Partida Rol por web

Mi-Neb logró concentrarse sin problema para elevar al zabrak, aunque podía sentir el runrun del lado oscuro a su alrededor. Dejando claro que toda la instalación estaba consumida por él.

Xostum empezó a elevarse, y pese a que no lo demostraba estaba un tanto nervioso. Una cosa era "volar" con una nave e incluso un jetpack. Pero aquello era más bien como si una mano gigantesca le levantase por los hombros. Raro como mínimo.

La cabina sin embargo estaba vacia. Era bastante transparente y con la luz de la sala de ensamblaje podía ver el interior sin problemas. Al fondo había una puerta, así que era bastante posible que quién estuviese allí antes se marchase por ahí.

Habiendo llegado hasta la cabina donde podían ver otra puerta, por lo pronto arrojó una cuerda esperando que les ayudara a subir, después debían de buscar un computador, allí mismo podían tener la clave para descubrir un poco más sobre las instalaciones.

Zated subió sin problema la cuerda, demostrando un gran estado de forma física y mental. 

Por no ser menos, Mi-Neb subió todavia más rápido. Poca gente apreciaba el efecto de no beber, no fumar y no confraternizar en el cuerpo de un humano.

Xostum lanzó una cuerda a los jedis, los cuales parecían competir con quién la tenía más larga. O quién era más rápido subiendo por la misma.

Mientras, el zabrak miraba los aparatos y comprobó como el acceso magnetizado se podía desconectar desde allí. También abrieron la puerta por la que a todas luces estaba el tipo que les había enviado el robot. Pero aparte de un pasillo, que se internaba también en la montaña, no vieron a nadie.
Lo que sí era intersante es que allí sí que había consolas funcionales, las primeras que veían, y a lo mejor podían sacar algo en claro de la instalación

Una vez hubo demostrado que pacifista no quería decir que no pudiera subir por una cuerda mejor que cualquier mozo, Mi-Neb se acercó a los computadores. 

—Quita, Xostun, que no sabes —dijo Mi-Neb, por un momento estuvo a punto de darle al botón de "formatear", pero no, sabía buscar información y planos de la instalación. Sí, los conseguiría—. Bromeo, es que utilicé este mismo sistema en las instalaciones del consulado Jedi de Chandrila y es fácil. Debe ser el mismo proveedor. 

Zated observaba a Mi-Neb, pero no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Así que se puso a tocar botones para intentar ayudar, y el resultado fue nefasto. 

Con los Jedis en la cabina al fin dieron con el preciado premio que al menos Xostun había estado esperando, una computadora. Para entonces Mi-Neb se había puesto a trastearlo y parecía estar obteniendo datos. El zabrak dejó pasar un rato e hizo su propio intento buscando mapas de las instalaciones, en especial las celdas.

- Venga que por fin tendremos premio. Vamos, muestra lo que queremos.

Le decía a la pantalla mientras entre ambos iban sonsacando a la máquina.

Mi-Neb se lanzó a los ordenadores como guiado por algo más fuerte que él, y Xostum accedió desde otra terminal ambos llegando casi al mismo sitio. Ninguno de los dos se dio cuenta de que Zated apagó las consolas, y el resto de la sala, al desenchufar un cable. Aunque lo volvió a conectar enseguida.
Aún así entre los dos pudieron volver conseguir toda la información.

Tenían un buen plano de la base. La parte por la que entraron estaba en desuso, aunque eso ya lo habían imaginado, tan sólo mantenía energía mínima para las defensas. Por lo que el quitar la energía había sido una buena idea.

La parte donde se encontraban ahora había sido activada recientemente, y tan solo para que se terminase la fabricación de droides de combate. En total unos dieciocho droides como los que habían visto abajo a medio montar habían sido actvados y enviados fuera a por los intrusos que hicieron saltar la alarma*. Pero ya no hay conexión con ninguno de ellos. Han sido desactivados...o algo peor. El robot enorme que acababan de destruir lo activaron para ellos, sin lugar a dudas.

Queda la parte central. Que está en los sotanos. Allí es donde ha habido mayor actividad los últimos tiempos. No se puede acceder a los ordenadores de allí, parece que están aislados del resto. Pero gracias a los planos descubren que aoarte del elevador que vieron antes, donde salieron los siths, hay otro acceso. Unas escaleras que llevan hasta abajo también, justo saliendo de la cabina de control y siguiendo el pasillo que hay fuera.

De hecho hay muchas posibilidades que el tipo que estaba antes en la cabina se haya ido por allí.

