Partida Rol por web

El estudio con distintas frecuencias y partículas radioactivas tiene poco efecto en combatir los organismos mecánicos que aun afectan el cuerpo de Cristina. Tan solo la radiación mediante partículas omicrom, según las simulaciones por computadora, tienen un efecto real sobre las bio-nanosondas. El único inconveniente es que la letalidad de la radiación omicrom actúa también sobre los organismos vivos más rápidamente que sobre las microscópicas maquinas.

Según los análisis simulados tan solo algunas especies de reptiles o insectos resistentes a la radiación podrían sobrevivir a semejante dosis de partículas omicrom. Y en la nave solo hay muestras genéticas y embriones congelados. Pero no animales con vida.

La recuperación de Alba fue tan veloz que me tomo por sorpresa, con la guardia baja y aun sin poder asimilar todo. Simplemente era demasiado. El verla en su actual estado era tan doloroso como jamás habría imaginado. Y mi rostro apenas podía contener todo aquello. Tanto entrenamiento en la academia de medicina para nada… eso de levantar una muralla entre el paciente y el doctor era una patraña absoluta.

-Mi capitán… - fue todo lo que alcance a responder sin fuerzas. Y por inercia la tome de la mano, su única mano pero una que también comenzaba a ser afectada por esa “cosa” que la invade.

Simplemente no pude decir anda más. Solo permanecer allí, sufriendo en silencio…

James miro a Cristina con rostro de cansancio, intentamos todas las opciones, incluso la cámara de criogenizacion... Pero, entraste en parada, tu cuerpo estaba fallando y por poco te perdemos.

La operación parece que ha ganado tiempo pero no ha sido suficiente, la doctora extrajo mucho material pero no todo.

La voz de James se tornó fuerte y determinada como su mirada.

Tienes que seguir luchando, hemos llegado al planeta y quizá aquí podamos encontrar una cura, todavía tenemos cartas que jugar.

Cristina apretó la mano que le ofreció Daniel con fuerza mientras trataba de serenarse, estaba claro que no podía hacerse ilusiones con nada, se regañó a sí misma por haberse mostrado débil pero ver a Windwood tan abatido hizo que volviera a ponerse la coraza de hielo en torno a su corazón... era lo más sano para todos.

- No pasa nada señor Windwood... estáis haciendo lo que podéis... ya encontraremos una solución- trató de animar a su amigo.

James miro a Cristina con rostro de cansancio, intentamos todas las opciones, incluso la cámara de criogenizacion... Pero, entraste en parada, tu cuerpo estaba fallando y por poco te perdemos.

La operación parece que ha ganado tiempo pero no ha sido suficiente, la doctora extrajo mucho material pero no todo.

La voz de James se tornó fuerte y determinada como su mirada.

Tienes que seguir luchando, hemos llegado al planeta y quizá aquí podamos encontrar una cura, todavía tenemos cartas que jugar.

Cristina giró la cabeza hacia James y lo escuchó mirándolo a los ojos, entendiendo perfectamente lo que pasaba y era que por mucho que se esforzasen no había cura para ella y si el sueño o visión que había tenido... últimamente no hacía más que tener conversaciones con Morpheo en todas sus formas y colores... era cierto, la incurabilidad de su mal, era un hecho... lo que le jodía especialmente, no era la certeza de la muerte, pues al fin y al cabo era mortal y lo más importante de todo, era capitán de la Flota Estelar, sino ser loncheada como si de un vulgar trozo de carne se tratase en pos de una cura que no era tal.

- James...- le contestó con calma- nunca he dejado de luchar- Cristina tenía defectos, como humana que era, pero lo peleaba todo, en este punto nadie podía echarle en cara nada- pero estoy cansada de pasar de enfermería a enfermería y tiro porque me toca, sabes que soy una mujer de acción- "Además de una jodida capitán" pensó, pero no lo dijo porque Clementine estaba delante y no quería que pensara que era una mal hablada... que lo era, pero en determinados momentos- mi mal es incurable y por mucho que me cercenéis no voy a mejorar, por tanto os pediría que nos pongamos a trabajar en la amenaza que tenemos delante y no en ponerse a cortarme más miembros, si me veis mal phaser en la cabeza y asunto resuelto, mientras tanto... he vuelto a tener un encuentro, lo mismo la información es útil... pero como siempre los datos son incompletos, lo que encima me hace ganar más puntos para ir al psiquiatra...- realmente estaba hasta el moño de tantos sueños, tanta confusión, tan poca información y que toda la acción se la estuviesen llevando los demás... y para colmo, manca... ya no sabía si reir o llorar- estoy pensando seriamente en montar una consulta de pitonisa, lo mismo tengo hasta futuro y todo, porque últimamente de capitán lo único que conservo es el título... aunque espera, tampoco puedo echar las cartas... me falta un brazo.

