Partida Rol por web

Shev se pone inmediatamente en contacto con Ingeniería. “Teniente Lightman, necesitamos su ayuda. Queremos que emita una falsa señal imitando la baja de escudos. A lo mejor también pueda instruir los en las lanzaderas como hacerlo asimismo en las lanzaderas. Se lo pido porque queremos ver si hay alguna reacción desde la estación.”

Shev pensó un instante antes de añadir: “Lo mejor sería si, mientras que emite la señal falsa, usted podría extender nuestro escudo deflector sobre las lanzaderas y la estación”, se atiene a las palabras de la capitana. “Si no es posible hacerlo al mismo tiempo, que lo hagamos después de haber emitido la señal falsa. La idea es, en breve, que hacemos pensar a los en la estación, si realmente hay alguien escondido allí, que transportamos sin previsión por creernos en seguridad, cuando en realidad lo hacemos con todas las previsiones posibles.”

- Aquí ingeniería, vamos a intentar hacer lo que nos piden. Les mantendremos informados.

- Australia para Enterprise. No se que se traen entre manos, pero no me gusta ser un cebo sin que se me avise antes. Solicito permiso para entrar en la estación y, una vez que estemos dentro, allí podrán jugar todo lo que quieran con los escudos de la lanzadera y teletransportar lo que deseen de forma más segura que teniéndonos de blanco aquí fuera. Australia fuera.

Shev no pudo reprimir una sonrisa escuchando la queja del teniente Vrako.

Le respondió en su voz habitual, neutral, objetivo: “Teniente, aquí Shev. No se preocupe. Ustedes no nos sirven de cebo. Al contrario, hacemos todo lo posible para asegurarnos que ustedes no encontrarán una mala sorpresa cuando se acoplen a la estación. Y necesitamos transportar a la doctora a su lanzadera; no podemos transportarla directamente a la estación, por las mismas razones técnicas que no hemos podido transportarles a ustedes directamente a la estación. Así que, teniente, si realmente teme que pueda representar un cebo para un posible enemigo escondido en la estación, puede guardar la calma y seguir a la letra nuestras instrucciones, porque trabajamos duro en impedir un tal escenario.” 

La capitana solo aguardó por el desarrollo de la acción y rezó en silencio por el éxito de las acciones por llegar. Si todo esto era contradictorio y engorroso para sus subordinados pues un comino le importaba a ella porque todo esto solo tenia un objetivo. La vida de su tripulación.

Asentido afirmativamente ante el ligero rapapolvo de su Primero al cascarrabias oficial táctico.

Capitana, - dije dirigiéndome directamente a ella. - no me gustaría que todo esto fuese una trampa e hiriesen o algo peor, a quien nos tiene que curar.

Shev se mordió los labios.

No le gustó precisamente que Vrako, al momento que estaba hablando con él, apeló a la autoridad mayor de la capitana, denigrando así su papel a él, el Primer Oficial. Sin embargo, su voz quedó tan neutral como antes: “Por supuesto, teniente. Perdone el lapsus. La doctora Connor será transportada a la Nueva Zelanda. Gracias por indicarlo. Aguarden instrucciones de... la capitana... y quédense tranquilo.”

Cuando no sólo será mi autoridad que ponga en tela de juicio, sino también la de la capitana, habrá que removerlo de la nave... Pero Shev are justo. Sin embargo, dudo que haya muchos que hagan su trabajo mejor que él. 

Sí al final ha de venir, que sea con mi equipo. Al menos me aseguraré de que no la ocurra nada. Australia fuera.

Shev suspiró, tomando algunas respiraciones hondas…. Cerró la comunicación con Australia. 

“Le sigo la corriente", explicó a la capitana. "Necesito que el teniente tenga la cabeza clara. Cuando se sulfura, es demasiado rápido y puede cometer errores.”

Abrió la comunicación con Connor. “Doctora, prepárense para el transporte a la Australia. Nuestro oficial táctico quiere proveer personalmente a su seguridad. No he podido rebatir tal exigencia generosa.”

“Le sigo la corriente", explicó a la capitana. "Necesito que el teniente tenga la cabeza clara. Cuando se sulfura, es demasiado rápido y puede cometer errores.”

