde al contemplar el techo abovedado de la habitación con aires pensativos en un pasado remoto.

- Devolverlos a todos a casa...- repite las palabras de su joven Yo – hace un año apareció en el vecindario de Pluton una nave Klingon abandonada. Un viejo crucero de batalla D5 bastante dañado y cuya base de datos contenía información y bitácoras de una tripulación que conocí. En la nave Inteligencia encontró tecnología desconocida, muy adelantada para nuestra época y que sirvió para la ocasión que nos reúne aquí y ahora. Solo recuperamos información parcial de esa nave pero fue suficiente para saber lo necesario. Puede que esa nave sea la clave pero sin los cristales ese motor cuántico jamás hubiera funcionado y las posibilidades de regresar serian nulas. - añade, mostrando una padd con imágenes de La princesa de Nueva Orleans, la nave conquistada a los Klingons y rebautizada por su tripulación.

Sin viajar a tu pasado no puedo compartir tu mente, y aunque no hay nadie mas en tu cabeza más que tu misma. ¿De quien hablas? Esta claro que esa cosa nanomecanica que invade tu cuerpo tiene una voluntad rudimentaria pero no la suficiente para desarrollar una mente propia. ¿O sí? - preguntó.

James sonrió ligeramente a la doctora al verla. Todo ha sucedido muy rápido y no hemos tenido mucho tiempo, pero me alegro de ver que estas bien, seguro que en la enfermería te sientes más comoda que encerrada en un traje y recibiendo disparos.

El comandante se encontraba mucho mejor de sus heridas y eso tambíen se notaba en su tono de voz más relajado, sin rastro de la tensión del combate, pero aun así se notaba la sobriedad en sus palabras como si algo presionara su corazón.

Stevenson dió un paso al frente acercandose a las camarás de Ellen y Cristina, Nos conocemos desde la academia, hace ya tantos años dijo mientras miraba a Cristina, Hacía muchos años que no la había visto, pero sin duda sigue siendo la misma mujer valiente que conocí, tienes que ayudarla no merece un final así.

Después James desvió su mirada a Ellen,

a ella apenas la conozcodijo mientras miraba a la ingeniera... tratando de hablar en presente con la esperanza de que despertará. Ella estaba bajo mi mando cuando entramos en esta nave... y no puedo dejar de pensar que no hice lo suficiente por ella, le fallé, yo debería ser quien estuviera en esa capsula y no ella.

La mirada de James se volvió a la doctora.

Si hay algo que pueda hacer por alguna de las dos hazmelo saber, sea lo que sea.

La compañía de James es agradable, ha sido su salvador y siente de alguna manera que está en deuda con él. No obstante mientras se prepara para operar a De Alba, buscando alguna bata para ponerse y recoger su cabello para colocarse en la cabeza lo que corresponde, aprovecha para mantener un diálogo con el Oficial. — Ya, pero bueno he comenzado con el pie izquierdo y estamos en una pieza. Todo esto gracias a ti, así que te debo muchísimo. No sólo por haberme sacado de donde estaba, sino por lograr que esté manteniendo esta conversación contigo. — responde amable, sonriendo debido al sentimiento de gratitud que impregna en sus emociones. 

Al observar que se acerca a las cámaras, Clem lo acompaña y tras asentir, coloca una mano sobre el hombro de James. — Es lindo que pienses así de ella, claro que es valiente... Su condición es preocupante y aún así, se mantenía en pie. Daré lo mejor para intentar salvarla, es muy compleja la operación, pero haré lo que esté a mi alcance. Te doy mi palabra. — agrega al quitar el contacto mientras se dirige a lavarse las manos, así puede ponerse los guantes, todo como en la vieja usanza donde el tiempo era otro. 