James esbozo una gran sonrisa, ahi estaba de nuevo, después de todo lo que había sucedido en las últimas horas y días, el comandante volvió a reconocer a la Cristina que siempre había recordado.

Me alegro de tenerte de vuelta y ya es hora de que vuelvas a ponerte al frente. Doctora, creo que ocupar el puesto de mando en el puente, sería una perfecta terapia para la capitán... yo mismo le acompañare.

Muy compenetrada se encuentra Clementine con el microscopio, que difícil es prestar atención a la conversación circundante. No obstante cuando James la menciona, alza la mirada por encima del artefacto y tras dejar escapar un suspiro, niega con la cabeza. — James, no soy un Oficial. Sólo un médico civil, por lo tanto yo no tengo autoridad sobre ella, simplemente intento cuidar de su salud y salvarle la vida. No más que eso. — responde sincera, encogiéndose de hombros. 

Es que acorde al parte médico que obtuvo, dadas las condiciones en la que se encuentra esta mujer y todo lo que engloba en ello, no es quien para negarse a que ejerza su cargo ni tampoco decirle que lo haga. Por esa razón tras decir aquellas palabras y luego de pensarlo lo suficiente, regresa al microscopio para continuar con la investigación. 

Cristina tras soltar su pequeño discurso trató de recordar el momento justo del sueño antes de que fuera despertada, había tratado de leer el iPad, los datos de ese artefacto eran importantes... Pero mucho se temía que no recordaría gran cosa.

Entonces James habló y la española se volvió a centrar en él, al hacerlo enarcó levemente la ceja y fue a contestar pero la intervención de Clementine la detuvo hasta que esta finalizó.

-James... Te agradezco mucho que quieras ayudarme, pero aunque Clementine pudiera darme el alta, soy consciente de que no puedo ejercer el mando, por eso estoy tan ofuscada, lo que intenta apoderarse de mí me está haciendo mucho daño, no solo a nivel físico sino sobretodo moral, porque me ha anulado,me ha relegado a un segundo plano, obligándome a apartarme de mis funciones. Lo único que quiero es que esta cosa no se salga con la suya por eso estoy aguantando y por eso he pedido céntrarme en algo más que no sean los dichosos nanobots que me invaden. Me ha sentado muy mal perder el brazo... Recuerda que antes de ser capitán he sido piloto- ¿Donde iba ella sin brazo? ¡A ningún lado! Y encima aquella extracción no había servido para nada, sólo para mutilarla aún más.

James entendía las palabras de Cristina pues la conocía bien, su voz era más triste de lo normal, como si todo lo que hubiera pasado hubiera pasado mella a su cuerpo pero sobretodo como si hubiera conseguido fracturar su propia esencia.

Se que fuiste piloto, y te conoczco lo suficiente como para saber que si te quedas aquí lamentandote de todo lo sucedido sin hacer nada más te marchitaras sin más. El tono de James crecio en intensidad, mientras hablaba No dejes que esa mierda quebrante tu voluntad, no se si esto será el fin, ojala pudiera decirte que no, pero no estoy aquí para decirte lo que necesitas escuchas sino para ayudarte, si fuera el fin la Cristina que conozco preferiría que fuera en el puesto de mando y no aplotronada en una camilla. Aun podemos buscar una solución y desviar tu pensamiento a otras cosas creo que sería lo mejor para tu salud.