Al finalizar la misión habrá una auditoria sobre esto, sin importar hasta donde lleguen las consecuencias. El teniente Vrako tiene el aval de la doctora pero las acciones demuestran su inestabilidad para el puesto. Incluso para cualquier puesto dentro de la Flota Estelar. Por el momento que cumpla su función. Luego ajustare cuentas.

La respuesta de Cira fue contundente. Se sentía decepcionada por el romulano. Tal vez fue el exceso de confianza en su doctora.

La capitana se acercó a su primero para responder a su comentario sin que sus palabras sean para el oído de los demás presentes. Era una respuesta solamente para Shev.

Shev respondió a Graystone en la misma voz baja: “Usted manda, capitana, sin embargo, antes de que tome la medida de la auditoria, me gustaría hablar en privado con el teniente Vrako. Si la discusión resulta infructuosa, o el teniente no se atiende al acuerdo al que espero poder llegar con él, yo mismo seré el promovedor más ferviente de que se ajusten cuentas. Sólo… quiero darle una segunda oportunidad. Bueno, más bien la cuarta o quinta. Pero… cuando hace su trabajo en vez de diseminar la discordia, es poco menos que excelente. No quiero despreciar su talento.”

Cira sonrío levemente, olvidando por momentos la tensión de la situación. – Muy bien. Respetemos los escalafones de la Flota Estelar. Si pese a su “charla” con el teniente no es suficiente para que este reivindique su conducta entonces será mi turno. No pienso quitarle el trabajo con los amotinados. – Casi prefería un Klingon a un oficial de seguridad Romulano. Al menos eran mas predecibles…

-Capitana. Estoy detectando interferencias en las comunicaciones. De repente es como si algo impidiera que nuestras frecuencias pudieran salir del sistema, y por supuesto, que cualquier comunicación entrante llegara hasta nosotros. No sé cuál es el origen, pero debe estar por aquí cerca porque la energía que las dispersa es muy intensa.

Annaith pulsaba un botón tras otro intentando atravesar aquella misteriosa "barrera", o bien localizar exactamente de dónde provenía, pero la dispersión era cada vez mayor.

-Es... posible que perdamos la comunicación con las lanzaderas, señora -dijo, poniéndose en lo peor.

Shev, tras las últimas palabras de la capitana en voz baja, solo destinadas a sus oídos, inclinó la cabeza en señal que había comprendido y estaba completamente de acuerdo.

Al oír el aviso de Annaith, sacudió la cabeza. “Huele a trampa… al menos, propongo que digamos a Liam en Ingeniería que le dé una salva de energía máxima a nuestra sistema de comunicación de salida. Para un último mensaje a las lanzaderas antes de que la comunicación se pierda de todo: regresad o proseguid. Usted decidirá, capitana, cuál será el mensaje”, terminó volviendo la mirada de nuevo hacia Graystone.

-Capitana. Estoy detectando interferencias en las comunicaciones. De repente es como si algo impidiera que nuestras frecuencias pudieran salir del sistema, y por supuesto, que cualquier comunicación entrante llegara hasta nosotros. No sé cuál es el origen, pero debe estar por aquí cerca porque la energía que las dispersa es muy intensa.

Al oír las novedades Cira avanza hasta el puesto de comunicaciones y observa los datos en pantalla.

- Trate de localizar la fuente de interferencia y mande a llamar a las lanzaderas antes que perdamos la comunicación con ellos. Utilizaremos otros medios para abordar la estación. – indicó a la teniente Annaith.

“Huele a trampa… al menos, propongo que digamos a Liam en Ingeniería que le dé una salva de energía máxima a nuestra sistema de comunicación de salida. Para un último mensaje a las lanzaderas antes de que la comunicación se pierda de todo: regresad o proseguid. Usted decidirá, capitana, cuál será el mensaje”

- Adelante con avisar al jefe, proceda. Que nos de todo lo que tenga disponible para potenciar el conjunto de comunicaciones. En caso contrario que se comuniquen por código morse en señales luminosas. Pueden usar los phaser en baja frecuencia para eso.- respondió a Shev para luego volver a su asiento.
- Una vez que nuestra gente regrese a bordo extenderemos los escudos para cubrir la estación y transportaremos a nuestra comitiva. De las indicaciones a la tripulación Primero.- añade a su primer oficial luego de tomar asiento en la silla del capitán.