Pero esas palabras que siguen a continuación, la fuerzan a terminar la tarea para acercarse a James y tras coger el rostro con ambas manos, lo mira a los ojos con cierta determinación. — No, estás en el lugar que debes estar. Muchas veces no se puede evitar que la situación sobrepase. Estuve ahí contigo, te has lanzado al vacío para salvarla y gracias a tu osada acción, ella está aquí. Tienes ganado el cielo, eso jamás lo dudes. Para mi eres un héroe, seguramente para la gente como tú es algo de todos los días, pero hay que tener coraje y ofrecer tu propia vida para salvar la de otro. Así que nada, ayúdame con la operación. ¿Te animas? — afirma sincera, dejando una efímera caricia en la mejilla del Oficial, así al menos intenta calmar los ánimos de James. 

Ahora tras aquello, sonríe nuevamente y regresa al lavabo para volver a lavar sus manos. — Pues, lava tus manos aquí y nada, me asistes si te parece bien. —indica amable mientras Gabriel se escucha. — Gracias, me encanta la música clásica. Al menos algo que tiene relación con mi antigua vida... Intentaré que me ayude James. — termina por decir Clementine, ya colocándose los guantes dispuesta a intervenir a De Alba. 

James asintió a las palabras de Clementine aunque no le quitarán aquel sentimiento de culpa agradecia sin duda los esfuerzos y la gratitud de la doctora.

El comandante no había participado nunca en una intervención de aquel calado, sin duda en batalla los conocimientos sobre hemorragias y roturas son comunes pero aquello era algo muy diferente a lo que James nunca se había enfrentado.

Se acerco para lavarse las manos según las indicaciones de la doctora, intentare ayudarte en lo que pueda tras lo que se puso una bata de cirujía para asistir en la operación

La joven Cristina permaneció expectante ante las respuestas de la señora Cristina. Le resultaba de lo más extraño verse en aquella situación y tenía la impresión de que podría obtener respuestas a al menos algunas de sus preguntas más imperiosas.

- Las prioridades no siempre han sido las mismas. Han variado a lo largo de los años con una sola cosa que jamás cambió, y esa fue la Flota y sus principios. Desde luego las tripulaciones han de cambiar, como las hojas de un árbol durante las estaciones. - responde al contemplar el techo abovedado de la habitación con aires pensativos en un pasado remoto.

La española asintió ante aquel comentario, la Flota y sus principios era algo fundamental por lo cual sentía el mayor de los respetos y fidelidad, así como era plenamente consciente de que nadie era imprescindible y que las cosas debían ir evolucionando y adaptándose a las cosas y eso incluía a toda tripulación... aunque no llegaba a entender por qué le decía eso su ella había sido ella.

- Devolverlos a todos a casa...- repite las palabras de su joven Yo – hace un año apareció en el vecindario de Pluton una nave Klingon abandonada. Un viejo crucero de batalla D5 bastante dañado y cuya base de datos contenía información y bitácoras de una tripulación que conocí. En la nave Inteligencia encontró tecnología desconocida, muy adelantada para nuestra época y que sirvió para la ocasión que nos reúne aquí y ahora. Solo recuperamos información parcial de esa nave pero fue suficiente para saber lo necesario. Puede que esa nave sea la clave pero sin los cristales ese motor cuántico jamás hubiera funcionado y las posibilidades de regresar serian nulas. - añade, mostrando una padd con imágenes de La princesa de Nueva Orleans, la nave conquistada a los Klingons y rebautizada por su tripulación.

Cristina miró la padd con desconcierto para después mirar a su yo mayor con el ceño arrugado.

- Es nuestra nave... en la actualidad- su nave siempre sería la Excalibur, sólo que no quiso pensar en ella pues le hacía daño saber que nunca volvería a capitanearla y que se encontraba hecha añicos en un planeta perdido...- ¿Qué paso con la tripulación? ¿Cómo es posible que sólo volviera la nave? y... precisamente a esta ¿realidad? el tema de las dimensiones y viajes en el tiempo no lo tengo dominado- admitió hecha un lío- los cristales de dilitio...- continuó haciendo que su mente trabajara con rapidez- son los que extraje de la nave para usarlos en el extraño cubo cuando fui poseida... entonces, hay que extraerlos del cubo y volver a instalarlos en la D5...