- ¿Quién te está diciendo que deseo quedarme aquí? Quiero volver a ejercer mis funciones y estar en primera línea de batalla no en la retaguardia - respondió a James algo molesta porque no la hubiera entendido- El problema es que cuando vinísteis aquí en expedición y yo estaba en la enfermería de la D5 fui poseída por una especie de entidad que engañó a todos menos a Daniel, si eso vuelve a ocurrir estando yo en el puente puedo causar un gran problema y es lo único que estoy tratando de evitar- reconoció muy asqueada por permanecer tanto tiempo fuera del mando, que era al fin y al cabo donde debía estar- Conozco las reglas de la Flota Estelar y cuando un capitán no está habilitado debe dejar que el siguiente al mano ocupe su lugar... eso es lo que estoy haciendo, pero no quiere decir que me haga a un lado, quiero ayudar y ponerme a trabajar... o voy a terminar por volverme loca, sólo que ahora tengo otro problema... ¿de verdad la amputación del brazo era necesario?- parecía que cada vez la incapacitaban aún más para que siguiera en un segundo plano y eso iba a terminar por hacerla explotar

o voy a terminar por volverme loca, sólo que ahora tengo otro problema... ¿de verdad la amputación del brazo era necesario?-

Juntando toda la fuerza del universo consigo esbozar algunas palabras, con la intención de explicar la tanda de desgracias que no cesa de llover sobre ella…

- C...creo que lo hablamos antes...ahora no estoy seguro, pero tengo algo esbozado para esta ocasión. Podría crear algo funcional y bonito en mi laboratorio … allá en la Princesa… aquí solo soy un estorbo… -

Soltando suavemente la mano de Cristina voy retrocediendo para hacer lo único positivo para ella, y eso es forjar un brazo artificial para ella porque otra utilidad en esta sala no tengo.

- Lo siento… - digo poco antes de salir de la enfermería, como quien ha visto una desgracia anticipada. En momentos como este mis rocas solían ser mi refugio...ahora no estoy tan seguro.

El ofrecimiento de Daniel de hacerle un brazo para sustituir al extraído le dió algo de esperanza a Cristina, no obstante cualquier cosa que le ofreciera jamás iba a ser lo mismo que su brazo, al pensar que jamás volvería coger nada o sentir el tacto... Se le hizo un nudo en el estómago, le hubiera gustado dar un puñetazo a alguien, en especial al responsable de aquella situación, pensó en el gorn que tiró el brazalete... Y se tuvo que conformar puesto que en una lucha cuerpo a cuerpo con aquel lagarto, por mucho que De Alba supiera Kung fu... Llevaba todas las de perder. De manera que para animarse y tras ver como Daniel se iba se volvió hacia James.

-¿Me conoces lo suficiente? -preguntó escuetamente mirándolo muy seria para después añadir - Tu sabrías identificarme aunque estuviera disfrazada... ¿Serias capaz de darte cuenta cuando mi cuerpo está controlado por mí y cuando no?

Te conozco bien, si Daniel se dió cuenta de tu comportamiento extraño no me cabe duda que yo también me daré cuenta y más ahora que estamos sobreaviso.

James se agacho flexionando las rodillas para ponerse a la altura de Cristina que estaba sentada mientras le ponía una mano en el hombro.

Te prometo que no dejare que esa cosa tome el control de esta nave. Y ahora dejemonos de sentimentalismos y encontremos una solución a todo este embrollo.

El comandante volvió a incorporarse dirigiendose a la salida, abrió la puerta a su paso y girando su cuerpo invitó a Cristina a acompañarle.

Las palabras de James sobre abandonar la enfermería le sonaron a música celestial... aunque también le recordaron a una antigua película para niños de una especie de reina de las nieves con poderes sobre el hielo, que se soltaba la melena cuando se fugaba de su castillo y comenzaba a darle rienda suelta a sus capacidades al ritmo de una canción... ¿Libre soy? decía el estribillo. 

- ¿Sentimental? ¿Quien se ha puesto sentimental?- dijo levantándose de la camilla y ajustándose el uniforme con la mano sana mientras evitaba mirarse el muñón- estaba deseando salir de aquí "hostia"- en aquel punto miró de soslayo a Clementine como si esperase alguna observación, la capitán siempre solía esperar la última palabra de los médicos, entonces una debilidad repentina hizo que su brazo sano se aferrase al brazo de James "Mierda... esto no va a ser tan sencillo" pensó tan irritada como asustada... nunca iba a poder salir de la enfermería... NUNCA, se desesperó

- James, no es tan simple. - afirma Clementine al observar que invita a Cristina a salir de allí. - La situación es grave, tu cuerpo necesita al menos 6 horas de reposo porque has recibido una cirugía mayor en donde tuve que verme en la obligación de amputar todo el brazo, incluido un tramo del hombro. - explica la Doctora aún sentada frente al microscopio. - Lo cual conlleva a que encima, me vi en la obligación de hacer una exploración para reconocer el avance de las nanosondas, el alcance de las mismas dentro de tu cuerpo. Y el panorama está jodido. -termina por decir al hacer una mueca de tristeza. 

