Salgo de mi habitación para estirar algo las piernas mientras me dirijo hacia fuera del templo, como siempre, con una cosa en la cabeza, escaparme.
Asi atraigo al Gran Hermano xD
Daesha estaba correteando alrededor de las rocas, alejadas de aquellos que estaban usando otros padawans mas mayores para entrenar y alzarlas con la fuerza, una técnica que aun a ella no se le daba demasiado bien.
En ocasiones se escondía tras las rocas y le divertía hacer presion para que les costase mas alzarlas, pero Daesha no tenía mala intención, solo quería divertirse y disfrutar, pero no dudaba en disculparse y marcharse a otro lugar cuando el Maestro le llamara la atención. En eso vio a Siria salir del templo, por lo que corroteó con felicidad hasta dar un ultimo brinco y acabar delante de él.
- Hola Siria.
-Hola Daesha-Respondo con una sonrisa de oreja a oreja -¿Qué tal todo?¿Haciendo trastadas cómo siempre?-Digo divertido al haber visto lo que estaba haciendo.
Daesha emitió una risotada ante el comentario de su compañero
- Si algo así, no me gusta tanta seriedad, hay que divertirse, eso alegra el alma y luego puedo concentrarme mejor. Reir es muy bueno!.
-Sí, pero algo me dice que de esta manera la única que se rie eres tú, bueno y yo-Digo sonriendo-Pero seguro que los demas padawan no estan muy contentos y alegres-
Me encontraba dando una vuelta por el templo sus alrededores cuando de repente me encuentro con Siria y Daesha.
- Vaya, mira a quién tenemos aquí. Justo a las dos personas que quería ver. - digo extendiendo los brazos a ambos lados del cuerpo. Daesha y Siria.
-Hola Koro-Saludo-¿Para qué querías vernos?-Pregunto relajando un poco la sonrisa.
Daesha se giró repentinamente al oir a Koro interrumpiendo otra pequeña risa y una respuesta hacia Siria.
- Hola Koro. - Le sonrió pero le costó hacerlo con sinceridad, sabía a que venia.
- Bien, veamos como lo planteo para que no empiece a alterarse desde el principio. - pienso.
- Siria, tenemos que hablar. - empiezo. Pero no aquí. Hay demasiadas orejas y ojos.
- Vayamos a tu habitación. Allí no nos interrumpirá nadie. - añado girando sobre mis talones y encaminándome hacia allí.
-Pues vamos- Digo impasible imaginando por donde vendrían los tiros, por el lugar de siempre -¿Vienes Daesha?- Pregunto antes de ponerme en marcha.
- Si, claro que voy. - Dijo correteando para seguirlos.
Una vez en mi habitación me siento en mi cama y digo -Vamos Koro, suelta la charla de una vez-Digo sin reprimir un bostezo.
- Bien, a ver, como empiezo. - digo mientras pienso la forma de afrontar el asunto.
- Ha llegado hasta mis oidos cierta información relativa a tí o mejor dicho a tu familia.
-Y esa información es que...-Comienzo para que acabe la frase, aunque empezaba a perder los nervios.
- Que cierto familiar tuyo está en manos de un Hutt. - termino la frase de Siria.
-Eso es correcto-Contesto simplemente, apretando los puños.
- Está bien. Ahora viene el momento delicado. - pienso.
- Me gustaría ayudarte a sacarla de ahí. - digo claramente y sin tapujos.
-¿Sabes lo que pasaría si los maestros se enteraran de eso?-Pregunto-Además, nosotros solos no podemos hacerlo ¿Crees que no lo he intentado? Y se negaría, con tal de que nosotros estuviésemos a salvo, la única manera de hacerlo es, o que ella no tenga mas remedio o que el Hutt muera y todos sean libres.