Sin viajar a tu pasado no puedo compartir tu mente, y aunque no hay nadie mas en tu cabeza más que tu misma. ¿De quien hablas? Esta claro que esa cosa nanomecanica que invade tu cuerpo tiene una voluntad rudimentaria pero no la suficiente para desarrollar una mente propia. ¿O sí? - preguntó.

- Mi problema es que no se exactamente quien habla conmigo... trataré de explicarlos con sencillez... cuando me puse el brazalete en la Arena, ví más tarde a una versión malvada de mí misma, comenzó a observarme en las sombras y hablarme como si fuera la conciencia del brazalete, o eso fue lo que pensé en un principio, las veces que se ha manifestado ha sido mayormente para generarme incógnitas, al principio me indicó que el brazalete podía utilizarse tanto para asesinar como para salvar y que sólo tenia tres usos, al tercero moriría y no quería que lo hiciera... en total lo utilicé dos veces. la siguiente ocasión que se manifestó lo hizo después de los xhauars cuando el brazalete en sí fue despertado y la nanomecánica se abrió paso con mayor fuerza en mi cuerpo, aprovechó un momento de debilidad en la que perdí la consciencia para tomar el control de mi cuerpo... si ha leído las bitácoras supongo que sabrá de lo que estoy hablando porque lo dejé reflejado- miró a la señora unos segundos para añadir- un análisis del señor Windwood me reveló que además del brazalete tenía instalado un chip en la cabeza que parece ser el mismo que me instaló el almirante Sirril en la primera misión de la Excalibur... ya no se que pensar sobre la entidad que viene y va, por tanto no puedo decirle su tiene mente propia o no- estaba completamente perdida con ese tema.

El estudio exploratorio previo a la cirugía mayor revela que todo el brazo izquierdo y gran parte del hombro, también izquierdo, han sido invadidos por las bio-nanosondas extrañas y han reemplazado el 60% del tejido por elementos no orgánicos que no se pueden identificar ni siquiera con la tabla periódica. No cabe duda que es un mecanismo muy avanzado con capacidad para emular a las mismas células mediante procesos mecánicos.

Esta “invasión” en el cuerpo de la paciente se ha extendido por las vías fáciles que el cuerpo proporciona. Por el sistema circulatorio y nervioso, el cual sirve de autopista, las bio-nanosondas han llegado hasta todos los órganos principales y amenazan con subir al cerebro sin una acción inmediata.

Una opción sugerida por Gabriel consiste en extirpar el brazo y parte del hombro para evitar la propagación del organismo invasor, aunque los remanentes en el resto del cuerpo deberán ser eliminados mediante una operación endoscopica desde los puntos den “entrada” naturales del cuerpo, para no debilitar el mismo ante la operación y el avance de las bio-nanosondas.

 Como es de esperar cuando se elige esta profesión corres el riesgo de que las noticias no sean favorables y las decisiones pesen tanto que es imposible no sentir en el corazón como un puñal se entierra en el pecho cuando las probabilidades son pocas o lo que quede, puede convertirse en un trauma para el paciente. 

— James, te seré honesta. Esto es muy jodido, no sólo debo amputar el brazo completo, sino parte del hombro. Lo cual ya es bastante porque el peligro de que esto avance hacia el cerebro es la muerte asegurada. — inicia la conversación mientras lo mira a los ojos, ya no hay sonrisas, ni nada similar. Sólo seriedad y preocupación.  — Puedo hacerlo, sé que me ayudarás. Luego de esto, debería quitar todo lo que quede en el cuerpo... Aunque ella quedará completamente distinta a lo que ahora puedes observar. — agrega un tanto pensativa. 

— Yo lo haría para salvar su vida porque es evidente que no le queda mucho tiempo. Pero tu la conoces, así que dime tu opinión... Una vez decidamos, si es operarla lo haré. Ella estaba de acuerdo, aunque dudo si era consciente de lo que tiene encima y como hay que quitarlo. Estoy preparada para realizar la cirugía James, aún así, considero apropiado escuchar tu opinión. Ya tengo la de Gabriel. — termina por decir, cuando todo es demasiado desfavorable y como el Oficial conoce a De Alba, pues que mejor decidir entre los dos. Esto es demasiado riesgoso. 