La teniente Da'Par seguía mirando su pantalla y asegurándose que no hubiera nada extraño en los sensores, ya fuera la aparición de naves nuevas o detectar algo que saliera de lo común. No estaba atenta a lo que pudieran estar conversando la capitana y el comandante, hasta que la voz de emergencia indicó la dificultad que se estaba presentando con la comunicación.

Atenta a eso, realizó un escaneo nuevamente, por si era algo fuera de la nave lo que estuviera causando aquel problema. -Sería mejor avisar a la doctora que vuelva, no creo que pensará teleportarla existiendo este problema.- Comentó en dirección de la capitana Greystone. Le agradaba la doctora, además que era alguien necesaria para la nave, y no le gustaría que terminara siendo teleportada como una masa sin forma.

    Me recliné para atrás en la silla y me apoyé las manos en la nuca, con un brusco tensar de mis brazos, hice crujir mi cuello, liberando tensión ruidosamente. Mis ojos no se apartaban de las lanzaderas, ahora reducidas a unas titilantes lucecitas, describiendo una trayectoria que las aproximaba más y más a la escotilla de la estación.

    -Bajar y subir nuestros escudos debería tomar sólo unos segundos...- Comenté, más al aire que a los oficiales- Los dispositivos están funcionando óptimamente...

...no creo que pensará teleportarla existiendo este problema.-

    Reí entre dientes ante el comentario (nada gracioso) de la oficial Cardassiana.
   -Si, tratemos de mantener nuestro personal lo más "tangible" posible- Desaparecer en un haz de teletransportación era algo que no le deseaba a nadie, pero menos a un humano.

   Me volví a encaramar a mi consola, contando la distancia de las lanzaderas a la estación. El aviso de la Teniente Annaith pesando en mi cabeza, exigiendo atención.

    -Van a hacer "touch-down" en breve, Capitana- Informé.

Annaith asintió con irritación. Localizar el origen era precisamente lo que estaba intentando, pero no era nada fácil. Aquella capitana quería las cosas sí... o sí, lo cual no siempre era posible.

-Estoy en ello, señora -dijo, conteniendo su frustración. 

Finalmente, logró encontrar algo, una especie de punto de origen que estaba situado bajo la estación científica. Era como si hubiese "algo" allí generando una onda de frecuencias, pero los sensores no parecían detectar nada.

-Señora, detecto una onda de frecuencias disruptivas justo debajo de la estación científica. Desconozco qué es, pero la interferencia viene de allí. 

Acto seguido, abrió las comunicaciones.

-Lanzaderas, aquí el Enterprise. Las comunicaciones están fallando. Operación abortada. Regresen inmediatamente a la nave.

-Lanz...., ...quí el Ent......se. Las com.......... est... fa........ Op.... ....bor...... ......esen inm............. a................

¿Es tecnología de la Federación o se parece más a otra tecnología, teniente?  ¿Son sus defensas propias de la estación? -le preguntó a Annaith, sabiendo que era una estación que algo de secretos propios tenía.

Claro, Jor había atacado antes ya, en la realidad y las hiperconvulutas simulaciones de la Flota Estelar, aparatos disruptores de frecuencias con funciones similares a estos.  Preparó a la Enterprise para poder destruirlas en el momento que la capitana lo ordenara.   Listos capitana, tumbamos los disruptores en el momento que diga. 

Por otro lado, si podían neutralizarlos... evitarían hacerse notar con un ataque frontal.  Podrían engañar pareciendo totalmente frustrados.  Una táctica más.   ¿Teniente Annaith, Ingeniería, hay manera de compensar las disrupciones?

En la pantalla veis como la lanzadera Australia se pone en marcha e inicia un giro que le llevará de regreso al Enterprise. La lanzadera Nueva Zelanda permanece en el mismo lugar por el momento.