Los datos les daban información clara.

—Sigamos entonces por el pasillo y las escaleras. Podemos bajar por ahí. Quiero saludar a quien nos haya mandado al androide asesino. 

A pesar de haber encontrado el camino, no habían descubierto que había realmente abajo. Si eran unas celdas o un laboratorio y un centro de trabajo. ¿Qué se estaba cociendo allí'

Zated asintió, aunque lo cierto era que aquel "saludar" sonaba raro en boca de un pacifista como Mi-Neb. 

Aquella información era iluminadora y más todavía que hallaran unas escaleras que seguir.

- Nos está yendo bien, enfrentarse a 17 droides no puede haber salido gratis a esos sith. Han de esos ellos, han llegado tarde a la fiesta y tiene que seguir siendo así. Cuando hallemos al prisionero nos tendremos que esfumar, ayudará que tengamos en mente el mapa de las instalaciones.

Expuso lo que debía de ser una ventaja.

- Ya tenemos un precio, pero nos falta el premio mayor. Solo espero que ahí abajo no estén fabricando algo peor que esa pequeña armada de robots.

El soldado no perdió tiempo y siguió a sus compañeros.

La dirección estaba clara, con el mapa que tenían no podían perderse. Y lo cierto es que era bueno haber tenido ese mapa pues la puerta que tenían que coger no estaba visible. Era otra de mantenimiento.
Cuando llegaron a la zona de mantenimiento vieron el hueco que se dirigía hacia el fondo. No es que fuera sin fondo, pero desde luego era profundo. Según sus planos tenían que bajar unas siete plantas. Al menos las escaleras no eran las típicas de mantenimiento. Alguien se había preocupado de hacer unas en condiciones.

El grupo empezó a bajar. Con la excepción de una planta se la que sabían que era la principal no había ningún otro acceso que no fuese por el que habían entrado y el de destino.

Al llegar abajo del todo, un tanto jadeantes por la carrerita, se toparon con una puerta cerrada. Pudieron notar varias cosas. Algo les decía, una sensación, que detrás de ella estaba su premio, pero a los jedis la Fuerza les señalaba que también estaría la presencia del lado Oscuro que habían detectado antes. No iba a ser una batalla fácil desde luego.

Viendo la puerta cerrada pensó que era la hora de recurrir a sus viejas argucias, las aprendidas en las calles de su ciudad natal.

- Dejadme hacer un intento, si logramos entrar sin que nos oigan podremos posicionarnos mejor.

Ese tipo de habilidades mecánicas no debían de olvidarse nunca, pero cuando se colocó junto a la cerradura y empezó a hurgar buscando una apertura fácil pudo notarse que sus manos se movían con torpeza.

- Diantres, no hay forma. Habrá que probar algo distinto.

No se rindió ante las dificultades que tenía delante, el zabrak insistió buscando ahora un ángulo diferente. Se concentró en el dispositivo electrónico buscando alterar su flujo para abrir la puerta y esta vez logró lo que buscaba.

Xostum era perseverante, eso no se podía discutir, y resolutivo. Trató de abrir la puerta de manera profesional, pero no resultó. Finalmente tuvo que trastear un poco más, desarmando el terminal un poco, pero lo consiguió.

La puerta se deslizó a un lado dejando paso a otro pasillo. Los tres se internaron por el mismo en silencio y finalmente llegaron a otra sala bastante amplia, y sobretodo con techos muy altos.
A su derecha podían ver un taller con varias naves desmontadas y diferentes droides de mantenimiento. Cómo habían llegado hasta allí no podían saberlo. Al menos de momento.
A la izquierda podían ver una especie labo tecnologico, con muchos ordenadores en funcionamiento. Y al lado lo que parecía el acceso a un elevador. Aunque no había nada.

No obstante lo más interesante estaba en una sala enfrente suyo. Sentado delante de un ordenador y bastante desaliñado se encontraba la persona que habían venido a buscar. Lian Wann estaba mirando con terror al otro lado de la sala. Allí un tipo entrado ya en años mantenía en el aire a otro más joven. El joven estaba agarrandose el cuello y parecía estar ahogandose.

A pesar de la apariencia discreta del viejo los jedis podían notar, desde donde se encontraban, como la Fuerza era intensa en él. El lado Oscuro de la Fuerza para ser más exactos.

Un usuario de la Fuerza estaba matando a un pobre desgraciado con una técnica del Lado Oscuro. Mi-Neb tenía un voto de pacifismo, pero todo tenía unos límites. Impediría eso y lo detendría.