Y mientras mantiene la conversación con el Oficial, Clementine revisa el efecto de la Cámara de Éxtasis con respecto al avance de este objeto extraño. 

Y mientras mantiene la conversación con el Oficial, Clementine revisa el efecto de la Cámara de Éxtasis con respecto al avance de este objeto extraño. 

La unidad de estasis tiene la capacidad de suspender toda la actividad celular y los procesos de cualquier enfermedad, evitando que el paciente sucumba a su enfermedad o lesión por un periodo algunas veces  indefinido. El dispositivo no está destinado a salvar a un paciente muerto. Sin embargo puede preservar la actividad cerebral por algunas horas como máximo.

A diferencia de la unidad de criogenia, la que se utiliza en los largos viajes espaciales, la unidad de estasis no tiene la capacidad de proteger el avance de estados demasiado avanzados por mucho tiempo. Principalmente porque estas unidades aún son experimentales y generan un leve desequilibrio químico en los pacientes al despertar que podría ser aprovechado por las enfermedades más peligrosas.

El análisis muestra un 63% de éxito al contener el avance del virus artificial, pudiendo reactivarse incluso durante el periodo de estasis de la paciente. El porcentaje de falla proviene del desconocimiento en gran parte de las bio-nanosondas y de la brecha tecnológica para configurar correctamente la cámara.

- un análisis del señor Windwood me reveló que además del brazalete tenía instalado un chip en la cabeza que parece ser el mismo que me instaló el almirante Sirril en la primera misión de la Excalibur... ya no se que pensar sobre la entidad que viene y va, por tanto no puedo decirle su tiene mente propia o no-

La almirante cogió una galleta y le dio un pequeño mordisco, luego retomó la conversación al contemplar su otra mano que temblaba disimuladamente.

-Ese chip es u dispositivo de proyección temporal, que sirve de boya amplificadora para un sinfín de propósitos. El chisme proviene de varios siglos por delante y es de manufactura de la Federación. Lleva el sello de nuestro pueblo. Su uso fue para el mal pero yo lo rescate del paquete de flujo de datos de la Excalibur y gracias a los mejores científicos e ingenieros logre reimplantarlo en mi cabeza.

Por arte de magia, o ciencia futura, el mismo artilugio también regreso a ti, porque en algún momento también lo habías llevado. Y el resto es historia. Gracias a eso pude viajar a tu cuerpo y ahora hacer que visitaras el mío... aunque todo tiene un precio. Pronto moriré, pero lo hare en familia. –

Y apretando con fuerza su puño tembloroso logra disipar el mal silencioso que tarde o temprano cobrara su vida.

Luego de comprobar las potencialidades de aquella cámara en la que se encuentra dormida De Alba, analiza un tanto pensativa entre silencios mientras James sigue sin responder a su pregunta. — Ahora mismo en donde se encuentra, es como si nada. — afirma agregando tras todo lo dicho. — Lo otro sería la cámara criogénica, el lugar en donde estuve y tu me has rescatado. Pero esto sería pausar su existencia, y las posibles soluciones para más tarde... Claramente De Alba en su condición, es complicado por las secuelas que quedará a nivel físico y más estético. — termina por decir, ya esperando a ver si el Oficial emite su opinión. Aunque está claro que Clementine la estaría interviniendo ya mismo. 

Sin duda la cámara de estasis no era una opción, allí incosciente su cuerpo sería carcomido lentamente como una flor que se marchita lentamente. Sin embargo las palabras de Clementine parecían albergar alguna esperanza en la cámara de criogenización.

Quizá no funcionará pero James sentía que tenía que estudiar todas las posibilidades antes de tomar una decisión como la que Clementine le pedia.

MADO, el nuevo mundo al que vamos... ¿Crees que podremos encontrar allí mejor material o a alguien capaz de curar este cuerpo? El comandante lanzó la pregunta intentando hayar un bote salvavidas que abriera una ventana de esperanza a lo que parecía ser un camino sin salida.