- Necesitas un tiempo más aquí, si quieren los dejo solos e iré para tomar algo. - afirma al incorporarse y tras chequear las constantes, como así también que el sedante surta su efecto. - En una hora los veo, aprovechen este tiempo, vale oro. - 

La cara de James se tornó en decepción, quiA se había apresurado demasiado y el estado de Cristina todavía tenía que mejorar.

Está bien, será mejor que descanses un poco. Iré al puente para ver cómo va todo y volveré, si hay alguna novedad te avisaré.

James apretó la mano de Cristina para darle su apoyo y salió de la enfermería.

La española tuvo que volver a tumbarse en la camilla con un hondo suspiro mientras escuchaba el estado real en el que se encontraba, al hacerlo se quedó en silencio, si hacía unos segundos había albergado la esperanza de poder salir de la enfermería y ser partícipe de la operación que se estaba llevando a cabo, no liderarla puesto sabía que hasta que no se recuperara, si lo hacía no podía hacerlo, aquello cayó sobre ella como un jarro de agua fría parecía que la capitana estaba condenada a estar encerrada para ser consumida por el mal que el brazalete le había inyectado, aquella confinación, el haber perdido completamente el mando no sólo de sus funciones como oficial de la Flota sino de su propio cuerpo, iba a terminar por destruirla ¿Acaso no había sufrido lo suficiente? ¿Qué más cosas debía demostrar? Lo único que deseaba era colaborar, no sentirse la última mierda de la galaxia mientras los demás hacían su parte.

Entonces escuchó como la doctora decidía marcharse para dejarles tiempo a James y a ella, Cristina cabizbaja con el ánimo por los suelos se habría reído en otro momento... ¿Tiempo, que tiempo? era cierto que al volver a verlo después de tanto tiempo, algo despertó en su interior, pero aquella llama que los hizo buscarse en el camarote de la nave de los zombies, volvió a apagarse, quizás todo había sido una ilusión por el estrés que acumulaba De Alba, por la necesidad de desfogar su ira y su frustración porque realmente ella y James no tenían nada de que hablar, la oportunidad había pasado y ella simplemente no tenía ganas de retomar nada, sólo quería terminar con su dolor, volver a ser ella y sólo podría conseguirlo cumpliendo con su deber.

Está bien, será mejor que descanses un poco. Iré al puente para ver cómo va todo y volveré, si hay alguna novedad te avisaré.

- De acuerdo...- respondió escuetamente si levantar la mirada luchando porque las traicioneras lágrimas que habían empezado a acumularse en sus ojos, aflorasen antes de que James saliera... no quería que nadie la viese llorar, ya se estaba mostraba demasiado débil y no lo soportaba

Una vez a solas la capitán de la Excalibur lloró en silencio, sin emitir sonido, sin hacer aspavientos, dejando fluir las lágrimas por sus mejillas mientras parecía que la oscuridad iba a tragársela en cualquier momento... estaba sola y aquel sentimiento de soledad oprimió aún más su afligido corazón, debía ser fuerte, era lo que se repetía una y otra vez... pero es que no podía con la pena. No había cura física para ella, no podía ejercer sus funciones, portaba un mal que de no ser controlado los eliminaría a todos y nadie podía ayudarla, si quería evitar la devastación tenía que descifrar ella sola los enigmas que se le presentaban y sobreponerse a la dominación de su cuerpo. Que sencillo sería terminar con todo aquello con un disparo... si ponía fin a su vida impediría que el brazalete se hiciera con ella y podría poner punto y final a su sufrimiento, fantaseó con la idea al tiempo que levantaba la vista y buscaba algo que le fuese útil en aquella tarea... y pensar que había renunciado a una vida sencilla como líder de su casa y que se había enfrentado a su familia para terminar... así, un nuevo sentimiento, esta vez de verguenza por no ser lo suficientemente fuerte hizo que volviera a hundirse y sus ojos se posaran en la única mano que le habían dejado.

Si al menos hubiera podido recordar lo que había leído en el Ipad de la vieja De Alba... podría aportar algo útil, pero las letras y los datos de la pantalla que había visto en sueños, estaba tan nublada como sus ojos de los que volvieron a brotar lágrimas que cayeron sobre sus delgados dedos.